A medi­da que pasan los meses de pan­de­mia vamos apren­dien­do más cosas sobre el efec­to del coro­na­vi­rus sobre la salud y sabe­mos que aun­que la COVID-19 afec­ta gene­ral­men­te de for­ma más seve­ra a per­so­nas mayo­res o con pato­lo­gías pre­vias los jóve­nes tam­bién están en ries­go de desa­rro­llar una for­ma agre­si­va de la enfer­me­dad en caso de con­ta­giar­se. Ade­más, su res­pon­sa­bi­li­dad como trans­mi­so­res es gran­de y por tan­to deben tener tan­to cui­da­do como los demás para evi­tar con­ta­gios.

Uno de cada cinco afectados tiene menos de 30 años

Es cier­to que las per­so­nas más mayo­res supo­nen la pobla­ción con más ries­go fren­te a la infec­ción por el SARS-CoV‑2, pero los jóve­nes no están exen­tos de ries­go.

En este infor­me, el Ins­ti­tu­to de Salud Car­los III reco­pi­la los datos de los casos noti­fi­ca­dos entre el 10 de mayo y el 15 de julio. Según esa infor­ma­ción, en ese perio­do noti­fi­ca­ron 28.119 casos. De esos pacien­tes, el gru­po más nume­ro­so es el de 80 años o más (1.325, un 15,3% del total) pero suman­do gru­pos de eda­des, todos los meno­res de 30 años supo­nen un 20,6% de los afec­ta­dos.

Es decir que si bien los gru­pos de más edad son los que tie­nen más ries­go, uno de cada cin­co casos de COVID-19 regis­tra­dos entre el 10 de mayo y el 15 de julio tenía 29 años o menos.

Uno de cada tres jóvenes puede padecer una forma severa de COVID-19

Tam­po­co es cier­to que los jóve­nes siem­pre sean casos asin­to­má­ti­cos o más leves de COVID-19. Es algo de lo que ya adver­tía la OMS en mar­zo: no es el coro­na­vi­rus tam­bién afec­ta a los jóve­nes y un núme­ro sig­ni­fi­ca­ti­vo de ellos pue­de desa­rro­llar una for­ma seve­ra de la enfer­me­dad.

Aho­ra sabe­mos, como ya os con­ta­mos aquí, uno de cada tres adul­tos jóve­nes, entre 18 y 25 años, podría enfren­tar­se a un caso gra­ve de la enfer­me­dad. Es el resul­ta­do de un estu­dio rea­li­za­do por exper­tos del Hos­pi­tal Infan­til Benioff de la Uni­ver­si­dad de Cali­for­nia, que ha ana­li­za­do los nume­ro­sos casos de adul­tos jóve­nes infec­ta­dos con el coro­na­vi­rus en EE UU.

Los inves­ti­ga­do­res exa­mi­na­ron los datos extraí­dos de una mues­tra nacio­nal de apro­xi­ma­da­men­te 8.400 hom­bres y muje­res de 18 a 25 años de edad y obser­va­ron cómo la vul­ne­ra­bi­li­dad médi­ca gene­ral era del 33 % en el caso de los varo­nes y del 30 % en el de las muje­res.

Ade­más, los datos de los Cen­tros para el Con­trol y la Pre­ven­ción de Enfer­me­da­des (CDC) de EE UU, que no se inclu­ye­ron en este estu­dio, indi­can que aun­que los pacien­tes mayo­res de 65 años son sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te más pro­pen­sos a ser hos­pi­ta­li­za­dos que los más jóve­nes, la bre­cha se está redu­cien­do:

  • En la sema­na que ter­mi­nó el 18 de abril, hubo 8,7 hos­pi­ta­li­za­cio­nes por cada 100.000 habi­tan­tes en el gru­po de 18 a 29 años, en com­pa­ra­ción con 128,3 por cada 100.000 habi­tan­tes en el caso de los mayo­res de 65 años.
  • Sin embar­go, en la sema­na que ter­mi­nó el 27 de junio las cifras fue­ron de 34,7 y 306,7 res­pec­ti­va­men­te, lo que supo­ne un aumen­to del 299 % en las hos­pi­ta­li­za­cio­nes de adul­tos jóve­nes fren­te a un incre­men­to del 139 % en las hos­pi­ta­li­za­cio­nes de adul­tos mayo­res.

No lo hagas solo por ti, hazlo por todos

No solo hay que tener en cuen­ta el ries­go per­so­nal al que pode­mos estar expues­tos, sino el peli­gro en el que pode­mos poner a las per­so­nas de nues­tro entorno si no actua­mos con res­pon­sa­bi­li­dad y cum­pli­mos con las pre­cau­cio­nes nece­sa­rias (uso correc­to de mas­ca­ri­llas, dis­tan­cia social, lava­do de manos y que­dar­nos en casa si tene­mos cual­quier sín­to­mas.

