El con­sul­tor y divul­ga­dor José Manuel Sima­rro, a tra­vés del pro­yec­to soli­da­rio de Arses Con­sul­tec, impul­sa des­de hace años char­las gra­tui­tas para visi­bi­li­zar el impac­to posi­ti­vo que la músi­ca pue­de tener en la cali­dad de vida de los pacien­tes y sus cui­da­do­res.

 

La músi­ca emer­ge como un faro de espe­ran­za para quie­nes pade­cen Alzhei­mer, una enfer­me­dad que afec­ta a más de 50 millo­nes de per­so­nas en todo el mun­do y cuya inci­den­cia podría tri­pli­car­se en 2050.

Sima­rro defien­de que, inclu­so cuan­do la memo­ria se des­va­ne­ce, la músi­ca actúa como un hilo invi­si­ble que conec­ta a las per­so­nas con sus emo­cio­nes más pro­fun­das. «Cuan­do la memo­ria, des­gra­cia­da­men­te, se des­va­ne­ce, aún exis­te un peque­ño res­qui­cio de luz en nues­tro cere­bro que nos ayu­da a conec­tar con nues­tra men­te incons­cien­te a tra­vés de la músi­ca y de las can­cio­nes que logra­ron emo­cio­nar­nos en momen­tos pun­tua­les de nues­tra vida», expli­ca el autor, des­ta­can­do el poder de la músi­ca para ali­viar el sufri­mien­to y des­per­tar recuer­dos que la enfer­me­dad pare­cía haber borra­do.

El pro­yec­to «Lega­do Vital Musi­cal» nace de la nece­si­dad de ir más allá de la teo­ría y ofre­cer herra­mien­tas con­cre­tas a las fami­lias y cui­da­do­res. Su obje­ti­vo es reco­pi­lar la auto­bio­gra­fía musi­cal de cada per­so­na, espe­cial­men­te en las pri­me­ras fases de la enfer­me­dad, para iden­ti­fi­car aque­llas can­cio­nes que les emo­cio­nan y les conec­tan con sus seres que­ri­dos y momen­tos feli­ces. «Nos pusi­mos a ello y empe­za­mos a dise­ñar lo que hemos lla­ma­do Lega­do Vital Musi­cal, com­pues­to por una serie de pre­gun­tas muy con­cre­tas a tra­vés de las cua­les las per­so­nas que sim­ple­men­te deseen hacer­lo y las per­so­nas en las pri­me­ras fases del Alzhei­mer pue­dan dejar cons­tan­cia de la Músi­ca de su Vida», deta­lla Sima­rro.

Este lega­do musi­cal no solo ayu­da a per­so­na­li­zar las tera­pias y mejo­rar el bien­es­tar de los pacien­tes, sino que tam­bién ofre­ce con­sue­lo a las fami­lias, per­mi­tien­do que la músi­ca siga cui­dan­do a sus seres que­ri­dos cuan­do las pala­bras ya no son posi­bles. El enfo­que de Sima­rro sub­ra­ya la impor­tan­cia de pre­gun­tar y regis­trar estos gus­tos musi­ca­les antes de que la enfer­me­dad avan­ce, ase­gu­ran­do así que la ban­da sono­ra de cada vida pue­da seguir sonan­do inclu­so en los momen­tos más difí­ci­les.

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia