¿Tiempos difíciles para el interiorismo? Todo el mundo tiene cierta […]
Amén. Quien acuñó la frase “Doctores tiene la Iglesia” no era ni padre ni madre. Esta expresión, obviamente, quiere decir que un tema en cuestión se deja a la consideración de los expertos en la materia las cuestiones que son difíciles de explicar. De haberlo sido (padre o madre) hubiera tenido bien claro que para sentar cátedra sobre un asunto paterno/materno/filial no hace falta especialidad ninguna. Más bien todo lo contrario: sólo hace falta tener boca para decir lo primero que a cualquiera se le pasa por la cabeza. Les pongo ejemplos: chupetes, biberones, brazos, cochecitos, sueño, alimentación. Hagan la prueba. Salgan a la calle con un niño/a de más de un año con chupete, o metan en el carro a uno de más de tres. O confiesen que le dan pecho a demanda, o que prefieren el biberón, o que aún duerme en su habitación, con ustedes. El grito se oirá en el cielo, y en sus oídos resonarán frases contundentes que les harán sentir malos padres, malas madres, pésimos educadores. De haber sido padre, o madre, en lugar de esa frase hubiera puesto en circulaciónn otra: “Las opiniones son como los culos: todos tenemos uno”. Amén.
Vuelvo con el ánimo confortado a la cursilería de estos días, que le llaman los pedantes la reentrée. La reentrée, como saben, es volver al currelo, al mal llamado curro. Aunque los expertos en sibaritismo dicen que lo mejor es irse de vacaciones no en verano, sino un mes después, cuando ya no hay turistas y encuentras habitación en el hotel que quieras. Vuelvo al currelo, como les decía, para escribir con nostalgia de una de las últimas fiestas del verano que organizó la empresaria Mónica Duart, directora general del Grupo Dormitienda. Aquí una que la sigue desde que comenzó su andadura profesional sabe que es supermona y va siempre ideal de la muerte (lo que no es incompatible con haber sido galardonada con el premio al Mejor Joven Empresario en el año 2008). Y, además, organiza bonitas fiestas. Qué estupendo y tal, que me la envuelvan que me la llevo.
El leit motiv de la fiesta fue despedir el verano con el jolgorio requerido y con buenos amigos: el director general de Empleo, Felipe Codina; el director general del IMPIVA, Daniel Moragues; el empresario José Luis Ridaura, cuya firma de prevención de riesgos laborales Laboro Securo fue galardonada con el premio a la mejor empresa creada por un joven emprendedor. En una noche de jóvenes empresarios tampoco faltó la vicepresidenta de la Asociación de Jóvenes Empresarios, Andrea Villafañe. Pero tengo más nombres de asistentes en la mochila que paso a ofrecerles: sus hermanos Mª José y Quique Duart, Álvaro Mocholí, Ricardo Bayona, Antonio Ballester y Amparo de Juan, el farmacéutico Eduardo Jiménez, Carla Peiró… Vamos, que se montó la de dios es trino y uno en su casa veraniega de la adorable Altea. Una localidad que no tiene los biquinis y los patines de Malibú sino callejuelas con portales arqueados. Tampoco tiene los multimillonarios excéntricos y las duquesas rusas exiliadas de Marbella, pero no falta la beautiful people internacional que viene a adelgazar en el fabuloso hotel balneario Sha Wellness.
Precisamente en este lujoso centro, la primera clínica de Europa centrada en la medicina macrobiótica, también se celebró otra festorro para decir bye, bye, al verano. Y aquí es importante señalar que me encanta la descentralización de las fiestas. Altea, Jávea, Náquera… no va a ser todo Umbracle y Veles e Vents. También me gusta que en El Cairo se robe un Van Gogh y no un ushabti de Tutankamon. Pero vuelvo con la fiesta en el Sha Wellness, la “Unforgettable Party”. Con más de 500 asistentes vestidos de blanco y negro, entre los que se encontraban Pepe Sancho junto a su mujer, la escritora Reyes Monforte, la bella Nuria March, la periodista Mª Eugenia Yagüe, el diseñador Jorge Terra, el actor holandés Lars Oosteveen, el guitarrista Ximo Tébar y el modelo Olfo Bosé. El evento también contó con la presencia de cónsules europeos y grandes empresarios suizos, belgas, holandeses y también españoles, además del alcalde de Alfàs del Pí, Vicente Arqués, junto con otros alcaldes vecinos como Bernabé Cano, de la Nucia, y Honorato Algado Martinez, de Finestrat. Durante la fiesta se celebró un desfile de moda y joyería junto a la piscina, con vistas panorámicas y camas balinesas (modelo Gandía Blasco). La cena-cóctel macrobióticamente sabrosa fue servida por el chef del Sha Wellness, Pablo Montoro, procedente de El Bulli. Y el broche final fue la actuación de la cantante neoyorquina Michelle McCain. Resumiendo: velada mimada por la brisa, con presencia de gente cosmopolita y educada (o sea, que habla bajito).
