Hace tan solo unas sema­nas, la mayor par­te delos ciu­da­da­nos euro­peos solo había vis­to el uso de mas­ca­ri­llas en luga­res como hos­pi­ta­les o tra­ba­jos de alto ries­go. Tal vez por esta razón, nadie se ima­gi­na­ba que una pan­de­mia glo­bal pro­vo­ca­da por el Covid-19, has­ta aho­ra des­co­no­ci­do, iba a pro­vo­car el con­fi­na­mien­to de medio pla­ne­ta e iba a fomen­tar el uso de esta pro­tec­ción has­ta lle­gar al pun­to del des­abas­te­ci­mien­to.

El esta­do de alar­ma decre­ta­do en nues­tro país el pasa­do 15 de mar­zo tra­jo con­si­go una serie de medi­das extre­ma­da­men­te res­tric­ti­vas que prohí­ben la sali­da a las vías públi­cas sin una razón de peso —adqui­si­ción de pro­duc­tos de pri­me­ra nece­si­dad, tras­la­do al cen­tro de tra­ba­jo o de regre­so al domi­ci­lio…—. Las pocas per­so­nas que salen a la calle lo hacen pro­te­gi­das con unos guan­tes y con su ros­tro ocul­to bajo una mar­ca­ri­lla. Pero, ¿sabes cuán­tos tipos de mas­ca­ri­lla hay y cuál es el más ade­cua­do para pro­te­ger­te de este nue­vo virus?

Mascarilla higiénica o de barrera

Son las más comu­nes. Sin embar­go, en el mar­co de la cri­sis actual, sí están des­ti­na­das, según las reco­men­da­cio­nes del Minis­te­rio de Sani­dad, a todas aque­llas per­so­nas sin sín­to­mas que no sean sus­cep­ti­bles de uti­li­zar mas­ca­ri­llas qui­rúr­gi­cas ni fil­tran­tes. “El obje­ti­vo de su empleo es inten­tar redu­cir el ries­go de trans­mi­sión del virus des­de la boca y la nariz del usua­rio no enfer­mo o asin­to­má­ti­co”, expli­ca el Con­se­jo Gene­ral de Cole­gios Far­ma­céu­ti­cos (CGCF), aun­que siem­pre como “medi­da com­ple­men­ta­ria a otras”.

Mascarillas quirúrjicas

Este tipo de mas­ca­ri­llas —de un solo uso— sir­ve para evi­tar la trans­mi­sión de agen­tes infec­cio­sos por par­te de la per­so­na que la lle­va pues­ta, por lo tan­to, se reco­mien­da su uso en per­so­nas diag­nos­ti­ca­das con coro­na­vi­rus, para mini­mi­zar que con­ta­gien a las per­so­nas que pue­dan acer­car­se.

Mascarillas de alta eficacia o autofiltrantes

Estas mas­ca­ri­llas sí que se con­si­de­ran EPIs, y se cla­si­fi­can en base a su ren­di­mien­to. Tal y como indi­can las auto­ri­da­des, uti­li­za­das correc­ta­men­te “pro­por­cio­nan un nivel acep­ta­ble de pro­tec­ción fren­te a la inha­la­ción de par­tí­cu­las”.

  • Mas­ca­ri­llas FFP1: no se reco­mien­dan para uso médi­co y se sue­len uti­li­zar fren­te a par­tí­cu­las de mate­rial iner­te.
  • Mas­ca­ri­llas FFP2: estas mas­ca­ri­llas se usan fren­te a aero­so­les de baja o mode­ra­da toxi­ci­dad. Según Sani­dad, la reco­men­da­ción es que el per­so­nal sani­ta­rio que atien­da “en casos de inves­ti­ga­ción, pro­ba­bles o con­fir­ma­dos para infec­ción por el SARS-CoV‑2 o las per­so­nas que entren en las áreas de ais­la­mien­to se pon­gan, como par­te de su EPI, una de estas”.
  • Mas­ca­ri­llas FFP3: según las reco­men­da­cio­nes de Sani­dad, estas son las mas­ca­ri­llas que debe­ría lle­var el per­so­nal sani­ta­rio que atien­da en situa­cio­nes en las que se gene­ren aero­so­les que favo­re­cen el con­ta­gio. Tal y como seña­la el CGCF, serían casos de intu­ba­ción tra­queal, lava­do bron­co­al­veo­lar o ven­ti­la­ción manual. En su defec­to, podrían usar una FFP2.

Este tipo de mas­ca­ri­lals se pue­den lim­piar, siem­pre y cuan­do sean de uso reuti­li­za­ble: de ser así, lle­va­rán una mar­ca con la letra R, que impli­ca que se pue­den usar más de un turno de tra­ba­jo. Solo se debe lim­piar y desin­fec­tar el ajus­te con la cara, nun­ca el mate­rial fil­tran­te.

¿Cómo ponerse y quitarse una mascarilla?

Ade­más de la pro­tec­ción que ven­ga aso­cia­da al tipo de mas­ca­ri­lla, tam­bién hay que saber colo­cár­se­la y reti­rár­se­la de mane­ra correc­ta de la cara. Estas son las reco­men­da­cio­nes de la OMS:

  1. Antes de poner­se una mas­ca­ri­lla, láve­se las manos con un desin­fec­tan­te a base de alcohol o con agua y jabón.
  2. Cúbra­se la boca y la nariz con la mas­ca­ri­lla y ase­gú­re­se de que no haya espa­cios entre su cara y la más­ca­ra.
  3. Evi­te tocar la mas­ca­ri­lla mien­tras la usa; si lo hace, láve­se las manos con un desin­fec­tan­te a base de alcohol o con agua y jabón.
  4. Cám­bie­se de mas­ca­ri­lla tan pron­to como esté húme­da y no reuti­li­ce las mas­ca­ri­llas de un solo uso. 
  5. Para qui­tar­se la mas­ca­ri­lla: quí­te­se­la por detrás (no toque la par­te delan­te­ra de la mas­ca­ri­lla); desé­che­la inme­dia­ta­men­te en un reci­pien­te cerra­do; y láve­se las manos con un desin­fec­tan­te a base de alcohol o con agua y jabón.

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