• Atrás que­dan los mejo­res días del año, esos días don­de olvi­da­mos calen­da­rios y hora­rios, esos días don­de la preo­cu­pa­ción es colo­car­nos bien orien­ta­dos fren­te al sol, encon­trar una lec­tu­ra rela­jan­te y refres­car el cuer­po en mar y pis­ci­na… en defi­ni­ti­va hacer un elo­gio a la posi­ción hori­zon­tal.
    En este ansia­do agos­to dis­fru­ta­mos de noches de luna lle­na y de estre­llas fuga­ces, tam­bién de algu­na tor­men­ta oto­ñal y cómo no, de noches que aca­ba­ban con la luz del sol que bro­ta­ba tras el Medi­te­rrá­neo.

    Aho­ra, con las pilas car­ga­das y la piel more­na comen­za­mos el nue­vo cur­so con la ale­gría de vivir en una de las ciu­da­des más mara­vi­llo­sas del mun­do: Valen­cia. Les con­fie­so que he dis­fru­ta­do de la tem­po­ra­da esti­val en las aguas del Mare Nos­trum y pese a los gra­tos recuer­dos que que­dan en mi cabe­za, comen­zar la ruti­na en Valen­cia es un pla­cer. Los tea­tros vuel­ven a pro­gra­mar estre­nos como Tere­sa de Ávi­la que esta­rá en el Talía has­ta el 14 de sep­tiem­bre o el musi­cal de Hom­bres G, Mar­ta tie­ne un mar­ca­pa­sos, que a par­tir del 11 de sep­tiem­bre lle­ga al Tea­tro Olym­pia. Por otro lado, y como ya diji­mos en otras cró­ni­cas, en la Sala de Expo­si­cio­nes del Ayun­ta­mien­to de Valen­cia sigue la fan­tás­ti­ca expo­si­ción sobre el Impre­sio­nis­mo valen­ciano que reco­mien­do enca­re­ci­da­men­te; apro­ve­che y ade­más de dis­fru­tar de las mag­ní­fi­cas obras de arte, visi­te el Museo His­tó­ri­co Muni­ci­pal don­de está nues­tra Real Señe­ra y demás docu­men­tos de la his­to­ria del Rei­no de Valen­cia. Este mes de sep­tiem­bre tam­bién lle­ga con la cita de la moda por exce­len­cia, la Valen­cia Fashion Week que del 25 al 27 con­ver­ti­rá a Valen­cia en capi­tal de la moda espa­ño­la y que cum­ple ya su XVII edi­ción.

    Me per­mi­to des­pe­dir esta cró­ni­ca con la ima­gen que me acom­pa­ña­rá en este mes y que es una de mis vis­tas pre­fe­ri­das, la majes­tuo­si­dad del Cabo San Anto­nio fren­te a la bahía de Jávea.

  • Hace unas sema­nas, un ami­go me invi­tó a la cele­bra­ción de su cua­ren­ta ani­ver­sa­rio en un res­tau­ran­te de Las Mari­nas en Dénia. Pese a la esplén­di­da cena, el afec­to de sus bien ali­men­ta­dos y agra­de­ci­dos ami­gos, y su indi­si­mu­la­do esta­do de eufo­ria etí­li­ca, mi ami­go insis­tió en decir que esta­ba muy depri­mi­do por lle­gar a una edad en la que pare­ce que el pasa­do empie­za a ganar­le la bata­lla al futu­ro. No es para tan­to, pen­sé, peor son los cin­cuen­ta. Y aún más dra­má­ti­cos, si aún te que­dan neu­ro­nas para plan­teár­te­lo, deben ser los noven­ta, cuan­do ya tie­nes la sen­sa­ción de estar jugan­do el últi­mo minu­to de la pró­rro­ga. Todas estas amar­gas refle­xio­nes cro­no­ló­gi­cas me vinie­ron a la cabe­za la otra noche, mien­tras veía en el por­tá­til Si fue­ra fácil, el des­afor­tu­na­do títu­lo de This is 40 (lite­ral­men­te, “Esto es los cua­ren­ta”), la últi­ma come­dia estre­na­da en Espa­ña del pro­lí­fi­co pro­duc­tor y direc­tor Judd Apa­tow, el rey de la come­dia gam­be­rra nor­te­ame­ri­ca­na.
    Si fue­ra fácil amplía la his­to­ria de Pete (Paul Rudd) y Deb­bie (Les­lie Mann, la mujer de Apa­tow en la vida real), pre­sen­tes ya en Lío emba­ra­zo­so (2007). El títu­lo en espa­ñol de este spin-off es enga­ño­so, por­que ocul­ta el tema cen­tral de la pelí­cu­la: la cri­sis de los cua­ren­ta y cómo influ­ye en las rela­cio­nes fami­lia­res, la vida con­yu­gal e inclu­so en la situa­ción labo­ral. Sin ser una extra­or­di­na­ria pelí­cu­la, This is 40 es una come­dia mor­daz, lúci­da y des­alen­ta­do­ra sobre la cri­sis de los cua­ren­ta, que en nues­tro país se anun­cia siem­pre con el con­se­jo médi­co del céle­bre refrán: “De los cua­ren­ta para arri­ba no te mojes la barri­ga”. Yo aña­di­ría tam­bién una cons­ta­ta­ción fisio­ló­gi­ca: “De los cua­ren­ta para aba­jo, no te mires el bada­jo”. Por­que la cam­pa­na pue­de dejar de sonar… Pre­ci­sa­men­te, la pri­me­ra esce­na cómi­ca de This is 40 sur­ge de los pro­ble­mas de dis­fun­ción eréc­til que empie­zan a tener muchos varo­nes cuan­do ini­cian su cuar­ta déca­da de vida y que se agu­di­zan aún más cuan­do se man­tie­nen pro­lon­ga­das y ruti­na­rias rela­cio­nes de pare­ja y cre­cen las tela­ra­ñas en el tála­mo nup­cial. Judd Apa­tow pare­ce haber escri­to una come­dia sobre el enve­je­ci­mien­to con cono­ci­mien­to de cau­sa, pues en This is 40 figu­ran muchas de las dolen­cias y cues­tio­nes médi­cas que afec­tan a cua­ren­to­nes y cua­ren­to­nas, des­de la prós­ta­ta y la visi­ta al uró­lo­go de los hom­bres has­ta los des­arre­glos hor­mo­na­les y las mamo­gra­fías de las muje­res, pasan­do por el exce­so de peso, el coles­te­rol o la ten­sión arte­rial. En el caso de los hom­bres, sin embar­go, Apa­tow se deja algu­nas dolen­cias muy impor­tan­tes, como la devas­ta­do­ra alo­pe­cia, una autén­ti­ca tra­ge­dia esté­ti­ca que mar­ti­ri­za a tan­tos hom­bres de media­na edad. Tam­po­co intro­du­ce Apa­tow el tema de la pres­bi­cia que con­sis­te en con­fun­dir el alfa­be­to occi­den­tal con la cali­gra­fía chi­na cuan­do no lle­vas gafas de Mor­ta­de­lo. Pero tal vez Apa­tow no ha con­ta­do con la pres­bi­cia por­que es una dolen­cia que empie­za a mani­fes­tar­se más en la cri­sis de la déca­da siguien­te, la de los cin­cuen­ta, que es una cri­sis más dolo­ro­sa inclu­so que la de los cua­ren­ta, por­que mucha gen­te empie­za a notar en sus car­nes (flá­ci­das) el sín­dro­me de la invi­si­bi­li­dad. O como podría decir otro refrán: “A par­tir de los cin­cuen­ta, ya nadie te tie­ne en cuen­ta”. En reali­dad, las leyes del enve­je­ci­mien­to social han con­se­gui­do que la cri­sis de los cua­ren­ta se apla­ce aho­ra has­ta los cin­cuen­ta, del mis­mo modo que no resul­ta extra­ño encon­trar­se con beca­rios de 35 años o con gen­te que ten­drá que jubi­lar­se con casi seten­ta. En todo caso, cum­plir años siem­pre es trau­má­ti­co, pero más engo­rro­so aún es no cum­plir­los o no tener ya fuer­zas para soplar las velas.