Septiembre me da pereza. La reentré se me hace dura. Los madrugones, llevar los niños al colegio, ese indeseado reencuentro con el jefe, la vecina del quinto que en siete años aún no ha aprendido a saludar, volver a pelear por una plaza de aparcamiento… no me queda humor ni ganas para cocinar.
Por eso en estos días me refugio en las latas. Tienen una fama horrorosa, pero es injusto; si sabemos escoger, encontraremos productos de grandísimo nivel. Importante que el producto sea nacional. Una almeja de Chile se parece a una gallega lo que un huevo a una castaña.
Los pescados azules como la ventresca, el bonito o las sardinas mejoran con el tiempo. Nunca deberíamos comer una ventresca con menos de seis meses de envasado. El tiempo le da una curación importante que les sienta tan bien a los pescados grasos como los meses de bodega al jamón. En Francia hay restaurantes que sirven latas de sardinas por añadas, y las más caras son la que tienen nueve o diez años de edad.
Les propongo un juego. Compren un buen puñado de latas de sardina, las guardan en la bodega e iremos abriendo una lata cada seis meses, veremos como va evolucionando su sabor. Ojo, debemos tener la precaución de ir volteando la lata cada dos o tres meses para que el aceite recubra todo el producto. Afinador de latas, ¿una profesión con futuro?Aunque afortunadamente a mí ya me queda lejos, sigo leyendo con interés las noticias que aparecen sobre el cólico del lactante: el bebé llora y grita durante al menos tres horas, tres días a la semana y más de tres meses. Como no se sabe la causa, tampoco se conoce la cura y las teorías al respecto son variopintas. La idea general es que cualquier remedio que no entronque con la lógica y con la integridad física, es válido porque si los padres están tranquilos, transmitirán esa tranquilidad al bebé y el cólico se atenuará o, por lo menos, se hará más llevadero. Vamos, que se vincula al estado de los padres, sobre todo, al de la madre. Pero la igualdad también ha llegado a este asunto. Menos mal. Un estudio holandés afirma que el padre con síntomas de depresión también puede tener algo que ver. El 4,1% de los padres deprimidos tuvieron niños que pasaron por el trance del cólico infantil. Total, que la culpa es nuestra, pobres de nosotros. Pero al menos ahora, es compartida.
Todos los días, Design and design, una de las webs de referencia en el mundo del diseño internacional, elige un proyecto de diseño gráfico y otro de diseño industrial para protagonizar su portada. El pasado mes de julio (dos de los proyectos seleccionados (el 8 y el 14 de julio) tuvieron acento valenciano: Las butacas Miniquad y Chic diseñadas por Santiago Sevillano, (Meliana, 1975) desde su estudio en el corazón de l’Horta Nord.
En junio Design and design, también destacó los trabajos del estudio Menta, de los valencianos Raül Climent, Xavi calvo y Elisa Gómez, con su cartel Control remoto, un homenaje a Saul Bass.
Miniquad (Novalinea 2006/7) es una butaca que bebe de la influencia de su hermano mayor Quad. Tiene estructura de madera recubierta con poliuretano de distinta densidad y cuatro patas en tirada lo que le confiere en palabras de Sevillano de “un alto grado de diferenciacion, dados tambien sus dimensiones y forma nos brinda una optima usabilidad en hosteleria como taburete/escabel”.
Sevillano está especializado en diseño de productos y soluciones para el hábitat intentando dotar a los objetos de un carácter estético diferenciador, dentro un marco completamente funcional. Este reconocimiento se sitúa en su estrategia de internacionalización, corroborada con su colaboración con firmas como Trabaja con firmas como Mantra, Novalinea, Tajoma, Jovaltri, Monchy o Giardino.Hasta cuarenta veces más combustible per capita puede consumir una ciudad de baja densidad, tipo Houston o Los Ángeles, frente a otras ciudades mucho más compactas como puedan ser las grandes metrópolis asiáticas: Singapur o Hong Kong, por ejemplo. Esa es la dura realidad de un urbanismo disperso, que ensueña la vida como en un jardín privado pero que ocupa grandes espacios y mancha horizontalmente la tierra. Ese urbanismo, más idílico, que como bien comenta el experto Ignacio Jiménez de Laiglesia, nació en Inglaterra para compensar las malas condiciones de vida en las fábricas y sus entornos cuando miles de nuevos proletarios se hacinaban durante los primeros tiempos de la revolución industrial. Un urbanismo que es ya insostenible a la luz de los parámetros actuales tal y como expuso el mencionado profesional a lo largo de su intervención en la Asamblea General de la Red de Municipios Sostenibles que auspicia la Diputación de Valencia. Nosotros pudimos asistir al encuentro, que resultó muy revelador.
