[vc_row full_width_row=“true”][vc_column][vc_column_text]El perió­di­co La Van­guar­dia publi­ca un repor­ta­je de Josep Cor­be­lla, perio­dis­ta espe­cia­li­za­do en cien­cia y salud des­de 1990, sobre las nue­vas varian­tes del coro­na­vi­rus. Un tex­to que repro­du­ci­mos a con­ti­nua­ción por su inte­rés para la socie­dad:

Ya saben lo que pasa con los anti­bió­ti­cos. Si com­ple­tan el tra­ta­mien­to, eli­mi­nan la infec­ción. Si lo dejan a mitad y per­mi­ten que algu­nas bac­te­rias sobre­vi­van, las que que­dan son las más difí­ci­les de com­ba­tir. Las más resis­ten­tes al anti­bió­ti­co. Así es cómo fun­cio­na la evo­lu­ción, por selec­ción natu­ral.

 

Pri­me­ra ima­gen real y en tres dimen­sio­nes del coro­na­vi­rus.

Lo mis­mo pasa aho­ra con el virus SARS-CoV‑2 a esca­la glo­bal. Se le ha per­mi­ti­do pro­li­fe­rar tan­to, y en tan­tos luga­res dis­tin­tos, que ha teni­do cam­po libre para expe­ri­men­tar con muta­cio­nes. Esta­mos asis­tien­do en direc­to a un gran expe­ri­men­to mun­dial de selec­ción natu­ral. Están emer­gien­do las varian­tes que más bene­fi­cian al virus. Las que más le ayu­dan a pro­li­fe­rar.

Con pocas sema­nas de dife­ren­cia se han des­cu­bier­to tres varian­tes inquie­tan­tes en Ingla­te­rra, Sudá­fri­ca y Bra­sil. Es posi­ble que apa­rez­can más en las pró­xi­mas sema­nas y meses. Ante varian­tes poten­cial­men­te peli­gro­sas como estas, hay tres gran­des incóg­ni­tas que preo­cu­pan a médi­cos y cien­tí­fi­cos.

 

¿Son más virulentas?

Todo lo que hacen los virus tie­ne un úni­co obje­ti­vo. Pro­li­fe­rar. No tie­nen nin­gún inte­rés en cau­sar daño a sus hués­pe­des. Más bien al con­tra­rio. A un virus res­pi­ra­to­rio como el SARS-CoV‑2 le con­vie­ne que las per­so­nas infec­ta­das se encuen­tren bien y pue­dan hacer vida nor­mal duran­te el perio­do en que son más con­ta­gio­sas. Y es exac­ta­men­te lo que ha con­se­gui­do: la máxi­ma con­ta­gio­si­dad empie­za antes que los sín­to­mas. Lo que ocu­rra des­pués al virus le da igual. Si la per­so­na se recu­pe­ra, bien. Si enfer­ma y mue­re, ya no es su pro­ble­ma.

Pero como los virus son tahú­res nano­mé­tri­cos que lan­zan los dados gené­ti­cos una y otra vez has­ta que sale una bue­na juga­da, pro­ban­do muta­cio­nes al azar, podría ocu­rrir que las varian­tes gana­do­ras incor­po­ren muta­cio­nes acci­den­ta­les que agra­ven la covid. Por aho­ra esto no tie­ne por qué preo­cu­par­nos: los datos de que dis­po­ne­mos son tran­qui­li­za­do­res. A día de hoy nada indi­ca que las varian­tes iden­ti­fi­ca­das en Ingla­te­rra, Sudá­fri­ca y Bra­sil cau­sen for­mas más gra­ves de covid que las varian­tes ante­rio­res del virus.

 

¿Son más contagiosas?

Los datos sobre la capa­ci­dad de con­ta­gio son más preo­cu­pan­tes. La varian­te bri­tá­ni­ca, lla­ma­da B117, es en torno a un 35% más trans­mi­si­ble que las ante­rio­res, según un infor­me de Public Health England, la agen­cia de salud públi­ca ingle­sa, basa­do en datos de más de 500.000 per­so­nas. La varian­te ya ha lle­ga­do a más de 60 paí­ses.

En Espa­ña se espe­ra que se extien­da en las pró­xi­mas sema­nas y que repre­sen­te el 40% de los casos de covid a media­dos de mar­zo, según dijo ayer Fer­nan­do Simón, direc­tor del Cen­tro de Coor­di­na­ción de Aler­tas y Emer­gen­cias Sani­ta­rias (CCAES).