  • “Todos los bue­nos pin­to­res de pai­sa­jes poseen una tie­rra que es exclu­si­va­men­te suya, pro­pia; su tie­rra de nadie. De nadie excep­to de su des­cu­bri­dor y pasean­te soli­ta­rio y abso­lu­to”, des­cri­be Gerar­do Die­go.
    Es Valen­cia y sus alre­de­do­res ins­pi­ra­do­ra y exclu­si­va de muchos pin­to­res, éstos la han hecho suya, tras­la­dan­do sus espe­cia­les visio­nes car­ga­das de sen­ti­mien­tos a sus lien­zos, pape­les, tabli­tas… hablán­do­nos en ellos de vida, moder­ni­dad, inno­va­ción, moda, luz, mar, gen­tes, pai­sa­jes…
    Es la Valen­cia de fines del XIX e ini­cios de XX, cuna de inno­va­ción artis­ta, aquí un nutri­do con­jun­to de pin­to­res trae­rán esti­los, téc­ni­cas, de otras par­tes del mun­do, des­cu­brién­do­nos el impre­sio­nis­mo, natu­ra­lis­mo, pun­ti­llis­mo, ilu­mi­nis­mo…
    En las pare­des de la Sala Muni­ci­pal de Expo­si­cio­nes del Ayun­ta­mien­to cuel­gan más de 100 obras muchas de ellas iné­di­tas, pues per­te­ne­cen a colec­cio­nes par­ti­cu­la­res, artis­tas muy pre­cia­dos por el colec­cio­nis­ta valen­ciano, que nos lle­van a otros tiem­pos en los que se esta­ban cons­tru­yen­do los cimien­tos de la moder­ni­dad, y que nos demues­tran cómo en Valen­cia se abor­da­ron los nue­vos esti­los artís­ti­cos.
    Las pla­yas y sus gen­tes, la moda de baño, nue­vos espa­cios de ocio, la ópe­ra, las ferias, el pai­sa­je, los nue­vos medios de trans­por­te que inva­dían las ciu­da­des, los cafés,…son el moti­vo ins­pi­ra­dor de Ceci­lio Pla, Soro­lla, Pina­zo, Emi­lio Sala, Fillol, Mon­grell… y muchos otros, que duran­te estos años vivie­ron las inno­va­cio­nes y las con­vir­tie­ron con sus pin­ce­les en inmor­ta­les, de modo libre, ins­tan­tá­neo, vital, lumí­ni­co, detallista…Reflejan en sus com­po­si­cio­nes la inten­si­dad de una épo­ca.

  • El mes que deja­mos atrás es simi­lar al pre­sen­te en su deno­mi­na­ción y en su cli­ma­to­lo­gía, junio nos tra­jo ofi­cial­men­te el verano y como toca poner­se en for­ma y cui­dar nues­tra for­ma (el fon­do siem­pre hay que cui­dar­lo) los ami­gos de Caro­li Health Club nos ofre­cie­ron un Sum­mer Beauty & Fashion Day con un estu­pen­do show­room, don­de los asis­ten­tes que fue­ron pasan­do por sus ins­ta­la­cio­nes en el ele­gan­te Hotel Wes­tin pudie­ron lle­var­se las pul­se­ras de moda Cayo­ma­la­yo, que triun­fan en el pano­ra­ma nacio­nal de la mano de Iván Mar­­tí­­nez-Colo­­mer; las muje­res pudie­ron dis­fru­tar de las crea­cio­nes
    de la colec­ción ‘Peo­nia’ de la joven dise­ña­do­ra valen­cia­na Anna Vicent que está demos­tran­do que el tra­ba­jo bien hecho tie­ne recom­pen­sa; miti­ga­mos el calor exte­rior con el mejor zumo de Espa­ña, natu­ral­men­te de naran­jas valen­cia­nas en el Zum­mo Health Bar que “abrió” una mini sucur­sal de su tien­da en la calle de la Paz gra­cias a la ama­bi­li­dad de Rafa Olmos y Pepa Nava­rre­te; para ani­mar el espí­ri­tu los mejo­res vinos de la mano de Dico­val, sin Javier Mone­de­ro los even­tos en Valen­cia no serian lo mis­mo.
    Un autén­ti­co fenó­meno mediá­ti­co, un perio­dis­ta de raza con­si­de­ra­do el más influ­yen­te en el pano­ra­ma nacio­nal con­si­guió man­te­ner embe­le­sa­do a un gran públi­co que aba­rro­tó los salo­nes del SH Valen­cia Pala­ce con­vo­ca­dos por el Club de Encuen­tro Manuel Bro­se­ta.
    Pedro J. Ramí­rez pre­sen­tó en Valen­cia su últi­mo libro ‘La des­ven­tu­ra de la liber­tad’ y cau­ti­vó a todos con su domi­nio de la ora­to­ria y la pues­ta en esce­na para expli­car­nos los con­vul­sos tiem­pos del Trie­nio Libe­ral a ini­cios de los años 20 del siglo XIX. No se per­die­ron la cita el pre­si­den­te del Club de Encuen­tro Paco Puchol-Qui­­xal y varios de sus miem­bros como Andrés Goer­lich, Alfon­so Pas­cual, Julia Pérez Bro­se­ta y ami­gos como Juan Vale­ro de Pal­ma, Luis Lluch o Pilar Llu­quet.
    El even­to del mes en el ámbi­to de la moda fue la Shop­ping Night, en el ecua­dor del mes las calles de las zonas más cén­tri­cas de la ciu­dad se lle­na­ron de gen­te, even­tos, acti­vi­da­des y espec­tácu­los que pre­ten­dían acer­car los comer­cios a la ciu­da­da­nía, tal y como expli­ca Isa­bel Cos­me, pre­si­den­ta de CECOVAL.
    Uno de los epi­cen­tros fue VM The Shop, José Luis Vila­no­va y Veró­ni­ca Mon­ti­jano fue­ron unos anfi­trio­nes de lujo con invi­ta­dos como Gabriel Seguí; Lucas Zara­go­sí o Ramón Este­ve. No pue­do olvi­dar­me de una cita, ya clá­si­ca por estas fechas, la cena de verano de los Ami­gos del San Pío V y a la que asis­tió el Pre­si­den­te de la Gene­ra­li­tat, Alber­to Fabra y la Con­se­lle­ra de Edu­ca­ción, M. José Cata­lá y que se cele­bró en la mara­vi­llo­sa cúpu­la del Museo de Bellas Artes el mis­mo día en que Feli­pe VI fue pro­cla­ma­do Rey de Espa­ña, y siguien­do con el guión Real, dis­fru­té de la mag­ní­fi­ca ópe­ra ‘La for­za del des­tino’ en el Palau de les Arts con la pre­sen­cia de S.M. Doña Sofía y con un audi­to­rio entre­ga­do al direc­tor Zubin Meh­ta que aban­do­na el coli­seo valen­ciano.
    Junio sin duda fue un mes inten­so y cul­mi­nó con la pro­ce­sión del Cor­pus Chris­ti reco­rrien­do la ‘Ciu­tat Vella’ y que pude con­tem­plar jun­to a mi bue­na ami­ga Tere­sa Arnau, Con­de­sa Vda. Daya Nue­va que ama­ble­men­te abrió su casa a un diver­ti­do gru­po de ami­gos. Julio nos trae en otros ali­cien­tes el mejor Jazz en el Palau de la Músi­ca y noches medi­te­rrá­neas en la terra­za Umbra­cle.

