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“El Paqui­to” es mucho más que un boca­di­llo. Es una for­ma de reju­ve­ne­cer y ampliar la deman­da de este tipo de pro­duc­tos y de los popu­la­res “esmor­za­rets” valen­cia­nos. Más aún en una épo­ca de pan­de­mia don­de las limi­ta­cio­nes hora­rias nos han hecho replan­tear­nos nues­tros hora­rios de ocio. Así, “el esmor­zar” ha recu­pe­ra­do sus orí­ge­nes y se ha con­ver­ti­do en una for­ma de socia­li­zar para per­so­nas de todas las eda­des.

 

Los ingre­dien­tes de la caja de “El Astró­no­mo”, con el boca­di­llo “El Paqui­to”. Foto: G. Lagar­de­ra

En esta línea, has­ta 20 res­tau­ran­tes de la ciu­dad de Valen­cia, que podrían ser más en las pró­xi­mas sema­nas o meses, se han suma­do a una ruta gas­tro­nó­mi­ca lla­ma­da “bus­can­do a Paqui­to”, de la mano de Inter­ovic, la Inter­pro­fe­sio­nal Agro­ali­men­ta­ria del Ovino y el Caprino, para ofre­cer en sus loca­les este “Paqui­to”, en el que el cor­de­ro es el gran pro­ta­go­nis­ta, pero en el que los pro­duc­tos de pro­xi­mi­dad de la huer­ta valen­cia­na tam­bién cuen­tan con gran impor­tan­cia.

Quien les escri­be estas líneas tuvo el pla­cer de pro­bar, esta mis­ma sema­na, uno de estos boca­di­llos, que me lle­gó, des­de el res­tau­ran­te “El Astró­no­mo” en una com­ple­ta caja, a mi ofi­ci­na situa­da en Ruza­faS­tu­dio.

Allí mis­mo, en nues­tro for­mi­da­ble patio inte­rior, mon­ta­mos el man­tel, que venía en el pack, las acei­tu­nas, cacahue­tes y papas, impres­cin­di­bles en cual­quier “esmo­rça­ret” que se pre­cie a lla­mar­se como tal. Y, cómo no, el ver­mut y has­ta un deli­cio­so cre­maet. Y nos dis­pu­si­mos a degus­tar, ante la envi­dia de los com­pa­ñe­ros allí pre­sen­tes, de este “Paqui­to” con lechu­ga, rábano, pepino y algu­nas sor­pre­sas más. Sin duda, una expe­rien­cia muy reco­men­da­ble para degus­tar en bue­na com­pa­ñía.

 

Ofrecer una ayuda al sector hostelero

 

Como decía­mos, “El Paqui­to” y esta ini­cia­ti­va en con­cre­to es mucho más por­que pre­ten­de, ade­más de reju­ve­ne­cer la ofer­ta, ofre­cer una ayu­da a un sec­tor hos­te­le­ro que ha sufri­do, y sufre toda­vía, una fuer­te cri­sis. Y tam­bién pre­ten­de apo­yar a los pro­duc­to­res loca­les de car­ne, ver­du­ras, bebi­das clá­si­cas, pana­de­rías…

Tal como expli­ca el direc­tor de la Inter­pro­fe­sio­nal, Tomás Rodrí­guez, “ambos con­cep­tos com­par­ten muchos valo­res como es la pre­ser­va­ción de la agri­cul­tu­ra y la gana­de­ría, dos de las pro­fe­sio­nes más anti­guas del mun­do; el apo­yo a los peque­ños y media­nos comer­cios o la bús­que­da de esos gran­des momen­tos de ocio en torno a una mesa”.

