Todos los pro­ta­go­nis­tas de Modern Family (2009–2020).

8 de sep­tiem­bre de 2020.

 Modern family es una serie sim­pá­ti­ca, con capí­tu­los que duran poco más de vein­te minu­tos. Una serie de éxi­to, sobre todo en sus pri­me­ras tem­po­ra­das. Estre­na­da por la cade­na ABC en sep­tiem­bre de 2009, las viven­cias de la pecu­liar fami­lia resi­den­te en Los Ánge­les se pro­lon­ga­ron has­ta abril de 2020, con guio­nes de Ste­ve Levi­tan y de Chris­topher Lloyd (el inven­tor algo pira­do de la tri­lo­gía Regre­so al futu­ro). 

De Modern family real­men­te tan solo me intere­sa, apar­te de algu­nas espo­rá­di­cas répli­cas inge­nio­sas, la mane­ra natu­ral y rela­ja­da que tie­nen los miem­bros de la fami­lia de Jay Prit­chett (Ed O’Neill) de rela­cio­nar­se unos con otros. Hay dife­ren­cias gene­ra­cio­na­les, mul­ti­cul­tu­ra­lis­mo, pala­bras que nun­ca debie­ron pro­nun­ciar­se, un hijo gay con un mari­do obe­so y muy plu­me­ro… Da igual, pase lo que pase todos se lle­van bien, hay bue­nas vibra­cio­nes en el gru­po fami­liar, se entien­den unos con otros por enci­ma de pro­ble­mas o manías más o menos supe­ra­bles… En uno de los capí­tu­los, el sesen­tón Jay le dice a su peli­rro­jo hijo gay (Jes­se Tyler Fer­gu­son): “Tie­nes unas pier­nas muy boni­tas, si fue­ras un gay de los que actúan en espec­tácu­los de trans­for­mis­mo, te gana­rías bien la vida”.  

Jes­se Tyler Fer­gu­son es gay en la fic­ción, pare­ja de Eric Sto­nes­treet, quien a su vez en la vida real es pare­ja de la cono­ci­da actriz Char­li­ze The­ron…
Y Jes­se Tyler Fer­gu­son en la vida real es pare­ja del abo­ga­do Jus­tin Miki­ta.

Es impo­si­ble que mi padre Pepe (1912–1992) me hubie­se dicho eso a mí. Des­de lue­go, no ten­go las pier­nas tan boni­tas como Jes­se Tyler. Pero la impo­si­bi­li­dad no habría radi­ca­do en la dis­cu­ti­ble armo­nía de mis pier­nas, sino en el talan­te de mi pro­ge­ni­tor. Aun­que nada repre­si­vo y de carác­ter libe­ral, a tan­to no se hubie­ra atre­vi­do. Su épo­ca –que duran­te casi cin­co déca­das tam­bién fue la mía– no era pro­pi­cia para un comen­ta­rio tan diver­ti­do y cóm­pli­ce.

En mi juven­tud no era muy acon­se­ja­ble hacer deter­mi­na­das con­fi­den­cias a los padres. Más valía –pen­sa­ba yo– no ver­ba­li­zar ni deta­llar la reali­dad. Yo les habla­ba de mis éxi­tos como aje­dre­cis­ta, de las pelí­cu­las que me habían mar­ca­do (los equí­vo­cos sexua­les de Con fal­das y a lo locoBilly Wil­der, 1959; el des­per­tar sexual en los ado­les­cen­tes de Esplen­dor en la hier­baElia Kazan, 1961), de mi feliz ficha­je como perio­dis­ta en Noti­cias al día –¡cuán­to apren­dí con Juan José Pérez Ben­lloch!– y lue­go, a par­tir de 1984, de mi entra­da en Las Pro­vin­cias (¡cuán­to apren­dí con María Con­sue­lo Rey­na!).

Tal vez fue mejor no sin­ce­rar­me del todo con mis padres. Leo en La men­ti­ra bené­fi­ca (Ver­bum, 2020), ensa­yo pós­tu­mo de Miguel Cata­lán: “La men­ti­ra bené­fi­ca amplía su radio de acción tute­lar a los seres que más lo nece­si­tan; aque­llos que más vul­ne­ra­bles se mues­tran a las ver­da­des que hacen daño”. Las per­so­nas mayo­res son muy vul­ne­ra­bles.

Con­si­de­ro nece­sa­ria una pre­ci­sión: no es lo mis­mo ocul­tar que men­tir. El matiz es impor­tan­te. Y tam­bién es per­ti­nen­te sub­ra­yar el con­tex­to his­tó­ri­co de las cosas que cuen­to. Estoy refi­rién­do­me a la Espa­ña fran­quis­ta de los años 60 y 70. En los años 80, con la demo­cra­cia y la vigen­te Cons­ti­tu­ción de 1978, las cosas fue­ron ya muy dis­tin­tas.

DIARIO UN CINÉFILO

«Que la vida iba en serio / uno lo empie­za a com­pren­der más tar­de”
Jai­me Gil de Bied­ma

DIARIO DE UN CINÉFILO Es una sec­ción dedi­ca­da al mun­do de las Series de TV, a todos sus aspec­tos ciné­fi­los pero tam­bién a sus deri­va­cio­nes socio­ló­gi­cas y rela­ti­vas a la vida coti­dia­na de las per­so­nas. La cons­truc­ción de roles, las rela­cio­nes fami­lia­res, la actua­li­dad, la come­dia y el dra­ma, la épi­ca his­tó­ri­ca, dra­go­nes y maz­mo­rras… Todo cabe en el mun­do de las series, y cual­quier pers­pec­ti­va del mun­do pue­de ser vis­ta des­de la ópti­ca de un ciné­fi­lo, de un serió­fi­lo inte­li­gen­te y pers­pi­caz. La sec­ción está per­so­na­li­za­da en Rafa Marí, uno de los últi­mos gran­des ciné­fi­los espa­ño­les. La perio­di­ci­dad es alea­to­ria, y la lon­gi­tud de cada entra­da, tam­bién. Pue­de ser tan­to muy cor­ta: un afo­ris­mo, como un exten­so mini­en­sa­yo, o entre­vis­ta, o diá­lo­go inte­rior.

Pese a ser un perio­dis­ta tar­dío, Rafa Marí (Valen­cia, 1945) ha teni­do tiem­po para tra­ba­jar en muchos medios de comu­ni­ca­ción: Car­te­le­ra Turia, Cal Dir, Valen­cia Sema­nal, car­te­le­ra Qué y Don­de, Noti­cias al día, Papers de la Con­se­lle­ria de Cul­tu­ra, Leva­n­­te-EMV, El Hype… Siem­pre en las pági­nas de cul­tu­ra. En 1984 fichó por Las Pro­vin­cias, dia­rio don­de actual­men­te es colum­nis­ta y crí­ti­co de arte.

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