«Las cosas se mueven pero no dicen nada», que vistará el TEM este sábado, está inspirada en las ideas de permanencia e insistencia

Una esce­na de «Las cosas se mue­ven pero no dicen nada».

La coreó­gra­fa Poliana Lima (Bra­sil, 1983) estre­na en el Tea­tro el Musi­cal (TEM) este pró­xi­mo sába­do 29 de octu­bre, una pie­za inter­pre­ta­da por un elen­co exclu­si­va­men­te feme­nino y cons­trui­da a par­tir de la sono­ri­dad de sus cuer­pos. Las cosas se mue­ven pero no dicen nada es un espec­tácu­lo de dan­za que se apo­ya sobre las ideas de per­ma­nen­cia e insis­ten­cia, don­de se evo­can los pro­ce­sos de trans­for­ma­ción y repe­ti­ción de la natu­ra­le­za.

La pie­za escé­ni­ca está radi­cal­men­te arrai­ga­da en la pre­sen­cia de sus doce bai­la­ri­nas, cuyos cuer­pos no se des­pla­zan. A par­tir de sus colum­nas agi­ta­das en múl­ti­ples direc­cio­nes y de sus bra­zos lan­za­dos con vio­len­cia y des­con­trol, se des­plie­ga una poé­ti­ca de cuer­pos que resis­ten de pie. El elen­co per­ma­ne­ce, mien­tras sus cuer­pos son atra­ve­sa­dos por diver­sas fuer­zas e inten­si­da­des. El resul­ta­do es un cuer­po colec­ti­vo de muje­res que pre­sen­ta su resi­lien­cia ances­tral como for­ma de estar en el mun­do.

“La apues­ta por la dan­za con­tem­po­rá­nea en todas sus for­mas por par­te del TEM nos brin­da la opor­tu­ni­dad de dis­fru­tar de este dis­po­si­ti­vo coreo­grá­fi­co don­de Poliana Lima inves­ti­ga sobre los lími­tes del espa­cio y el movi­mien­to. A tra­vés del cuer­po de las bai­la­ri­nas, el públi­co podrá conec­tar con la poé­ti­ca que este tra­ba­jo desa­rro­lla en esce­na”, valo­ra el direc­tor artís­ti­co del Tea­tre El Musi­cal, Juan­ma Arti­got.

El elen­co, duran­te la repre­sen­ta­ción.

La condición humana

Poliana Lima es una coreó­gra­fa, bai­la­ri­na y docen­te bra­si­le­ña afin­ca­da en Madrid. Emplea la dan­za como herra­mien­ta para hablar de la con­di­ción huma­na y de lo mis­te­rio­so de nues­tra exis­ten­cia. En 2011 reali­zó su pri­me­ra crea­ción, la pie­za cor­ta Palo En La Rue­da. Un año más tar­de, empie­za a cola­bo­rar con la coreó­gra­fa litua­na Ugne Die­vaity­te, con pie­zas que reco­rren diver­sos fes­ti­va­les nacio­na­les e inter­na­cio­na­les.

El resul­ta­do de esa unión artís­ti­ca fue­ron las pie­zas Es Como Ver Nubes, galar­do­na­da con el pre­mio del Públi­co del XXVI Cer­ta­men Coreo­grá­fi­co de Madrid, el segun­do pre­mio en el Cer­ta­men de Una Pie­za y el pri­mer pre­mio en el Fes­ti­val Vila Real en Dan­sa 2014, y Flesh, pie­za con la que visi­tó Dan­sa Valèn­cia.

En 2013 es invi­ta­da a par­ti­ci­par en el pro­yec­to euro­peo Per­for­ming Gen­der y crea la per­for­man­ce Cue­r­­po-Tra­­po para el Museo de Arte Con­tem­po­rá­neo de Zagreb, Croa­cia. En 2014 lle­ga Atá­vi­co, su pri­mer ensem­ble, que es galar­do­na­do con el pri­mer pre­mio en el XXVIII Cer­ta­men Coreo­grá­fi­co de Madrid, ade­más del pre­mio del Públi­co, el pre­mio de la Crí­ti­ca, la Beca Dan­ce Web 2015 (Impuls­tanz Vie­na) y la resi­den­cia en Tanzhaus, Zúrich. En 2017, Poliana Lima estre­nó su solo Hue­co en los Tea­tros del Canal de Madrid y en el Fes­ti­val BAD Bil­bao.

La coreó­gra­fa bra­si­le­ña Poliana Lima.

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