En efecto, porque el modelo de ciudad jardín, tan magnificado por las películas norteamericanas, es un modelo despilfarrador, de altos costes para la prestación de servicios y que, sobre todo, consume un bien escaso como es el suelo y genera una terrible dependencia del vehículo privado. Frente a este modelo ya caduco, Jiménez de Laiglesia aboga por recuperar las densidades de las viejas ciudades europeas, donde la vida fluye al tiempo que se entremezclan los usos y valores urbanos.
Ciudades, pues, más densas, más mixtificadas y con menos zonificación, donde se fomente la actividad económica pero, al mismo tiempo, los consumos energéticos sean optimizados y se respete tanto el medio ambiente y las formas de vida tradicionales como la aparición de innovaciones tecnológicas o la creatividad de vanguardia, pero cuyas propuestas y planes deben nacer desde abajo, en procesos de debate público y abierto, en busca de generar amplios consensos con la ciudadanía y todos sus agentes. Esa, en definitiva, sería la receta mágica para crear hoy en día un urbanismo sostenible.
Para el mencionado consultor valenciano, aunque las actuales circunstancias parecen haber hundido irremediablemente cualquier alternativa urbanística, es posible encontrar el camino hacia el progreso económico, pero para ello hay que agudizar el consenso social, ser sostenible siendo sensible, actuando a medio y largo plazo, en especial en lo tocante a la financiación. Declarado optimista, Jiménez de Laiglesia aboga por llevar a cabo planes creíbles que no necesiten financiarse mediante procesos especulativos a corto: existen, a su juicio, muchas posibilidades de inversión para el nuevo urbanismo a través de fondos, capitales de riesgo e, incluso, la emisión de bonos municipales, pero todo ello debe venir amparado por el rigor y la credibilidad de los proyectos y de sus vías de desarrollo económico. Estamos en el fondo del valle del ciclo inmobiliario, pero en menos de una década el ciclo volverá a una tendencia alcista; así ha sido desde que se tienen datos al respecto de este sector, desde la Amsterdam de mediados del siglo XVII, en opinión de Jiménez de Laiglesia.
Comparto con nuestro colaborador y analista el diagnóstico. Comparto su optimismo, pero es evidente que las cosas han de plantearse de otra manera para no volver a caer en los errores de antaño, empezando por ese consenso social que reclama y que es el único capaz de generar confianza en los mercados de capitales, sobre todo los exteriores. Es lo que nos está faltando por comprender, sirva de ejemplo, en el encasquillado tema del Cabanyal, donde unos y otros se enzarzan en un combate de matices ideológicos y pugna política cuando de lo que se trata es de dar viabilidad a una única solución: la del pacto. Y da igual que quienes se opongan a un plan sean minoría: el tiempo de la liquidación de las minorías ya ha pasado y si no que se lo pregunten a los inversores bursátiles.
Valencia, pese a la crisis, sigue siendo una ciudad con grandes posibilidades. No estamos en ese turbodesarrollo que apenas hace unos meses parecía que nos llevaba a la luna en un abrir y cerrar de ojos, pero seguimos teniendo unos potenciales de crecimiento extraordinarios. El AVE nos viene ya, la alcaldesa anuncia el inminente arranque del Parque Central –de la mano, esperemos, de un buen diseño–, el PSPV plantea por primera vez un interesante diálogo con los agentes sociales en busca de caminos para la Ciutat Vella, Rita Barberá proclama su apuesta estratégica por las tecnologías y el medio ambiente y lo hace, rara avis, a un plazo medio/largo, lo que da cuenta de la libertad política en la que se ha instalado gracias a sus continuos triunfos a pesar de lo limitado de su equipo… pero la alcaldesa Rita es una fuerza arrolladora que, a buen seguro, abrirá de nuevo expectativas para la ciudad.El mes que viene está previsto que empiecen los primeros viajes en el nuevo AVE que unirá Valencia con Madrid en apenas 94 minutos… un suspiro si lo comparamos con cualquier pasado aerotransportado, porque ni siquiera el avión va a resultar competitivo frente al nuevo tren habida cuenta que los viajeros de este nuevo ferrocarril saldrán y llegarán a estaciones situadas en el centro de las ciudades, añadiendo un plus de comodidad y centralidad a la prometida rapidez.
