Se trata de un procedimiento fiable, económico y no invasivo porque basta con que el/la paciente aporte una muestra de saliva.
La saliva, según diferentes estudios científicos publicados en las ultimas semanas, es una firme candidata para el diagnóstico de Covid-19 porque su recolección es mínimamente invasiva y ha mostrado una sensibilidad comparable a los hisopos nasofaríngeos. Además, la metodología usada por los investigadores del CIPF no requiere de la purificación de RNA.
El Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) está acreditado por el Instituto de Salud Carlos III para realizar test de PCR diagnósticos de Covid-19.
Su equipamiento e instalaciones, el personal altamente cualificado y sus niveles de bioseguridad permiten llevar a cabo las pruebas PCR para dar apoyo a la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública y a sus centros de salud y hospitales.
Además del análisis de muestras nasofaríngeas (NP) que reciben por parte del sistema sanitario para la realización de pruebas de PCR, un equipo de investigadores e investigadoras del CIPF llevan meses trabajando en el desarrollo de un nuevo test de detección de SARS-CoV‑2 a partir de muestras de saliva.
Test de saliva similares han sido aprobados de urgencia por la FDA estadounidense, como es el caso del test “SalivaDirect” desarrollado por la universidad de Yale.
Los tests de saliva son menos invasivos y más económicos
Otros centros españoles y europeos de referencia realizan también estudios parecidos a partir de muestras de saliva. Las principales ventajas que ofrece este tipo de test sobre la PCR nasofaríngea es que son menos invasivos, consistentes y económicos.
La directora del CIPF, la doctora Deborah Burks, considera que es una forma de avanzar con las pruebas de cribado, incluso a gran escala: “Es posible detectar pacientes de Covid-19 en estadios muy tempranos o con cargas virales bajas con resultados comparables a las pruebas de PCR a partir de muestras nasofaríngeas”.
Asimismo, otra ventaja muy importante de emplear muestras de saliva para realizar las pruebas PCR es que ofrecen minimizan la interacción física de los trabajadores y las trabajadoras del sistema sanitario con posibles personas infectadas. El propio paciente puede tomar su muestra y entregarla en su centro de salud dentro de un recipiente cerrado y de forma segura. Además, al ser no-invasiva no supone ningún dolor ni molestia para los pacientes, un punto que puede facilitar una mayor participación en programas de rastreo.
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