Por R.Ballester Añón
Fotografía cortesía de La Vanguardia.
José Francisco Yvars es crítico e historiador del arte. Ha sido profesor y director del IVAM. Ha publicado diversos libros sobre su especialidad. El volumen que comentamos es una recopilación de artículos publicados en La Vanguardia durante los años 2020–2022.
En el prólogo a esta recopilación, nos hace saber que sus artículos los suele dictar por telefono, y que son fieles al obstinado imperativo de Teresa de Jesús “que he convertido en consigna segura (…) en particular con los tiempos de crisis y ansiedad: ´hacer lo ordinario con ordinario cuidado´. Actitud que siempre es una garantia entre otras cosas para la cabal comprensión del arte de nuestro tiempo, huidizo y quebradizo”.
Se ocupa de artistas de muy diversas épocas: Canaletto, Cézanne, Piera della Francesca, Lucien Freud, David Hockney, Matisse, Ràfols Casamada…; y de escritores y críticos: Berenson, Canetti, Cocteau, Henry James, Thomas Mann, Panofsky…
A los textos de Yvars les caracteriza su intimidante erudición, la adjetivación deliciosa y frecuentes referencias autobiógraficas acerca de viajes, personajes egregios, objetos singulares…
En este último aspecto menudean observaciones de progenie stendhaliana: “me juré volver a Venecia, catálogo en mano y con mi viejo Baedeker de 1899, para hacer la ruta del pintor (Canaletto) sobre la laguna”
“descubro al azar entre las novedades del año, en las estanterias de una legendaria libreria parisina, cerca del Hotel Le Meurice, una cuidada selección de escritos sobre Cocteau”
A propósito de un encuentro casual con Lucien Freud: “he contado alguna vez que he vivido a espaldas del pintor en Kensington. Le veía pasear entre viejos amigos o en el Clark de High Street. Cuando cumplió ochenta años di con él en un cruce y lo abordé discretamente. Respuesta: ´Ya ve, por aquí soy aún el nieto del viejo Sigmund´. Dos titanes, me atrevi a susurrar, azorado”.
Acerca de la legendaria fotógrafa Lee Miller: “A Lee la vi una sola vez en la sala Gaspar ya entrada los setenta, escapando al bar Geroni ‑en Consell de Cent- a la primera ocasión, a la búsqueda de un martini con aceitunas”.
Yvars muestra una especial fascinación por la figura y la obra de Bernard Berenson al que cita y comenta con freuencia. Berenson fue creador de listas de artistas a conocer y recuperar considerados ahora como clásicos; su tarea fue llevada a cabo “en circunstancias ciertamente heroicas, cabalgando a lomos equinos y visitando a pie de obra iglesuelas, capillas, conventos…diseminados por una Italia rural”
Puede efectuar descripciones irónicas: “pergaminos espléndidos como el ocurrente martirio de un santo cociéndose en un caldero, en azules bravos, mientras un piadoso angelín vierte un jarro de agua sobre el gozoso testigo de la fe”; y algún retrato malévolo: “para Bernanos, Jean Cocteau fue un homosexual vergonzante; para Breton, un infame; para Picasso, un saltiembanqui divertido; para Genet, un pobre hombre. Que debilitaba la mitología griega con coreografias afectadas y superficiales”.
En la brillantez de los artículos de Yvars hay resonancias de la prosa de Josep Pla: “Y la pintura de Miró aporta un implícito repudio de las abstracciones, de la mentalidad de frigorífico, de las ambiciones mesopotámicas de los Estados”
En un excelente artículo dedicado a la figura de El Patriarca Juan de Ribera, nos hace saber que se adiestró en la lectura de las obras de Erasmo, la patrología sacra y las selectas ediciones incunables de la Biblia. Y mantuvo relación epistolar con Luis de Granada, Ignacio de Loyola, Francisco de Borja y Teresa de Jesús...quienes le desvelaron “la urdimbre doctrinal tridentina y la función moral de las imágenes”
Título: Una viaje aventurado. Notas de arte (2020–2022). 204 páginas.
Autor: J.F YVars
Editorial: Debolsillo
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