A partir de ese momento –el arranque del servicio al público del AVE–, todo el mundo presupone una revolución en las relaciones sociales y económicas entre la primera y la tercera ciudad del país, unidas al fin tras esperar décadas y ser relegada esta conexión por detrás de las líneas a Sevilla, Valladolid o Zaragoza-Barcelona. Pero bien está lo que bien acaba, en este caso una obra pública, porque lo que en verdad saludamos es una nueva época que empieza con el AVE y prosigue con lo insospechado, aunque de entrada ya tenemos una alianza financiera entre Cajamadrid y Bancaja que añade todavía más azúcar a la tarta.No sabemos a ciencia cierta qué ocurrirá, pero parece lógico que se producirá un incremento de relaciones en todos los sentidos entre las dos ciudades. No nos cabe duda que sectores como el de la hostelería, la logística e incluso la cultura y el ámbito inmobiliario, van a mejorar en Valencia, y a partir de ahí los demás deben de engancharse al tren por que, en sentido inverso, la conectividad puede traer consigo más competencia, en especial en el sector servicios. Bienvenida también la competencia, pues, que nos debe hacer mejores y más capaces.
Si aspiramos a salir de la crisis debemos tener claro que debemos ser una sociedad eficiente, talentosa, y no nos debe asustar ninguna competencia, antes al contrario, debe servirnos de acicate y estímulo. Veámonos en los buenos espejos, en el de la asociación y el ingenio, como han hecho los comercios del entorno del Mercado de Colón, creando un día de compras conjunto. O veámonos en nuestra joven escritora Carmen Amoraga –a la que nos sentimos orgullosos de tener como colaboradora en esta casa–, quien ha tocado el cielo del premio Planeta quedando finalista junto al gigantesco Eduardo Mendoza. Nuestra Carmen lleva tiempo dejando clara su capacidad para definir la psicología de nuestro tiempo, evidenciando un talento fuera de lo común para la construcción de personajes actuales, alejados de tramas enrevesadas y entretenimientos extravagantes. Una escritoraza que ya era hora que se reconociera. Un beso y mil enhorabuenas.Seguimos adelante; ahora vamos a por el corredor mediterráneo…
Ahora que todavía estamos celebrando la merecida y deseada victoria de nuestra selección nacional de fútbol en el Mundial de Sudáfrica, vale la pena reflexionar un poco sobre las consecuencias que esta victoria pueda tener en nuestra maltrecha economía.
Muchos son los que consideran una autentica estupidez, asociar la victoria del Mundial con potenciales crecimientos en el PIB español (hasta un 0’7% según un estudio de ABN AMRO Bank). Los números son números, y no entienden de emociones, argumentan de manera contundente.
A los que así opinan, les recomiendo el libro cuyo titulo encabeza este post, escrito por los prestigiosos economistas George A. Akerlof y Robert Shiller, que desarrollan e investigan, como en su día formuló Keynes, las consecuencias en la economía de todos aquellos sentimientos y emociones, como temores, deseos, frustraciones, alegrías, etc. que por contagio viral afectan a las decisiones de calado del tejido productivo y las inversiones de un país, región o continente.
La autoestima patria andaba últimamente por los suelos, sobre todo después de los rapapolvos que nos estaban propinando nuestros acreedores (Alemania a la cabeza), y lo despectivo del termino anglosajón PIGS (cerdos), acrónimo del que formamos la S de Spain, junto con Portugal, Irlanda y Grecia. Daba la sensación que éramos los culpables de toda la crisis económica internacional, y en cierto modo, el chivo expiatorio de los errores y excesos cometidos en la banca de los países que ahora tanto nos exigen y critican.
Porque si nosotros debemos mucho, también es porque ellos nos prestaban mucho, y en esto, como en el amor, nada es posible sin la connivencia de ambas partes. Pues bien, según Akerlof y Shiller, al menos la mitad de las decisiones de trascendencia económica, se toman por cuestiones que no son estrictamente racionales, lógicas, numéricas o empíricas. La otra mitad, y aquí es donde tiene su aquel la victoria de España en el Mundial de fútbol, son decisiones emocionales, y afectan en positivo o negativo, en función del estado general de ánimo de los actores económicos, incluyendo a toda la población cuando hablamos de consumo.