La varian­te bri­tá­ni­ca tie­ne la muta­ción gené­ti­ca N501Y, que modi­fi­ca la pro­teí­na S del virus de un modo que posi­ble­men­te aumen­te su capa­ci­dad de infec­tar célu­las huma­nas.

Tam­bién las varian­tes que se han iden­ti­fi­ca­do en Sudá­fri­ca y en Bra­sil tie­nen esta muta­ción y su inci­den­cia está en rápi­do aumen­to, lo que sugie­re que tam­bién son más con­ta­gio­sas, aun­que no se ha cuan­ti­fi­ca­do en qué medi­da lo son. La suda­fri­ca­na se ha encon­tra­do ya en 23 paí­ses y la bra­si­le­ña, en 3.

Que una varian­te sea más trans­mi­si­ble sig­ni­fi­ca que, si se man­tie­nen las mis­mas medi­das de con­trol de la epi­de­mia, se pro­du­ci­rán más con­ta­gios, más casos gra­ves, más hos­pi­ta­li­za­cio­nes y más muer­tes. Si se quie­re evi­tar que aumen­ten los casos, las hos­pi­ta­li­za­cio­nes y las muer­tes, enton­ces no habrá otra opción que adop­tar medi­das que res­trin­jan más la inter­ac­ción social. Es lo que pode­mos espe­rar que ocu­rra en Espa­ña en mar­zo, si no antes.

 

¿Escapan al sistema inmunitario?

Es lo que más preo­cu­pa a medio pla­zo. Si el coro­na­vi­rus adquie­re la capa­ci­dad de evi­tar la res­pues­ta inmu­ni­ta­ria con­tra varian­tes ante­rio­res, las per­so­nas que han pasa­do la covid podrían recaer. Es lo que pare­ce estar ocu­rrien­do en Manaos (Bra­sil), don­de el 76% de la pobla­ción tenía anti­cuer­pos con­tra el SARS-CoV‑2 y aun así se está regis­tran­do una explo­sión de casos de la nue­va varian­te P.1. Tam­bién en Sudá­fri­ca, don­de los anti­cuer­pos de algu­nas per­so­nas que han pasa­do la covid no son capa­ces de neu­tra­li­zar la varian­te 501Y.V2. Ambas varian­tes, la de Bra­sil y la de Sudá­fri­ca, tie­nen en común la muta­ción E484K, que supues­ta­men­te les ayu­da a bur­lar la vigi­lan­cia inmu­ni­ta­ria.

Si el virus apren­de cómo vol­ver a infec­tar a per­so­nas que han pasa­do la covid, es posi­ble que tam­bién esca­pe a las vacu­nas que se han desa­rro­lla­do con­tra las varian­tes ante­rio­res.

Con los datos dis­po­ni­bles a día de hoy, la vacu­na de Pfi­zer –y por exten­sión tam­bién otras– pare­ce capaz de neu­tra­li­zar la varian­te bri­tá­ni­ca. No se sabe aún si tam­bién podrá neu­tra­li­zar las otras varian­tes. Si no fue­ra capaz de neu­tra­li­zar­las, y si algu­na de estas varian­tes se con­vir­tie­ra en domi­nan­te, inevi­ta­ble­men­te se retra­sa­ría el final de la pan­de­mia.

 

¿Cómo evitar que surjan más variantes del virus?

Cuan­tas más per­so­nas estén infec­ta­das, mayor es la pro­ba­bi­li­dad de que sur­jan varian­tes. “Para mini­mi­zar el ries­go, es impor­tan­te que las medi­das de con­ten­ción sean con­sis­ten­tes”, seña­la Ricard Solé, inves­ti­ga­dor Icrea en el Ins­ti­tut de Bio­lo­gia Evo­lu­ti­va y la Uni­ver­si­tat Pom­peu Fabra. “Si dis­po­ne­mos de una vacu­na efi­cien­te pero rela­ja­mos las medi­das de con­trol como la mas­ca­ri­lla y la dis­tan­cia, favo­re­ce­mos que sur­jan varian­tes del virus capa­ces de sal­tar­se los con­tro­les”.

Igual que con los anti­bió­ti­cos y las bac­te­rias, si se va a por el virus, hay que ir has­ta el final. Que­dar­se a medio camino es dar­le la opor­tu­ni­dad de resur­gir. Y cuan­do resur­ge, vuel­ve con más fuer­za, como se ha vis­to en Ingla­te­rra, Bra­sil y Sudá­fri­ca.

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