“La economía debe servir a las personas, no es un fin en sí mismo”.

El pre­si­den­te de la Dipu­tación de Valen­cia, Toni Gas­par.

El Covid-19 y sus con­se­cuen­cias han lle­ga­do a todos los rin­co­nes de nues­tra geo­gra­fía. No obs­tan­te, la situa­ción y los efec­tos en cada una de las loca­li­da­des y comar­cas no ha sido la mis­ma ni tam­po­co va a ser igual la deses­ca­la­da. Toni Gas­par, como Pre­si­den­te de la Dipu­tación de Valen­cia y como alcal­de de una peque­ña loca­li­dad como Fau­ra, cono­ce bien las pecu­lia­ri­da­des de nues­tro terri­to­rio. Él le pide a la ciu­da­da­nía res­pon­sa­bi­li­dad indi­vi­dual y a las ins­ti­tu­cio­nes altu­ra de miras por­que “no se pue­de vivir siem­pre en la trin­che­ra”. Inci­de en que la polí­ti­ca y la eco­no­mía han de estar al ser­vi­cio de las per­so­nas y con­fía en que los recor­tes no vuel­van a plan­tear­se como la solu­ción como ya pasó en la cri­sis de 2007 por­que “die­ron al tras­te con muchas cosas, oca­sio­na­ron el aumen­to de los popu­lis­mos y deja­ron en la cune­ta a mucha gen­te”.

El lunes 11 de mayo empe­zó la “fase 1” del des­con­fi­na­mien­to en algu­nos terri­to­rios, pero en la pro­vin­cia de Valen­cia solo unos pocos depar­ta­men­tos de salud han entra­do en ella. ¿Des­de la Dipu­tación espe­ra­ban que hubie­ra pasa­do toda la pro­vin­cia? ¿Entien­den que exis­ta aho­ra una gran decep­ción y más temo­res en dife­ren­tes sec­to­res como la hos­te­le­ría y el turis­mo?

Noso­tros no tene­mos com­pe­ten­cias sani­ta­rias, pero sí las tene­mos en cono­cer el sen­tir de la gen­te. ¿A quién no le hubie­ra gus­ta­do entrar? Pero no ha sido así y aho­ra hay que tra­ba­jar para pasar el pró­xi­mo lunes. Es una deci­sión com­ple­ja y com­pli­ca­da de tomar, pero segu­ro que hay razo­nes para ello. Ni yo ten­go la infor­ma­ción sufi­cien­te ni repre­sen­to a la ins­ti­tu­ción que la toma, pero hay que tra­ba­jar para pasar­la. Des­de la Dipu­tación debe­mos ape­lar a la res­pon­sa­bi­li­dad de todos y a seguir con la res­pon­sa­bi­li­dad indi­vi­dual. Tan impor­tan­te como avan­zar en la deses­ca­la­da es que no haya un retro­ce­so de fases. Debe­mos actuar todos con res­pon­sa­bi­li­dad para no retro­ce­der. A veces se quie­re poner en la pales­tra la dua­li­dad entre salud y eco­no­mía. Pero de lo que se tra­ta es de salud y eco­no­mía, hay que hacer­las com­pa­ti­bles.

“Tan impor­tan­te como avan­zar en la deses­ca­la­da es que no haya un retro­ce­so de fases… De lo que se tra­ta es de salud y eco­no­mía, hay que hacer com­pa­ti­bles”.

Des­de el ini­cio del Esta­do de Alar­ma la Dipu­tación se adap­tó al tele­tra­ba­jo. Pero, ¿en qué medi­da com­pli­ca esta situa­ción la labor de la cor­po­ra­ción pro­vin­cial y las rela­cio­nes entre los terri­to­rios valen­cia­nos?