Los autores fueron galardonados con el Nóbel de Economía, y sus investigaciones son tenidas en cuenta a diario por sesudos investigadores y analistas de los bancos más importantes, para predecir y augurar el devenir económico de los países, habida cuenta que la economía no es ciencia exacta sino social.
Por eso, la autoestima patria nos puede hacer mejorar nuestros números en la contabilidad nacional, y porque sabemos con certeza que somos capaces de alcanzar, como país, lo que nuestros deportistas demuestran en las competiciones más exigentes a nivel mundial.LA LONJA DE LOS MERCADERES
Luis Trigo Sierra
Abogado y asesor patrimonialYo no he subido el IVA
Cuando se afirma que la economía es cíclica tal observación viene referida a sus efectos y no a sus causas, y no quiere evidenciar otra cosa que el hecho de que, igual que subimos, bajaremos, y que después volveremos a subir, y así sucesivamente.
Ahora toca bajada y las razones de esta caída han sido distintas a las de recesiones pasadas. En eso no hay ciclos, pues las circunstancias cambian y el conocimiento de los errores pasados y de sus terapias, desgraciadamente, no nos ha permitido estar vacunados contra el virus que ahora nos aqueja.
Los anticuerpos para combatir esta cepa, que parece resistente y virulenta, todavía están por cultivar, y los economistas de mayor prestigio internacional no parecen ponerse de acuerdo sobre cuál deba ser el papel del Estado en esta situación: si incrementa el gasto público para ayudar a que la economía se dinamice, o si opta por la austeridad para que el peso de la deuda pública no se sume a la que ya arrastran el resto de los agentes económicos, condicionando el crecimiento futuro.
Respecto de España sí que parece existir consenso internacional en que tenemos que frenar el déficit público, pues es de los más acelerados, y ello implica un grave riesgo no sólo para nosotros sino también para nuestros acreedores.
Esta necesidad nos deja un escaso margen de actuación y obliga al Estado a centrarse en la reducción del gasto público y en el incremento de los ingresos tributarios. Dentro de esta segunda línea de actuación se enmarca la subida del IVA, que ha desatado una intensa polémica en torno a su oportunidad y eficacia.
Personalmente la defiendo. Daré alguna de mis razones para ello y ofreceré alguna que otra idea que espero contribuya a gestionar dicha subida por todos en favor de una más rápida recuperación.
La subida del IVA tiene que ser eficaz por tratarse de un impuesto con impacto global. Al afectar a todo el que consume, su capacidad recaudatoria es muy significativa. Al no incidir inicialmente sobre la renta obtenida por los ciudadanos (lo cual no sucedería si lo que subiese fuera el IRPF) el efecto psicológico es menos impactante, siendo el propio consumidor quien va a graduar su aplicación. Habrá quien varíe sus hábitos de consumo (por ejemplo, reducirá el consumo de alimento fresco y aumentará el de congelado) y habrá quien, si puede permitírselo, pagará más caro.
Otra cuestión a resaltar es que deja en manos del comerciante la posibilidad de no trasladar el coste del incremento del IVA al consumidor.
Me he preocupado por preguntar a bastantes comerciantes valencianos sobre su posición al respecto y, por lo que me han dicho, parece que muchos han decido asumir la subida del IVA. Consideran más perjudicial las posibles restricciones que la gente se imponga al consumo que la asunción del coste del IVA.
A quien así ha reaccionado, lo que le he dicho es que debe decirlo, que debe poner un gran cartel en su escaparate que diga “Yo no he subido el IVA”, de este modo la gente conocerá su esfuerzo, deberá valorarlo y agradecerlo, establecerá una ventaja competitiva y contribuirá a reducir el impacto psicológico del anuncio de la subida impositiva, animando al consumo.
También los comerciantes que tributan en módulos deben de tener en cuenta que no experimentarán el efecto de la subida hasta enero del año que viene. Puede ser ese un buen momento para evaluar su estrategia, si es que han optado por no variar los precios.En cualquier caso, si se actúa con valentía empresarial hay que proclamarlo. Es de justicia y además puede ser contagioso.
¡Por fin se hicieron públicos los tan comentados test de stress de la banca europea! ¿Y bien ? Pues como siempre, opiniones para todos los gustos. Las conclusiones de los analistas podrían resumirse de la siguiente manera:
1. No reflejan los resultados de toda la banca de cada país ante escenarios de tensiones con ciertas variables.
2. Las variables que se utilizan no son homogéneas para todos los países (escenarios de desempleo, bajada de los precios de la vivienda y suelo, morosidad, etc.)
