4 de julio de 2021.

Una bue­na serie esta­dou­ni­den­se pro­du­ci­da por Net­flix: Sense8, crea­da por las sin­gu­la­res y talen­to­sas her­ma­nas Lana y Lilly Wachows­ki (antes Larry y Andy), cineas­tas que en los años 1999–2003 tuvie­ron un gran éxi­to inter­na­cio­nal con la saga Matrix. La idea cen­tral es de ellas, la mayo­ría de los capí­tu­los se basan en guio­nes suyos y varias veces diri­gen direc­ta­men­te los epi­so­dios. La tra­ma tie­ne ocho pro­ta­go­nis­tas des­co­no­ci­dos entre sí, cada uno de una par­te dife­ren­te del mun­do y con cul­tu­ras dis­tin­tas. His­to­rias para­le­las, cie­n­­cia-fic­­ción tem­po­ral, visio­nes sobre­na­tu­ra­les y seres en con­flic­to que se rela­cio­nan tele­pá­ti­ca­men­te, sin­tien­do, vien­do y escu­chan­do lo mis­mo que alguno de los otros, aje­nos todos, en esas oca­sio­nes, a las gran­des dis­tan­cias geo­grá­fi­cas.

Los/as Wachows­ki antes y des­pués de su cam­bio de per­so­na­li­dad sexual.

Lana y Lilly siem­pre son ambi­cio­sas y su volun­tad fir­me es la de ahon­dar en temas como la iden­ti­dad sexual, el racis­mo, la frus­tra­ción fami­liar, la polí­ti­ca, la reli­gión, la vio­len­cia… Los ocho per­so­na­jes prin­ci­pa­les son lla­ma­dos sen­seight y com­par­ten el mis­mo día de naci­mien­to (el 8 de agos­to). Aun­que en la reali­dad no es exac­ta­men­te así, todos los acto­res tie­nen 25 años en la fic­ción al comen­zar la serie.

Algu­nas secuen­cias son casi hard core, con alta tem­pe­ra­tu­ra cor­po­ral, algo poco habi­tual en las pro­duc­cio­nes strea­ming. Des­ta­ca en ese terreno el cas­te­llo­nen­se Miguel Ángel Sil­ves­tre (el Rafael Duque de Sin tetas no hay paraí­so: serie estre­na­da en 2008, con un total de tres tem­po­ra­das y 43 capí­tu­los), que ade­más de ser muy atrac­ti­vo fun­cio­na bien como actor. Es vul­ne­ra­ble y poten­te a la vez, y tie­ne fuer­za en los pri­me­ros pla­nos. Entre el ama­teu­ris­mo y el caris­ma de los ele­gi­dos. No sé si su carre­ra en Esta­dos Uni­dos se ha con­so­li­da­do, pero si no es así, segu­ra­men­te será por­que Sil­ves­tre tie­ne toda la pin­ta de vivir ver­ti­gi­no­sa­men­te.

Sil­ves­tre en tan­ga, en Sense8.

La pri­me­ra tem­po­ra­da de Sense8, estre­na­da en junio de 2015 cons­ta de doce epi­so­dios de alre­de­dor de 50 minu­tos cada uno. La segun­da tem­po­ra­da se estre­nó en diciem­bre de 2016. Doy la voz a wiki­pe­dia, siem­pre útil para lo bási­co: “El res­to de la tem­po­ra­da se subió a Net­flix el 5 de mayo de 2017. Las crí­ti­cas de esta segun­da tem­po­ra­da fue­ron muy bue­nas, inclu­so mejo­ra­ron las de la pri­me­ra. Sin embar­go, el 1 de junio de ese mis­mo año, Net­flix anun­ció la can­ce­la­ción de la serie por moti­vos eco­nó­mi­cos (…) Ante las pre­sio­nes en redes socia­les y tras un diá­lo­go entre las her­ma­nas Wachows­ki y Net­flix, el 29 de junio se anun­ció que la pla­ta­for­ma pro­du­ci­ría un capí­tu­lo final de la serie de dos horas de dura­ción, que resol­ve­ría las prin­ci­pa­les incóg­ni­tas. Su estreno fue el 8 de junio de 2018.

