Que­ri­dos espa­ño­les:

Hoy el mun­do casi no guar­da pare­ci­do con el de hace unas sema­nas. La UE —y el pla­ne­ta ente­ro— está sumi­da en una pan­de­mia. Y Espa­ña se encuen­tra cier­ta­men­te en pri­me­ra línea de fue­go. Per­mí­tan­me pre­sen­tar mis más sin­ce­ras con­do­len­cias por la pér­di­da de tan­tas vidas. Me diri­jo a uste­des, y a las nume­ro­sas fami­lias que han per­di­do a sus seres que­ri­dos, con pro­fun­do res­pe­to. Como pre­si­den­te del Con­se­jo Euro­peo, ten­go el honor de repre­sen­tar a los 27 Esta­dos miem­bros. La resis­ten­cia y per­se­ve­ran­cia de la pobla­ción espa­ño­la han mere­ci­do el apre­cio y la con­si­de­ra­ción de toda la Unión.

Per­so­nal­men­te me due­le ver a Espa­ña, un país que admi­ro por muchas razo­nes, sufrien­do la terri­ble aco­me­ti­da de este virus impla­ca­ble. En la tele­vi­sión y en los perió­di­cos, las imá­ge­nes mues­tran a un pue­blo que afron­ta valien­te­men­te lo des­co­no­ci­do. Los médi­cos, los enfer­me­ros y el per­so­nal sani­ta­rio de Espa­ña nos están dan­do a todos una lec­ción de sacri­fi­cio, soli­da­ri­dad y gene­ro­si­dad. Los espa­ño­les están enfren­tán­do­se al con­fi­na­mien­to con crea­ti­vi­dad e inge­nio, según vemos en todos los medios socia­les.

Cuan­do hablo con mis ami­gos espa­ño­les, oigo his­to­rias de una nación que se sien­te orgu­llo­sa, de un pue­blo lleno de recur­sos, uni­do con pres­te­za. La acti­tud de los espa­ño­les duran­te esta cri­sis es para los demás un mode­lo de cómo man­te­ner alta la moral fren­te a la adver­si­dad. Esta es la Espa­ña que yo conoz­co: resi­lien­te, deter­mi­na­da y uni­da. Euro­pa está de su lado, se soli­da­ri­za ple­na­men­te con uste­des, y no esca­ti­ma­re­mos esfuer­zos para ayu­dar­les y ayu­dar a todos los paí­ses de la Unión Euro­pea.

Qui­sie­ra enco­miar la labor rea­li­za­da por el pre­si­den­te Pedro Sán­chez y el Gobierno para ges­tio­nar esta cri­sis sin paran­gón. Espa­ña ha actua­do con pron­ti­tud y for­ta­le­za, adop­tan­do medi­das pio­ne­ras para con­tra­rres­tar la pro­pa­ga­ción del virus. Son estos unos tiem­pos que no admi­ten com­pa­ra­ción y que ponen a prue­ba a nues­tros ciu­da­da­nos. La UE des­ple­ga­rá todas las armas de su arse­nal para pro­te­ger­los y pre­ser­var sus medios de vida.

En el fren­te eco­nó­mi­co, la UE está adop­tan­do todo un aba­ni­co de medi­das. El Ban­co Cen­tral Euro­peo aca­ba de des­blo­quear un paque­te de estí­mu­lo por valor de 750.000 millo­nes de euros. Hemos adop­ta­do una mayor fle­xi­bi­li­dad res­pec­to de las nor­mas sobre ayu­das esta­ta­les. La Ini­cia­ti­va de Inver­sión en Res­pues­ta al Coro­na­vi­rus reorien­ta­rá fon­dos don­de más se nece­si­ten, con obje­to de poten­ciar nues­tros sis­te­mas sani­ta­rios, defen­der a nues­tras peque­ñas y media­nas empre­sas y pro­te­ger a nues­tros tra­ba­ja­do­res más vul­ne­ra­bles.

Esta cri­sis sani­ta­ria mun­dial cam­bia a cada momen­to, y esto sig­ni­fi­ca que la UE ha de estar pre­pa­ra­da para actuar sin pre­vio avi­so. Eso es pre­ci­sa­men­te lo que esta­mos hacien­do. La UE está invir­tien­do para que nues­tros cien­tí­fi­cos e inves­ti­ga­do­res de cate­go­ría mun­dial desa­rro­llen una vacu­na y tra­ta­mien­tos. Tam­bién hemos crea­do un gru­po de exper­tos dedi­ca­do a pres­tar ase­so­ra­mien­to sobre la mejor mane­ra de luchar con­tra la pan­de­mia.

Pro­te­ger nues­tro mer­ca­do úni­co es otra for­ma de pro­te­ger a nues­tros ciu­da­da­nos, vivan don­de vivan, garan­ti­zan­do que sigan su cur­so los sumi­nis­tros médi­cos esen­cia­les. Esta­mos ante una emer­gen­cia sani­ta­ria mun­dial, pero tam­bién ante una cri­sis eco­nó­mi­ca y social que some­te a ten­sión el teji­do mis­mo de las socie­da­des. La soli­da­ri­dad euro­pea, uno de los pila­res de nues­tras socie­da­des, será nues­tro sopor­te duran­te estos tiem­pos difí­ci­les.

Qui­sie­ra hacer­les lle­gar a uste­des, espa­ño­les, un sen­ti­do men­sa­je: un men­sa­je de com­pa­sión, pero tam­bién de orgu­llo. Ante esta pan­de­mia han demos­tra­do su talen­to, su fe y su espí­ri­tu de coope­ra­ción. Esas cua­li­da­des son un ejem­plo para todos noso­tros.

Creo en Espa­ña y en su futu­ro pro­me­te­dor. Y creo en el futu­ro pro­me­te­dor de Euro­pa. Si nos man­te­ne­mos jun­tos y cui­da­mos unos de otros, todos sal­dre­mos de esta situa­ción aún más fuer­tes y más uni­dos que nun­ca.

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