El arqui­tec­to valen­ciano uti­li­za­rá made­ra indus­tria­li­za­da  para su estruc­tu­ra y ten­drá gran­des terra­zas con árbo­les

Simu­la­ción del edi­fi­cio dise­ña­do por Vicen­te Gua­llart y Daniel Ibá­ñez.

El valen­ciano Vicen­te Gua­llart ha ini­cia­do la cons­truc­ción de un edi­fi­cio de  vivien­das socia­les pro­mo­vi­das por el Ayun­ta­mien­to de Bar­ce­lo­na en el dis­tri­to de San Mar­tí, que alber­ga­rá 40 vivien­das socia­les orga­ni­za­das en 8 plan­tas. El pro­yec­to es el resul­ta­do de un con­cur­so orga­ni­za­do con una inno­va­do­ras bases con el fin de pro­mo­ver los edi­fi­cios indus­tria­li­za­dos de bajas emi­sio­nes, don­de la baja eco­nó­mi­ca pun­tua­ba mucho menos que la reduc­ción de emi­sio­nes de CO2 o los pla­zos de cons­truc­ción.

El pro­yec­to está dise­ña­do por Urba­ni­tree, empre­sa fun­da­da por Vicen­te Gua­llart y Daniel Ibá­ñez (arqui­tec­to y doc­tor en dise­ño en Har­vard) y  cons­trui­do por la empre­sa Sori­gué. Esta­rá fina­li­za­do en un pla­zo de 13 meses y tie­ne un pre­su­pues­to 4. 994.260 euros. El inmue­ble segui­rá los prin­ci­pios del New Euro­pean Bauhaus.

El edi­fi­cio se está cons­tru­yen­do con estruc­tu­ra de muros y for­ja­dos de made­ra indus­tria­li­za­da deno­mi­na­da CLT (cross lami­na­ted tim­ber) que pro­du­ci­rá la empre­sa galle­ga Fin­sa, y que se con­si­de­ra que en vez de rea­li­zar emi­sio­nes de CO2 como el hor­mi­gón, tie­ne emi­sio­nes nega­ti­vas. El edi­fi­cio cuen­ta con amplias terra­zas de 1,8 metros que per­mi­te rea­li­zar vida domés­ti­ca al aire libre.

Asi­mis­mo el edi­fi­cio con­ta­rá con un inver­na­de­ro solar de ocho metros de altu­ra situa­do en su cubier­ta que per­mi­ti­rá pro­du­cir ver­du­ras en un ambien­te con­tro­la­do y que con­ta­rá con sis­te­mas de ilu­mi­na­ción LED que se ali­men­ta las pla­cas sola­res de su cubier­ta. Este inver­na­de­ro será ges­tio­na­do des­de un labo­ra­to­rio de fabri­ca­ción digi­tal públi­co lla­ma­do Ate­neo de Fabri­ca­ción que per­mi­ti­rá impri­mir con impre­so­ras 3D obje­tos para el uso coti­diano.

En la cubier­ta se empla­za­rán asi­mis­mo 24 árbo­les fru­ta­les para pro­du­cir fru­tas de tem­po­ra­da. Asi­mis­mo las terra­zas de las vivien­das con­ta­rán con árbo­les que serán man­te­ni­dos por un sis­te­ma de rie­go cen­tra­li­za­do.

«Duran­te los momen­tos más duros de la pan­de­mia tuvi­mos tiem­po de refle­xio­nar como debe­rían ser las vivien­das del pró­xi­mo futu­ro y refle­ja­mos estas ideas en un con­cur­so rea­li­za­do en Chi­na, del que fui­mos gana­do­res. Sin embar­go esta vez las cosas irán más rápi­das en Espa­ña, por­que este edi­fi­cio bio­cli­má­ti­co se va cons­truir en Bar­ce­lo­na, defi­nien­do nue­vos atri­bu­tos para las vivien­das socia­les y la vida en comu­ni­dad, que espe­ra­mos que se pue­dan apli­car a otros edi­fi­cios», afir­ma Gua­llart.

El inver­na­de­ro del futu­ro edi­fi­cio.

«La ciudad autosuficiente»

Gua­llart, que en el año 2012 publi­có el libro La ciu­dad auto­su­fi­cien­te en los que pro­po­nía muchas de estas ideas,  está desa­rro­llan­do múl­ti­ples pro­yec­tos eco­ló­gi­cos tales como un Escue­la infan­til en Came­rún que uti­li­za made­ra local que pro­vie­ne de la ges­tión sos­te­ni­ble de sus bos­ques.

Asi­mis­mo como par­te de la Red Espa­ño­la de made­ra indus­tria­li­za­da Mas Made­ra en la que par­ti­ci­pan múl­ti­ples ins­ti­tu­cio­nes y empre­sas, par­ti­ci­pó en la cons­truc­ción de un pabe­llón de made­ra den­tro del Pabe­llón Mies van der Rohe (icono de la arqui­tec­tu­ra moder­na de 1929) don­de crea­ron un diá­lo­go entre el dise­ño y los mate­ria­les inno­va­do­res del siglo XX y XXI.

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