[vc_row full_width_row=“true”][vc_column][vc_column_text]El cer­ti­fi­ca­do digi­tal euro­peo para recu­pe­rar la movi­li­dad per­di­da por la pan­de­mia entró en vigor este jue­ves en medio de una nue­va ola del coro­na­vi­rus que ame­na­za con pro­vo­car otro cie­rre de fron­te­ras. Este docu­men­to faci­li­ta la movi­li­dad entre los Esta­dos miem­bros de la Unión Euro­pea a quie­nes acre­di­ten una de las tres con­di­cio­nes y evi­ta posi­bles con­tro­les como cua­ren­te­nas o prue­bas adi­cio­na­les.

 

Sin embar­go, el sec­tor aéreo, uno de los gran­des bene­fi­cia­rios poten­cia­les del sal­vo­con­duc­to sani­ta­rio, teme que la diver­si­dad de sis­te­mas de veri­fi­ca­ción pro­vo­que lar­gas colas en los aero­puer­tos o, en el peor de los casos, aca­be limi­tan­do las posi­bi­li­da­des de des­pla­za­mien­to. Unas colas que, efec­ti­va­men­te, ya se están dan­do en el pri­mer gran fin de sema­na de ope­ra­ción sali­da en diver­sos aero­puer­tos espa­ño­les y que han oca­sio­na­do que muchos via­je­ros pier­dan sus vue­los.

 

¿Qué es el certificado Covid?

Es un docu­men­to que per­mi­te acre­di­tar de for­ma sen­ci­lla que una per­so­na:

 

  1. Ha sido vacu­na­da con­tra el COVID-19, o
  2. se ha rea­li­za­do una prue­ba cuyo resul­ta­do ha sido nega­ti­vo, o
  3. se ha recu­pe­ra­do del COVID-19

No es un pasa­por­te ni un docu­men­to de via­je que con­di­cio­ne o res­trin­ja el dere­cho a la libre cir­cu­la­ción en la Unión Euro­pea, sino un ins­tru­men­to que faci­li­ta la movi­li­dad entre los paí­ses miem­bros y garan­ti­za la pro­tec­ción de la salud.

El docu­men­to es gra­tui­to, se emi­te en for­ma­to elec­tró­ni­co o en papel, es segu­ro y fia­ble, tie­ne vali­dez en toda la UE y se emi­te en la len­gua nacio­nal de cada Esta­do (ade­más de en inglés) por las auto­ri­da­des com­pe­ten­tes de cada Esta­do miem­bro. La ver­sión elec­tró­ni­ca pue­de alma­ce­nar­se en un móvil.

Por ejem­plo, se pue­de des­car­gar en esta pági­na de la Gene­ra­li­tat Valen­cia­na.

 

¿Cómo funciona?

 

Las auto­ri­da­des nacio­na­les son las encar­ga­das de expe­dir el cer­ti­fi­ca­do. Pue­den expe­dir­lo, por ejem­plo, los cen­tros de prue­bas o las auto­ri­da­des sani­ta­rias, o direc­ta­men­te a tra­vés de un por­tal de sani­dad elec­tró­ni­ca. Las auto­ri­da­des sani­ta­rias nacio­na­les deben pro­por­cio­nar infor­ma­ción sobre cómo obte­ner el cer­ti­fi­ca­do.

La ver­sión digi­tal pue­de alma­ce­nar­se en un dis­po­si­ti­vo móvil. Los ciu­da­da­nos tam­bién pue­den soli­ci­tar una ver­sión en papel. Ambas ten­drán un códi­go QR que con­tie­ne la infor­ma­ción esen­cial, así como una fir­ma digi­tal para ase­gu­rar­se de que el cer­ti­fi­ca­do es autén­ti­co. A la hora de via­jar a otro país de la Unión Euro­pea, en el des­tino se esca­nea el códi­go QR del via­je­ro para com­pro­bar que, o bien está vacu­na­do, o tie­ne una prue­ba con resul­ta­do nega­ti­vo, o se ha recu­pe­ra­do de la enfer­me­dad. De cum­plir­se algu­na de las tres con­di­cio­nes, la per­so­na que por­ta el cer­ti­fi­ca­do pue­de con­ti­nuar con su via­je. En caso de no tener el cer­ti­fi­ca­do, se pue­de via­jar, pero el pro­ce­so de admi­sión es más len­to y los paí­ses de des­tino podrán apli­car medi­das y con­tro­les adi­cio­na­les.

 

¿Dónde es válido y quién puede utilizarlo?

