La pelí­cu­la podrá ver­se los días jue­ves 28, vier­nes 29 y sába­do 30 de agos­to a las 22:30 horas en los Jar­di­nes de Vive­ros de Valen­cia.

 

 

La Fil­mo­te­ca d’Es­tiu pone el bro­che de oro a su edi­ción de 2025 con la pro­yec­ción de Una his­to­ria ver­da­de­ra ( The Straight Story , 1999), uno de los títu­los más sin­gu­la­res de David Lynch

Este año, el cer­ta­men ha dedi­ca­do un ciclo espe­cial al cineas­ta esta­dou­ni­den­se, falle­ci­do en Los Ánge­les el pasa­do 15 de enero, con una pro­gra­ma­ción que ha repa­sa­do algu­nas de sus obras más repre­sen­ta­ti­vas. En sema­nas ante­rio­res, el públi­co ha podi­do dis­fru­tar de Mulho­lland Dri­ve (2001), Ter­cio­pe­lo azul (1986) y El hom­bre ele­fan­te (1980), tres de los títu­los cla­ve en la fil­mo­gra­fía del direc­tor.

Naci­do en Mon­ta­na en 1946, Lynch se con­so­li­dó como una figu­ra impres­cin­di­ble del cine con­tem­po­rá­neo por su esti­lo incon­fun­di­ble y su capa­ci­dad para crear un uni­ver­so narra­ti­vo pro­pio, tan per­tur­ba­dor como poé­ti­co. A lo lar­go de su carre­ra rom­pió las barre­ras del cine de géne­ro, dejan­do una hue­lla imbo­rra­ble en la esté­ti­ca audio­vi­sual de las últi­mas déca­das.

Una his­to­ria ver­da­de­ra supo­ne un con­tra­pun­to en su fil­mo­gra­fía al apos­tar por una rela­ción ínti­ma y con­mo­ve­do­ra. La cin­ta recrea el via­je real de Alvin Straight, un anciano inter­pre­ta­do por Richard Farns­worth, que en 1994 atra­ve­só los esta­dos de Iowa y Wis­con­sin en una cor­ta­do­ra de cés­ped para reen­con­trar­se con su her­mano enfer­mo, per­so­na­je encar­na­do por Harry Dean Stan­ton. Acom­pa­ña­do en la pan­ta­lla por Sissy Spa­cek, la his­to­ria se con­vier­te en un can­to a la recon­ci­lia­ción ya la dig­ni­dad huma­na, con un tras­fon­do que explo­ra la fra­gi­li­dad de la vejez y el poder de los lazos fami­lia­res.

Con­si­de­ra­da ya un clá­si­co con­tem­po­rá­neo, la pelí­cu­la ofre­ce una de las apro­xi­ma­cio­nes más lumi­no­sas y huma­nis­tas de Lynch, ale­ján­do­se de su habi­tual ima­gi­ne­ría oscu­ra pero sin renun­ciar a la emo­ción y la suti­le­za que mar­can su sello.

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia