Alcorts del Museo de Sagun­to.

El esti­lo a la moris­ca era la gran moda de lujo de la joye­ría de prin­ci­pios del siglo XVI. Así lo ha pues­to de mani­fies­to una inves­ti­ga­ción rea­li­za­da por cate­drá­ti­ca de Estu­dios Ára­bes e Islá­mi­cos de la Uni­ver­si­tat de Valèn­cia, Ana Labar­ta, que ha ana­li­za­do las hue­llas de joyas ela­bo­ra­das en vein­te exá­me­nes para ser maes­tro de hilo y seña­la la gran simi­li­tud tipo­ló­gi­ca y deco­ra­ti­va entre las joyas valen­cia­nas y otras moris­cas encon­tra­das en teso­ri­llos alpu­ja­rre­ños, por lo que sugie­re que las pie­zas anda­lu­zas tam­bién pudie­ron ser obra de orfe­bres cris­tia­nos.

Los exá­me­nes para ser maes­tro de obra de hilo del Gre­mio de Pla­te­ros de Valèn­cia ana­li­za­dos pre­sen­tan a vein­te can­di­da­tos cris­tia­nos, como acre­di­tan sus nom­bres y expe­rien­cia, y la mitad de los cua­les poseían sus obra­do­res en las cer­ca­nías de la actual Pla­za del Tos­sal. La zona, hacia el año 1500, era el comien­zo, intra­mu­ros, de la more­ría de la ciu­dad. Los exá­me­nes se han extraí­do de los Libros de dibu­jos (1508–1882), con­te­ni­dos en el Archi­vo His­tó­ri­co Muni­ci­pal de Valèn­cia.

Las obras que ha ana­li­za­do Ana Labar­ta arran­can en 1508 y lle­gan a 1538, si bien la mayo­ría son del perío­do 1508–1510. La espe­cia­lis­ta defi­ne qué pie­zas repre­sen­tan los dibu­jos y com­pa­ra estas pie­zas, ela­bo­ra­das por cris­tia­nos, con las que se con­ser­van en museos. Las obras de hilo eran con­si­de­ra­das tra­ba­jos meno­res en la pla­te­ría, si bien se diri­gían a las éli­tes musul­ma­nas y duran­te un perío­do, tam­bién cris­tia­nas. En los exá­me­nes ana­li­za­dos, las pie­zas no se dibu­ja­ron, sino que se estam­pa­ron tras enne­gre­cer­las, por lo que se con­ser­va su impron­ta a tama­ño real, ade­más de la fecha de rea­li­za­ción y el nom­bre de sus auto­res.

Hay cua­tro alcorts, iden­ti­fi­ca­dos así por los pro­pios pla­te­ros, moti­vos cir­cu­la­res, cua­dra­dos y figu­ras que repro­du­cen trián­gu­los o tres cuar­tos de círcu­lo. Los alcorts –prés­ta­mo del ára­be al-qurt– son pen­dien­tes de un tipo de per­fil pen­ta­go­nal. Exis­ten ejem­pla­res pare­ci­dos en varios museos pro­ce­den­tes de necró­po­lis his­pa­nas judías y musul­ma­nas como el Museo Arqueo­ló­gi­co de Sagun­to o los des­cu­bier­tos en la necró­po­lis de Sant Joa­net en L’Ènova (Valèn­cia). Joan Nadal, argen­ter e obrer de fil de coses moris­ques, de quien es el examen a pla­te­ro más anti­guo con­ser­va­do en Valèn­cia, ela­bo­ró un alcort.

Hay para­le­lis­mos entre el desa­rro­llo de una pirá­mi­de trian­gu­lar estam­pa­do, otra aná­lo­ga en el Museo de la Alham­bra y otra halla­da en la Con­tra­vie­sa, seña­la Ana Labar­ta. Res­pec­to a col­gan­tes, pla­cas y domi­na de fil –pie­zas más o menos cir­cu­la­res– los orfe­bres valen­cia­nos rea­li­za­ron diver­sas de estas joyas.