Nues­tra colum­na ver­te­bral está bien. Des­de el minu­to uno tra­ba­ja­mos para fomen­tar el tele­tra­ba­jo y esta­ble­ci­mos un sis­te­ma que ha fun­cio­na­do muy bien. Los gobier­nos de tra­ba­jo que están en la “fase 1” ya tie­nen más liber­tad de movi­mien­tos, pero los de “fase 0” no. Son cues­tio­nes téc­ni­cas y estra­té­gi­cas, pero nos vamos adap­tan­do. Ya des­de antes de Esta­do de Alar­ma nos adap­ta­mos con un pro­to­co­lo interno, sin manual de ins­truc­cio­nes y con la espe­ran­za de pasar esto lo antes posi­ble, tra­tan­do siem­pre de crear las míni­mas moles­tias posi­bles a los ciu­da­da­nos, al entra­ma­do social y eco­nó­mi­co. Las medi­das que hemos ido toman­do han ido enca­mi­na­das a ello.

Como alcal­de de una pobla­ción de menos de 5.000 habi­tan­tes como Fau­ra, ¿cree acer­ta­da la medi­da de per­mi­tir que en ellas no haya limi­ta­ción de hora­rios?

Creo que es una medi­da que ha esta­do muy bien. Ha habi­do reunio­nes con­ti­nuas, con alcal­des y de otro nivel por­que nues­tra preo­cu­pa­ción era que no podía ser todo homo­gé­neo. No es mis­mo lo que pasa alre­de­dor de Valen­cia que en el Rin­cón de Ade­muz. Los 266 muni­ci­pios de nues­tra pro­vin­cia son dis­tin­tos, fue una deman­da que resul­tó bien aco­gi­da. Hay que tener cla­ro que las nor­mas tie­nen detrás per­so­nas. Las nor­mas pue­den pare­cer hechas de una mane­ra muy mecá­ni­ca, pero detrás hay per­so­nas y con ellas hay que inter­pre­tar a otras per­so­nas. En cada zona se vive de mane­ra dis­tin­ta.

La Dipu­tación no apli­ca cri­te­rios homo­gé­neos para todos los terri­to­rios por­que no es lo mis­mo una comar­ca que otra. Tene­mos que dar mucho mar­gen de manio­bra a ayun­ta­mien­tos y los pla­nes que se tomen deben tener­lo en cuen­ta. Hay muchos mati­ces que se deben tener en cuen­ta, con cono­ci­mien­to y con mucha res­pon­sa­bi­li­dad per­so­nal. No todo pue­de estar en manos de la admi­nis­tra­ción, hay una par­te que for­ma par­te de las deci­sio­nes indi­vi­dua­les.

Los entor­nos rura­les podrían impul­sar­se a raíz de la cri­sis del Covid-19.

¿Cómo está sien­do la reac­ción en peque­ños pue­blos como Fau­ra des­de el ini­cio de la pan­de­mia y en otras loca­li­da­des simi­la­res?

Es lo que comen­ta­ba. El con­fi­nar­se a nadie le gus­ta, el tener que parar el mun­do a nadie le gus­ta, pero se lle­va con otros resor­tes. No es lo mis­mo estar en una ciu­dad que en un muni­ci­pio peque­ño, No es lo mis­mo poder ver el cam­po que no hacer­lo. Es dife­ren­te, pero el espí­ri­tu en un mun­do inter­co­nec­ta­do es el mis­mo. Todos tene­mos la sen­sa­ción de que ha veni­do algo a lo que no le vemos la cara, algo que ha pues­to en jaque todo lo que cono­cía­mos y nos ha hecho creer de una for­ma feha­cien­te que no éra­mos lo todo­po­de­ro­sos que nos creía­mos.

Dicen que esta cri­sis nos hará mirar más hacia lo rural. ¿Cree que será algo tem­po­ral, basa­do en las vaca­cio­nes, o la gen­te se plan­tea­rá irse a vivir a entor­nos más rura­les? ¿Pue­de ser una bue­na opor­tu­ni­dad para dar una nue­va vida a nues­tros pue­blos en todos los sen­ti­dos?

Toda­vía es muy pron­to para pre­de­cir­lo. Las ten­den­cias no se desa­rro­llan en dos meses. Al igual que no pode­mos saber si todo el mun­do que se ha pues­to a coci­nar lo segui­rá hacien­do, no pode­mos augu­rar otras ten­den­cias toda­vía. Esto se vive a cor­to, a medio y lar­go pla­zo. Hay que espe­rar. Es ver­dad que hay un áni­mo dife­ren­te, pero tie­nen que pasar muchas cosas para ver con­so­li­dar ten­den­cias que no esta­rían mal. Repen­sar el mun­do no esta­ría mal, pues nos hemos ale­ja­do de muchas cir­cuns­tan­cias más natu­ra­les para nues­tra con­di­ción huma­na. Pero, insis­to, es muy pron­to para vati­ci­nar­lo.