  • En unos días dare­mos la bien­ve­ni­da al verano de mane­ra ofi­cial aun­que, des­de el pasa­do mes de mayo, las terra­zas son las pro­ta­go­nis­tas de la ciu­dad. El fin de sema­na en el que Valen­cia fes­te­jó a su Patro­na, la Gepe­re­du­ta, cul­mi­nó con la tra­di­cio­nal ‘Ron­da a la Ver­ge’ que con acier­to patro­ci­na la Fun­da­ció Ban­ca­ja, en esta nue­va eta­pa y pre­si­di­da por Rafael Alcón, siguen preo­cu­pán­do­se por nues­tra cul­tu­ra y tra­di­cio­nes. Ade­más del gru­po de dan­sa y la Esco­la­nía, la Ban­da Muni­ci­pal de Valen­cia inter­pre­tó el Himno de la Coro­na­ción y el Himno Regio­nal, emo­ti­vo acto pre­si­di­do por nues­tro Arzo­bis­po, don Car­los Oso­ro y la Con­ce­jal de Cul­tu­ra y Pre­si­den­ta del Palau de la Músi­ca, May­rén Beney­to, jun­to a otras auto­ri­da­des loca­les. Duran­te el pasa­do mes, el éxi­to del vode­vil Cam­pa­na­das de boda en el Tea­tro Olym­pia ha sido abso­lu­to. Cien­tos de valen­cia­nos hemos dis­fru­ta­do de más de dos horas de un espec­tácu­lo des­ter­ni­llan­te y diver­ti­do con una gran inter­ac­tua­ción con el públi­co. Y en la línea de rei­vin­di­car nues­tras tra­di­cio­nes más sin­gu­la­res, quie­ro apro­ve­char esta cró­ni­ca para reco­men­dar que os acer­quéis al mun­do de la Vela Lati­na radi­ca­da en nues­tra cer­ca­na, y a veces des­co­no­ci­da, Albu­fe­ra; el cono­ci­mien­to y fomen­to de esta moda­li­dad tra­di­cio­nal de vela es res­pon­sa­bi­li­dad de todos, empe­zan­do por los pode­res públi­cos.
    Unir algo tan bello como el tea­tro y tan loa­ble como la paz es lo que hicie­ron des­de Fun­da­ción Sha­kes­pea­re, con Manuel Ángel Cone­je­ro a la cabe­za del pro­yec­to y en cola­bo­ra­ción con el Depar­ta­men­to de Cul­tu­ra UNESCO y la Aso­cia­ción de Ami­gos de la Fun­da­ción Bro­se­ta, con Pablo Bro­se­ta y Julia Pérez Bro­se­ta, “Tea­tros por la Paz” reu­nió en el Rial­to a repre­sen­tan­tes de la socie­dad civil en torno a Ham­let, leyen­do frag­men­tos de la obra, y ade­más hubo una repre­sen­ta­ción.
    Sin duda, y ya hay infor­ma­ción sobre ello, el even­to del mes y del año fue la V Gala Ten­den­cias en el IVAM, que reu­nió a lo mejor de la moda y el dise­ño a nivel nacio­nal. Bri­lla­ron con luz pro­pia Naty Abas­cal, Ágatha Ruiz de la Pra­da, Boris Iza­gui­rre o Car­la Royo-Villa­­no­­va. Ésta últi­ma visi­tó nues­tra ciu­dad como musa de la colec­ción de pri­ma­ve­ra de Ala­lá Crea­ti­ve Design, Alex Reguei­ro y Alfre­do Igle­sias, una pare­ja de dise­ña­do­res galle­gos que han con­quis­ta­do Valen­cia con la ele­gan­cia de sus dise­ños y su sim­pa­tía.

  • Mayo nos rega­la un cie­lo azul y lumi­no­so, un cli­ma prác­ti­ca­men­te per­fec­to y unos días que pare­cen no tener fin. Real­men­te es en esta épo­ca cuan­do más feli­ces somos y más pri­vi­le­gia­dos nos sen­ti­mos de vivir en una ciu­dad como Valen­cia.

    Goza­mos ‘A cie­lo abier­to’de luga­res, pai­sa­jes y todo tipo de acti­vi­da­des y con ese títu­lo que he entre­co­mi­lla­do, nos tra­jo el gran actor José María Pou una mag­ní­fi­ca adap­ta­ción de la ori­gi­nal obra ‘Sky­light’del dra­ma­tur­go David Hare. Como siem­pre, la fami­lia Fayos hace del Tea­tro Olym­pia uno de los refe­ren­tes de la esce­na tea­tral en Espa­ña; por cier­to, no se pier­dan ‘Cam­pa­na­das de boda’ de La Cuba­na, que esta­rán has­ta el mes de junio.

    La pri­ma­ve­ra comien­za tras la apo­teo­sis falle­ra con el reco­gi­mien­to de la Sema­na San­ta, des­de hace muchos años la vivo inten­sa­men­te en una ciu­dad por la que sien­to un gran cari­ño, Sevi­lla. Allí con la fami­lia Oses Gimé­nez de Ara­góny bue­nos ami­gos como Luis Sán­chez de Ibar­güen, José Lozano, Rosa Peche o el gran César Cada­val y su encan­ta­do­ra fami­lia pasa­mos unos días mag­ní­fi­cos.

