Fran­cis­co Rodrí­guez Mule­ro en la con­se­lle­ria de Agri­cul­tu­ra. Fotos: GVA

Uno de los sec­to­res con­si­de­ra­dos fun­da­men­ta­les duran­te la pan­de­mia oca­sio­na­da por el Covid-19 es el agrí­co­la. Tan­tas veces denos­ta­do, aho­ra se rei­vin­di­ca como cla­ve para ali­men­tar a toda la pobla­ción. En este sen­ti­do, el secre­ta­rio auto­nó­mi­co de Agri­cul­tu­ra, Fran­cis­co Rodrí­guez Mule­ro, inge­nie­ro agró­no­mo por la UPV y fun­cio­na­rio en la con­se­lle­ria des­de 1987, pide un aplau­so con­ti­nuo para ellos y ellas, no solo aho­ra, sino siem­pre. Y recla­ma que todo esto nos debe hacer refle­xio­nar sobre la impor­tan­cia de con­su­mir pro­duc­tos de pro­xi­mi­dad y de tem­po­ra­da, así como sobre la rele­van­cia eco­nó­mi­ca, cul­tu­ral y social del mun­do rural.

Cada día sali­mos a los bal­co­nes a ofre­cer un mere­ci­do aplau­so a los sani­ta­rios, pero, ¿cuán­tos aplau­sos se mere­ce nues­tro sec­tor agra­rio?

Nues­tro sec­tor agra­rio se mere­ce todos los aplau­sos. Nues­tros sani­ta­rios, por supues­to, se mere­cen los de todos los días y a todas horas, pero no hay que olvi­dar que todas las per­so­nas que des­de el pri­mer momen­to han sido con­si­de­ra­das como esen­cia­les para lle­var ade­lan­te esta lucha con­tra la pan­de­mia se mere­cen todos los reco­no­ci­mien­tos. Así, todos los esla­bo­nes de la cade­na ali­men­ta­ria que per­mi­ten que no haya pro­ble­mas de abas­te­ci­mien­to ni de aten­ción al res­to de la socie­dad se mere­cen un gran aplau­so. El pro­duc­tor es el pri­me­ro, tan­to agrí­co­la como gana­de­ro, pero el trans­por­te o la dis­tri­bu­ción tam­bién. Si un esla­bón falla, se des­mo­ro­na toda la cade­na.

“Todos los esla­bo­nes de la cade­na ali­men­ta­ria que per­mi­ten que no haya pro­ble­mas de abas­te­ci­mien­to ni de aten­ción al res­to de la socie­dad se mere­cen un gran aplau­so”. 

¿Debe­ría­mos haber­les dado antes de esta pan­de­mia esos aplau­sos, es decir, demos­trar­les que son esen­cia­les para nues­tra socie­dad?

Lo que se ha pues­to en evi­den­cia es lo que muchos o algu­nos lle­vá­ba­mos ya tiem­po dicien­do, el pre­si­den­te Ximo Puig lo ha dicho muchas vece y ha pues­to el ejem­plo de los años 50 en Euro­pa. Esto es la cons­ta­ta­ción de que una socie­dad avan­za­da no es aque­lla con un por­cen­ta­je peque­ño de pobla­ción acti­va dedi­ca­da al sec­tor agra­rio. Se han dado muchos deba­tes en polí­ti­ca don­de gru­pos polí­ti­cos plan­tean que una socie­dad avan­za­da solo debe­ría tener un uno o dos por cien­to de pro­duc­ción en el sec­tor agra­rio. Pero real­men­te una socie­dad avan­za­da es aque­lla que es capaz de ase­gu­rar en todo momen­to que su pobla­ción ten­ga garan­ti­za­da la ali­men­ta­ción. El sec­tor pri­ma­rio es fun­da­men­tal. A veces nos olvi­da­mos de esto cuan­do las cosas las tene­mos y las tene­mos fáci­les. Pero aho­ra nos damos cuen­ta de que si no estu­vie­ran ahí, los cam­pos, la gran­jas, sino hubie­ra un canal de dis­tri­bu­ción efec­ti­vo… ten­dría­mos que depen­der de ter­ce­ros y ten­dría­mos pro­ble­mas. Hemos apren­di­do, una vez más, que el sec­tor pri­ma­rio es bási­co, estra­té­gi­co y fun­da­men­tal des­de el pun­to de vis­ta eco­nó­mi­co, social y medioam­bien­tal. En un país con capa­ci­dad para ali­men­tar al cien por cien de su pobla­ción, tie­ne que haber gana­de­ros y agri­cul­to­res en el cam­po, pero la socie­dad tie­ne que asu­mir tam­bién que estos tie­nen que poder vivir de su tra­ba­jo, ana­li­zar el cos­te de ese bene­fi­cio. No pode­mos exi­gir que nos ali­men­ten, sin pagar­les lo nece­sa­rio para poder vivir con dig­ni­dad.