“Repen­sar el mun­do no esta­ría mal, pues nos hemos ale­ja­do de muchas cir­cuns­tan­cias más natu­ra­les para nues­tra con­di­ción huma­na”.

Algu­nas voces pro­po­nen una recons­truc­ción para los pue­blos de inte­rior de menos de 1.000 habi­tan­tes, pues hay más de 7.000 con menos de 1.000 habi­tan­tes en nues­tro país. ¿Cree que es un buen momen­to para ello y en qué debe­ría basar­se?

Es buen momen­to para muchas cosas, pero para hacer­lo todo con “tre­llat”, sino pue­de resul­tar con­tra­pro­du­cen­te. Pue­de ser momen­to para poner en acción muchas cosas que esta­ban en la pales­tra, como el impul­so de lo rural, pero hay que hacer­lo todo con “tre­llat”. Es decir, con cono­ci­mien­to, sen­ti­do común, sin salir­se del ties­to, hay que hacer­lo así por­que cual­quier deci­sión pre­ci­pi­ta­da pue­de ser con­tra­pro­du­cen­te.

Los pro­duc­tos y comer­cios de pro­xi­mi­dad están sien­do fun­da­men­ta­les y Gas­par pide que se poten­cien más.

Un sec­tor rural fun­da­men­tal es el agrí­co­la. Antes de esta cri­sis, se mani­fes­ta­ba por exi­gir con­di­cio­nes dig­nas y pre­cios jus­tos, como así nos lo recor­da­ba el secre­ta­rio gene­ral de Agri­cul­tu­ra, Fran­cis­co Rodrí­guez Mule­ro. ¿Cree que aho­ra valo­ra­re­mos de ver­dad su impor­tan­cia para nues­tra ali­men­ta­ción y su dere­cho a reci­bir pre­cios y sala­rios dig­nos?

Eso sí que se ha pues­to en valor, la pro­xi­mi­dad. Espe­ro que se que­de, pero dos meses es poco para augu­rar­lo. Me gus­ta­ría que se que­da­ra. Es el comer­cio más pró­xi­mo el que ha dado la bata­lla y nos ha devuel­to a los orí­ge­nes. Pode­mos vivir con muchas cosas, pero no sin ali­men­tos y no hace fal­ta miles de kiló­me­tros para pro­du­cir­los. Los pro­duc­tos de pro­xi­mi­dad esta­ban ahí pero con el fra­gor de la glo­ba­li­za­ción y la como­di­dad no le impor­ta­ban lo sufi­cien­te a muchí­si­ma gen­te. Espe­ro que esto sir­va para poner sobre la mesa la impor­tan­cia de pro­duc­tos como estos y que se que­den. Insis­to, es pron­to, pero me gus­ta­ría que se con­so­li­da­ran. Las ins­ti­tu­cio­nes debe­mos tra­ba­jar para que se que­den por­que se han de que­dar, es bueno que se que­den.

“Los pro­duc­tos de pro­xi­mi­dad esta­ban ahí pero con el fra­gor de la glo­ba­li­za­ción y la como­di­dad no le impor­ta­ban lo sufi­cien­te a muchí­si­ma gen­te”.

Aun­que es difí­cil dar pre­dic­cio­nes, a veces en los deseos, sobre todo de los polí­ti­cos, pue­de haber mucho de pre­dic­ción tam­bién…

Pue­de ser, pero debe­mos ser rea­lis­tas, echar la vis­ta ade­lan­te. Es buen momen­to para cam­biar las cosas, pero hay que saber de dón­de par­ti­mos. Tene­mos ahí la con­di­ción huma­na, si repa­sas la his­to­ria ves lo que ves. Por tan­to, uno tie­ne que ser cons­cien­te de cómo mover eso, no lan­zar las cam­pa­nas al vue­lo, hay que ser rea­lis­ta. Mi sen­tir es muy posi­ti­vo, hay que levan­tar­se y luchar las cosas, pero es ver­dad que la úni­ca mane­ra para con­se­guir­lo es ser rea­lis­ta: no están reñi­dos ambos con­cep­tos.