    Y qué mejor for­ma de vol­ver a Valen­cia que con el con­cier­to que ofre­cie­ron los sevi­lla­nos Siem­pre Así en el Palau de la Músi­ca y que fue real­men­te espe­cial, agra­dez­co mucho el deta­lle que tuvo Rafa Almar­cha dedi­cán­do­me la can­ción ‘Llue­ve en Sevi­lla’; no se per­die­ron este con­cier­to Sele Villa­nue­va; Eduar­do Balles­ter; el odon­tó­lo­go Julio Simón; el abo­ga­do Mar­ce­lino Ala­mar y por supues­to la anfi­trio­na May­rén Beney­to.

    Otro de los even­tos des­ta­ca­dos fue la feria náu­ti­ca VLC Boat Show que se reali­zó en la Mari­na Real Juan Car­los I y tuvo como epi­cen­tro el edi­fi­cio Veles e Vents y ‘W.Naútica Food & Music’ expe­rien­cia gas­tro­nó­mi­ca crea­da por el Gru­po La Sucur­sal que lide­ra Javier de Andrés y El Cor­te Inglés y el espa­cio gour­met; fue un éxi­to abso­lu­to, todos coin­ci­di­mos en que ese edi­fi­cio debe ser uno de los refe­ren­tes gas­tro­nó­mi­cos y socia­les de la ciu­dad. Allí estu­vo cenan­do el últi­mo vier­nes de abril el Pre­si­den­te de la Gene­ra­li­tat, Alber­to Fabra con los con­se­llers Máxi­mo Buch y Manuel Llom­bart. Mayo nos enca­mi­na al verano y la mejor mane­ra de dis­fru­tar­lo es salien­do y com­par­tien­do momen­tos en espa­cios sin­gu­la­res como la terra­za de L’Umbracle, un delei­te para los sen­ti­dos; un año más, su direc­tor Car­los Jaén y todo el Gru­po Sala­man­dra son el refe­ren­te abso­lu­to de la noche valen­cia­na.

  • Pen­sio­na­dos en Roma y París, beca­dos, estu­dian­tes de la Real Aca­de­mia de San Car­los de Valen­cia, son los artis­tas que for­man par­te de las colec­cio­nes del Patri­mo­nio Artís­ti­co de la Dipu­tación de Valen­cia. Ellos han hecho la His­to­ria del Arte valen­ciano, y han dado nom­bre al lla­ma­do Siglo de Oro tan estu­dia­do y admi­ra­do, así como han obte­ni­do mul­ti­tud de galar­do­nes y reco­no­ci­mien­tos. A tra­vés de diver­sos nom­bres se pue­de seguir la evo­lu­ción de los esti­los, gus­tos y téc­ni­cas del arte des­de el siglo XIX a la actua­li­dad.

    Nos encon­tra­mos ante una oca­sión úni­ca, que no pue­do dejar de reco­men­dar, hoy tene­mos la opor­tu­ni­dad de cono­cer las colec­cio­nes pic­tó­ri­cas que habi­tual­men­te están cerra­das en des­pa­chos y edi­fi­cios ofi­cia­les, más de dos­cien­tos años de his­to­ria. Un paseo que nos per­mi­ti­rá  reco­no­cer la his­to­ria del arte de varios lus­tros de mane­ra sose­ga­da y com­ple­ta.

    Pasa­ros por el Muvim; allí pin­tu­ras de his­to­ria, éstas de gran for­ma­to, tan pre­cia­das en los años del XIX­nos hablan de tiem­pos pasa­dos, retra­tos que ponen cara a per­so­na­jes, y el cos­tum­bris­mo, que tan­ta glo­ria dará al arte de los valen­cia­nos, des­cri­be las tra­di­cio­nes y gus­tos. Los pai­sa­jes se abren a nues­tros ojos y darán paso a la abs­trac­ción van­guar­dis­ta, la cual refle­ja la capa­ci­dad inno­va­do­ra y evo­lu­ti­va de los valen­cia­nos.

    Del pre­cio­sis­mo cui­da­do de Domin­go Mar­qués, pasa­re­mos a la luz inten­sa de Soro­lla, la poten­te línea de Pina­zo… anda­re­mos entre las dunas y flo­res empas­ta­das de Lozano, por los cam­pos de Pedro Cáma­ra, el pop crí­ti­co del equi­po Cró­ni­ca nos hará son­reír al entrar en un mun­do de ico­nos, Sem­pe­re… y Car­men Cal­vo entre muchos muchos otros refle­jan el arte de dos siglos.

  • Fotos: Azaha­ra Rubio

    Más que un show­coo­king pare­cía un espec­tácu­lo de hip­no­sis. Todos los que se acer­ca­ron al stand que pre­pa­ró la mar­ca Oshis en el Mer­ca­do de Ruza­fa con­tem­pla­ban con apli­ca­ción como Die­go Laso, chef que regen­ta el res­tau­ran­te Momi­ji en el Mer­ca­do de Colón, se mane­ja­ba entre cuchi­llos enfun­da­dos en made­ra, her­mo­sas pie­zas de caba­lla y angui­las con sal­sa kaba­ya­ki tos­ta­das a la lla­ma. Una bue­na sesión didác­ti­ca para quie­nes salie­ron al mer­ca­do duran­te una solea­da maña­na de sába­do.

    Laso, que ha vivi­do y tra­ba­ja­do en Japón, es de los pocos coci­ne­ros en nues­tra ciu­dad que ade­más de entre­gar­se a la culi­na­ria nipo­na, es capaz de trans­mi­tir como esta se entre­la­za estre­cha­men­te con todos los aspec­tos de la cul­tu­ra y la vida coti­dia­na de los japo­ne­ses. Este coci­ne­ro cono­ce los nom­bres, los movi­mien­tos y las posi­cio­nes con las que mane­jar cada ele­men­to que inter­vie­ne en la rece­ta. Ver­le coci­nar es como asis­tir a una sin­fo­nía com­ple­ja, don­de cada ges­to está coor­di­na­do y lleno de tras­cen­den­cia.

    En el Mer­ca­do de Ruza­fa supi­mos que el atún, antes de con­su­mir­se, debe dejar­se madu­rar para que desan­gre, como las bue­nas car­nes añe­jas. Que a la caba­lla hay que librar­la de un duro pelle­jo trans­lu­ci­do con sumo cui­da­do, sin lle­var­nos su carac­te­rís­ti­ca piel colo­rea­da. Enten­di­mos que el pes­ca­do, si es fres­co, no debe oler en nin­gún momen­to y por eso el rece­ta­rio nipón resul­ta tan vis­to­so: sin olfa­to, con­ta­mos con un sen­ti­do menos para esti­mu­lar el ejer­ci­cio que va del pla­to a la boca. Pero sobre todo vimos como Laso se enfun­dó el tra­je de maes­tro para ense­ñar­nos que aquí, en occi­den­te, toda­vía nos que­dan muchos ingre­dien­tes, uten­si­lios y rece­tas japo­ne­sas por des­cu­brir.

