El espectáculo de danza y circo «Fenomen» lleva a escena la imprevisibilidad de los fenómenos naturales a la Mutant

La natu­ra­le­za es indo­ma­ble, sor­pren­den­te e impre­vi­si­ble, aun­que los seres huma­nos nos empe­ci­na­mos en inten­tar man­te­ner­la con­tro­la­da. La coreó­gra­fa y acti­vis­ta ciborg Moon Ribas y el artis­ta de cir­co con­tem­po­rá­neo Quim Girón tam­bién han inten­ta­do enten­der­la y domi­nar­la, y el resul­ta­do ha sido su pri­me­ra cola­bo­ra­ción artís­ti­ca, Feno­men. En la pro­pues­ta, pro­gra­ma­da los pró­xi­mos 3 y 4 de mar­zo en La Mutant, la pare­ja inves­ti­ga los fenó­me­nos natu­ra­les en esce­na.

 

En el espec­tácu­lo, el tán­dem dia­lo­ga con la tem­pe­ra­tu­ra y el hie­lo para for­mar dife­ren­tes uni­ver­sos. A lo lar­go del mon­ta­je, la trans­for­ma­ción cons­tan­te se mani­fies­ta tan­to en el ambien­te, como en los cuer­pos de los crea­do­res y en la mate­ria pre­sen­te.

Ribas ase­gu­ra que lo que bus­can con este pro­yec­to con­jun­to es «escu­char a la natu­ra­le­za». Sobre las tablas del espa­cio de artes vivas, se des­ple­ga­rán tres intér­pre­tes en igual­dad de con­di­cio­nes. La coreó­gra­fa, Girón y el hie­lo. El artis­ta de cir­co, por su par­te, indi­ca que este espec­tácu­lo es un paso lógi­co en su inten­to de inno­var en el terreno de la dan­za y el cir­co hacia espec­tácu­los «efí­me­ros», no tan cen­tra­dos en el cuer­po.

Funciones únicas

El agua en esta­do sóli­do les ha dado un ele­va­do gra­do de impre­vi­sión. «Cuan­do lo rom­pe­mos, no sabe­mos cómo se rom­pe­rá —apun­ta Ribas—. No tene­mos más el con­trol, ya que los blo­ques siem­pre se rom­pen de mane­ra dife­ren­te, lo que hace que cada fun­ción sea úni­ca», afir­ma Girón. Cada día des­cu­bren cosas nue­vas.

Feno­men es una pie­za de cir­co en la que los dos crea­do­res han idea­do un terri­to­rio artís­ti­co común para mate­ria­li­zar la fuer­za de la natu­ra­le­za en esce­na. Una cade­na viva de pro­ce­sos natu­ra­les cer­ca­nos y diver­ti­dos que nos invi­tan a pre­gun­tar­nos el fun­cio­na­mien­to de nues­tro pla­ne­ta y nos abren los ojos con una peque­ña refle­xión: todos noso­tros somos, en reali­dad, un peque­ño fenó­meno.