Otro sec­tor estra­té­gi­co y esen­cial en nues­tra Comu­ni­dad es el turis­mo. Pare­ce que tam­bién se poten­cia­rá el de inte­rior, pero ya se han per­di­do las Fallas, la Sema­na San­ta… y el verano se ave­ci­na con muchas dudas. ¿Es un año per­di­do o aún hay visos de espe­ran­za?

No lo doy por per­di­do. Esta­mos en mayo, han pasa­do dos meses, no son sufi­cien­tes para cier­tos cam­bios, pero tam­po­co lo son para cier­tas catás­tro­fes. Tene­mos mar­gen para reac­cio­nar. Con la pre­vi­sión de las fases, si no hay retro­ce­sos, tene­mos mar­gen. Más del 50% de nues­tro turis­mo es interno y ese turis­mo, con las fases como están anun­cia­das, no ten­drá las res­tric­cio­nes del inter­na­cio­nal. Es momen­to de poner en valor cier­tas cosas, con otros hábi­tos, pero así como hay cier­tos aspec­tos que sí que veo que tar­da­re­mos en recu­pe­rar­los, hay otros que no. Con­ta­mos con ven­ta­jas como el cli­ma, nues­tro entorno que nos hace fácil salir a la calle y cum­plir las medi­das de segu­ri­dad… pode­mos tener espe­ran­za.

Tene­mos a una socie­dad como la valen­cia­na con ese espí­ri­tu valen­ciano de resur­gir de las ceni­zas. Si el pri­mer día des­pués de anun­ciar­se la can­ce­la­ción de las Fallas el monu­men­to muni­ci­pal de Valen­cia apa­re­ció con una mas­ca­ri­lla en su ros­tro, con ese mis­mo gra­do de repo­si­ción ante los malos momen­tos sere­mos los pri­me­ros en lograr­lo. En nues­tro ADN está el reha­cer­se. Estoy con­ven­ci­do de que demos­tra­re­mos ser los pri­me­ros en ello por­que, vol­vien­do a las Fallas, for­ma par­te de nues­tra cul­tu­ra, de resur­gir de nues­tras ceni­zas.

“Estoy con­ven­ci­do de que demos­tra­re­mos ser los pri­me­ros en reha­cer­nos por­que resur­gir de las ceni­zas for­ma par­te del ADN valen­ciano y de nues­tra cul­tu­ra”.

El secre­ta­rio auto­nó­mi­co de Turis­mo, Fran­cesc Colo­mer, nos comen­ta­ba hace unos días que es el momen­to de fomen­tar el turis­mo de pro­xi­mi­dad y de redes­cu­brir nues­tros pro­pios rin­co­nes. ¿Cree que, en efec­to, lo hare­mos y tam­bién valo­ra­re­mos toda nues­tra rique­za patri­mo­nial, natu­ral y cul­tu­ral?

Estoy con­ven­ci­do de que así lo hare­mos. Nues­tros recur­sos turís­ti­cos no están por des­cu­brir, están ahí, pero evi­den­te­men­te el foco está pues­to en el mun­do actual en cier­tos pun­tos. Las redes de comu­ni­ca­ción, las redes socia­les se ponen sobre cier­tos pun­tos. Son recur­sos y atrac­ti­vos que están ahí, pero aho­ra habrá una diver­si­fi­ca­ción, pues con ella se pue­de cum­plir tam­bién más con las medi­das de pro­tec­ción. Será una opor­tu­ni­dad, un con­cep­to dife­ren­te, aho­ra habrá un con­cep­to de dis­per­sión, fren­te al ante­rior de con­cen­tra­ción, para ver muchas cosas y para pro­te­ger­nos.

Será una opor­tu­ni­dad para muchas cosas que que­rre­mos ir a ver. Des­cu­bier­tas están, se ha hecho un tra­ba­jo por par­te de muchos pro­fe­sio­na­les para poner­las en valor. En ello ha cola­bo­ra­do mucho Turis­mo de la Dipu­tación. Se crea una deman­da y se inten­ta que la gen­te quie­ra ir a ver­las, pero el mer­ca­do es el mer­ca­do y muchas veces las polí­ti­cas de masas no lle­van a eso.