¿Qué preo­cu­pa­cio­nes y nece­si­da­des inme­dia­tas les hacen lle­gar des­de los cam­pos, des­de los alma­ce­nes de fru­ta y ver­du­ra o des­de las gran­jas?

Si vamos a estas sema­nas y meses de res­pues­ta ante una situa­ción anor­mal, que ya vere­mos si se con­vier­te en nor­mal o no, no se pue­de ana­li­zar en con­jun­to. No es un sec­tor igual u homo­gé­neo sino que es dife­ren­te según sus sub­sec­to­res. Hay algu­nos que tie­nen bas­tan­te pro­ble­mas: su pro­duc­ción esta­ba orien­ta­da a deter­mi­na­dos cana­les de dis­tri­bu­ción y pues­ta al con­su­mi­dor que aho­ra están cerra­dos. Por ejem­plo, todos lo que tenían como canal de dis­tri­bu­ción y sumi­nis­tro el canal Hore­ca (hote­les, res­tau­ran­tes y cafe­te­rías), están tenien­do muchos pro­ble­mas. Por otra par­te, hay pro­duc­cio­nes como el ovino-caprino, que están orien­ta­das a la ven­ta de pro­xi­mi­dad, o la pro­duc­ción de leche, los que­sos que se ven­den en mer­ca­dos de pro­xi­mi­dad que tam­bién están cerra­dos. Por tan­to, cual­quier pro­duc­tor que ten­ga su acti­vi­dad diri­gi­da a la ven­ta de pro­xi­mi­dad y no a los gran­des cana­les está muy afec­ta­do. Tam­bién la gana­de­ría exten­si­va de alta cali­dad, que se des­ti­na a peque­ños pro­duc­to­res y comer­cios. Otro sec­tor muy afec­ta­do es el de la flor cor­ta­da que de mar­zo a junio con­cen­tran su mer­ca­do. Per­die­ron las Fallas, la Sema­na San­ta, muchas otras fies­tas… es un sec­tor que está sufrien­do como el que más. Sec­to­res como el gana­do vacuno de exhi­bi­ción, al no haber fies­tas como los bous al carrertam­bién sufren la fal­ta de ingre­sos. Tam­bién sufre el sec­tor de gran­jas de galli­nas pone­do­ras des­ti­na­das a la res­tau­ra­ción y las peque­ñas tien­das, entre otros.

Mien­tras tan­to, la pro­duc­ción des­ti­na­da a la gran dis­tri­bu­ción tie­ne una situa­ción, des­de el pun­to de vis­ta del mer­ca­do, bas­tan­te bue­na. El 70% de la pro­duc­ción de fru­ta fres­ca va des­ti­na­da a la expor­ta­ción, que tam­bién se está man­te­nien­do, aun­que con pro­ble­mas de logís­ti­ca y trans­por­te, que se ha enca­re­ci­do con­si­de­ra­ble­men­te. Los camio­nes regre­san vacíos de Euro­pa y eso enca­re­ce los pre­cios. Aún así, la pro­duc­ción de cítri­cos y fru­ta­les y de hor­ta­li­zas para gran dis­tri­bu­ción y expor­ta­ción está fun­cio­nan­do bien.

Las tra­ba­ja­do­ras del cam­po no pier­den la son­ri­sa duran­te estos días.