3. No se contemplan riesgos de impago de deuda soberana de terceros países.
4. Se computan como recursos de la Tier I , ayudas estatales, más próximos a la figura de los bonos que al capital y reservas de beneficios no distribuidos.
De las anteriores críticas, se puede o no estar de acuerdo en la totalidad o parte de las mismas, pero lo cierto que todas ellas son bastante acertadas. Y la conclusión podría ser que, queriendo hacer un ejercicio de transparencia, los Gobiernos y la Banca han ocultado deliberadamente parte de “sus vergüenzas”.
En el fondo, la publicación de las mencionadas pruebas fue un inteligente movimiento estratégico de un puñado de bancos saneados, y bien dirigidos, del sistema financiero español, alentado por el Banco de España, para evitar el cierre de los mercados ante el cúmulo de rumores que atenazaban a los acreedores del mismo. Los agujeros financieros de parte del sistema financiero español (y ya sabemos a quienes nos referimos), estaban impidiendo a los saneados recurrir a los mercados de deuda en condiciones adecuadas a la fortaleza de sus balances.
Por otro lado, los inversores han sabido reconocer lo que muchos intuíamos. El stress o escenario de tensión al que se sometió a la banca y a las cajas de ahorros españolas es, efectivamente, el escenario conocido y ahora, por fin, reconocido. Y lo digo porque, un escenario de bajada de precio de la vivienda en España del 30% de media en la construida, un 50% en la que no está terminada, y un 60% en el suelo, son parámetros similares a los que algunos utilizábamos ¡desde julio de 2008! (con informes y conferencias en las que analizaba las cifras) para analizar la evolución del mercado residencial español.
Por ello, la verdadera utilidad de las pruebas en nuestro país y en los mercados internacionales consiste en saber cuánto ha perdido cada entidad con el desplome del mercado inmobiliario. Es una manera creativa y curiosa de entonar el “mea culpa”, pero un reconocimiento al fin y al cabo. Y ese es el primer paso, reconocer y cuantificar el problema. El segundo, trazar la ruta para recuperar el equilibrio patrimonial de los balances (con ayudas, ampliaciones de capital, provisionando, liquidando activos tóxicos, etc). El tercero, volver al negocio bancario: prestar y captar ahorros. Ya queda menos…
SEGURIDAD JURÍDICA Y ECONOMÍA
Suele parecerle al común de los mortales que esto de la “seguridad jurídica” es una cuestión retórica de los leguleyos para salirse siempre con la suya, sin llegar a entender el interesado, ni cómo, ni por qué el letrado ha obtenido la razón en un litigio.Es cierto que existe un gran abismo entre la lógica jurídica y el entendimiento de la gente de la calle sobre como deberían de satisfacerse las pretensiones en las disputas de cualquier materia (civil, mercantil, administrativa, etc). La seguridad jurídica no acaba de entenderse popularmente como un bien a preservar, y de manera muy especial además.
Si queremos complicar un poco más la cuestión, sólo tenemos que pensar en las consecuencias de la seguridad jurídica en las cuestiones económicas. Muchos supondrán que la cuestión escapa a lo cotidiano o más cercano a uno mismo, o a su ámbito de actuación económica. Sin embargo, hay infinidad de consecuencias en la inseguridad jurídica que nos cambian la vida.Imaginemos una sociedad en la que los trabajadores dedican una porción de sus ingresos salariales a garantizarse una pensión en su jubilación, por ejemplo nuestro país, y que a punto de alcanzar el momento jubilarse, se legislara un resultado distinto y lesivo para el trabajador, con efectos retroactivos. El ejemplo pondría los pelos de punta a cualquiera que llevara 40, o más años, cotizando. La seguridad jurídica choca con ejemplos como el mencionado, y la sociedad no debe tolerar dicha inseguridad.
También podemos visualizar las consecuencias de la inseguridad jurídica con casos relacionados con la inversión de particulares o empresas. Con los primeros, suponiendo cambios a peor en la legislación que motiva compras de viviendas de protección, una vez hecha la adquisición teniendo en cuenta, desgravaciones, subsidios y bonificaciones.
En la actualidad, asistimos al debate de las primas a las energías renovables. Que si es mucho dinero (que lo es), que si ha habido cierto fraude (suponemos que como en cualquier actividad en la que intervienen personas), que si se premia en exceso determinadas fuentes de producción (hay que hacer los números antes de legislar)…
Lo cierto es que la intención de aplicar una rebaja con carácter retroactivo a unas primas de producción, en base a las cuales muchas empresas, fondos de inversión y particulares han acometido ingentes inversiones gracias a un marco regulatorio favorable, no es más que un claro ejemplo de inseguridad jurídica, y en un país que depende tremendamente del crédito exterior.