La pro­vin­cia de Valen­cia cuen­ta con for­mi­da­bles atrac­ti­vos turís­ti­cos de cos­ta como Culle­ra y Toni Gas­par con­si­de­ra que la tem­po­ra­da toda­vía no está per­di­da. Foto: Culleraturismo.com

La Dipu­tación jue­ga un papel esen­cial en apo­yar y pro­mo­cio­nar todo tipo de fies­tas y tra­di­cio­nes valen­cia­nas. La gran mayo­ría de ellas se han sus­pen­di­do o se van a sus­pen­der. ¿Qué medi­das pien­san apro­bar para apo­yar­las?

El apo­yo que hace­mos es a tra­vés de los ayun­ta­mien­tos. Somos la enti­dad del col­ze a col­ze amb els ajun­ta­ments, y la prác­ti­ca tota­li­dad de las fies­tas se hacen con ayu­das nues­tras pero a tra­vés de los ayun­ta­mien­tos. Segui­mos apo­yán­do­las, hemos apro­ba­do ayu­das y ellos las arti­cu­la­rán para seguir man­te­nien­do que esa lla­ma siga viva, aun­que de for­ma dife­ren­te. Habrá que man­te­ner cier­to teji­do, aun­que será impo­si­ble con­ti­nuar de la mis­ma mane­ra en este 2020 o en 2021.

La mayor par­te de nues­tra ayu­da se cana­li­za a tra­vés de ellos, ellos la repar­ten como mayo­res de edad que son. Es el sis­te­ma local el que man­tie­ne vivas todas estas fies­tas y tra­di­cio­nes en nues­tro terri­to­rio. De modo inde­pen­dien­te, pue­de haber tam­bién medi­das con­cre­tas para cier­tos sec­to­res como el de la indu­men­ta­ria o la arte­sa­nía. El pasa­do lunes 11 de mayo, por ejem­plo, hubo una reu­nión con el pre­si­den­te de la Cáma­ra de Comer­cio para echar­les una mano den­tro de nues­tras posi­bi­li­da­des.

A fina­les de abril apro­ba­ron, por una­ni­mi­dad en el pleno, la inyec­ción de 180 millo­nes de euros a los ayun­ta­mien­tos. Unos 140 de ellos son del Plan de Inver­sio­nes 2020–21 y otros 40 de apor­ta­ción extra­or­di­na­ria, que se suman a los 20,6 millo­nes ingre­sa­dos a tra­vés del Fon­do de Coope­ra­ción. ¿A qué se des­ti­na­rán o debe­rían des­ti­nar­se esas can­ti­da­des extra­or­di­na­rias?

Al final de este año habre­mos inyec­ta­do 60 millo­nes de corrien­te y 140 de inver­sio­nes. Son 200 millo­nes. Una par­te son inver­sio­nes, des­ti­na­das a reavi­var la eco­no­mía de los muni­ci­pios. Lue­go están los otros 60 millo­nes extra que cada con­sis­to­rio des­ti­na­rá a aque­llo que con­si­de­re más con­ve­nien­te. Ellos deci­di­rán si es para gas­tos del Covid-19, para pla­nes de empleo… por­que en cada muni­ci­pio exis­te una casuís­ti­ca dife­ren­te y a cada uno todo esto le ha afec­ta­do de un modo par­ti­cu­lar.

En vez de dise­ñar pla­nes com­ple­tos y cerra­dos, cree­mos que es mejor inyec­tar­les el dine­ro y que ellos deci­dan. Hay que tener en cuen­ta que la pri­me­ra par­te de ese dine­ro ya está ingre­sa­do. La buro­cra­cia, por tan­to, es prác­ti­ca­men­te igual a cero, pues esta es la mejor for­ma de ayu­dar al ayun­ta­mien­to. El ciu­da­dano, en el teji­do poro­so local, al pri­me­ro al que pide ayu­da es a su alcal­de, a su muni­ci­pio, y está bien que el dine­ro esté ahí.

