6 de noviem­bre de 2020.

Apun­tes rápi­dos de un con­su­mi­dor com­pul­si­vo de imá­ge­nes en la peque­ña pan­ta­lla. La razón de esa ansie­dad es impor­tan­te: el Covid-19 vuel­ve a ser una ame­na­za muy peli­gro­sa que nos impul­sa a refu­giar­nos en casa. Cuan­to todo esto pase, si es que pasa y yo soy uno de los que pue­da con­tar­lo, dedi­ca­ré varios artícu­los suce­si­vos a narrar no lo que veo en la tele, sino lo que veo en las ciu­da­des: per­so­nas reales, facha­das de comer­cios, cúpu­las de edi­fi­cios con ambi­cio­nes, faro­las, auto­bu­ses, el Metro, taxis, museos, libre­rías, res­tau­ran­tes, bares, cines… La vida está en la calle.

Sting en Dune

Dune. Hace unas sema­nas se cum­plió el cen­te­na­rio del escri­tor Frank Her­bert (Taco­ma, Washing­ton; 8 de octu­bre de 1920 — Madi­son, 1986). Su nove­la de cie­n­­cia-fic­­ción Dune (1965) dio paso a una de las sagas más famo­sas de la lite­ra­tu­ra fan­tás­ti­ca. Se lle­ga­ron a ven­der 20 millo­nes de ejem­pla­res de la nove­la. El pro­duc­tor Dino de Lau­ren­tiis pen­só que si cada uno de esos ejem­pla­res era leí­do por tres o cua­tro per­so­nas, una pelí­cu­la basa­da en estos rela­tos ten­dría un mer­ca­do poten­cial de entre 60 y 80 millo­nes de espec­ta­do­res. No ocu­rrió tal cosa: Dune, diri­gi­da por David Lynch en 1984, fue un tre­men­do fra­ca­so comer­cial. Pero han pasa­do los años y el film, extra­ño, con­fu­so, falli­do y fas­ci­nan­te a la vez, es un títu­lo de cul­to. En su repar­to hay nom­bres ilus­tres: Sting, José Ferrer, Sian Phi­llips, Max von Sydow, Sil­va­na Man­gano (a la que ape­nas se ve en el muy poda­do mon­ta­je comer­cial), Lin­da Hunt, Fred­die Jones…  

Menén­dez Pidal visi­ta el roda­je del Cid en Peñís­co­la, corre el año 1961.

El Cid. Pillo en Movis­tar una de las pelí­cu­las más famo­sas del gran Anthony MannEl Cid (1961). La vuel­vo a ver. Tres horas –un poco más, 182 minu­tos– de cine épi­co. Un estu­pen­do wes­tern medie­val. Más fiel a la leyen­da que a la reali­dad, pero esas cosas son habi­tua­les en el cine. Sara Mon­tiel ase­gu­ra­ba que le pro­pu­sie­ron el papel de Doña Jime­na, aun­que ella, muy gene­ro­sa y ele­gan­te, recha­zó el papel y pro­pu­so a la emer­gen­te actriz ita­lia­na Sophia Loren –agra­da­ble­men­te sobria en El Cid, pero con una belle­za y un maqui­lla­je holly­woo­dien­se, his­tó­ri­ca­men­te inve­ro­sí­mi­les–. Sara era muy dada a fan­ta­sear. De ser ver­dad lo que con­ta­ba, su deci­sión fue acer­ta­da: ella hubie­ra sido una impro­ba­ble doña Jime­na. Sobre todo si se ponía a can­tar en medio de una esce­na pala­cie­ga. Lo habría hecho, casi segu­ro.

Betty en Nue­va York. Más de 120 capí­tu­los de unos 45 minu­tos cada uno en Net­flix. El cúmu­lo de intri­gas labo­ra­les, coti­lleos, riñas, ena­mo­ra­mien­tos y difi­cul­ta­des empre­sa­ria­les crean una diná­mi­ca hip­nó­ti­ca que te lle­va a que­rer seguir vien­do los epi­so­dios, de modo adic­ti­vo, para saber qué les pasa final­men­te a unos per­so­na­jes que casi son ya miem­bros de tu pro­pia fami­lia, de tan cer­ca­nos, una y otra vez pre­sen­tes en el come­dor de tu casa a tra­vés del tele­vi­sor. Pero a esos per­so­na­jes, con­ven­cio­na­les y ame­nos, nun­ca les pasa nada de for­ma defi­ni­ti­va, nada se les cie­rra o abre para siem­pre –igual que en la vida real, por cier­to, sal­vo en casos de muer­te– y eso hace que te vayas engan­chan­do a la inter­mi­na­ble serie, de pro­duc­ción esta­dou­ni­den­se (2018–2019), con acto­res y actri­ces mayo­ri­ta­ria­men­te lati­no­ame­ri­ca­nos.

DIARIO UN CINÉFILO

«Que la vida iba en serio / uno lo empie­za a com­pren­der más tar­de”
Jai­me Gil de Bied­ma

DIARIO DE UN CINÉFILO Es una sec­ción dedi­ca­da al mun­do de las Series de TV, a todos sus aspec­tos ciné­fi­los pero tam­bién a sus deri­va­cio­nes socio­ló­gi­cas y rela­ti­vas a la vida coti­dia­na de las per­so­nas. La cons­truc­ción de roles, las rela­cio­nes fami­lia­res, la actua­li­dad, la come­dia y el dra­ma, la épi­ca his­tó­ri­ca, dra­go­nes y maz­mo­rras… Todo cabe en el mun­do de las series, y cual­quier pers­pec­ti­va del mun­do pue­de ser vis­ta des­de la ópti­ca de un ciné­fi­lo, de un serió­fi­lo inte­li­gen­te y pers­pi­caz. La sec­ción está per­so­na­li­za­da en Rafa Marí, uno de los últi­mos gran­des ciné­fi­los espa­ño­les. La perio­di­ci­dad es alea­to­ria, y la lon­gi­tud de cada entra­da, tam­bién. Pue­de ser tan­to muy cor­ta: un afo­ris­mo, como un exten­so mini­en­sa­yo, o entre­vis­ta, o diá­lo­go inte­rior.

Pese a ser un perio­dis­ta tar­dío, Rafa Marí (Valen­cia, 1945) ha teni­do tiem­po para tra­ba­jar en muchos medios de comu­ni­ca­ción: Car­te­le­ra Turia, Cal Dir, Valen­cia Sema­nal, car­te­le­ra Qué y Don­de, Noti­cias al día, Papers de la Con­se­lle­ria de Cul­tu­ra, Leva­n­­te-EMV, El Hype… Siem­pre en las pági­nas de cul­tu­ra. En 1984 fichó por Las Pro­vin­cias, dia­rio don­de actual­men­te es colum­nis­ta y crí­ti­co de arte.

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia

Otros artículos del autor