Para­dó­ji­ca­men­te, esta cri­sis pue­de ser esa mano que nece­si­ta­ba un sec­tor que, en muchos sen­ti­dos, se encon­tra­ba con el agua al cue­llo…

Esta­mos con­ven­ci­do de que tene­mos que con­se­guir que la socie­dad espa­ño­la y la valen­cia­na inte­rio­ri­cen que el sec­tor agro­ali­men­ta­rio hay que poten­ciar­lo y que no debe dis­mi­nuir su capa­ci­dad de pro­duc­ción. Para ello hay que esta­ble­cer una cade­na ali­men­ta­ria que remu­ne­re correc­ta­men­te a todos los esla­bo­nes. El con­su­mo de pro­duc­to de pro­xi­mi­dad y pro­du­ci­do en tu entorno es fun­da­men­tal que se man­ten­ga y se poten­cie. Es el que te ase­gu­ra la ali­men­ta­ción cuan­do vie­nen mal dadas como aho­ra. Tene­mos que pen­sar que algu­nas acti­vi­da­des a las que les dedi­ca­mos par­te de nues­tros ingre­sos no son esen­cia­les y las de ali­men­ta­ción y salud sí son esen­cia­les. El gas­to nece­sa­rio de nues­tro bol­si­llo para poder ali­men­tar­nos debe­ría ser el bási­co y fun­da­men­tal. No debe­ría­mos de esca­ti­mar un cén­ti­mo o dos o cin­co en un kilo de un pro­duc­to fres­co por­que son, pre­ci­sa­men­te, esos cén­ti­mos los que per­mi­ten que el pro­duc­tor que tie­nes a dos o cin­co kiló­me­tros pue­da vivir. Pue­den aho­rrar­se un poco de dine­ro con pro­duc­tos que vie­nen de otros luga­res, pero están con­de­nan­do con ello la exis­ten­cia de ese pro­duc­tor y ese agri­cul­tor de cer­ca­nía que ase­gu­ra una pro­duc­ción siem­pre, pase lo que pase. Ten­dría­mos que ir al super­mer­ca­do pen­san­do en el ori­gen, las carac­te­rís­ti­cas del pro­duc­to y en un pre­cio que poda­mos pagar, pero sin esca­ti­mar esos cén­ti­mos que per­mi­tan a esos agri­cul­to­res, gana­de­ros… poder vivir.

“No debe­ría­mos de esca­ti­mar un cén­ti­mo o dos o cin­co en un kilo de un pro­duc­to fres­co por­que son, pre­ci­sa­men­te, esos cén­ti­mos los que per­mi­ten que el pro­duc­tor que tie­nes a dos o cin­co kiló­me­tros pue­da vivir.”

¿Cree que todo esto ser­vi­rá para poner en valor a los peque­ños pro­duc­to­res y a la agri­cul­tu­ra de pro­xi­mi­dad?

No solo eso, sino a los pro­fe­sio­na­les, sean peque­ños o gran­des, que sean capa­ces de adap­tar­se a las nue­vas tec­no­lo­gías y pro­du­cir para noso­tros y para ali­men­tar a más gen­te. Y con ello poder expor­tar y gene­rar eco­no­mía. Eso es lo que tene­mos que poner en valor, no una pro­duc­ción que no sea des­de el pun­to de vis­ta pro­fe­sio­nal ade­cua­da, sino tener ver­da­de­ros pro­fe­sio­na­les. Nece­si­ta­mos tec­no­lo­gía, inno­va­ción, cali­dad y téc­ni­cas y pro­ce­sos que lo hagan sos­te­ni­ble. Es decir, con­tar con un ver­da­de­ro elen­co de pro­fe­sio­na­les que per­mi­tan que el sec­tor pri­ma­rio sea eco­nó­mi­ca­men­te via­ble, que nos ali­men­te a noso­tros y que gene­re eco­no­mía. Lo hemos teni­do ya y tene­mos que poten­ciar­lo de cara al futu­ro.

Al ini­cio del con­fi­na­mien­to la gen­te se lan­zó a com­prar papel del baño y latas de con­ser­va, pero poco a poco la deman­da se ha redi­ri­gi­do hacia pro­duc­tos fres­cos que aho­ra se con­su­men inclu­so más que antes. ¿Tuvi­mos que per­der un poco la cabe­za para lue­go dar­nos cuen­ta de lo que de ver­dad es impor­tan­te y salu­da­ble?

