El estreno internacional, que tendrá lugar en el emblemático escenario del HAU Hebbel am Ufer, ha agotado ya todas las entradas, consolidando a Romaní como una de las creadoras emergentes más sólidas de la escena europea.
La bailarina y coreógrafa valenciana Inka Romaní (Ayora, 1992) dará un paso decisivo en su carrera al presentar los días 29 y 30 de agosto en el prestigioso festival Tanz im August de Berlín su pieza Fandango Reloaded.
La obra supone una relectura contemporánea del fandango de Ayora, un baile popular valenciano que quedó silenciado durante el franquismo al no formar parte del repertorio oficial promovido entonces por la Sección Femenina. Rescatado en los últimos años gracias a los testimonios de mujeres que lo practicaron antes de la guerra civil, este patrimonio inmaterial experimenta en manos de Romaní una transformación que lo inserta en el presente: una propuesta coreográfica que lo entrelaza con el house, el hip hop y el break dance, bajo una envolvente atmósfera electrónica diseñada sobre la estructura melódica del propio fandango.
«Mi vínculo con el fandango surge de la curiosidad por comprender la identidad y la herencia cultural de mi pueblo; en él se cruzan muchas historias familiares», explica Romaní, que para la parte musical se ha apoyado en los productores Biano y Manel Ferrándiz. La génesis del proyecto remonta a la investigación de su prima, Sara Pola, quien plasmó en su trabajo de fin de grado la historia de cómo esta danza desapareció durante la posguerra.
En escena, la coreógrafa no estará sola: la acompañan Javier J. Hedrosa, Silvia Sahuquillo, Ángel Lara, Álvaro del Río y Manel Ferrándiz, junto al asesoramiento coreográfico de Sònia Gómez. «Son los guerreros del folclore», describe Romaní, aludiendo a un equipo que conjuga raíz y modernidad para dar forma a un vocabulario dancístico nuevo.
El estreno en Berlín supone también la primera vez que la pieza viaja fuera de España. Romaní reconoce sentir curiosidad por la recepción del público alemán: «Es difícil prever cómo se recibirá una propuesta tan anclada en un contexto histórico concreto, pero el festival se esfuerza en contextualizar muy bien cada proyecto», apunta. La creadora llega a esta fecha tras clausurar el pasado 13 de julio el Festival de Música y Danza de Granada, donde presentó la versión de calle de la obra ante la catedral, en un ambiente que se convirtió en «una auténtica fiesta popular compartida con el público».
La participación en Tanz im August coincide con el cierre de una etapa de nueve meses en la Cité internationale des arts de París y el inicio de una nueva residencia en el K3 – Zentrum für Choreographie de Hamburgo, uno de los centros europeos más influyentes en investigación y producción de danza. Allí desarrollará su próximo proyecto, El demonio del cuerpo, una creación de corte documental que explora el adoctrinamiento físico al que fueron sometidas las mujeres en la posguerra a través de la danza y la gimnasia promovidas por la Sección Femenina.
Con Fandango Reloaded, Inka Romaní apuesta por un cruce entre memoria popular y experimentación coreográfica, situando la danza no solo como un ejercicio estético, sino como manifestación ritual y comunitaria. Una línea de trabajo que la consolida como una de las voces más prometedoras de la danza contemporánea europea, capaz de tender puentes entre la tradición y los nuevos lenguajes escénicos.