El primer caldo de la 13ª generación de la familia Velázquez revalido su título por tercer año consecutivo

Dice el refrán que no hay dos sin tres y, tras cele­brar­se la tra­di­cio­nal cata a cie­gas en la sede del Con­se­jo Regu­la­dor de la DO Valen­cia, el Tri­lo­gía vuel­ve a salir ele­gi­do como Vino Soli­da­rio del año en la cata soli­da­ria impul­sa­da por el Rotary Club Valen­cia Cen­tro. Este tin­to de Casa Los Frai­les fue el pri­mer vino de la 13ª gene­ra­ción de la fami­lia Veláz­quez, su pri­me­ra aña­da fue en 2004 y mar­có un hito por su fres­cu­ra, estruc­tu­ra y fine­za.

Tri­lo­gía com­bi­na la per­so­na­li­dad direc­ta y dura­ble de la Monas­trell con la estruc­tu­ra y fres­cu­ra de la Caber­net Sau­vig­non y la golo­si­dad de la Tem­pra­ni­llo. Se tra­ta de un vino con alma, ela­bo­ra­do con mimo, escu­chan­do el terreno, cui­dan­do la vid y res­pe­tan­do el entorno. Un vino fiel refle­jo del terru­ño en el que nace y la his­to­ria que le rodea. Un cal­do, en defi­ni­ti­va, orgu­llo­so de sus raí­ces.

Con doce meses de crian­za en barri­ca de roble hún­ga­ro, sus aro­mas a fru­ta negra, sus notas bal­sá­mi­cas y su boca ele­gan­te y equi­li­bra­da invi­tan a dis­fru­tar. Para la fami­lia Veláz­quez, par­ti­ci­par en este pro­yec­to soli­da­rio y salir ele­gi­dos por ter­ce­ra vez es una ale­gría. Los bene­fi­cios de esta acción irán des­ti­na­dos a la erra­di­ca­ción de la polio­mie­li­tis en el mun­do. Un obje­ti­vo que este año cobra espe­cial impor­tan­cia ya que has­ta aho­ra sólo que­da­ba un reduc­to en Afga­nis­tán, pero ha comen­za­do a repun­tar.

El Rotary Club es una orga­ni­za­ción de empre­sa­rios y pro­fe­sio­na­les uni­dos con el obje­ti­vo de brin­dar al mun­do un ser­vi­cio huma­ni­ta­rio, dotar­lo de éti­ca y bue­na volun­tad. Para la Deno­mi­na­ción de Ori­gen de Vinos de Valen­cia, según sus por­ta­vo­ces, es todo un orgu­llo poder ser par­tí­ci­pes de un pro­yec­to tan impor­tan­te.