El informe, enmarcado en la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres, denuncia múltiples brechas de género en nuestro territorio, que se producen, tanto en la entrada, como en la permanencia y la salida del mercado laboral: paro, temporalidad, parcialidad, segregación.
“Las mujeres valencianas enfrentamos una situación sociolaboral que, mucho antes de la pandemia, ya venía lastrada por la enorme desigualdad estructural, pero que se ha visto agravada por la crisis provocada por la covid, que está agudizando las brechas de género y alejándonos del objetivo de igualdad laboral”, asegura la secretaria de la Mujer, Políticas LGTBI e Institucional, Cloti Iborra.
CCOO PV reivindica un compromiso para erradicarlas y pone en valor herramientas clave, como los convenios colectivos y los planes de igualdad. “Antes de marzo de 2022, unas 2.689 empresas valencianas de más de 50 personas trabajadoras tienen que haber negociado un plan de igualdad. Exigiremos medidas que impulsen la implantación de estos planes en las empresas desde la negociación colectiva”, afirma Iborra.
Primera brecha, menor volumen de empleo femenino
En el País Valenciano hay más mujeres en edad de trabajar que hombres, sin embargo, la ocupación femenina es 10 puntos menor, con una tasa de empleo del 43,1% frente a la del 53,4% de los hombres.

Segunda brecha, mayor nivel de desempleo
El 2020 finalizó con 398.000 personas desempleadas en nuestro territorio, con una tasa de paro femenino del 18,3% frente a la del 14,7% de los hombres. En cualquier tramo de edad, las mujeres cuentan con mayor tasa de desempleo, siendo alarmante entre las más jóvenes, con un 59,9%. Además, las mujeres se mantienen en el desempleo por más tiempo, representando el 55,6% de paro de muy larga duración (2 años o más).
Tercera brecha, factores que inciden en la calidad del empleo
Las trabajadoras valencianas aglutinan mayor tasa de temporalidad (27%) que los hombres (23,1%). Además, la jornada a tiempo parcial es claramente femenina, el 74,4% de los empleos con esta modalidad contractual son ocupados por ellas (tres de cada cuatro empleos), lo que determina cobrar un salario más bajo. Más de la mitad de las mujeres trabajan a tiempo parcial porque no lo han encontrado a tiempo completo.

Cuarta brecha, relacionada con la segregación ocupacional
Las cifras demuestran que no hay aún avances en la ruptura del “techo de cristal”, pues las mujeres abundan en las ocupaciones no cualificadas y tienen menor presencia en los niveles de mando y responsabilidad profesional. También persiste el “suelo pegajoso”, pues están ocupadas fundamentalmente en sectores de actividad peor valorados.
El informe concluye que todas estas brechas confluyen en una reducción de los ingresos de las mujeres que las castiga, tanto en el presente con salarios más bajos, como en el futuro con menores prestaciones y pensiones. Al respecto, el sindicato insta al Gobierno central a abordar la derogación de las reformas laborales y la de pensiones de 2013.
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