“En vez de dise­ñar pla­nes com­ple­tos y cerra­dos, cree­mos que es mejor inyec­tar el dine­ro a los ayun­ta­mien­tos y que ellos deci­dan la inver­sión más con­ve­nien­te para su muni­ci­pio”.

Hace unos días, en la Comi­sión de Dipu­tacio­nes, Cabil­dos y Con­se­jos Insu­la­res recla­mó que los ayun­ta­mien­tos pue­dan des­ti­nar sus supe­rá­vits y rema­nen­tes para poder hacer fren­te a las con­se­cuen­cias de la cri­sis pro­vo­ca­da por la pan­de­mia de la Covid-19. ¿Qué supon­dría esta medi­da?

Se tra­ta de uti­li­zar algo que sue­le crear bas­tan­tes titu­la­res y con­tro­ver­sias. Todo el dine­ro aho­rra­do por los ayun­ta­mien­tos que nor­mal­men­te no se nos deja usar o se per­mi­te pero con muchas limi­ta­cio­nes, es el momen­to que se deje uti­li­zar para lo que crean con­ve­nien­te y para mejo­rar la cali­dad de vida de sus ciu­da­da­nos. Pero esta medi­da va aso­cia­da a modi­fi­ca­cio­nes legis­la­ti­vas, a la ley de esta­bi­li­dad pre­su­pues­ta­ria, la regla de gas­to, algu­nas par­tes de la ley de con­tra­ta­ción públi­ca… Si todo eso no se modi­fi­ca o se rela­ja, no podre­mos ser­vir a la ciu­da­da­nía. Por cul­pa de estos cor­sés no se podrán usar recur­sos públi­cos esen­cia­les ni lle­gar a la gen­te. Es una gran preo­cu­pa­ción del mun­do local y pedi­mos que se revi­se.

Lo que hay detrás de los núme­ros son per­so­nas y dra­mas per­so­na­les. Ser­vi­mos a las per­so­nas, no a pla­nes o núme­ros. Siem­pre hay que actuar den­tro del orden legis­la­ti­vo, pro­te­gien­do el dine­ro públi­co, pero hay res­tric­cio­nes que lo úni­co que hacen es dila­tar las solu­cio­nes.

El pre­si­den­te de la Dipu­tación de Valen­cia y alcal­de de Fau­ra, Toni Gas­par, apues­ta por que los ayun­ta­mien­tos dis­tri­bu­yan las ayu­das reci­bi­das. Foto: Dival

A esto es a lo que se refe­ría cuan­do recla­mó, en la mis­ma reu­nión, fle­xi­bi­li­zar los meca­nis­mos admi­nis­tra­ti­vos para hacer más ági­les y efi­ca­ces a las enti­da­des loca­les, en espe­cial en la “nece­sa­ria adap­ta­ción de la Ley de Con­tra­tos o la Ley de esta­bi­li­dad Pre­su­pues­ta­ria y Sos­te­ni­bi­li­dad Finan­cie­ra”?

En efec­to. Pasar de ser­vir a las per­so­nas y hacer­lo con los pape­les, no es la mejor mane­ra de ser­vir. Hay que hacer com­pa­ti­bles las dos cosas, pero la prio­ri­dad es ser­vir a las per­so­nas por­que lo otro pue­de ser un obs­tácu­lo.

¿Qué otras medi­das va a impul­sar la Dipu­tación para hacer fren­te a esta cri­sis?

Agi­li­zar la cen­tral de com­pras para muni­ci­pios, no sacar plie­gos de con­di­cio­nes, pres­tar­les asis­ten­cia jurí­di­ca por­que se van a crear todo tipo de pro­ble­mas; hemos sumi­nis­tra­do mate­rial… La lis­ta es muy lar­ga, pues la casuís­ti­ca de los 266 muni­ci­pios da para mucho. Pero la cla­ve es estar al lado de cada ayun­ta­mien­to y un milí­me­tro detrás por­que nadie sabe mejor que el alcal­de o alcal­de­sa lo que nece­si­ta su ayun­ta­mien­to.