Lle­va­mos muchos años hacien­do una refle­xión. En los últi­mos 20 o 30 años del siglo XX y los pri­me­ros del siglo XXI, en el mal lla­ma­do pri­mer mun­do nos hemos dota­do de un sis­te­ma lla­ma­do glo­ba­li­za­ción. En rela­ción con la ali­men­ta­ción, supo­ne que cual­quier cosa pro­du­ci­da en cual­quier lugar la pode­mos tener a cual­quier hora. Cere­zas en Navi­dad, san­días en diciem­bre… por­que se envían a todo el mun­do. Pero ese sis­te­ma de vida, que nos per­mi­te no solo sumi­nis­trar­nos pro­duc­tos fres­cos de tem­po­ra­da sino de cual­quier tem­po­ra­da, no es sos­te­ni­ble. Igual hay que pen­sar en olvi­dar­nos de ser tan exqui­si­tos y vol­ver a los pro­duc­tos de tem­po­ra­da cuan­do real­men­te lo son. Traer en avio­nes cere­zas para tomar­las en Navi­dad es un modo de con­su­mo que se ha pues­to de mani­fies­to que no es medioam­bien­tal­men­te sos­te­ni­ble ni eco­nó­mi­ca­men­te via­ble, más aún cuan­do sur­gen pro­ble­mas como el de esta pan­de­mia. Se está demos­tran­do que man­te­ner el sis­te­ma capi­ta­lis­ta de la glo­ba­li­za­ción don­de el mer­ca­do sea el úni­co que regu­le y que la glo­ba­li­za­ción sea libre, es algo muy difí­cil de man­te­ner. Debe­mos ser capa­ces de pen­sar que tene­mos que ali­men­tar a miles de  millo­nes de per­so­nas y que estos deben ser ali­men­ta­dos des­de don­de están, no des­de miles de kiló­me­tros, sino des­de un entorno cer­cano. No pode­mos pen­sar más en que hay que tener un sis­te­ma don­de todo val­ga. En vez de traer toma­tes pro­du­ci­dos en paí­ses don­de las con­di­cio­nes sani­ta­rias o labo­ra­les no son las mis­mas que las nues­tras para aho­rrar­nos unos cén­ti­mos, debe­ría­mos ayu­dar­les a tener con­di­cio­nes de vida mejo­res y ali­men­tar­nos de otro modo, pagan­do esos cén­ti­mos de más si es nece­sa­rio. ¿Tie­ne sen­ti­do que trai­ga­mos man­gos de Sene­gal, pero que ellos no pue­dan con­su­mir sus pro­pios man­gos?

Cere­zas en Navi­dad, san­días en diciem­bre… Ese sis­te­ma de vida, que nos per­mi­te no solo sumi­nis­trar­nos pro­duc­tos fres­cos de tem­po­ra­da sino de cual­quier tem­po­ra­da, no es sos­te­ni­ble.

¿Ser­vi­rá esta pan­de­mia para valo­rar más al sec­tor agrí­co­la?

Espe­ro que sí. Es un sec­tor poten­te, lo ha sido y debe seguir sién­do­lo. Como he dicho, debe­mos basar­lo en pro­fe­sio­na­les. Que hagan su tra­ba­jo bien, que hagan su sec­tor eco­nó­mi­co via­ble. En ello esta­mos. El sec­tor ha res­pon­di­do duran­te esta cri­sis como el que más, inclu­so ha pues­to a la dis­po­si­ción de la socie­dad su maqui­na­ria para desin­fec­tar las calles. Los mis­mos trac­to­res que hace poco se mani­fes­ta­ban para recla­mar que si no se cam­bia­ban las estruc­tu­ras iban a des­apa­re­cer, aho­ra están desin­fec­tan­do las calles y ayu­dan­do a la socie­dad a que haya menos muer­tes.

Tra­ba­ja­do­ras del Alma­cén Joyen Export S.L. de Bar­xe­ta con men­sa­jes de áni­mo y resis­ten­cia duran­te el Esta­do de Alar­ma.

Hace unos días anun­cia­ban que la Con­se­lle­ria de Agri­cul­tu­ra va a des­ti­nar 55 millo­nes de euros para ali­viar los efec­tos del coro­na­vi­rus en la agri­cul­tu­ra valen­cia­na. ¿En qué se cen­tra­rá esta inver­sión?