Regre­so a Sil­ves­tre. En el ABC del sába­do 3 de julio, Anto­nio Albert con­ta­ba lo siguien­te sobre el pro­duc­tor y ex ven­trí­lo­cuo José Luis Moreno, aho­ra en serios apu­ros judi­cia­les: “A Moreno, rodea­do de mol­du­ras de oro y gran­des figu­ras de por­ce­la­na, le gus­ta­ba pre­su­mir de ser un este­ta. Era su excu­sa para rodear­se de gen­te bella. Sobre todo, hom­bres: el cul­tu­ris­ta che­co Mar­tin Mes­ter, el actor Rubén Sanz o el mis­mí­si­mo Miguel Angel Sil­ves­tre, que estu­vo una tem­po­ra­da vivien­do en su casa por­que, según el pro­duc­tor, que­ría apo­yar­le por su talen­to y ayu­dar­le en los ini­cios de su carre­ra. Por aquel enton­ces, el cas­te­llo­nen­se ni siquie­ra había pro­ta­go­ni­za­do Sin tetas no hay paraí­so, la tele­no­ve­la que le lan­zó a un estre­lla­to que hoy es inter­na­cio­nal. Cuan­do Miguel Ángel dejó la man­sión de Boa­di­lla del Mon­te, la secre­ta­ria per­so­nal de Moreno comu­ni­có que ‘esa per­so­na ya no for­ma par­te de la casa’. Pos­te­rior­men­te, Sil­ves­tre con­fe­só que había sufri­do aco­so por par­te de un pro­duc­tor que qui­so besar­le con­tra su volun­tad”.

J. Luis Moreno con Ber­tin Osbor­ne en la pis­ci­na cli­ma­ti­za­da de su man­sión de Boa­di­lla.

DIARIO UN CINÉFILO

«Que la vida iba en serio / uno lo empie­za a com­pren­der más tar­de”
Jai­me Gil de Bied­ma

DIARIO DE UN CINÉFILO Es una sec­ción dedi­ca­da al mun­do de las Series de TV, a todos sus aspec­tos ciné­fi­los pero tam­bién a sus deri­va­cio­nes socio­ló­gi­cas y rela­ti­vas a la vida coti­dia­na de las per­so­nas. La cons­truc­ción de roles, las rela­cio­nes fami­lia­res, la actua­li­dad, la come­dia y el dra­ma, la épi­ca his­tó­ri­ca, dra­go­nes y maz­mo­rras… Todo cabe en el mun­do de las series, y cual­quier pers­pec­ti­va del mun­do pue­de ser vis­ta des­de la ópti­ca de un ciné­fi­lo, de un serió­fi­lo inte­li­gen­te y pers­pi­caz. La sec­ción está per­so­na­li­za­da en Rafa Marí, uno de los últi­mos gran­des ciné­fi­los espa­ño­les. La perio­di­ci­dad es alea­to­ria, y la lon­gi­tud de cada entra­da, tam­bién. Pue­de ser tan­to muy cor­ta: un afo­ris­mo, como un exten­so mini­en­sa­yo, o entre­vis­ta, o diá­lo­go inte­rior.

Pese a ser un perio­dis­ta tar­dío, Rafa Marí (Valen­cia, 1945) ha teni­do tiem­po para tra­ba­jar en muchos medios de comu­ni­ca­ción: Car­te­le­ra Turia, Cal Dir, Valen­cia Sema­nal, car­te­le­ra Qué y Don­de, Noti­cias al día, Papers de la Con­se­lle­ria de Cul­tu­ra, Leva­n­­te-EMV, El Hype… Siem­pre en las pági­nas de cul­tu­ra. En 1984 fichó por Las Pro­vin­cias, dia­rio don­de actual­men­te es colum­nis­ta y crí­ti­co de arte.

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