El proyecto de Valpark de Vallada se presentó, hace ya más de una década, como un posible motor industrial para la comarca de La Costera y para la zona sur de la provincia de Valencia. Una idea del por aquel entonces alcalde de la localidad, y presidente de la Diputación, Fernando Giner, que nacía al calor de los “buenos vientos” de la Copa del América y de los megaproyectos lanzados desde la Generalitat presidida por Francisco Camps. Pues, precisamente, la “gran propuesta” de Giner era que allí se podrían reparar y poner a punto las embarcaciones de los barcos de la Copa del América, a pesar de la evidente distancia de Vallada con el mar. Aquello, como era previsible, no cuajó, pero de ahí surgió la propuesta de convertir estos terrenos en Valpark, un megapolígono con hoteles, cafeterías, espacios verdes y mucho más…
Una iniciativa que, no obstante, lleva ya desde 2009 paralizada y, lo que es peor, generando una deuda inasumible para un pueblo de apenas 3.000 habitantes, pues llegó a ser de 35 millones de euros y ha convertido a esta localidad en una de las más endeudadas de toda España.
De momento, solo se ha urbanizado el 35% del proyecto y en su día se asumieron costes como los más de 100.000 euros que costaron los carteles que anunciaban el proyecto por todo lo alto.

Ahora, en cambio, la unión de varias localidades de la zona, así como la intención de aprovechar los fondos Next Generation EU, gran parte de los cuales gieran en torno a las infraestructuras y ecosistemas resilientes. Y apuestan por la movilidad sostenible segura y conectada, pueden hacer posible que este proyecto se relance y sea una esperanza para la economía de la zona.

La presidenta de la Mancomunitat y alcaldesa de Vallada, Mª José Tortosa, explica que hasta ocho informes avalan las posibilidades de este suelo.
De este modo, y bajo el liderazgo de la empresa Gobernanza Industrial, se está elaborando ya un Plan de Resiliencia para el Parque Logístico y Empresarial de Vallada. En él trabajan ocho equipos de alta especialización técnica: dos de la Universitat de València, uno de la Universitat Politècnica de València, la empresa Evren, que evalúa el impacto ambiental; Key Executive, que analiza el impacto en el empleo; CBRE, que realiza el estudio de mercado.
Carlos González Triviño, CEO de Gobernanza Industrial, afirma que “hacia el sur de la provincia fluyen el 14% de los flujos del Puerto de Valencia y no hay ninguna gran infraestructura de servicio logístico”. Algo que, precisamente, podría solventar Valpark, cuya viabilidad pasa también por el impulso del ansiado corredor mediterráneo.
Él agrega que la Comunitat Valenciana necesita parcelas industriales de grandes dimensiones para ser más atractiva para grandes empresas.
“Es un enfoque alineado con los ODS, con la sostenibilidad y la modernidad, pero también teniendo en cuenta que el proyecto debe contar con un análisis económico que garantice su viabilidad”, asevera Triviño.
Por otra parte, y no menos importante, estiman que el polígono podría generar más de 5.000 puestos de trabajo, lo que representa alrededor del 90% del paro de la comarca. E incluso podrían ser más a medio plazo.
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