No se puede fomentar un sector de producción y, a mitad del camino, cambiar de opinión por la vía del decreto, dejando empantanados miles de proyectos y millones de inversión. Es injusto, disparatado y, además, sienta un pésimo precedente sobre la seriedad del país que demanda inversiones foráneas.
Aunque afortunadamente a mí ya me queda lejos, sigo leyendo con interés las noticias que aparecen sobre el cólico del lactante: el bebé llora y grita durante al menos tres horas, tres días a la semana y más de tres meses. Como no se sabe la causa, tampoco se conoce la cura y las teorías al respecto son variopintas.
La idea general es que cualquier remedio que no entronque con la lógica y con la integridad física, es válido porque si los padres están tranquilos, transmitirán esa tranquilidad al bebé y el cólico se atenuará o, por lo menos, se hará más llevadero. Vamos, que se vincula al estado de los padres, sobre todo, al de la madre. Pero la igualdad también ha llegado a este asunto. Menos mal. Un estudio holandés afirma que el padre con síntomas de depresión también puede tener algo que ver. El 4,1% de los padres deprimidos tuvieron niños que pasaron por el trance del cólico infantil. Total, que la culpa es nuestra, pobres de nosotros. Pero al menos ahora, es compartida.
BLOG OPTIMISTA PARA SALIR DE LA CRISIS
ANIMAL SPIRITS
Ahora que todavía estamos celebrando la merecida y deseada victoria de nuestra selección nacional de fútbol en el Mundial de Sudáfrica, vale la pena reflexionar un poco sobre las consecuencias que esta victoria pueda tener en nuestra maltrecha economía.Muchos son los que consideran una autentica estupidez, asociar la victoria del Mundial con potenciales crecimientos en el PIB español (hasta un 0’7% según un estudio de ABN AMRO Bank). Los números son números, y no entienden de emociones, argumentan de manera contundente.
A los que así opinan, les recomiendo el libro cuyo titulo encabeza este post, escrito por los prestigiosos economistas George A. Akerlof y Robert Shiller, que desarrollan e investigan, como en su día formuló Keynes, las consecuencias en la economía de todos aquellos sentimientos y emociones, como temores, deseos, frustraciones, alegrías, etc. que por contagio viral afectan a las decisiones de calado del tejido productivo y las inversiones de un país, región o continente.La autoestima patria andaba últimamente por los suelos, sobre todo después de los rapapolvos que nos estaban propinando nuestros acreedores (Alemania a la cabeza), y lo despectivo del termino anglosajón PIGS (cerdos), acrónimo del que formamos la S de Spain, junto con Portugal, Irlanda y Grecia. Daba la sensación que éramos los culpables de toda la crisis económica internacional, y en cierto modo, el chivo expiatorio de los errores y excesos cometidos en la banca de los países que ahora tanto nos exigen y critican.
Porque si nosotros debemos mucho, también es porque ellos nos prestaban mucho, y en esto, como en el amor, nada es posible sin la connivencia de ambas partes. Pues bien, según Akerlof y Shiller, al menos la mitad de las decisiones de trascendencia económica, se toman por cuestiones que no son estrictamente racionales, lógicas, numéricas o empíricas. La otra mitad, y aquí es donde tiene su aquel la victoria de España en el Mundial de fútbol, son decisiones emocionales, y afectan en positivo o negativo, en función del estado general de ánimo de los actores económicos, incluyendo a toda la población cuando hablamos de consumo.Los autores fueron galardonados con el Nóbel de Economía, y sus investigaciones son tenidas en cuenta a diario por sesudos investigadores y analistas de los bancos más importantes, para predecir y augurar el devenir económico de los países, habida cuenta que la economía no es ciencia exacta sino social.
Por eso, la autoestima patria nos puede hacer mejorar nuestros números en la contabilidad nacional, y porque sabemos con certeza que somos capaces de alcanzar, como país, lo que nuestros deportistas demuestran en las competiciones más exigentes a nivel mundial.
Luis Trigo Sierra
Abogado y asesor patrimonialLOS BROTES VERDES DEL MERCADO… CENTRAL
La visita sabatina al Mercado Central de Valencia es un rito pagano que practico desde que está tierra me acogió y que en estos tiempos de incertidumbre y arrepentimiento me procura paz e inspiración.
