Hace casi 35 años que Alejandro Sanz cantaba Viviendo deprisa a una generación que comenzaba a sufrir los estragos del mundo moderno. Todavía sin internet pero con nuevas y numerosas opciones de ocio en la reciente España democrática, el cantante andaluz ya vaticinaba males que serían posteriores.
Muchos de los nacidos durante aquella década están buscando la fórmula del frenado. O, al menos, de la ralentización. Algo que en el mundo de la cocina tampoco es sencillo, pero que juega con la ventaja de que el comensal se siente a una mesa dispuesto a dejar pasar el tiempo.
Lee el reportaje completo de David Blay en el Almanaque Gastronómico CV
Comparte esta publicación
Suscríbete a nuestro boletín
Recibe toda la actualidad en cultura y ocio, de la ciudad de Valencia