Pirá­mi­de encon­tra­da en una gru­ta de la Con­tra­vie­sa (Gra­na­da).

En el caso con­cre­to de las lámi­nas cua­dra­das, Ana Labar­ta des­ta­ca la deco­ra­ción epi­grá­fi­ca que ador­na la ban­da obli­cua que atra­vie­sa el cen­tro de seis de las diez pla­cas estam­pa­das por los orfe­bres valen­cia­nos. En ellas dice lā ilāha illā-llāh No hay más dios que Dios–, pro­fe­sión de fe en ára­be, mono­teís­ta, pero no nece­sa­ria­men­te musul­ma­na, ya que no alu­de a la misión pro­fé­ti­ca de Maho­ma. El tipo de letra imi­ta el que se ve en los enca­be­za­mien­tos de las azo­ras en los Cora­nes de épo­ca mudé­jar, pero según la espe­cia­lis­ta es evi­den­te que los arte­sa­nos que tra­za­ban estas joyas no cono­cían el ára­be.

“Los dibu­jos de pla­te­ros valen­cia­nos de la pri­me­ra mitad del siglo XVI docu­men­tan que éstos fabri­ca­ban pie­zas de joye­ría de tipo­lo­gía igual o simi­lar a la de otras encon­tra­das en teso­ri­llos alpu­ja­rre­ños ocul­ta­dos hacia 1568. El modo de deco­rar­las, con labo­res de hilo, y los moti­vos que las ador­nan tam­bién son igua­les. Estos exá­me­nes ates­ti­guan, ade­más, que en ese momen­to la pla­te­ría de fil y obra moris­ca, inclu­so con ins­crip­cio­nes en ára­be, esta­ba úni­ca­men­te en manos cris­tia­nas”, ha des­ta­ca­do Ana Labar­ta.

Nin­gún orfe­bre era de la comu­ni­dad mudé­jar

Según la inves­ti­ga­ción de Ana Labar­ta, nin­guno de los maes­tros de hilo exa­mi­na­dos era de la comu­ni­dad mudé­jar de Valèn­cia, aspec­to que su ono­más­ti­ca habría pues­to de mani­fies­to, al estar en el perio­do ante­rior a la con­ver­sión. No se tra­ta­ba tam­po­co de judíos –expul­sa­dos en 1492–, ni judeo-con­­ve­r­­sos, cuyos ape­lli­dos docu­men­ta­dos en el siglo XIV no coin­ci­den con los de los maes­tros valen­cia­nos exa­mi­na­dos en el XVI. Ade­más, como con­se­cuen­cia de las publi­ca­cio­nes del pro­fe­sor Fran­cis­co Cots, se tie­nen noti­cias com­ple­men­ta­rias sobre los pla­te­ros que infor­man sobre dón­de habi­ta­ban o tra­ba­ja­ban, sus años de apren­di­za­je ante­rio­res o el pago anual del impues­to a la cofra­día, entre otras.

Gre­mio de Pla­te­ros

Des­de el siglo XV, para for­mar par­te del Gre­mio de Pla­te­ros, tener un taller y ela­bo­rar y ven­der pro­duc­tos de pla­te­ría había que acre­di­tar deter­mi­na­da anti­güe­dad en el ofi­cio, pagar una cuo­ta y, a par­tir del siglo XVI, exa­mi­nar­se. El aspi­ran­te, tras supe­rar una prue­ba teó­ri­ca, debía rea­li­zar una pie­za del tipo corres­pon­dien­te a la rama en la que desea­ba ingre­sar y dibu­jar­la en una hoja de papel, que se archi­va­ba. En varias ciu­da­des que­dan colec­cio­nes de dibu­jos. Los más com­ple­tos y anti­guos son los Libros de dibu­jos del Archi­vo His­tó­ri­co Muni­ci­pal de Valèn­cia (1508–1882) y los Lli­bres de pas­san­ties del Archi­vo His­tó­ri­co de Bar­ce­lo­na (1500–1882).

Pirá­mi­de desa­rro­lla­da en el Examen 1035.

