Los cole­gios fue­ron los pri­me­ros en cerrar en mar­zo, y sin embar­go, aho­ra se man­tie­ne que serán los últi­mos en con­fi­nar­se. Duran­te estos meses los niños han sido otro de los muchos héroes de esta pan­de­mia, y se han sabi­do adap­tar a cada situa­ción sien­do un ejem­plo para muchos.

La exper­ta en edu­ca­ción y CEO del Pupi­tre de Pilu, Pilu Her­nán­dez Dopi­co.

La exper­ta en edu­ca­ción y CEO del Pupi­tre de Pilu, Pilu Her­nán­dez Dopi­co, man­tie­ne la impor­tan­cia de que las aulas sigan abier­tas has­ta que no haya un con­fi­na­mien­to total, ya que es de la úni­ca mane­ra en la que se pue­de garan­ti­zar la edu­ca­ción de todos los niños:

“Den­tro de lo que cabe, alter­nar la ense­ñan­za onli­ne y pre­sen­cial no es per­ju­di­cial para los niños y niñas, pero tam­po­co les bene­fi­cia, pero debe­mos tener en cuen­ta la bre­cha digi­tal y la nece­si­dad de socia­li­za­ción de los más peque­ños. Ade­más, los pro­fe­so­res no han sido pre­pa­ra­dos para dar las cla­ses onli­ne a día de hoy”, ase­gu­ra.

Des­de El Pupi­tre de Pilu expli­can la nece­si­dad de que los cen­tros edu­ca­ti­vos per­ma­nez­can abier­tos pese a las medi­das de movi­li­dad:

Socia­li­za­ción: los alum­nos se socia­bi­li­zan en gran par­te en los cen­tros esco­la­res. Bien es cier­to que tam­bién en los par­ques, así como en las activ­da­des extra­es­co­la­res. Pero la mayo­ría de los casos se rea­li­zan en el cole­gio.

Con­ci­lia­ción fami­liar: es nece­sa­rio que los cen­tros sigan abier­tos para favo­re­cer el tra­ba­jo de los padres, muchas fami­lias no tie­nen con quien dejar a sus hijos, y con esta situa­ción los abue­los y abue­las no son la mejor elec­ción debi­do al ries­go que corren.

Bre­cha digi­tal: no todas las fami­lias dis­po­nen de los medios nece­sa­rios para poder lle­var a cabo una edu­ca­ción digi­tal, ya sea por­que no tie­nen cone­xión a inter­net, dis­po­si­ti­vos sufi­cien­tes o los ade­cua­dos para poder seguir las cla­ses.

Confinamientos de aulas

Los posi­bles con­fi­na­mien­tos de aulas es un tema que preo­cu­pa tan­to a padres como a maes­tros, ya que los niños se tie­nen que vol­ver a adap­tar a reci­bir cla­ses en casa, para vol­ver al cole­gio a los pocos días, ade­más de la orga­ni­za­ción fami­liar que eso con­lle­va. La maes­tra indi­ca: “Con una mayor rapi­dez a la hora de iden­ti­fi­car un posi­ble posi­ti­vo y las per­so­nas que han esta­do en con­tac­to con el niño, redu­ci­ría­mos los tiem­pos de con­fi­na­mien­to si no dan posi­ti­vo. Esto faci­li­ta­ría la adap­ta­ción y brin­da­ría una mayor cons­ta­cia a los alum­nos”.

No son solo los niños los que sufren este tipo de con­fi­na­mien­to, Her­nán­dez Dopi­co quie­re recor­dar la gran labor que están rea­li­zan­do los edu­ca­do­res, que pro­cu­ran adap­tar­se a la situa­ción de la mejor mane­ra: “Si la edu­ca­ción hoy en día fun­cio­na es gra­cias a que Espa­ña tie­ne unos gran­des pro­fe­sio­na­les. Los pro­fe­so­res están tra­ba­jan­do muy duro para poder pro­por­cio­nar a los niños una esta­bi­li­dad en toda esta nue­va nor­ma­li­dad. Han sido estos los que han adap­ta­do los pro­to­co­las a las aulas, nues­tros polí­ti­cos han deja­do una vez más la edu­ca­ción de lado, sin ser prio­ri­ta­ria para ellos ”, sen­ten­cia.

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