Eso me recuer­da a la polí­ti­ca actual en coope­ra­ción inter­na­cio­nal de fomen­tar pro­yec­tos que sean deman­da­dos por las pro­pias pobla­cio­nes bene­fi­cia­rias y no al revés…

Esa ha sido mi máxi­ma des­de que empe­cé a ser pre­si­den­te de la Dipu­tación. Nadie sabe mejor que los alcal­des lo que nece­si­tan. Me nie­go a hacer pla­nes sen­ta­dos en una mesa des­de aquí. Ellos deben diri­gir los recur­sos. No es igual una comar­ca inte­rior que otra de pla­ya, tie­nes que recon­du­cir los recur­sos para que le sir­van a ellos. Hacer cosas sin saber su opi­nión podría ser con­tra­pro­du­cen­te, la Dipu­tación no está por enci­ma, está al lado de ellos. Esa es la dife­ren­cia entre la Dipu­tación del siglo XX y la del siglo XXI.

“No hay que impo­ner recor­tes, sino ali­men­tar la eco­no­mía para que esta gene­re más eco­no­mía, sin dejar a nadie atrás”.

Usted es licen­cia­do en Cien­cias Eco­nó­mi­cas. Este está sien­do ya un nue­vo gol­pe para nues­tras eco­no­mías tan­to públi­cas como domés­ti­cas. ¿Cuál debe­ría ser el camino para tra­tar de salir de esta nue­va cri­sis?

De la otra cri­sis está­ba­mos salien­do, pero nos tira­mos diez años en ello por­que se dijo que solo se salía con recor­tes. Creo que ese camino no pode­mos vol­ver a cru­zar­lo. Hay que afron­tar­lo y creo que los pri­me­ros pasos ya se están dan­do en este sen­ti­do. No hay que impo­ner recor­tes, sino ali­men­tar la eco­no­mía para que esta gene­re más eco­no­mía, sin dejar a nadie atrás y sin repe­tir erro­res del pasa­do que, con la aus­te­ri­dad, die­ron al tras­te con muchas cosas, oca­sio­na­ron el aumen­to de los popu­lis­mos y deja­ron en la cune­ta a mucha gen­te. De todo eso toda­vía esta­mos arre­pin­tién­do­nos y espe­ro que sea la opor­tu­ni­dad para no vol­ver a lo mis­mo.

La eco­no­mía está al ser­vi­cio de las per­so­nas siem­pre, no al revés. Esto no sig­ni­fi­ca ni ser extre­mis­ta, ni boli­va­riano ni nada pare­ci­do. Sig­ni­fi­ca ser una per­so­na, un res­pon­sa­ble públi­co que sabe bien que es cier­to que las cosas no salen por gene­ra­ción espon­tá­nea, pero las per­so­nas siem­pre esta­rán por enci­ma, la eco­no­mía debe ser­vir­las, no es un fin en sí mis­mo.

¿Qué debe­re­mos apren­der, por tan­to, en lo eco­nó­mi­co y en lo social?

Eco­no­mía huma­nis­ta. Esa debe­rían ser las pala­bras cla­ve.

“Aun­que pocos medios de comu­ni­ca­ción se ocu­pen de las una­ni­mi­da­des y los con­sen­sos polí­ti­cos, de las trin­che­ras nadie sale con nada bueno. Me nie­go a estar en las trin­che­ras.”

Y las ins­ti­tu­cio­nes públi­cas, ¿qué deben apren­der de todo esto?

Lo pri­me­ro es a que en las trin­che­ras poco se ade­lan­ta. Si siem­pre estás ahí poca fae­na se hace. Hay que apren­der que aun­que no sal­ga en Twit­ter o en otras redes socia­les, aun­que pocos medios de comu­ni­ca­ción se ocu­pen de las una­ni­mi­da­des y los con­sen­sos polí­ti­cos, de las trin­che­ras nadie sale con nada bueno. Me nie­go a estar en las trin­che­ras. Para haber con­sen­sos tie­ne que haber renun­cias. Los espec­tácu­los dados estos dos meses des­de algu­nas dig­nas ins­ti­tu­cio­nes espe­ro que alguien apren­da que no pode­mos seguir así. Los par­ti­dos polí­ti­cos en la Dipu­tación hemos con­sen­sua­do y actua­do con cier­ta gran uni­dad. Se pue­de, aun­que nadie se haga eco de eso, aun­que no ven­da en este mun­do don­de pri­ma la trin­che­ra medio­cre.

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