El Cinematógrafo, como el Cristianismo, tiene su Patristica ‑Griffith, Ford, Hitchcock, Murnau, Lang, Buñuel, Bresson, Dreyer…- y sus místicos ‑Jean Marie Straub es un ejemplo modélico.
Nuestro hombre sueña en soñar. Con el calentón de las lecturas del Freud en la juventud. lo primero que hacia al despertar era apuntar sus sueños. Pasó el tiempo y se apagó su mundo onírico. No recordaba sus sueños. Hoy la cosa cambia. Recuerda sus sueños con precisión cinética.
Un viajero impenitente recorre la piel de toro y hace fotos que a simple vista parecen anodinas, desoladas. Si uno las mira mejor se percata de su magia. Son imágenes en color del gran fotógrafo Bernardo Plossu. Como tomadas al desgaire, con encuadres esquivos.
Los cronistas de la ciudad también necesitamos tomarnos vacaciones de vez en cuando. No tardaremos en volver a contar lo que pasa en los museos, en las editoriales, en las librerías, en los restaurantes…
Turín, capital de la región alpina del Piamonte, es uno de los secretos mejor guardados de Italia. Un paseo por los clásicos e históricos cafés y restaurantes de la ciudad.
Los aforismos místicos de Libro del amigo pretenden adiestrar a los eremitas a amar a Dios. Para ello se nutren del Arte conciso de encontrar la verdad (un escueto catálogo de axiomas para resolver matemáticamente cualquier problema).
Viajar se ha convertido en el Santo Grial de nuestro tiempo. En la literatura los libros de viajes quizás sean lo más entretenidos. Hay un libro de viajes excepcional el favorito de Borges, que lo tradujo al castellano
Murió desconocido para el mundo literario en junio de 1924. Franz Kafka acaso el escritor más influyente del siglo XX, ese gigante de la literatura universal, sigue vivo en nuestra imaginación y afanes literarios.
escritor admirable, ‑y, al parecer, el novelista inglés más leído del siglo XX- Graham Greene fue individuo con una vida ciertamente interesante.
Los cines Lys proyectan a diario un documental sobre la historia LGTBI de la ciudad desde los años 70 a comienzos de los 2000
Un fantasma pálido recorre el mundo: la cocaína. La consumen influencers, contertulios de la tele, artistas, yonquis sin techo, y su circulación es tan habitual en los saraos como el tinto de verano.
Muñoz acaba de publicar un conjunto de texto breves en una cuidada edición con formato que recuerda al de un devocionario.
El cambio climático está haciendo barrabasadas. En el pueblo los más viejos del lugar dicen que ya se ven menos pájaros en el cielo. Y desparecen las liebres y las lagartijas, los peces y hasta las moscas. Se sientan tristes bajo un sombrajo de las afueras y enumeran sus nostalgias. Me siento con ellos y trato de animarlos.
Lo que se leyó con devoción en el pasado puede llevar, releído años después, a decepciones sangrantes. La lectura como tabla de salvación en la madurez sigue siendo algo esencial.
El filólogo Petrarca practica un sistema eficiente para difundir su obra. En cierto modo, cabe decir que es el primer influencer de la cultura europea.
¿El desconcierto político? No, en ese tema no entro. Me refiero al desconcierto musical. El lunes 13‑A, día en el que escribo este texto, me sentí un náufrago en el terreno de las afinidades electivas.