Como cada año, en la Parro­quia de San Nico­lás, la misa matu­ti­na del Domin­go de Ramos se cele­bra­rá a las 10:30 horas y, más tar­de, ten­drá lugar a las 12:00 horas una Misa Solem­ne con Ben­di­ción y Pro­ce­sión de Ramos, acom­pa­ña­dos por la Capi­lla Musi­cal de San Nico­lás. A las 19:00 horas, el Coro Sta­dium Voca­­le-San Nico­lás inter­pre­ta­rá a cape­lla un reper­to­rio sobre la Pasión.

La Parro­quia cuen­ta con una direc­to­ra musi­cal y orga­nis­ta pro­fe­sio­nal, así como con un equi­po de “ani­ma­do­res litúr­gi­cos” cuya fun­ción es solem­ni­zar y ani­mar a la par­ti­ci­pa­ción acti­va duran­te las cere­mo­nias. A lo lar­go de la his­to­ria, las cate­dra­les y gran­des igle­sias han sido ver­da­de­ros epi­cen­tros artís­ti­cos, des­de los cua­les se irra­dia­ban y cul­ti­va­ban todas las gran­des artes para ado­rar a Dios y mos­trar sus mis­te­rios de for­ma más cer­ca­na. Den­tro de ellas, la músi­ca ha teni­do un lugar pro­mi­nen­te para expre­sar el mun­do inte­rior del hom­bre de cada épo­ca. Por ello, des­de la Parro­quia de San Nico­lás se fomen­ta y cui­da de mane­ra espe­cial la par­te musi­cal de las cele­bra­cio­nes que con­for­man la vida litúr­gi­ca parro­quial.

Si bien el cui­da­do de la litur­gia es el pri­me­ro de los aspec­tos a des­ta­car, la Parro­quia tam­bién mues­tra su inte­rés por la recu­pe­ra­ción y difu­sión del patri­mo­nio musi­cal y cul­tu­ral que ha ido here­dan­do a lo lar­go de los siglos. Por otra par­te –en medio de la vorá­gi­ne del día a día–, la belle­za de los fres­cos, el reco­gi­mien­to del silen­cio, la tenue luz de la igle­sia y la músi­ca de órgano ofre­cen al visi­tan­te el ambien­te idó­neo para trans­cen­der y medi­tar sobre aque­llas preo­cu­pa­cio­nes o inquie­tu­des que todo ser humano posee. Es así como nacen las Medi­ta­cio­nes Musi­ca­les y Músi­ca para la Refle­xión, dos de las pro­pues­tas musi­ca­les más rele­van­tes de la Parro­quia.

Aquí se pue­de con­sul­tar el calen­da­rio de con­cier­tos y reci­ta­les que ten­drán lugar en Sema­na San­ta.