Los ajetes tiernos, la albahaca fresca, el eneldo aromático, el perejil, humilde y cotidiano, los berros jugosos y la rúcula sabrosa que María ofrece en su puesto, son para mi la mejor muestra de los brotes verdes que tanto anhelamos y que este templo ancestral del comercio ortodoxo nos ofrece con ejemplar dignidad. María mima la selección de los productos que vende y mima a sus clientes. Te llama cariñet y, regalándote la mejor de sus sonrisas, te invita, con indudable éxito, a volver cada sábado. Y como ella, los cientos de familias que trabajan, tal y como se viene llevando a cabo desde hace siglos, para procurarnos lo mejor de la huerta, la mar y la granja, convirtiendo el Mercado Central en un ejemplo del buen camino por el que debería transitar nuestra maltrecha economía. Los analistas llevan varios trimestres deseosos de ver arraigar los esquejes del crecimiento económico global, pero el terreno sobre el que se está sembrando, con improvisado sacrificio y acusados bandazos, tiene quebrantada su fertilidad por la enorme losa de la deuda, fruto de la ingenuidad de unos y la avaricia de otros, que, alimentadas con inusitadas dosis de liquidez a mínimo coste, han propiciado una descomunal asunción de pasivos ciertos para adquirir activos cuestionables en su valoración cuando no en su propia materialidad.Para pagar los platos rotos el único abono capaz de fertilizar las semillas del progreso económico es el compuesto, en dosis adecuadas, por trabajo, competitividad y tiempo. El ejemplo del Mercado Central es sencillo y aleccionador. Una organización basada en la experiencia de siglos, que satisface demandas reales, que lo hace con unos niveles de calidad y servicio incomparables, austera y exigente y que, además, se sabe adaptar a las necesidades de sus clientes con agilidad, siendo muestra de ello el ofrecimiento constante de nuevos y más selectos productos, la incorporación de nuevas tecnologías al envasado y la conservación, la presencia en Internet o la distribución a domicilio a la que, por otra parte, prometo no apuntarme, pues faltaría a un precepto y, lo que es peor, me perdería la sonrisa de María.
No hay que dejarse allanar por la crisis. Ni hablar. Ahí tenemos el subidón de la Fórmula 1 que llenó restaurantes y hoteles el último fin de semana de junio. Un acierto el cambio de fechas. Ahora, pues, tenemos que esperar a la campaña turística del verano, de la que tanto dependemos para avanzar con el dichoso PIB, y las perspectivas son muy buenas. Crece el turismo nacional e incluso crecen las expectativas de actividad en la ciudad donde, cada vez más, el verano no es ese vacío sideral de cuando las familias se mudaban tres meses al chalet o al apartamento de turno.
Para echarle vigor al tema, esta revista ha fichado a dos nuevos columnistas del ámbito económico, el empresario Ignacio Jiménez de Laiglesia, y el asesor y analista Luis Trigo. Dos opiniones para enderezar la nave en un momento de desánimo, pero con los vientos veraniegos soplando para que los aprovechemos. Julio, por ejemplo, un mes de fiestas, toreo y salidas nocturnas en busca de la fresca, un mes tradicional para mejorar los resultados de la hostelería y empezar con los festivales al aire libre. Nuestra editorial se suma a la corriente y les propone una gran fiesta para el día de San Fermín en el recinto de la Hípica. Allí reviveremos de la mano de la revista Tendencias en VLC todo el espíritu de las antiguas verbenas, con sus orquestinas, farolillos y mantones de Manila. Toda una juerga retro para darles ánimo a nuestros lectores y clientes.
Un verano en el que la ciudad, tal como les advertimos, se ha tirado en pos del cicloturismo, y Valencia City contribuye junto al gran campeón Ángel Casero, regalando dos magníficas bicicletas. Pero si el calor aprieta, recuerden que la ciudad cuenta con una importante red de piscinas públicas al aire libre. Espacios para aprovechar por los más jóvenes salvo que tengan que estudiar y repasar, que para ello la Conselleria de Educación ha puesto en marcha una novedosísima y encomiable iniciativa para que en sus centros educativos se puedan seguir clases de repaso. Una gran idea, sin duda.
Y si nada de lo dicho les deja tranquilos, recuerden que una buena cervecita, justa de frío, es uno de los grandes remedios inventados por la Humanidad para conseguir refrescarse con estos calurosos tiempos. Hay quien dice que la cerveza es anterior, incluso, al vino. Y ahora las volvemos a tener buenas incluso en Valencia. Cheers, skol, prost, santé, chin-chin…