Como te con­tá­ba­mos aquí, y como ya esta­mos vivien­do, el ries­go de rebro­tes no era una pro­ba­bi­li­dad, sino una “cer­te­za”, según expli­ca­ba a Mal­di­ta Cien­cia Víc­tor Jimé­nez Cid, cate­drá­ti­co de Micro­bio­lo­gía de la Uni­ver­si­dad Com­plu­ten­se de Madrid y miem­bro de la Socie­dad Espa­ño­la de Micro­bio­lo­gía

En su opi­nión, los prin­ci­pa­les fac­to­res que mar­ca­rán lo que ocu­rri­rá en los pró­xi­mos meses son, según expli­ca, cómo cada ciu­da­dano res­pe­ta las medi­das reco­men­da­das y qué polí­ti­cas sani­ta­rias adop­ta cada país y región. Por eso es impor­tan­te que toda la socie­dad, tam­bién los jóve­nes, sean espe­cial­men­te res­pon­sa­bles en los pró­xi­mos meses.

Usa mascarilla, y úsala bien

Una de las for­mas más sen­ci­llas de cum­plir con nues­tra res­pon­sa­bi­li­dad, pro­te­ger­nos ante el coro­na­vi­rus y pro­te­ger a los demás es usar la mas­ca­ri­lla siem­pre que este­mos en cual­quier lugar públi­co. Si estás en un lugar pri­va­do y con per­so­nas mayo­res o espe­cial­men­te vul­ne­ra­bles, con­si­de­ra tam­bién man­te­ner­la pues­ta, espe­cial­men­te si es un lugar cerra­do.

Eso sí, es impor­tan­te usar­la bien y no hacer cosas que eli­mi­nan su efi­ca­cia, como lle­var la nariz por fue­ra, toque­tear­las o poner­las bajo la bar­bi­lla. Aquí te con­ta­mos más cosas que no debes hacer cuan­do lle­vas la mas­ca­ri­lla pues­ta.

Cómo actuar y qué precauciones seguir en distintas situaciones

En Mal­di­ta Cien­cia hemos publi­ca­do varios artícu­los sobre qué medi­das de segu­ri­dad con­vie­ne cum­plir en dis­tin­tas situa­cio­nes.

Aquí, por ejem­plo, habla­mos de cómo actuar si deci­di­mos vol­ver al gim­na­sio en la lla­ma­da nue­va nor­ma­li­dad. Estos luga­res son sitios con un alto ries­go de con­ta­gio debi­do a la fal­ta de ven­ti­la­ción y una desin­fec­ción a menu­do insu­fi­cien­te. Por eso es espe­cial­men­te impor­tan­te no acu­dir si tene­mos cual­quier sín­to­ma, lle­var mas­ca­ri­lla pues­ta todo el rato que sea posi­ble y ase­gu­rar­nos de desin­fec­tar­nos las manos y el equi­po que uti­li­ce­mos.

En este otro artícu­lo expli­ca­mos cómo mane­jar la mas­ca­ri­lla cuan­do nos sen­ta­mos en una terra­za a tomar algo o a comer: lo mejor es man­te­ner­la pues­ta todo el tiem­po posi­ble y reti­rar­la para beber mane­ján­do­la siem­pre por las asas. Si te la vas a qui­tar, guár­da­la en un sobre de papel o envuel­ta en tela, no la metas direc­ta­men­te al bol­so o bol­si­llo ni la dejes sobre la mesa.

En cuan­to a cómo rela­cio­nar­nos duran­te este perio­do, aquí os con­tá­ba­mos que lo mejor es evi­tar los abra­zos por mucho que nos ape­tez­can y man­te­ner siem­pre las dis­tan­cias con aque­llas per­so­nas con las que no con­vi­vi­mos. Si a pesar de este con­se­jo vas a abra­zar a alguien, hay algu­nos con­se­jos que debes seguir.

Y por últi­mo, recuer­da man­te­ner tu tono de voz a un volu­men mode­ra­do. Como os con­tá­ba­mos aquí, hay evi­den­cias de que al gri­tar o can­tar, las gotí­cu­las de sali­va que pue­den trans­por­tar el coro­na­vi­rus has­ta otras per­so­nas lle­gan más lejos que si habla­mos en tono de voz bajo o nor­mal, aun­que no está cla­ro que ten­gan capa­ci­dad infec­ti­va. Por ese moti­vo, por pre­cau­ción, es reco­men­da­ble evi­tar los gri­tos, sobre todo cuan­do esta­mos cer­ca de otras per­so­nas.

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