Los orfe­bres de la Valèn­cia del XVI

Duran­te los siglos XV y XVI los talle­res de los maes­tros pla­te­ros esta­ban alre­de­dor de la actual Igle­sia de San­ta Cata­li­na. Exis­tían, ade­más, obra­do­res en otros luga­res, de los cua­les un impor­tan­te gru­po esta­ba en el Tos­sal. Algu­nos de los pla­te­ros cuyos exá­me­nes se comen­tan son Ausiàs Foguet, Fer­nan­do Fre­ya, Pere Torre­gro­sa, Bap­tis­ta Man­ra­na, Pere San­chis, Gabriel Morel, Pere Gar­cia y su hijo Jero­ni; y Joan Nadal. Su ubi­ca­ción cer­ca del Tos­sal sugie­re que los arte­sa­nos de obra de fil pre­fe­rían la pro­xi­mi­dad al arra­bal musul­mán, situa­do en el cua­dro for­ma­do actual­men­te por las calles Coro­na, San Miguel, Quart y Gui­llem de Cas­tro.

En Valèn­cia, tras el año 1538 nadie se exa­mi­nó de esa rama arte­sa­na, a la moris­ca. En 1526, para Gra­na­da y la Coro­na de Cas­ti­lla, se prohi­bió ves­tir deter­mi­na­das pie­zas con ins­crip­cio­nes en ára­be y se prohi­bió a los pla­te­ros labrar­las como venía sien­do habi­tual. En su lugar se man­dó que se pusie­ran moti­vos cris­tia­nos, bajo ame­na­za de pena de cár­cel para los orfe­bres.

Con­flic­ti­vi­dad del siglo XVI

Que nadie se exa­mi­na­ra de la rama arte­sa­na a la moris­ca tras el año 1538 se ha de enten­der en el con­tex­to de repre­sión de los ras­gos cul­tu­ra­les de los musul­ma­nes por par­te de las auto­ri­da­des cris­tia­nas a par­tir del bau­tis­mo for­zo­so de esta comu­ni­dad en 1520. Ello incluía el inten­to de erra­di­car no sólo la len­gua ára­be y su alfa­be­to sino todas las mani­fes­ta­cio­nes que a los ojos de los cris­tia­nos estu­vie­ran rela­cio­na­das con ellos, aun cuan­do fue­ran, como en este caso, obras artís­ti­cas de cris­tia­nos y en bue­na par­te des­ti­na­das a una clien­te­la de esta comu­ni­dad.

Ana Labar­da, cate­drá­ti­ca de Estu­dios Ára­bes e Islá­mi­cos.

Tra­yec­to­ria aca­dé­mi­ca

Ana Labar­ta es cate­drá­ti­ca de Estu­dios Ára­bes e Islá­mi­cos. Se incor­po­ró a la Facul­tad de Filo­lo­gía, Tra­duc­ción y Comu­ni­ca­ción de la Uni­ver­si­tat de Valèn­cia en 1995. Espe­cia­li­za­da en el dia­lec­to ára­be de Al-Ánda­­lus, duran­te más de 40 años se ha dedi­ca­do a la len­gua, cul­tu­ra, ono­más­ti­ca, his­to­ria y pro­duc­ción escri­ta y lite­ra­ria de los musul­ma­nes valen­cia­nos. Des­de 2014 se ha cen­tra­do en el estu­dio de las joyas medie­va­les, sobre las que ha publi­ca­do el libro Ani­llos de la Penín­su­la Ibé­ri­ca (711‑1611)(2017) y diver­sos artícu­los cien­tí­fi­cos entre los que des­ta­can “Ani­llos y cor­na­li­nas de épo­ca cali­fal halla­dos en cua­tro ente­rra­mien­tos cor­do­be­ses” (2014), “La arque­ta de Hišām vis­ta de cer­ca” (2017), “Pul­se­ra de oro (Aspe, Ali­can­te)” (2019) y “Don­de el metal des­cu­bre la belle­za: esplen­dor de la orfe­bre­ría anda­lu­sí” para el catá­lo­go de la actual expo­si­ción en el MAN Las artes del metal en Al-Ánda­­lus.

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