    La visi­ta al mer­ca­do sir­vió, como míni­mo, para que muchos cono­cié­ra­mos una nue­va varian­te —y las que nos que­dan— del sushi: el oshi­sushi o sushi pren­sa­do. Lo más lla­ma­ti­vo del asun­to, que a pri­me­ra vis­ta pare­cía sen­ci­llo. Para el pren­sa­do del sushi Die­go se sir­vió del oshi­ba­co, un ins­tru­men­to que como con­tó, for­ma par­te de la más arrai­ga­da tra­di­ción gas­tro­nó­mi­ca de Japón.

    Duran­te unos 45 minu­tos Die­go pre­pa­ró dos pla­tos con el oshi­ba­co: un oshi­sushi de caba­lla que deco­ró con alga kom­bu —no sólo por la rique­za visual, tam­bién, como expli­có Die­go, por­que el alga poten­cia ese noví­si­mo y pla­cen­te­ro quin­to sabor, el uma­mi— y una angui­la que enri­que­ció con el color de la hoja shi­so, una espe­cie de cilan­tro de orien­te y que aquí, prác­ti­ca­men­te en desuso, lla­ma­mos hoja de peri­lla. El pro­ce­so era siem­pre el mis­mo: pren­sar el arroz des­pués de hume­de­cer el oshi­ba­co, incor­po­rar el res­to de ingre­dien­tes con sumo cui­da­do y con­ve­nien­te­men­te cor­ta­dos, vol­ver a pren­sar y, gra­cias a las guías que incor­po­ra­ba el oshi­ba­co de Oshis, divi­dir en jugo­sas por­cio­nes la pre­pa­ra­ción. Lo demás, todo eran pre­gun­tas: “¿cómo haces esto?”, “¿dón­de com­prar esto otro?”. Todo sobre el púl­pi­to del Mer­ca­do de Ruza­fa sin que nadie apar­ta­ra la vis­ta mien­tras Die­go se expli­ca­ba, nadie per­dió su turno por hacer tiem­po com­pran­do en la fru­te­ría.

    A lo lar­go de toda la maña­na Die­go hizo mucho hin­ca­pié en la con­ve­nien­cia de cada par­te del ins­tru­men­tal que tra­jo al mer­ca­do, pero sobre todo alre­de­dor del oshi­ba­co de la mar­ca Oshis. Esta joven empre­sa valen­cia­na, que pro­mo­vió el even­to en el Mer­ca­do de Ruza­fa, se dedi­ca a inves­ti­gar en mate­ria­les y dise­ño de pro­duc­to para imple­men­tar­los a herra­mien­tas de coci­na como el oshi­ba­co. Este, como bien dijo Die­go, ha evo­lu­cio­na­do muy poco den­tro de la culi­na­ria mile­na­ria del archi­pié­la­go japo­nés, y es un ins­tru­men­to que no se cono­ce en occi­den­te. Bajo la fac­tu­ra de Oshis, que ela­bo­ra todos sus pro­duc­tos de for­ma arte­sa­nal, el oshi­ba­co no sólo se comer­cia­li­za ya en Espa­ña y Euro­pa, sino que ha imple­men­ta­do mejo­ras en la cali­dad de la made­ra y, sobre todo, en las guías de cor­te que incor­po­ra. Die­go, que según nos hizo saber, bebe de la fuen­te más tra­di­cio­nal de la coci­na nipo­na, es ya un habi­tual de este oshi­ba­co, pero, tam­bién, y como qui­so resal­tar el coci­ne­ro, el oshi­ba­co de Oshis, debi­do a su dise­ño, per­mi­te tam­bién múl­ti­ples usos e incur­sio­nes en la coci­na más con­tem­po­rá­nea e ima­gi­na­ti­va.

    Al final, otro día más en el que el Mer­ca­do pres­tó sus ins­ta­la­cio­nes para un aula de coci­na en vivo, una maña­na para tocar, comer y apren­der; para rei­vin­di­car a los coci­ne­ros de nues­tra ciu­dad, a las jóve­nes empre­sas valen­cia­nas y recon­ver­tir los espa­cios ali­men­ti­cios muni­ci­pa­les en un ágo­ra para la inter­ac­ción gas­tro­nó­mi­ca. Un aplau­so por la coci­na que baja a la trin­che­ra, a seguir así.

  • Ja estem en Falles! Arri­ba la nos­tra inelu­di­ble cita lúdi­co­fes­ti­va per excel·lència, per al bon delei­te de l’ànima i del cos. Les falles són una explo­sió de goig, tre­ball, orgull i fes­ta. Un terra­trè­mol pels cinc sen­tits i les mil i una nits. Com tot el que fem els valen­cians… barroc, mal­gas­ta­dor, des­bor­dant, efí­mer, gran­di­lo­qüent… inigua­la­ble.

    Alcem el leit­mo­tiv d’ostentar el títol de la més ale­gre i boja city on les hi haja, arri­bant al sum­mun si ens enro­lem en el seu fes­ta gran, en la sema­na falle­ra. I si altres vega­des hem optat per reco­ma­nar trans­gres­sió aca­dè­mi­ca o fol­klo­ris­me patri –les dos opcions ben pare­gu­des i con­si­de­ra­des–, esta vol­ta optem per pla­n­­te­­jar-los l’autèntica quin­ta essèn­cia de la fes­ta: apunte’s a la falla del seu barri i atrevixca’s a dis­fru­tar… El cap de set­ma­na pre­vi té una cita en la que s’ha con­ver­tit en l’Entrada Mora més gran de la capi, la que orga­nitza la Falla Jacin­to Bena­ven­te– Rei­na Na Ger­ma­na, ben enfor­ti­da per les com­par­ses pro­vi­nents de la Falla Piza­rro i la Falla Sala­man­ca. I amb com­po­nents de tota l’Agrupació Gran Via. La gran Entra­da Mora de les Falles del cen­tre de Valèn­cia, vos espe­ra el dis­sab­te 8 de març a les 19h al carrer Sala­man­ca. Sem­pre espec­ta­cu­lar, aus­pi­cia­da per la Com­par­sa Hura­cains de Beni­gà­nim, els millors del món fes­ter moruno.

