La firma valenciana recupera el origen de la elaboración del vino con la presentación de Ceràmic
Hablar de la utilización de las tinajas de cerámica es remontarse al origen del vino. Estos recipientes se han venido utilizando desde hace más de tres mil años en su elaboración, crianza y transporte. Bodegas Vicente Gandía, la empresa valenciana líder del sector del vino, ha querido volver al origen con una elaboración que recupera la utilización de las tinajas de cerámica en combinación con la crianza en barricas de roble. Se trata del nuevo CERÀMIC MONASTRELL criado en tinaja, elaborado por el prestigioso enólogo Pepe Hidalgo, el nuevo director técnico de la bodega, uno de los grandes elaboradores de vino y cava de nuestro país.
“El vino y la vid están presentes en mi vida desde que nací. Mi abuelo fue maestro y quizás la figura más importante de la viticultura española y mi padre es, además, de un gran estudioso de la viniviticultura uno de los enólogos más importantes del país. Es por ello que, para mí, es mi profesión, pero también es la mayor afición que tengo. Lo vivo con pasión e ilusión, espero ansioso siempre la vendimia y aún cada día me emociona encontrar la complejidad de un buen vino”. Pepe Hidalgo, director técnico de la bodega, el gran fichaje de Gandía para ponerse al frente de una firma con más de ciento treinta y cinco años de historia y tradición vitivinícola. Hidalgo, de origen riojano, se dio a conocer como el enólogo de referencia de Freixenet, y ya venía colaborando con la bodega valenciana en la elaboración de sus vinos El Miracle.
Su nueva propuestas, Ceràmic, del griego antiguo keramiké (hecho de arcilla) es un vino elaborado con uvas de la variedad Monastrell procedentes de viñas viejas situadas en parcelas de estricto secano. Criado durante once meses en barricas de tostado medio y afinado durante otros cinco meses en tinajas de cerámica al final de su crianza. La micro oxigenación que permite este material a través de las paredes del recipiente, produce un aporte lento y continuo de oxígeno que preserva y potencia el sabor de la fruta aportando frescura y expresividad mientras que el paso por barrica le confiere una gran finura y elegancia a estos vinos, a la vez que permite que estos sean muy respetuosos con las características específicas del terroir, un secano con fuertes componentes calcáreos y yesíferos.

La utilización de la variedad Monastrell también supone una vuelta a las raíces de la compañía ya que fue una de las primeras variedades que utilizó en sus orígenes a finales del siglo XIX. Se trata de una variedad típica del sureste de España que necesita climas muy cálidos y suelos muy áridos. Con esta uva se obtienen vinos muy potentes y con una gran concentración. Tras su paso por barrica y su afinamiento en tinajas de cerámica se consigue un vino de color rojo intenso, oscuro y con ribetes vivos. En la nariz destacan los aromas de ciruela madura, regaliz, coco y vainilla. Su paso por boca es amplio, robusto, de tanino dulce y elegante acidez. Deja el recuerdo en la boca de estas frutas rojas muy maduras.
Elaborado con el sello distintivo de calidad de la DOP Valencia, una región vitivinícola que se reinventa y apuesta por la recuperación de las uvas autóctonas, Ceràmic Monastrell se posiciona en el segmento de vinos premium para poder competir de tú a tú con las grandes referencias de los vinos españoles en las cartas de los mejores restaurantes.

En ese sentido, no fue casualidad que la presentación a los medios especializados tuviera lugar en el restaurante de Ricard Camarena, un dos estrellas Michelin ubicado en el complejo cultural de Bombas Gens. La visita a este espacio dedicado al arte contemporáneo permitió a los asistentes visitar la antigua cava, datada en el siglo XV, que los trabajos de rehabilitación de Bombas Gens dejó al descubierto.

Ceràmic Monastrell supone un paso más en el camino que ha emprendido Bodegas Vicente Gandía en la elaboración de grandes vinos icónicos que están ayudando a la compañía a generar nuevas oportunidades de negocio y crecer en su posicionamiento, lo que supone un paso adelante para los vinos valencianos en general. Gandía es, sin duda, la compañía tractora del sector vinícola valenciano.
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