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A partir del 28 de enero, el público puede disfrutar de “Pamen Pereira. El final del sueño”, que inicia la programación expositiva del CCCC de 2022

 

La exposición recrea una atmósfera cargada de simbolismo, misterio y poesía con obras creadas ex profeso

La Sala Dor­mi­to­ri del Cen­tre del Car­me Cul­tu­ra Con­tem­po­rà­nia (CCCC) rea­li­za un via­je espi­ri­tual a su pasa­do como dor­mi­to­rio de los frai­les car­me­li­tas en la Edad Media. La artis­ta Pamen Perei­ra recrea una atmós­fe­ra úni­ca car­ga­da de sim­bo­lo­gía, mis­te­rio y poe­sía en la nue­va expo­si­ción del CCCC, cuyas prin­ci­pa­les obras se han rea­li­za­do expre­sa­men­te para este espa­cio.

 

José Luis Pérez Pont, Pamen Perei­ra y Víc­tor Segre­lles en la inau­gu­ra­ción de la expo­si­ción.

José Luis Pérez Pont, direc­tor del CCCC y del Con­sor­ci de Museus de la Comu­ni­tat Valen­cia­na (CMCV), ha pre­sen­ta­do esta expo­si­ción, bajo el títu­lo “Pamen Perei­ra. El final del sue­ño”. “Ini­cia­mos la pro­gra­ma­ción expo­si­ti­va de 2022 con una mues­tra que nos abre una puer­ta a la ins­pi­ra­ción, que nos per­mi­te conec­tar con la natu­ra­le­za y con otras cul­tu­ras y, en defi­ni­ti­va, con el pro­ce­so crea­ti­vo de Pamen Perei­ra. Una artis­ta que nos ofre­ce obras car­ga­das de su pro­pia expe­rien­cia vital, como refle­ja en las ins­ta­la­cio­nes crea­das ex pro­fe­so para el CCCC, que han sido pro­du­ci­das por el Con­sor­ci de Museus”, ase­gu­ra.

Víc­tor Segre­lles, comi­sa­rio de la expo­si­ción, ha des­ta­ca­do el valor de esta expo­si­ción: “Hace unos meses, Perei­ra vol­vió a expo­ner en Valèn­cia, pero hacía 20 años que no ofre­cía al públi­co una gran inter­ven­ción ex pro­fe­so como esta en la capi­tal. Es una de las gran­des artis­tas que mez­clan arte y vida como si fue­sen la mis­ma cosa y, por ello, no deja indi­fe­ren­te a nadie. Es una artis­ta con duen­de”.

En este sen­ti­do, Segre­lles aña­de que “Perei­ra tras­la­da sus via­jes a su obra y el públi­co pue­de encon­trar en ella una fuer­te car­ga espi­ri­tual”. “Se ena­mo­ró del Dor­mi­to­ri del Cen­tre del Car­me y, a par­tir de ahí, creó las obras prin­ci­pa­les de la mues­tra, que con­vi­ven con otras crea­cio­nes recien­tes, para mos­trar siglos de sue­ños de los car­me­li­tas que habi­ta­ron el con­ven­to con una gran capa­ci­dad de suge­ren­cia poé­ti­ca”, expli­ca.

 

Simbología, misterio y poesía

 

Anti­guo dor­mi­to­rio ‑duran­te siglos- de los frai­les car­me­li­tas que habi­ta­ron el con­ven­to, el pro­pio espa­cio expo­si­ti­vo está en el ori­gen de la crea­ción de las obras cen­tra­les de la mues­tra. Rea­li­za­das expre­sa­men­te para este pro­yec­to, dichas obras están ins­pi­ra­das en la mís­ti­ca espa­n­ño­la del Siglo de Oro, toman­do como refe­ren­cia prin­ci­pal el pen­sa­mien­to y la poe­sía de san Juan de la Cruz.

Como ele­men­to reno­va­dor, el fue­go pro­ta­go­ni­za la ins­ta­la­ción ‘La sos­pe­cha del fue­go’ y ‘El fue­go y el repo­so’, un par de zapa­tos y un camas­tro anti­guo, res­pec­ti­va­men­te, de los que sur­gen lla­mas gene­ra­das con vapor seco y una ilu­mi­na­ción espe­cial. Ambas están ins­pi­ra­das en algu­nos de los poe­mas de san Juan de la Cruz, como ocu­rre con ‘Por aquí no hay camino’, una esca­le­ra de cara­col con la que se hace refe­ren­cia a la ‘Subi­da del Mon­te Car­me­lo’ y a la nece­si­dad de des­pren­der­se.