 

El cer­ti­fi­ca­do y las apli­ca­cio­nes que per­mi­ten des­car­gar­lo en el telé­fono móvil están dis­po­ni­bles des­de el 1 de julio en los 27 paí­ses de UE, sal­vo en Irlan­da, que no lo incor­po­ra­rá has­ta media­dos de julio como con­se­cuen­cia del ata­que infor­má­ti­co sufri­do recien­te­men­te por su sis­te­ma sani­ta­rio.

Los tres paí­ses del Espa­cio Eco­nó­mi­co Euro­peo (Norue­ga, Islan­dia y Liech­tens­tein) tam­bién par­ti­ci­pan en el sis­te­ma. La incor­po­ra­ción de Sui­za está pre­vis­ta, a fal­ta aún de un acuer­do sobre el reco­no­ci­mien­to mutuo de los res­pec­ti­vos cer­ti­fi­ca­dos.

El cer­ti­fi­ca­do está dis­po­ni­ble para todas las eda­des. Así que, en cual­quier caso, los meno­res de edad tam­bién pue­den obte­ner el cer­ti­fi­ca­do para acre­di­tar la supera­ción de la enfer­me­dad o el resul­ta­do de una prue­ba de diag­nós­ti­co.

 

¿Para qué sirve?

 

El cer­ti­fi­ca­do se ha desa­rro­lla­do, sobre todo, para faci­li­tar la movi­li­dad de un país a otro. Pero este miér­co­les el comi­sa­rio euro­peo de Jus­ti­cia, Didier Reyn­ders, ani­mó a las auto­ri­da­des nacio­na­les a exten­der su uso a otras acti­vi­da­des. “Reco­men­da­mos a todos los paí­ses que uti­li­cen este ins­tru­men­to no solo para la liber­tad de movi­mien­to [a tra­vés de la UE] sino tam­bién para cual­quier otro tipo de uso nacio­nal, como ir a con­cier­tos, fes­ti­va­les, al tea­tro, a res­tau­ran­tes…”, ha indi­ca­ba Reyn­ders.

Tam­bién, la Comi­sión Euro­pea insis­te en que la obten­ción del cer­ti­fi­ca­do siem­pre es volun­ta­ria y en nin­gún caso pue­de con­ver­tir­se en un requi­si­to nece­sa­rio para via­jar. Bru­se­las con­si­de­ra impres­cin­di­ble que se faci­li­te “infor­ma­ción cla­ra y pun­tual para que los ciu­da­da­nos ten­gan con­fian­za en via­jar al extran­je­ro duran­te este verano”.

Sin embar­go, los gobier­nos se han reser­va­do el dere­cho a impo­ner res­tric­cio­nes a los via­je­ros pro­ce­den­tes de cual­quier país siem­pre que lo con­si­de­ren opor­tuno por razo­nes de salud públi­ca.

 

Riesgos y problemas para este verano

 

El temor a la pro­pa­ga­ción de la varian­te Del­ta del virus y la des­con­fian­za hacia los paí­ses más depen­dien­tes del turis­mo (como Por­tu­gal o Espa­ña) ha lle­va­do a gobier­nos como el de Ale­ma­nia a adver­tir que veta­rán la entra­da a los via­je­ros pro­ce­den­tes de paí­ses don­de se apli­quen los con­tro­les de mane­ra laxa.

Asi­mis­mo, Air­li­nes for Euro­pe (A4E), aler­tó el mar­tes del ries­go de que la diver­si­dad de sis­te­mas de veri­fi­ca­ción del cer­ti­fi­ca­do pro­vo­que una espi­ral de con­tro­les, espe­ras y retra­sos de los vue­los que arrui­nen la cam­pa­ña de verano.

Avi­sa de que esa frag­men­ta­ción y la posi­bi­li­dad de doble o tri­ple veri­fi­ca­ción del cer­ti­fi­ca­do en un mis­mo via­je “ame­na­za el éxi­to del reini­cio de los via­jes en avión este verano y soca­va­rá la libre cir­cu­la­ción de los ciu­da­da­nos a tra­vés de la UE”. Pero, la Comi­sión Euro­pea ha urgi­do a los Esta­dos a evi­tar la dupli­ca­ción de con­tro­les. Bru­se­las con­si­de­ra que bas­ta con veri­fi­car la vali­dez del cer­ti­fi­ca­do en el país de ori­gen, por lo que los con­tro­les a la lle­ga­da son redun­dan­tes.

Bru­se­las espe­ra que las reti­cen­cias y los pro­ble­mas téc­ni­cos se superen y que el cer­ti­fi­ca­do se con­vier­ta no solo en una herra­mien­ta para des­pla­zar­se de un país a otro sino tam­bién en el pase de entra­da para otro tipo de acti­vi­da­des, como con­cier­tos, expo­si­cio­nes o con­gre­sos – un paso hacia la nor­ma­li­dad.

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