La diabetes es una importante causa de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.

El Ins­ti­tu­to de Inves­ti­ga­ción Sani­ta­ria INCLIVA, del Hos­pi­tal Clí­ni­co de Valen­cia, recuer­da ante la cele­bra­ción este 14 de noviem­bre, del Día Mun­dial de la Dia­be­tes, la tras­cen­den­cia de las inves­ti­ga­cio­nes que se están desa­rro­llan­do para pre­ve­nir esta enfer­me­dad y sus com­pli­ca­cio­nes y la pues­ta en mar­cha de nue­vos tra­ta­mien­tos que per­mi­tan mejo­rar la cali­dad de vida de quie­nes la pade­cen.

En la actua­li­dad, las inves­ti­ga­cio­nes de INCLIVA en este ámbi­to se cen­tran en las cau­sas de la obe­si­dad y de la dia­be­tes, la pre­ven­ción de enfer­me­da­des car­dio­vas­cu­la­res y neu­ro­ló­gi­cas y el desa­rro­llo de nue­vos tra­ta­mien­tos para los pacien­tes con dia­be­tes tipo 1 y tipo 2. Cabe des­ta­car los estu­dios sobre posi­bles mar­ca­do­res tem­pra­nos que aler­ten del desa­rro­llo de la enfer­me­dad y sus com­pli­ca­cio­nes, según expli­ca el Dr. José Tomás Real Colla­do, coor­di­na­dor del Gru­po de Inves­ti­ga­ción sobre Ries­go Car­dio­me­ta­bó­li­co y Dia­be­tes de INCLIVA y Jefe de Ser­vi­cio de Endo­cri­no­lo­gía y Nutri­ción del Hos­pi­tal Clí­ni­co de Valen­cia.

Investigaciones sobre la diabetes tipo 1 en un contexto de Covid-19

En lo que res­pec­ta a la dia­be­tes tipo 1, se está cola­bo­ran­do con el Hos­pi­tal Clí­nic de Bar­ce­lo­na, el Hos­pi­tal Fran­cesc de Bor­ja de Gan­día, la Uni­ver­si­dad Poli­téc­ni­ca de Valen­cia y la Uni­ver­si­dad Poli­téc­ni­ca de Giro­na, en varios pro­yec­tos para el desa­rro­llo de sis­te­mas de asa cerra­da o “pán­creas arti­fi­cial”. Estos sis­te­mas, tie­nen como obje­ti­vo auto­ma­ti­zar la admi­nis­tra­ción de insu­li­na, con el obje­ti­vo de mejo­rar la cali­dad de vida de los pacien­tes y un mejor con­trol de la enfer­me­dad.

“En estos momen­tos tan com­pli­ca­dos, en los que muchas per­so­nas han per­di­do la vida por las con­se­cuen­cias de la pan­de­mia de Covid-19 –afir­ma el Dr. F. Javier Ampu­­dia-Bla­s­­co, jefe de Sec­ción del Ser­vi­cio de Endo­cri­no­lo­gía y Nutri­ción del Hos­pi­tal Clí­­ni­­co- es más nece­sa­rio que nun­ca refor­zar nues­tro com­pro­mi­so con las per­so­nas con dia­be­tes, ya que los pacien­tes con dia­be­tes tipo 2, gene­ral­men­te de edad avan­za­da, y con mayor ries­go de enfer­me­da­des car­dio­vas­cu­la­res, hiper­ten­sión arte­rial y obe­si­dad, tie­nen mayor ries­go de sufrir las con­se­cuen­cias del Covid-19”. 

Los pro­fe­sio­na­les del Ser­vi­cio de Endo­cri­no­lo­gía y Nutri­ción del Hos­pi­tal Clí­ni­co han esta­do en todo momen­to a dis­po­si­ción de la Direc­ción Médi­ca del hos­pi­tal, apo­yan­do a otros ser­vi­cios impli­ca­dos en el tra­ta­mien­to direc­to de los pacien­tes afec­ta­dos por Covid-19, al tiem­po que han con­ti­nua­do la labor de segui­mien­to de los pacien­tes con dia­be­tes. En este sen­ti­do, han uti­li­za­do recur­sos de tele­me­di­ci­na para rea­li­zar, des­de antes del con­fi­na­mien­to, visi­tas no pre­sen­cia­les, y aho­ra, tam­bién pre­sen­cia­les, con todas las garan­tías, con la fina­li­dad de man­te­ner o mejo­rar el con­trol glu­cé­mi­co y otros fac­to­res de ries­go car­dio­vas­cu­lar y pre­ve­nir la apa­ri­ción de com­pli­ca­cio­nes cró­ni­cas.

Los obje­ti­vos prio­ri­ta­rios de este Ser­vi­cio son cola­bo­rar de for­ma estre­cha con los pro­fe­sio­na­les de Aten­ción Pri­ma­ria en el diag­nós­ti­co pre­coz de esta enfer­me­dad, ins­tau­rar hábi­tos salu­da­bles en los pacien­tes con pre­dia­be­tes y dia­be­tes, mejo­rar su for­ma­ción dia­be­to­ló­gi­ca, e imple­men­tar los avan­ces tera­péu­ti­cos en el tra­ta­mien­to, para seguir sien­do líde­res en esta pato­lo­gía, a nivel nacio­nal e inter­na­cio­nal.

Sobre la diabetes

La dia­be­tes es una enfer­me­dad cró­ni­ca que apa­re­ce cuan­do el pán­creas no pro­du­ce insu­li­na sufi­cien­te o cuan­do el orga­nis­mo no uti­li­za efi­caz­men­te la insu­li­na que pro­du­ce. La insu­li­na es una hor­mo­na que regu­la el azú­car en la san­gre. El efec­to de la dia­be­tes no con­tro­la­da es la hiper­glu­ce­mia (aumen­to del azú­car en la san­gre), que, con el tiem­po daña gra­ve­men­te muchos órga­nos y sis­te­mas. Según la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS), la dia­be­tes es una impor­tan­te cau­sa de cegue­ra (el 2,6% de los casos mun­dia­les de cegue­ra son con­se­cuen­cia de la dia­be­tes), infar­to de mio­car­dio y acci­den­te cere­bro­vas­cu­lar (de hecho, los adul­tos con dia­be­tes tie­nen un ries­go de dos a tres veces supe­rior de infar­to de mio­car­dio y acci­den­tes cere­bro­vas­cu­la­res) insu­fi­cien­cia renal y ampu­tación de los miem­bros infe­rio­res.

La die­ta salu­da­ble, la acti­vi­dad físi­ca regu­lar y el man­te­ni­mien­to de un peso cor­po­ral nor­mal pre­vie­nen la dia­be­tes de tipo 2 o retra­san su apa­ri­ción. Ade­más, a ausen­cia del con­su­mo de taba­co con­tri­bu­ye en la reduc­ción del ries­go car­dio­vas­cu­lar de estos pacien­tes.

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