El sec­tor cuen­ta aho­ra con muchos pro­ble­mas para ir al cam­po a tra­ba­jar por­que la movi­li­dad está muy redu­ci­da. Has­ta aho­ra iban nue­ve per­so­nas en una fur­go­ne­ta y aho­ra pue­den ir tres, eso oca­sio­na pro­ble­mas, tam­bién de mano de obra… En ese sen­ti­do la res­pues­ta ha sido satis­fac­to­ria para que los para­dos pue­dan ir inclu­so cobran­do el paro, lo cual ha ali­via­do la situa­ción. Ha habi­do pro­ble­mas de logís­ti­ca y movi­li­dad, pero se está res­pon­dien­do. Por nues­tra par­te, hemos esta­do ayu­dan­do al sec­tor resol­vien­do las dudas, ase­so­ran­do y ayu­dan­do para que ten­ga los míni­mos pro­ble­mas posi­bles. El Con­sell ha apro­ba­do un pri­mer paque­te de medi­das para que los sub­sec­to­res más afec­ta­dos de los que hablá­ba­mos ante­rior­men­te cuen­ten con ayu­das rápi­das para aguan­tar. Tam­bién hemos pedi­do ayu­da al Gobierno de Espa­ña y a la Comi­sión Euro­pea. Hay regla­men­tos comu­ni­ta­rios que se pue­den poner en mar­cha para que los sub­sec­to­res más afec­ta­dos pue­dan tomar medi­das de todo tipo.

“Los mis­mos trac­to­res que hace poco se mani­fes­ta­ban para recla­mar que si no se cam­bia­ban las estruc­tu­ras iban a des­apa­re­cer, aho­ra están desin­fec­tan­do las calles y ayu­dan­do a la socie­dad a que haya menos muer­te”.

Como res­pon­sa­ble tam­bién de Desa­rro­llo Rural, ¿cree que esta cri­sis hará que par­te de la ciu­da­da­nía valo­re la impor­tan­cia de vivir cer­ca del cam­po, de la cali­dad de vida en los entor­nos rura­les?

La memo­ria de la socie­dad, en gene­ral, es muy cor­ta. Aho­ra pone­mos en valor la dis­per­sión de la pobla­ción, pero lle­va­mos cien años con­cen­trán­do­la. Lle­va­mos muchas gene­ra­cio­nes en las que se ven­de que vivir en la ciu­dad es más cómo­do que en el cam­po. La Espa­ña vacia­da es una reali­dad, en la Comu­ni­dad Valen­cia­na tene­mos un lito­ral muy exten­so y un pie de mon­te pobla­do entre rural y urbano, pero en el inte­rior es don­de tene­mos pro­ble­mas de des­po­bla­mien­to. Algu­nos paí­ses como Holan­da, Sue­cia o Fin­lan­dia se dice que han teni­do menos reper­cu­sión del Covid-19 debi­do a su pobla­ción dis­per­sa y tam­bién a que hay menos pobla­ción. Lo que ten­dría­mos que hacer es poner en valor el terri­to­rio rural no como algo lúdi­co, sino por­que nos per­mi­te man­te­ner el medio ambien­te y tam­bién el entorno y la pro­duc­ción. Nece­si­ta­mos para ello que las per­so­nas que viven en el medio rural, las que tra­ba­jen los cam­pos o la gana­de­ría, ten­gan unas con­di­cio­nes de vida ade­cua­das. Deben con­tar con escue­las, sani­dad, bue­nas comu­ni­ca­cio­nes, Inter­net de ban­da ancha… esto fre­na­ría el éxo­do de pobla­ción. En otros paí­ses, como Fran­cia, hay con­cen­tra­ción en gran­des ciu­da­des, pero tam­bién hay una estruc­tu­ra sóli­da en lo rural. Lo mis­mo ocu­rre en Ingla­te­rra o Esco­cia. En lo rural no solo hay agri­cul­tu­ra, sino indus­tria, turis­mo… Una eco­no­mía varia­da que per­mi­te que la gen­te pue­da vivir allí con bue­nas comu­ni­ca­cio­nes y ser­vi­cios. No hay que con­de­nar­les a ser de segun­da, sino que tie­nen que ser de pri­me­ra igual que el res­to por­que, entre otras cosas, nos ase­gu­ran la ali­men­ta­ción. 

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