    I ja inmer­sos en la sema­na gran, doc­tors té el turis­me capi­ta­lí per a indi­­car-los on prendre’s eixos bun­yols decara­bas­sa d’impressió, que xoco­la­te­ria és la més apta per a repar­tir patents de cors de valen­cia­ni­tat, o que gari­tosnoc­tàm­buls i sen­se llei són els més actius a cer­tes hores ja matu­ti­nes… Com tam­bé n’hi ha prou falle­­ri­s­­mo-mayoren els nos­tres carrers on els reco­ma­na­ran quin és el millor punt per a vore l’Ofrenade Flors a la Mare de Deu, on prendre’s l’aperitiu més cooldes­prés d’una bona mas­cle­tàben rega­da de pols i pól­vo­ra, o quin Casal han de fre­qüen­tar per a vore i dei­­xar-se vore, ben vist…

    Els valen­cians som un poble gran –enca­ra que a vol­tes se nos obli­de–, per la nos­tra idio­sin­crà­sia com­ple­xa, per la nos­tra con­flic­ti­va per­so­na­li­tat, per la nos­tra iden­ti­tat dis­cu­ti­da, pel nos­tre exa­cer­bent indi­vi­dua­lis­me, per la nos­tra para­noia vital… I per això tenim unes fes­tes des­bor­dants… en diners gas­tats, en cele­bra­cions realitza­des, en honors reli­gio­sos, en orgies paga­nes, en art al carrer, en indu­men­tà­ria excel­sa, en ban­quets comu­ni­ta­ris, en estre­pi­to­sa pól­vo­ra, en foc puri­fi­ca­dor, en músi­ca irre­sis­ti­ble… Una fes­ta feta per valents i per a valents!


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  • Sólo 28 días pero qué inten­sos, sin duda este año el her­mano peque­ño del calen­da­rio, febre­ro, ha sido el mes del arte en toda su expre­sión.

    Por­que arte son las Fallas, una pecu­liar y mara­vi­llo­sa expre­sión artís­ti­ca de los valen­cia­nos; asis­tí con emo­ción a la pre­sen­ta­ción de las Falle­ras Mayo­res de Gra­ba­dor Este­ve, la niña Car­lo­ta Gar­cía Ver­dú y la seño­ri­ta Sofía Lluch Pon­ce, ambas tuvie­ron unos man­te­ne­do­res de excep­ción, Jesús de Obe­so y Cuchi­ta Lluch res­pec­ti­va­men­te y dis­fru­ta­ron de este emo­ti­vo acto en la tra­di­cio­nal Sala Canal de Pine­do.

    Por­que arte fue lo que se vio duran­te la Valen­cia Dis­seny Week, fue­ron días inten­sos don­de pudi­mos dis­fru­tar del tra­ba­jo de los mejo­res dise­ña­do­res de esta tie­rra, su crea­ti­vi­dad y ori­gi­na­li­dad como los dise­ños de, entre otros, Nacho Laver­nia en el MuVim en la expo­si­ción Yo lo com­pro; el Apar­ta­ment punt by Vicen­te Nava­rro y la expo­si­ción que más públi­co atra­jo fue la que se pre­sen­tó en Espai Ram­ble­ta, XL/xs. Dise­ña­do x arqui­tec­tos que tuvo como comi­sa­rio al arqui­tec­to y dise­ña­dor Ramón Este­ve, pusie­ron el color con sus cin­tas los chi­cos de Colec­ti­vo TAV, Ali­cia Cam­bra, José Miguel Piquer y Álva­ro Nava­rro y tuvo como bro­che final la fies­ta de la fir­ma Von­dom don­de entre el públi­co esta­ban la Con­ce­jal de Cul­tu­ra, May­rén Beney­to; el dise­ña­dor Ramón Ban­drés y su mujer Ele­na Melén­dez; tam­bién estu­vie­ron Nacho Gómez-Tré­­nor jun­to a Caro­li­na Gil o Alfon­so Man­glano y Eva Mar­ce­llán.

    Por­que arte se res­pi­ró en otro de los even­tos con más esti­lo de la VDW fue la pre­sen­ta­ción de las nue­va colec­ción Guests by Roli­to en Lla­dró que reu­nió a lo mejor de la socie­dad valen­cia­na y don­de dis­fru­ta­mos del exqui­si­to blue­gin con nitró­geno del cate­ring El Alto que con maes­tría diri­ge la Fami­lia Ali­ño.

    Por­que arte del más alto nivel es lo que sigue ofre­cien­do la Fun­da­ción Ban­ca­ja, en su nue­va eta­pa con su pre­si­den­te Rafael Alcón al fren­te, por ello les invi­to a que dis­fru­ten de la expo­si­ción Al Agua, un espec­ta­cu­lar repa­so a la pla­ya en la pin­tu­ra valen­cia­na de 1900 con obras de Soro­lla, Pina­zo, Ceci­lio Pla, Mar­tí­nez Cubells y otros artis­tas de pres­ti­gio. No se per­die­ron la inau­gu­ra­ción la bella Espe­ran­za Vila o el Secre­ta­rio Auto­nó­mi­co de Cul­tu­ra, Rafael Ripoll.

     Y arte por supues­to es lo que nos ofre­ce el Tea­tro Olym­pia, dis­fru­té con la ver­sión espa­ño­la de ‘La cena de los idio­tas’ con Jose­ma Yus­te, Feli­su­co y David Fer­nán­dez. Valen­cia en Mar­zo rezu­ma arte por todos los rin­co­nes de la ciu­dad: indu­men­ta­ria tra­di­cio­nal, gas­tro­no­mía local, flo­res a nues­tra Patro­na, ban­das de músi­ca y la pól­vo­ra que todo lo lle­na de soni­do y color. Sabo­réen­la que vale la pena.

  • Son muchas las adver­si­da­des, pero el equi­po que pone en pie cada seis meses una nue­va edi­ción de la Valen­cia Fashion Week no se arre­dra y pro­po­ne nue­vas ideas y esce­na­rios para reno­var de modo posi­bi­lis­ta la pasa­re­la valen­cia­na. La ciu­dad lo tie­ne cla­ro: quie­re moda, desea el esca­pa­ra­te de la moda, y sus dise­ña­do­res, a doce­nas, resur­gen sin cesar. Bien­ve­ni­da sea, pues, la nue­va Fashion Week, la deci­mo­sex­ta, reubi­ca­da a lo lar­go y ancho de nue­vos espa­cios, des­de el Museo de la Ciu­dad que May­rén Beney­to está lle­nan­do de acti­vi­dad tras lus­tros de pará­li­sis, al IVAM que recién aca­ba de cru­zar el rubi­cón de los 25 años des­de su fun­da­ción de la mano de Ciprià Cis­car.

    Nues­tra revis­ta se vuel­ca con la moda y con la Fashion Week por­que el esfuer­zo vale la pena, en bus­ca de con­so­li­dar Valen­cia como una pla­za que pro­mue­ve el talen­to joven, la emer­gen­cia de lo nue­vo y lo van­guar­dis­ta. No es mala apues­ta. Al otro lado de la balan­za, la tra­di­ción, la falle­ra, a la que, por el con­tra­rio, le sien­ta bien enrai­zar­se, encon­trar sus moti­vos más autén­ti­cos y popu­la­res. Más que reno­var­se, las Fallas nece­si­tan fun­da­men­tos del pasa­do, reen­con­trar­se con sus orí­ge­nes, con el espí­ri­tu valen­ciano inve­te­ra­do. Por­que para los valen­cia­nos, los ances­tra­les y los recién lle­ga­dos pero que se sien­ten así de cora­zón, no hay nada más gran­de que las Fallas, su explo­sión de color y alga­ra­bía, sus mara­vi­llo­sos mitos en torno a la con­di­ción feme­ni­na de nues­tra alma medi­te­rrá­nea… el tér­mino de la esta­ción fría y nues­tro eterno rena­cer pri­ma­ve­ral. Vix­quen les Falles! Vix­ca Valèn­cia!

