Chema Cardeña dirige esta obra, que podrá verse del 20 de abril al 12 de mayo, en la que La Regente, Ana Karenina y Mme Bovary dan su versión de la historia

Los pro­ta­go­nis­tas de «Maleï­des Dames».

Sala Rus­sa­fa, cen­tro de crea­ción, for­ma­ción y artes escé­ni­cas fun­da­do por Arden Pro­duc­cio­nes, aco­ge esta sema­na el estreno del 44º espec­tácu­lo de esta com­pa­ñía valen­cia­na. Del 20 de abril al 12 de mayo per­ma­ne­ce­rá en car­tel Maleï­des Dames, una crea­ción de Che­ma Car­de­ña que nació de la nece­si­dad de cues­tio­nar el Bova­ris­mo. La psi­co­lo­gía defi­ne este fenó­meno como una insa­tis­fac­ción cons­tan­te, deri­va­da del cho­que entre la reali­dad y las aspi­ra­cio­nes del suje­to. Tra­di­cio­nal­men­te, se ha atri­bui­do a las muje­res y fue bau­ti­za­do en ‘honor’ a la pro­ta­go­nis­ta de Mada­me Bovary.

Para Car­de­ña, solo el nom­bre ya tie­ne un tras­fon­do misó­gino por­que la heroí­na de la nove­la es una joven que sufre un matri­mo­nio con­cer­ta­do y sue­ña con la feli­ci­dad a tra­vés de amo­res extra­ma­tri­mo­nia­les. “Es curio­so cómo, a los ojos de la socie­dad, ella es la ilu­sa que aspi­ra a más de lo que pue­de obte­ner de la vida. No su mari­do, mucho mayor y abu­rri­do, que no tie­ne nin­gu­na aten­ción con su espo­sa. Él no está espe­ran­do algo impo­si­ble. Se da por sen­ta­do que ella, por con­tra­to, le tie­ne que que­rer y sen­tir­se satis­fe­cha”, comen­ta el autor y direc­tor del espec­tácu­lo tea­tral, quien se pre­gun­tó cómo con­ta­rían su pro­pia his­to­ria per­so­na­jes lite­ra­rios feme­ni­nos que, duran­te gene­ra­cio­nes, han mar­ca­do el papel social de la mujer.

En Maleï­des Dames reúne a Emma Bovary, Ana Kare­ni­na y Ana Ozo­res (La Regen­ta), crea­dos por Gus­ta­ve Flau­bert, Leon Tols­toi y Leo­pol­do Alas, res­pec­ti­va­men­te. Con sus pro­pias pala­bras, Car­de­ña crea una apa­sio­nan­te dra­ma­tur­gia en don­de con­flu­yen dife­ren­tes esce­nas de cada nove­la y van sur­gien­do temas como el mie­do, la pasión, el cas­ti­go, el peca­do, el víncu­lo matri­mo­nial o la vio­len­cia vica­ria.

El esce­na­rio recuer­da a una caja de músi­ca don­de las pro­ta­go­nis­tas dan vuel­tas y vuel­tas a los acon­te­ci­mien­tos de sus vidas. Las acom­pa­ña un narra­dor, inter­pre­ta­do por Darío Torrent, que se va con­vir­tien­do en los dife­ren­tes hom­bres con los que se rela­cio­na cada una. Y, a toro pasa­do, des­de la soro­ri­dad, las tres van comen­tan­do sus expe­rien­cias, ofre­cien­do sus argu­men­tos, las jus­ti­fi­ca­cio­nes a unos hechos que las sen­ten­cia­ron al sufri­mien­to, sim­ple­men­te por su con­di­ción feme­ni­na. Y es que, en opi­nión de Car­de­ña, “si los pro­ta­go­nis­tas de Mada­me Bovary, Ana Kare­ni­na o La Regen­ta hubie­ran sido mas­cu­li­nos, la tra­ma se hubie­ra desa­rro­lla­do y se habría reci­bi­do social­men­te de mane­ra total­men­te dis­tin­ta”. Un doble rase­ro que, en opi­nión del crea­dor, sigue vigen­te hoy día.

Miradas del mujer del siglo XIX para entender el XXI

En su línea de crea­ción escé­ni­ca para Arden, como ocu­rrió con El Per­fu­me del Tiem­po (Mejor Espec­tácu­lo en los Pre­mis de les Arts Escè­ni­ques de l’IVC 2023), La Inva­sión de los bár­ba­ros o Sha­kes­pea­re en Ber­lín, las tres pie­zas de su ‘Tri­lo­gía de la memo­ria’, el autor y direc­tor de esce­na obser­va el pasa­do para hablar de temas de actua­li­dad.

