6 de sep­tiem­bre de 2021.

La revis­ta Foto­gra­mas publi­có meses atrás una entre­te­ni­da lis­ta ela­bo­ra­da por la redac­ción con –aten­ción– “Las diez peo­res pelí­cu­las de 2020”. La mor­bo­sa selec­ción a la con­tra de Foto­gra­mas, publi­ca­ción que el pró­xi­mo noviem­bre cum­pli­rá sus pri­me­ros seten­ta y cin­co años de exis­ten­cia, fue la siguien­te: 

Nico­le Kid­man, “a menu­do temi­ble”.

Hill­billy, una ele­gía rural (Ron Howard, USA), con Glenn Clo­se en el repar­to, lo que siem­pre da un poco de mie­do; Las aven­tu­ras del doc­tor Dolittle (Stephen Gaghan, USA), que logra­ba sin esfuer­zo ser toda­vía peor que la pri­me­ra ver­sión de esta his­to­ria anti­cua­da con ani­ma­les que hablan (Doc­tor Dolittle, de un Richard Fleis­cher en horas bajas, 1967); El jil­gue­ro (John Crow­ley, USA), pro­ta­go­ni­za­da por la a menu­do temi­ble Nico­le Kid­manArte­mis Fowl (Ken­neth Bra­nagh, Rei­no Uni­do, cui­da­do con este direc­tor), un pro­yec­to que Dis­ney deci­dió estre­nar direc­ta­men­te en strea­ming; la estu­pe­fa­cien­te Unplan­ned (Cary Solo­mon y Chuck Kon­zel­man, USA); Fan­tasy Island (Jeff Wad­low, USA), por lo vis­to tan mala que –dicen– lle­ga a ser diver­ti­da; 365 días (Bar­ba­ra Bia­lo­was, Polo­nia), pelí­cu­la de un insul­tan­te machis­mo, según afir­man varios crí­ti­cos; Ava (Tom Tay­lor, USA), que ni siquie­ra logra sal­var la esti­lo­sa actriz Jes­si­ca Chas­tain; El rit­mo de la ven­gan­za (Reed Morano, Rei­no Uni­do), un desas­tre difí­cil de enten­der…

Una pelí­cu­la de terror que da risa.

y por últi­mo El Hallo­ween de Hubie (Ste­ven Brill, USA), con la “estre­lla” Adam Sand­ler (huyan a toda velo­ci­dad).

Adam Sand­ler en El Hallo­ween de Hubie.

El diver­ti­do repor­ta­je de Foto­gra­mas me da pie para pro­po­ner en este Dia­rio de un ciné­fi­lo una lis­ta simi­lar: ele­gir las peo­res pelí­cu­las de diez famo­sos direc­to­res. Mi selec­ción per­so­nal ape­nas la argu­men­ta­ré. Me limi­to a unos apun­tes rápi­dos. Ani­mo a los lec­to­res a que tam­bién hagan sus apor­ta­cio­nes. Cada espec­ta­dor tie­ne su pro­pia mira­da.