  • Las pie­dras de la mura­lla que pro­te­gían nues­tra ciu­dad dan nom­bre a la sala. Aquí jun­to a ellas, es el lugar de la expo­si­ción en el Ilus­tre Cole­gio de Abo­ga­dos de Valen­cia.

    Dos artis­tas, dos téc­ni­cas y dos visio­nes de la reali­dad que nos rodea. Vio­le­ta Espar­za, la ve y la trans­mi­te cui­da­da y deta­llis­ta. Sus imá­ge­nes pic­tó­ri­cas res­pi­ran ver­dad y crí­ti­ca; nos enfren­ta a obje­tos coti­dia­nos ensal­za­dos por el cam­po artís­ti­co a una nue­va reali­dad. Enmas­ca­ra­dos en metá­fo­ras jui­cio­sas a la socie­dad de con­su­mo que vivi­mos. A la men­te nos vie­ne de inme­dia­to la pin­tu­ra ame­ri­ca­na de los años cin­cuen­ta, en ella encon­tra­mos un aire a lo Hop­per a lo Nor­man Roc­kell o los hiper­rea­lis­tas del XX, hacién­do­nos sen­tir cómo­dos ante su len­gua­je pic­tó­ri­co, ante su argu­men­to.

    Jun­to a ella la mira­da foto­grá­fi­ca de Vicen­te Pla, fugaz, diná­mi­ca, moder­na. Cap­ta y refle­ja ciu­da­des del mun­do, ins­tan­tes urba­nos que todos hemos vis­to y vivi­do, y que nos hacen sen­tir por ello par­tí­ci­pes de lo des­cri­to.

    Su ojo obser­va y refle­ja ese deta­lle sutil, que al nues­tro se le esca­pa; mira con los ojos de un caza­dor: el movi­mien­to de la calle, un car­tel, el res­pi­rar y el tic tac de cada día. De un lugar cual­quie­ra, con gen­tes anó­ni­mas que pode­mos ser cual­quie­ra de noso­tros. Vicen­te Pla con­ge­la en un clic un ins­tan­te para con­ver­tir­lo en eterno, refle­ja para siem­pre la visión espe­cial del vivir.

    Jun­tos nos lle­van a una mues­tra en el que sen­tir de la vida se res­pi­ra y los ins­tan­tes son pro­ta­go­nis­tas.

  • Entre la cues­ta de Enero, la cri­sis y el mal tiem­po deci­dí que Enero tenía que ser diver­ti­do y cul­tu­ral, así que empe­za­mos con ‘Agos­to’, la pelí­cu­la que pro­ta­go­ni­zan Meryl Streep y Julia Roberts, gra­cias a la ama­bi­li­dad de Alber­to Añón dis­fru­ta­mos de esta come­dia dra­má­ti­ca con bue­nos ami­gos como el arqui­tec­to Ramón Ban­drés y su mujer Ele­na Melén­dez, así como Alfon­so Man­glano y Eva Mar­ce­llán. Unos días más tar­de se pro­du­jo el even­to estre­lla de ini­cio de 2014, cómo no orga­ni­za­do por nues­tros “her­ma­nos” del Alma­na­que Gas­tro­nó­mi­co de la Comu­ni­dad Valen­cia­na, el libro más com­ple­to sobre la coci­na valen­cia­na. La cali­dad de la obra hizo que en su pre­sen­ta­ción estu­vie­ran ade­más de sus auto­res entre los que des­ta­co a San­tos Ruíz y Gui­ller­mo Lagar­de­ra jun­to a otros crí­ti­cos gas­tro­nó­mi­cos, el Pre­si­den­te de la Gene­ra­li­tat, Alber­to Fabra; el Con­se­ller de Sani­dad, Manuel Llom­bart; la Con­se­lle­ra de Cul­tu­ra, Mª José Cata­lá y muchos ros­tros cono­ci­dos de la socie­dad valen­cia­na como el arqui­tec­to Ramón Este­ve; o el empre­sa­rio José Luis Vila­no­va jun­to a su bella mujer Veró­ni­ca Mon­ti­jano. El lugar ele­gi­do fue El Mira­dor de Come­dias, mag­ní­fi­co lugar que cuen­ta con una anfi­trio­na de lujo,Car­men Nogue­ra y su Cate­ring Cin­co, no se lo pier­dan. Tam­bién estu­vie­ron allí la Con­ce­jal de Cul­tu­ra y Pre­si­den­ta del Palau de la Músi­ca, la siem­pre ele­gan­te May­rén Beney­to, a quien vemos en la ima­gen jun­to a Cris­ti­na Macías y Juan Vale­ro de Pal­ma, abo­ga­do y Secre­ta­rio Gene­ral de la Ace­quia Real del Júcar. Con una bue­na pelí­cu­la y la mejor gas­tro­no­mía del mun­do, la nues­tra, no qui­se per­der­me la mejor opción para dis­fru­tar de las reba­jas, la nue­va edi­ción del Cool Mar­ket con las acti­vas María Nogue­ra y Pau­la Alcón y don­de pasé un rato más que diver­ti­do con Fer­nan­do Ali­ño del Gru­po el Alto, otro de los emble­mas de la gas­tro­no­mía de nues­tra ciu­dad. Asis­tí a una intere­san­te y curio­sa con­fe­ren­cia don­de Ale­jan­dro Font de Mora, pre­si­den­te de la Aso­cia­ción de Ami­gos del Museo de Bellas Artes, diser­tó sobre ‘La enfer­me­dad en la pin­tu­ra’, las obras de arte que tie­nen en sus pro­ta­go­nis­tas pato­lo­gías huma­nas; entre el nume­ro­so públi­co que lle­nó el Salón de Actos del Museo esta­ban Viru­ca de la Fuen­te, Gaby Fer­nán­dez de Cór­do­va o Cris­ti­na Gon­zá­lez.  Y como creo que el humor es fun­da­men­tal en la vida, máxi­me en estos tiem­pos, el humor surrea­lis­ta e inte­li­gen­te del dúo ‘Fae­mino y Can­sa­do’ en el Tea­tro Olym­pia me hizo pasar una gran vela­da jun­to a Jaco­bo Ríos-Capa­­pé y su espo­sa Ele­na.

