Carmen Baselga, diseñadora

Car­men Basel­ga ejer­ce como inte­rio­ris­ta des­de media­dos de los años ochen­ta y su acti­vi­dad como pro­yec­tis­ta es muy varia­da. Tras ocu­par el car­go de Vice­de­ca­na en la aso­cia­ción de su gre­mio duran­te muchos años aho­ra alter­na su tra­ba­jo con las cla­ses que impar­te en el Mas­ter de Dise­ño de Inte­rio­res del CEU. Aca­ba de reci­bir el Pre­mio Ten­den­cias de Dise­ño 2018.

¿Cómo des­cu­brió su voca­ción de inte­rio­ris­ta?

Es diver­ti­do por­que fue un des­cu­bri­mien­to tem­prano y a par­tir de una pelí­cu­la de fina­les de los cin­cuen­ta, Con­fi­den­cias a media­no­che, yo ten­dría cator­ce años y me lla­mó la aten­ción el papel de la pro­ta­go­nis­ta, que era deco­ra­do­ra, mujer inde­pen­dien­te, resuel­ta, cono­ce­do­ra de arte… A par­tir de enton­ces me dedi­qué a inda­gar dón­de podía estu­diar este ofi­cio has­ta que des­cu­brí las enton­ces lla­ma­das Escue­las de Artes y Ofi­cios, hoy con­ver­ti­das en Escue­las de Arte y Supe­rior de Dise­ño.

El dise­ño es para usted…

Mi modo de vida, aho­ra ya una hui­da hacia delan­te, creo que no sabría hacer otra cosa.

Háble­nos de un dise­ño que le emo­cio­ne

Como obje­to, el boti­jo, es per­fec­to, nin­gún reci­pien­te para con­ser­var agua lo ha supe­ra­do.

Un lugar don­de usted encuen­tre la ins­pi­ra­ción…

La Pla­za Redon­da; hay pocas pla­zas en Valen­cia, y esta es de esos sitios que bien mere­ce una para­da de últi­ma hora antes de reti­rar­se, un últi­mo ciga­rro… Me encan­ta sobre todo cuan­do está vacía, es per­fec­ta.

Si tuvie­ra que empe­zar de nue­vo su carre­ra pro­fe­sio­nal, ¿qué cam­bia­ría?

Debe­ría empe­zar por hablar varios idio­mas, por ejem­plo.

¿Cómo ve usted el dise­ño de inte­rio­res en una ciu­dad como Valen­cia?

El dise­ño de inte­rio­res es fun­da­men­tal. Siem­pre digo que los loca­les comer­cia­les son el zóca­lo urbano y hay que cui­dar­lo, es muy impor­tan­te que el ayun­ta­mien­to se impli­que y apo­ye al peque­ño comer­cio para que la ciu­dad ten­ga una bue­na apa­rien­cia.

Si mira al futu­ro de su pro­fe­sión, ¿qué ve?

Que cada vez exis­ten menos espa­cios puros, cada vez se da más lo mul­ti­dis­ci­pli­nar, se com­par­te, se con­vi­ve …

Es un gre­mio, el de los inte­rio­ris­tas, que pare­ce bas­tan­te cohe­sio­na­do aquí. ¿Es así?

Sí, creo que sí, somos com­pe­ten­cia, pero somos cole­gas, es una com­pe­ten­cia bas­tan­te sana a tra­vés del CDICV que nos aglu­ti­na a todos los pro­fe­sio­na­les. Par­ti­ci­pa en pro­yec­tos mul­ti­dis­ci­pli­na­res, que englo­ban des­de vivien­das, ofi­ci­nas, loca­les comer­cia­les y res­tau­ran­tes, a espa­cios efí­me­ros y esce­no­gra­fía.

¿Qué tra­ba­jos tie­ne entre manos aho­ra?

En este momen­to estoy pre­pa­ran­do las male­tas para irme a Bue­nos Aires al mon­ta­je de la expo­si­ción que dise­ña­mos y comi­sa­ria­mos para la Fun­da­ción Tele­fó­ni­ca sobre impre­sión 3D, pasa­ré allí tra­ba­jan­do quin­ce días: se inau­gu­ra el 5 de julio. En para­le­lo esta­mos ter­mi­nan­do un par de casas pre­cio­sas en la pla­ya de Valen­cia, bueno una de ellas está prác­ti­ca­men­te aca­ba­da, a la otra aún le que­da; es un lujo tra­ba­jar jun­to al mar, y muy difí­cil al mis­mo tiem­po plan­tar­le cara al mar.

¿Le gus­ta la face­ta docen­te? ¿Qué des­ta­ca­ría de las pró­xi­mas gene­ra­cio­nes que ve en la uni­ver­si­dad?

Me gus­ta en la medi­da que los alum­nos quie­ran apren­der. Si es así a mí me resul­ta esti­mu­lan­te, ade­más yo no ten­go más que hacer que mos­trar­me como soy, no soy una pro­fe­so­ra, soy una pro­fe­sio­nal y como tal tra­to de mos­trar­me. Y qué des­ta­ca­ría de las pró­xi­mas gene­ra­cio­nes… que son muy tec­no­ló­gi­cas, para lo bueno y para lo malo. Me da pena que se pier­da el lápiz, ade­más es tan sen­ci­llo lle­var un lápiz enci­ma, y te hace tan inde­pen­dien­te…

Díga­nos un tra­ba­jo del que se sien­ta espe­cial­men­te orgu­llo­sa

El pro­yec­to “Jue­gos de Agua” que fue el pri­me­ro que hice para Grohe en 2003. Cuan­do ense­ño las foto­gra­fías en algu­na con­fe­ren­cia yo mis­ma alu­cino por lo bien que ha enve­je­ci­do con­cep­tual y esté­ti­ca­men­te.

Vamos a jugar a las aso­cia­cio­nes de ideas para saber sus gus­tos como inte­rio­ris­ta. Yo le digo una pala­bra y usted con­tes­ta sin pen­sar: Un dise­ña­dor refe­ren­te / un olor / una flor / la made­ra / el hogar…

Un dise­ña­dor refe­ren­te, Pepe Cosín, que es mi pre­si­den­te, of cour­se! Un olor, el jaz­mín, aho­ra jaz­mín. Una flor, idem, ¡jaz­mín! La made­ra, de sán­da­lo, que tam­bién hue­le. El hogar es chi­me­nea para mí, más made­ra, aho­ra de naran­jo…

¿Qué supo­ne un reco­no­ci­mien­to como el Pre­mio Ten­den­cias?

Eso es ser pro­fe­ta en su tie­rra… Nun­ca pen­sé que me pudie­ra emo­cio­nar tan­to, qui­zás por­que nun­ca ima­gi­né que me lo lle­ga­ran a dar ya que sue­lo tener más encar­gos fue­ra que aquí, me resul­ta recon­for­tan­te, la ver­dad, y me hace más visi­ble entre mis con­ciu­da­da­nos. ¡Está muy bien!

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