Com­ple­men­tan la expo­si­cioón escul­tu­ras, obje­tos y dibu­jos recien­tes que remi­ten al ima­gi­na­rio artiís­ti­co sobre el que Pamen Perei­ra vie­ne tra­ba­jan­do duran­te toda su tra­yec­to­ria: las rela­cio­nes arte-vida-natu­­ra­­le­­za, el bino­mio cie­n­­cia-magia, la bús­que­da de fun­da­men­tos que armo­ni­cen con­cep­tos dua­les en eterno con­flic­to (permanente/efímero, inmutable/mudable, pesado/ingrávido) y la fusión de la expe­rien­cia vital con el pro­ce­so crea­ti­vo. El con­jun­to de obras expues­tas, dada la inter­re­la­ción y fusión de unas con otras y su dis­po­si­ción en el espa­cio de la sala, devie­ne una “obra nue­va”, una envol­ven­te ins­ta­la­cioón ple­na de mis­te­rio y poe­sía.

Todas las obras que con­for­man “Pamen Perei­ra. El final del sue­ño”, bajo el comi­sa­ria­do de Víc­tor Segre­lles, podrán visi­tar­se en la Sala Dor­mi­to­ri del Cen­tre del Car­me des­de el 28 de enero has­ta fina­les de abril.

 

Proceso creativo y experiencia vital

 

Dibu­jo, pin­tu­ra, escul­tu­ra, ins­ta­la­ción, en oca­sio­nes foto­gra­fía y video, o cual­quier otro medio son váli­dos para que Pamen Perei­ra mate­ria­li­ce una idea y con­cre­te el acto crea­ti­vo. Un acto que, en su pro­ce­so, se fun­de con la expe­rien­cia vital de la artis­ta y esta? fuer­te­men­te vin­cu­la­do a la natu­ra­le­za, de don­de extrae gran par­te de sus imá­ge­nes. Un plan­tea­mien­to artís­ti­co que es, en el fon­do, la elec­ción radi­cal de un modo de vida. Una exi­gen­te fide­li­dad a esta como vía de cono­ci­mien­to y lugar de trans­for­ma­ción. La vida como prin­ci­pal gabi­ne­te de tra­ba­jo.

Estu­dia Bellas Artes en Valen­cia y a media­dos de los años ochen­ta ini­cia su tra­yec­to­ria artiís­ti­ca. Des­de enton­ces, no ha cesa­do de via­jar, rea­li­zar pro­yec­tos y expo­ner sus obras, tan­to indi­vi­dual­men­te como en mues­tras colec­ti­vas y temá­ti­cas, en gale­rías de arte, museos y espa­cios cul­tu­ra­les de todo el Esta­do espa­ñol y de dis­tin­tas ciu­da­des euro­peas, asiá­ti­cas y ame­ri­ca­nas, pues ha resi­di­do lar­gas tem­po­ra­das en paí­ses leja­nos como Japón y Tan­za­nia o en luga­res extre­mos como la Antár­ti­da y el Sáha­ra.

 

En con­cre­to, ha expues­to en espa­cios como el Cen­tro Gale­go de Arte Con­tem­po­rá­nea (CGAC), el Museo de la Cul­tu­ra de Gali­cia en San­tia­go de Com­pos­te­la, el Museo de Arte Con­tem­po­rá­neo de Cas­ti­lla y León (MUSAC), el Ins­ti­tut Valen­cià d’Art Modern (IVAM), el Museo de Lugo, el Museo Este­ban Vicen­te de Sego­via, el Museo de Arte Con­tem­po­rá­neo de Ali­can­te (MACA), el Museum Zu Allerhei­li­gen de Schaffhau­sen en Sui­za, el Pala­cio de la Ópe­ra de El Cai­ro, la Bibliothe­ca Ale­xan­dri­na Arts Cen­ter en Ale­jan­dría (Egip­to), el Museo Nacio­nal de Bellas Artes de Bue­nos Aires, el Museo Nacio­nal de Artes Visua­les de Mon­te­vi­deo y el Museo de la Ciu­dad en Que­ré­ta­ro (Méxi­co), Recent Gallery (Sap­po­ro, Japón), Barg Gallery (Tehe­ran, Irán), Gale­rie d’art du Con­seil Géné­ral des Bou­­ches-du-Rhô­­ne (Aix-en-Pro­­ve­n­­ce, Mar­se­lla), Palaz­zo Pinuc­ci y Galle­ria Via Lar­ga de Flo­ren­cia, el Pala­cio del Sena­do (Madrid), el Museo de Bellas Artes de Cara­cas en Vene­zue­la, la Fun­da­ción Juan March o el Pala­cio de Veláz­quez (Madrid).

Sin aban­do­nar la sole­dad del taller como tem­plo de refle­xión y estu­dio del que sur­gen obras con caraác­ter más ínti­mo, en los últi­mos años su tra­ba­jo se ha cen­tra­do en las ins­ta­la­cio­nes e inter­ven­cio­nes ‘site-spe­­ci­­fic’, para espa­cios tan­to públi­cos como pri­va­dos, algu­nas de las cua­les son per­ma­nen­tes.

 

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