De Orson Welles, Don Qui­jo­tepeno­sa pelí­cu­la roda­da a lo lar­go de varios años; algu­nos crí­ti­cos le echan la cul­pa del desas­tro­so resul­ta­do al mon­ta­je de Jesús Fran­co; yo creo que el res­pon­sa­ble abso­lu­to del resul­ta­do es Welles, enor­me en su físi­co, en sus acier­tos y en sus mega­lo­ma­nías; de John Hus­ton, La bur­la del dia­blo (1954), que tie­ne algu­nos par­ti­da­rios, entre los que yo no me cuen­to; de Luis Buñuel, Gran Casino (1947), fra­ca­so crí­ti­co y comer­cial –pese a con­tar con Jor­ge Negre­te Liber­tad Lamar­que– con una his­to­ria popu­la­che­ra que no con­ven­ció a nadie; de Luis Gar­cía Ber­lan­gaLa bou­ti­que (tam­bién titu­la­da Las pira­ñas, 1967), de la que el pro­pio direc­tor decía que era su mejor guion y su peor pelí­cu­la; en reali­dad, más que mala, es una his­to­ria roda­da sin con­vic­ción y con un repar­to que no fun­cio­na; de Alfred Hitch­cock, la insí­pi­da Matri­mo­nio ori­gi­nal (1941): la come­dia sofis­ti­ca­da no era pre­ci­sa­men­te el géne­ro que mejor le iba a don Alfre­do; de Fritz LangSecre­to tras la puer­ta (1947), que se deja ver pero que tie­ne el defec­to de ser una copia opor­tu­nis­ta de algu­nos éxi­tos de Hitch, como Rebe­ca (1940) o Sos­pe­cha (1941); de Char­les Cha­plin no eli­jo nin­gu­na, por­que él nun­ca hizo una mala pelí­cu­la, ni siquie­ra La con­de­sa de Hong-Kong (1967), tan atem­po­ral, ele­gan­te y melan­có­li­ca; en la fil­mo­gra­fía de Billy Wil­der tam­po­co hay malas pelí­cu­las, pero obli­ga­do a selec­cio­nar una, opto por El héroe soli­ta­rio (1957), con tra­mos del rela­to bas­tan­te abu­rri­dos…

Dirk Bogar­de murien­do en la pla­ya del Lido de Vene­cia.

De Luchino Vis­con­ti me irri­ta muchí­si­mo la admi­ra­da Muer­te en Vene­cia (1971), ama­ne­ra­da, rela­mi­da y fal­sa; y de Pedro Almo­dó­var, sin duda, Los aman­tes pasa­je­ros (2013), come­dia des­ca­ra­da en la que el ima­gi­na­ti­vo direc­tor espa­ñol nun­ca encon­tró el tono ade­cua­do: nin­gu­na de sus micro-his­­to­­rias fun­cio­na y, enci­ma, los acto­res en plan cómi­co están de pena.

Los aman­tes pasa­je­ros, tal vez la peor pelí­cu­la de Almo­do­var.

DIARIO UN CINÉFILO

«Que la vida iba en serio / uno lo empie­za a com­pren­der más tar­de”
Jai­me Gil de Bied­ma

DIARIO DE UN CINÉFILO Es una sec­ción dedi­ca­da al mun­do de las Series de TV, a todos sus aspec­tos ciné­fi­los pero tam­bién a sus deri­va­cio­nes socio­ló­gi­cas y rela­ti­vas a la vida coti­dia­na de las per­so­nas. La cons­truc­ción de roles, las rela­cio­nes fami­lia­res, la actua­li­dad, la come­dia y el dra­ma, la épi­ca his­tó­ri­ca, dra­go­nes y maz­mo­rras… Todo cabe en el mun­do de las series, y cual­quier pers­pec­ti­va del mun­do pue­de ser vis­ta des­de la ópti­ca de un ciné­fi­lo, de un serió­fi­lo inte­li­gen­te y pers­pi­caz. La sec­ción está per­so­na­li­za­da en Rafa Marí, uno de los últi­mos gran­des ciné­fi­los espa­ño­les. La perio­di­ci­dad es alea­to­ria, y la lon­gi­tud de cada entra­da, tam­bién. Pue­de ser tan­to muy cor­ta: un afo­ris­mo, como un exten­so mini­en­sa­yo, o entre­vis­ta, o diá­lo­go inte­rior.

Pese a ser un perio­dis­ta tar­dío, Rafa Marí (Valen­cia, 1945) ha teni­do tiem­po para tra­ba­jar en muchos medios de comu­ni­ca­ción: Car­te­le­ra Turia, Cal Dir, Valen­cia Sema­nal, car­te­le­ra Qué y Don­de, Noti­cias al día, Papers de la Con­se­lle­ria de Cul­tu­ra, Leva­n­­te-EMV, El Hype… Siem­pre en las pági­nas de cul­tu­ra. En 1984 fichó por Las Pro­vin­cias, dia­rio don­de actual­men­te es colum­nis­ta y crí­ti­co de arte.

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