En este caso, uti­li­za per­so­na­jes icó­ni­cos de la lite­ra­tu­ra del siglo XIX para inci­tar en el públi­co la refle­xión sobre aspec­tos socia­les can­den­tes. “Qui­zá en dos siglos han cam­bia­do muchas cosas. Pero, aun­que parez­ca que se han moder­ni­za­do, hay for­mas actua­les de ver a la mujer y su rela­ción con su entorno, con la ambi­ción o con la sexua­li­dad y el afec­to que, en reali­dad, siguen muy con­di­cio­na­das por estos ico­nos deci­mo­nó­ni­cos”, expli­ca Car­de­ña.   

En su opi­nión, “no es casual que las tres tuvie­ran fina­les trá­gi­cos. No esta­ba bien vis­to que una mujer se deja­ra lle­var por las pasio­nes o que toma­ra la ini­cia­ti­va en cier­tas cosas. Tam­po­co podía cues­tio­nar­se sus obli­ga­cio­nes como espo­sa o como madre. Así que, como per­so­na­jes, su úni­ca sali­da era la muer­te”, comen­ta el dra­ma­tur­go, al tiem­po que se pre­gun­ta qué per­cep­ción social, qué opor­tu­ni­da­des ten­drían hoy.  

Rosa López, Car­me Juan y Pepa Juan ofre­cen una nue­va mane­ra de encar­nar a estas fas­ci­nan­tes heroí­nas, más madu­ras y refle­xi­vas. Sobre el esce­na­rio, con la sere­ni­dad de cono­cer el final de su his­to­ria, encuen­tran la opor­tu­ni­dad de mos­trar por pri­me­ra vez su pro­pia ver­sión del rela­to, sus argu­men­tos, su pun­to de vis­ta en un tex­to com­pro­me­ti­do con el femi­nis­mo, deci­di­do a cues­tio­nar los dis­cur­sos esta­ble­ci­dos, a derri­bar ico­nos y pre­jui­cios sobre el uni­ver­so feme­nino.

“Quie­nes conoz­can las tres nove­las, van a encon­trar un acer­ca­mien­to total­men­te dife­ren­te a sus pro­ta­go­nis­tas. Y para quie­nes sean una asig­na­tu­ra pen­dien­te, podrán seguir a la per­fec­ción la tra­ma por­que esta vez son ellas quie­nes narran al públi­co unos acon­te­ci­mien­tos sor­pren­den­te­men­te actua­les”, ase­gu­ra el autor y direc­tor de Maleï­des Dames.

Para ana­li­zar en mayor pro­fun­di­dad la pie­za, Sala Rus­sa­fa ha orga­ni­za­do dos sesio­nes deVier­nes Fórum’. Al aca­bar la repre­sen­ta­ción, los espec­ta­do­res podrán dis­fru­tar de un encuen­tro con el equi­po artís­ti­co de la obra y una invi­ta­da espe­cial que, por su tra­yec­to­ria pro­fe­sio­nal, apor­ta­rá nue­vos pun­tos de vis­ta sobre el espec­tácu­lo. El 26 de abril, la escri­to­ra y polí­ti­ca Ana Nogue­ra ana­li­za­rá la influen­cia social y la repre­sen­ta­ción de las heroí­nas lite­ra­rias. Mien­tras que el 3 de mayo la psi­có­lo­ga y sexó­lo­ga Lau­ra Pérez Gar­cía habla­rá sobre la evo­lu­ción de la per­cep­ción social del deseo feme­nino.

Ade­más, como com­ple­men­to a las repre­sen­ta­cio­nes, el hall de Sala Rus­sa­fa aco­ge del 12 de abril al 5 de mayo la expo­si­ción Mira­das, de la pin­to­ra, poe­ta y cera­mis­ta valen­cia­na Ana Pas­cual. Una serie de 22 ‘soca­rrats’, téc­ni­ca cerá­mi­ca tra­di­cio­nal, median­te la que ha ofre­ci­do su par­ti­cu­lar visión sobre per­so­na­jes feme­ni­nos de la his­to­ria (como Fri­da Kah­lo, Cleo­pa­tra o Jua­na La Loca) y la fic­ción (como las tres pro­ta­go­nis­tas de Maleï­des Dames), ade­más de muje­res anó­ni­mas. Barro, cal y óxi­do de man­ga­ne­so y hie­rro para cap­tar la esen­cia feme­ni­na.    

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