Como cada mes de enero lle­gan las fechas tra­di­cio­na­les de reba­jas, que este año se verán afec­ta­das por las res­tric­cio­nes en el comer­cio que exis­ten en dife­ren­tes comu­ni­da­des autó­no­mas. A pesar de ello y para que los con­su­mi­do­res pue­dan apro­ve­char al máxi­mo este perio­do, la Orga­ni­za­ción de Con­su­mi­do­res y Usua­rios (OCU), ha ela­bo­ra­do una serie de con­se­jos para tener en cuen­ta antes de salir de com­pras. La Orga­ni­za­ción recuer­da que “lo más impor­tan­te es com­prar solo lo que real­men­te se nece­si­ta y no renun­ciar a nin­gún dere­cho”.

Por ello, para aprovechar bien las rebajas, OCU aconseja:

1.Hacer lis­tas de lo que se nece­si­ta. Pen­sar lo que nos hace fal­ta antes de salir de tien­das es una bue­na mane­ra de evi­tar com­pras impul­si­vas.

2. Saber que la nor­ma­ti­va indi­ca que los pro­duc­tos deben haber for­ma­do par­te de la ofer­ta habi­tual del esta­ble­ci­mien­to duran­te al menos un mes, y que su cali­dad no pue­de ser dife­ren­te a la que tenían antes de estar reba­ja­dos.

3. Com­pro­bar que los obje­tos reba­ja­dos man­tie­nen su pre­cio ori­gi­nal jun­to al reba­ja­do, o bien que se indi­ca de for­ma cla­ra el por­cen­ta­je del des­cuen­to.

4. Aun­que en algu­nos comer­cios se esta­ble­cen unas con­di­cio­nes espe­cia­les para las com­pras en perio­do de reba­jas (sobre las devo­lu­cio­nes, la acep­ta­ción del pago con tar­je­ta, etc.) saber que esas con­di­cio­nes deben estar cla­ra­men­te indi­ca­das y en un lugar visi­ble para el con­su­mi­dor.

5. Con­ser­var el tique o fac­tu­ra sim­pli­fi­ca­da de las com­pras. No se debe olvi­dar nun­ca que, si pier­de el tique, se pier­de tam­bién el dere­cho a cam­biar, devol­ver o recla­mar tras la com­pra.

6. Cono­cer que el ser­vi­cio post­ven­ta y la apli­ca­ción de la garan­tía son igua­les duran­te las reba­jas o fue­ra de ese perio­do.

7. Tener cla­ro que, ante cual­quier pro­ble­ma duran­te las reba­jas, se debe actuar igual que en cual­quier otro momen­to. En el perio­do de reba­jas se recor­tan los pre­cios, pero nun­ca los dere­chos que se tie­nen como con­su­mi­dor.

8. El buen com­pra­dor de reba­jas no se resig­na. Si no con­si­gue lle­gar a un acuer­do amis­to­so, se debe soli­ci­tar la hoja de recla­ma­cio­nes y plas­mar la que­ja en ella. Es obli­ga­to­rio que todos los esta­ble­ci­mien­tos cuen­ten con hojas de recla­ma­cio­nes a dis­po­si­ción de sus clien­tes.

9. En lo posi­ble, ele­gir esta­ble­ci­mien­tos adhe­ri­dos al sis­te­ma arbi­tral de con­su­mo, que ofre­cen más garan­tías al con­su­mi­dor (en caso de des­acuer­do se pres­ta­rán a resol­ver sus dife­ren­cias con el clien­te de una mane­ra rápi­da y gra­tui­ta).

10. Y si el pro­ble­ma per­sis­te, no hay que con­for­mar­se, se debe recla­mar a una ins­tan­cia supe­rior. Recla­mar es un dere­cho del con­su­mi­dor que hará que el ser­vi­cio mejo­re.

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