 

El esmorzaret: una tendencia en alza tras la pandemia

 

La vuel­ta a las raí­ces, al ori­gen, a la tra­di­ción. Duran­te los últi­mos años, hemos sido tes­ti­gos de cómo el orgu­llo hacia lo local ha ido en cre­ci­mien­to. Los más jóve­nes han comen­za­do a inte­re­sar­se por los pla­tos y rece­tas de sus ante­pa­sa­dos, por cono­cer los bares de toda la vida… Un cam­bio de men­ta­li­dad que ha popu­la­ri­za­do más que nun­ca la hora del almuer­zo popu­lar.

Joan Ruiz, crea­dor del pro­yec­to Esmor­za­ret (@esmorzaret), así lo pien­sa: “la des­apa­ri­ción del ocio noc­turno ha hecho que la gen­te bus­que alter­na­ti­vas como las acti­vi­da­des diur­nas y en este caso el almuer­zo es per­fec­to. Es un ritual que, segu­ro que se va a man­te­ner por­que una vez conec­tas con él, es difí­cil vol­ver a des­co­nec­tar. Tie­ne algo mági­co que gus­ta mucho. Te levan­tas por la maña­na y te hace ilu­sión jun­tar­te con los ami­gos y ami­gas, des­cu­brir sitios nue­vos, rece­tas popu­la­res que te recuer­dan a tu fami­lia, a tus abue­los…”.

Una expe­rien­cia social y gas­tro­nó­mi­ca para conec­tar y dis­fru­tar en torno a una mesa con el cor­de­ro como hilo con­duc­tor. “El almuer­zo es pura tra­di­ción gas­tro­nó­mi­ca y el cor­de­ro es uno de los ingre­dien­tes bási­cos de la coci­na case­ra. Con lo cual, tene­mos el com­bo per­fec­to”, aña­de Ruiz. Com­boi y ger­ma­nor como se diría en la terre­ta y cuya com­bi­na­ción de tapas y picae­ta depen­de­rá de los gus­tos del pro­pio comen­sal.

 

Descubre todas las recetas de “El Paquito” en Valencia

A par­tir de este mes de junio los valen­cia­nos y valen­cia­nas podrán cono­cer has­ta un total de 20 ver­sio­nes dife­ren­tes de “El Paqui­to”, una cifra que irá en aumen­to has­ta lle­gar a un cen­te­nar de esta­ble­ci­mien­tos apro­xi­ma­da­men­te.

Taber­nas y gas­tro­ba­res que vuel­ven un año más como Bar Ton­yi­na de Román Nava­rro,
crea­dor de la pri­me­ra rece­ta de este sin­gu­lar boca­di­llo; Mer­cat­bar de Qui­que Dacos­ta o Taber­na Valear; y nue­vas incor­po­ra­cio­nes como Bode­ga Anyo­ra o La San­gu.

 

Una gran varie­dad de rece­tas de este boca­di­llo de cor­de­ro que no tie­ne otra pre­ten­sión que hacer­te un poqui­to más feliz. Des­de las com­bi­na­cio­nes más clá­si­cas como la del Bar Ricar­do con pata­tas, pimien­to de piqui­llo y pier­na de cor­de­ro des­hue­sa­da, y que lle­va en su car­ta des­de el año pasa­do, has­ta las más exó­ti­cas como la de Mun­dua, en la que el cor­de­ro se com­bi­na con naran­ja, cane­la, achio­te y cua­tro tipos dife­ren­tes de chi­le.

Una nue­va edi­ción que coin­ci­de con una de las mejo­res épo­cas del año para con­su­mir car­ne de cor­de­ro, ya que el pas­to­reo de estos ani­ma­les se rea­li­za duran­te la pri­ma­ve­ra, cuan­do los pas­tos, bos­ques y dehe­sas se encuen­tran más ver­des y con mejo­res con­di­cio­nes ali­men­ti­cias que se com­ple­men­tan con el con­su­mo de cerea­les.

Ade­más, “duran­te el verano el pre­cio es mucho más ase­qui­ble por la gran pro­duc­ción que hay duran­te la pri­ma­ve­ra”, aña­de Tomás Rodrí­guez, direc­tor de INTEROVIC.

 

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