  • Hubo un tiem­po en que las ferias comer­cia­les, las lla­ma­das ferias de mues­tras, lo fue­ron todo. Cuan­do sur­gie­ron, a caba­llo de los siglos XIX y XX, como un for­ma­to más ase­qui­ble que el de las Expo­si­cio­nes Uni­ver­sa­les, las ferias resul­ta­ron impor­tan­tí­si­mas para el desa­rro­llo comer­cial. A fina­les de los años 50 y duran­te los 60 del pasa­do siglo, reco­bra­ron su deci­si­vo papel, has­ta el pun­to que las gran­des ciu­da­des euro­peas se dis­tin­guían por poseer una feria de mues­tras como míni­mo. Valen­cia, apos­tó por ese mode­lo y duran­te años se amol­dó al tirón de sus sec­to­res indus­tria­les –jugue­te, mue­ble, cerá­mi­ca, tex­til…– para dina­mi­zar su ofer­ta ferial y, con ella, todos los sec­to­res dedi­ca­dos a la hos­pi­ta­li­dad que se pue­dem bene­fi­ciar de ello. Y así trans­cu­rrió, duran­te un tiem­po feliz, en el que hote­le­ros, res­tau­ra­do­res y has­ta empre­sas de aza­fa­tas y taxis­tas se bene­fi­cia­ban del carác­ter ferial de Valen­cia. Lue­go vino un pro­yec­to mas­to­dón­ti­co basa­do en el dicho­so cemen­to y aho­ra nos damos per­fec­ta cuen­ta que ese recin­to es exce­si­vo.

    Son varios los cer­tá­me­nes que han des­apa­re­ci­do estos últi­mos años, y algu­nos, como el caso de Fimi, se han vis­to obli­ga­dos a emi­grar. Aho­ra esta­mos en febre­ro, y una cons­te­la­ción de anti­guas ferias sin­gu­la­res se uni­fi­can para inten­tar gene­rar un cer­ta­men más atrac­ti­vo: Cevi­sa­ma se aso­cia a Made­ra­lia y a Hábi­tat –el anti­guo mue­ble que ya se rein­ven­tó– que vie­ne de la mano de Tex­tilho­gar y la ilu­mi­na­ción. Un con­glo­me­ra­do ante una opor­tu­ni­dad de reor­de­na­mien­to para sus ferias. La apues­ta es osa­da y espe­ra­mos su éxi­to, pero con inde­pen­den­cia de ello, bueno será refle­xio­nar en si el mode­lo ferial tie­ne ya sen­ti­do en ple­na era digi­tal. José Vicen­te Gon­zá­lez, el nue­vo res­pon­sa­ble de Feria Valen­cia tie­ne ante sí el reto.

  • Esta Valèn­cia nos­tra tan frí­vo­la, tan barro­ca, tan divi­na… ja està a punt de posar-se de llarg, amb els millors enga­la­nat­ges. Ja no que­da res per a la fes­ta gran, les comis­sions ja han posat la quin­ta i ara tot són pre­ses i actes, reunions i des­pe­ses… al cap i a la fi sig­ni­fi­ca un estí­mul eco­nò­mic prou impor­tant tant per a la nos­tra ciu­tat com pels sec­tors afec­tats, qua­si totes menu­des empre­ses dedi­ca­des a la dis­tri­bu­ció, als events, a l’hostelería, a les grà­fi­ques, etc.

    Tant les pro­cla­ma­cions de les Falle­res Majors com les pre­sen­ta­cions de les seus Corts d’Honor es suc­cei­xen per tot arreu, a més de les visi­tes als tallers del artis­tas fallers… on es come­nça a des­vetlar el tre­ball de tot l’any. Tota una expe­rien­cia per a dis­fru­tar!

    En tot cas, en febrer l’acte insig­ne és la Cri­da des de les Torres de Serrans. El darrer dis­sab­te del mes la Falle­ra Major de Valen­cià, enguany la Srta. Car­men San­cho de Rosa,farà l’anunci a tot el món que la fes­ta falle­ra ha arri­bat, con­vi­dant a tot el pla­ne­ta a que vin­ga a conéi­xer i par­ti­ci­par de la nos­tra set­ma­na gran­dís­si­ma. Rebrà de mans de l’alcaldessa la clau de la ciu­tat, sig­ni­fi­cant que a par­tir d’eixe moment el carrer és dels fallers, per a bé i per a mal… La ciu­tat a una és tota falle­ra fins el vint de març. Amén.

    I les comis­sions pode­ro­ses, a més de mon­tar la tra­di­ci­nal fes­ta i plan­tar el típic monu­ment, inten­ten inno­var o cri­dar l’atenció per a faci­li­tar que la gent les cone­ga i les visi­te. Gran eixem­ple d’això de nou és la Falla Mal­va­rro­sa, coman­da­da per José Can­de­la,la qual enguany ens acos­ta tot un sím­bol, el bou Ratón, cone­gu­dís­sim a la nom­bro­sa afi­ció boue­ra d’estes lati­tuds. Han acon­se­guit la per­fec­ta sim­bio­si entre les nos­tres dos grans fes­tes, les falles i els bous… Més kitsch impos­si­ble!


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  • Ja estem al 2014, ja hem super­at les fes­tes nada­len­ques i es tro­bem en ple­nes rebai­xes i tre­pant per la cos­te­ra de gener, engan­yant a la cri­si i espe­rant la sema­na gran falle­ra, ja a la vol­ta del can­to­net… I que millor per a esta sec­ció d’autoajuda falle­ra, amb bon con­di­ment de fri­vo­li­tat i algu­na cosa de des­ca­ro ‑que per això està dedi­ca­da al món faller- que des de les pri­me­ries de l’any nou i des de la guia líder del nos­tre cap icasal, fem una cri­da a l’optimisme als qua­tre vents… Estem al gener i clar està, pas­sat el Nadal ja que­den tres mesos per a Falles… Puix açò és lo que toca ara, per als no pre­vi­sors i els nou vin­guts a la fes­ta, estem minuts fora per acon­se­guir la nos­tra indu­men­tà­ria autòc­to­na i ade­qua­da, que en breu eixi­rà El Turis­ta Falle­ro al carrer i ens aga­fa­rà a mig ves­tir…

    Sem­pre esta­rem per l’academicisme correc­te al trat­ge tra­di­cio­nal de dona valen­cia­na i l’alegre indu­men­tà­ria supe­ra­do­ra de l’horripilant uni­for­me negre per a l’home. L’exquisita indu­men­tà­ria valen­cia­na del segle XVIII ja és una reali­tat total per a qua­si tots. Anys de rei­vin­di­ca­ció de la nos­tra rique­za cul­tu­ral han donat els seus fruits. Llar­ga vida a la recu­pe­ra­ció de les nos­tres tra­di­cions i apos­ta pel rigo­ris­me ideo­sin­crà­tic valen­cià… que sinó s’ho cre­guem nosal­tres matei­xos no va a vin­dre nin­gú a sal­­var-nos. I donem la cara, en tot i per a tot, en allò que pen­sem, en allò que defen­sem… que no pare­ga que estem muts, que no exis­tim, i molt menys el món fes­ter valen­cià, des de Vina­ròs a Orio­la! Molt orgà­nic m’ha que­dat el dis­curs, potser fins i tot un po idea­ri a l’ús… Puix bé, estos són