Espa­ña y el mun­do aca­bó el 2020 con la for­mi­da­ble noti­cia de que la vacu­na del Covid-19 ya esta­ba aquí. Des­pués de un año de pan­de­mia, el 2021 arran­có con la noti­cia de que la UE apro­ba­ba tam­bién la vacu­na de Moder­na. Y hay otras que están en fases muy avan­za­das. Vacu­nas que son un ali­vio y una gran noti­cia, cla­ro que sí, pero que, por sí mis­mas, como aler­ta la OMS, no son sufi­cien­tes aho­ra mis­mo para fre­nar el avan­ce del coro­na­vi­rus.

Una joven de Rei­no Uni­do reci­be la vacu­na con­tra el COVID-19 en un ensa­yo clí­ni­co. Foto: Uni­ver­si­dad deOxford/John Cairns

Por otra par­te, la exis­ten­cia ya de estas vacu­nas, cada una de ellas con una efec­ti­vi­dad dife­ren­te y crea­da a par­tir de fór­mu­las o con­cep­tos tam­bién dis­tin­tos, oca­sio­na toda una serie de dudas, temo­res y cues­tio­nes psi­co­ló­gi­cas en una pobla­ción mun­dial ya muy preo­cu­pa­da y estre­sa­da por esta pan­de­mia mun­dial y por sus efec­tos sani­ta­rios, eco­nó­mi­cos, socia­les y, por supues­to, psi­co­ló­gi­cos.

Des­de el Cole­gio de Psi­co­lo­gía de la Comu­ni­dad Valen­cia­na indi­can que “lla­ma la aten­ción cómo la ale­gría y eufo­ria se ha des­ata­do en algu­nas per­so­nas mien­tras que en otras sus­ci­ta temor”. Y es que, el mie­do a las vacu­nas ha exis­ti­do des­de que se crea­ron pero, tam­bién en este tema, “pode­mos hablar de una eta­pa pre-covid y otra post-covid”, comen­ta la psi­có­lo­ga clí­ni­ca, Con­sue­lo Tomás, pre­si­den­ta del Cen­tro Psi­co­ló­gi­co Con­sue­lo Tomás, y “es impor­tan­te que las reac­cio­nes no sean des­pro­por­cio­na­das y se ajus­ten a la reali­dad del momen­to  ante este tipo de noti­cias”.

Hay tres esce­na­rios ante el temor a las vacu­nas: cabe dife­ren­ciar entre las per­so­nas que tie­nen mie­do a las inyec­cio­nes (y la mayo­ría de  vacu­nas son inyec­ta­bles); las que tie­nen mie­do a las vacu­nas debi­do a los posi­bles efec­tos secun­da­rios; y las que no tie­nen mie­do a las vacu­nas pero sí a la del Covid19”, expli­ca Tomás. De una for­ma u otra, la exper­ta acon­se­ja aco­ger este anun­cio “con cau­te­la, inten­tan­do evi­tar que haya una eufo­ria des­me­di­da”.

Tripanofobia: miedo a las inyecciones y a la sangre

El mie­do a las vacu­nas y a la san­gre se deno­mi­na tri­pa­no­fo­bia. En esta fobia se pro­du­ce una res­pues­ta bifá­si­ca en la que en un pri­mer momen­to el sis­te­ma ner­vio­so autó­no­mo pro­vo­ca pal­pi­ta­cio­nes, sudo­ra­ción y pro­ble­mas a la hora de res­pi­rar, y a con­ti­nua­ción, se da una res­pues­ta vaso­va­gal. Ini­cial­men­te el ner­vio­sis­mo se rela­cio­na con  la ansie­dad anti­ci­pa­to­ria al pen­sar en lo que va a suce­der, y en el momen­to en el cual ven la inyec­ción o la san­gre, se pro­du­ce un es enlen­te­ci­mien­to car­dia­co y de la res­pi­ra­ción, lle­gan­do en algu­nos casos  al des­ma­yo.

Estas fobias o mie­dos, pue­den deber­se a varias cau­sas, “una inyec­ción es un pro­ce­di­mien­to inva­si­vo y dolo­ro­so y eso, como ser humano, no nos gus­ta, crea cier­ta aver­sión. Tam­bién sabe­mos que en deter­mi­na­dos con­tex­tos se ha asus­ta­do al niño con lle­var­lo al prac­ti­can­te o al médi­co para que le pin­chen en un inten­to por mejo­rar su con­duc­ta, e indu­da­ble­men­te, esta expe­rien­cia pue­de cau­sar un trau­ma. Ade­más, ‑con­ti­núa la expe­r­­ta- apren­de­mos vien­do lo que los demás hacen, si nues­tros fami­lia­res sobre-reac­­cio­­nan cuan­do les vacu­nan, nos trans­mi­ten cier­ta ansie­dad. Sea cual sea la edad de la per­so­nas, hay que dar­les infor­ma­ción veraz y esto pasa por afir­mar que el pin­cha­zo due­le un poco”.

La bue­na noti­cia es que esta fobia tie­ne solu­ción. “Los psi­có­lo­gos tra­ba­ja­mos con téc­ni­cas cog­­ni­­ti­­vas-con­­du­c­­tua­­les que per­mi­ti­rán a la per­so­na hacer fren­te a la situa­ción dotán­do­le de las herra­mien­tas nece­sa­rias para con­tro­lar esa ansie­dad e inclu­so evi­tan­do el des­ma­yo”.

Miedo a la vacuna del Covid, causas y consecuencias

Pero, qué suce­de cuan­do el mie­do apa­re­ce con­cre­ta­men­te ante la vacu­na de la Covid19. La incer­ti­dum­bre, con la que con­vi­vi­mos des­de hace ocho meses, es un gene­ra­dor de mie­do y ansie­dad. En esta situa­ción, sur­gen dudas sobre los efec­tos secun­da­rios así como si su efi­ca­cia está lo sufi­cien­te­men­te con­tras­ta­da dada la cele­ri­dad con la que se están rea­li­zan­do las inves­ti­ga­cio­nes.

Por ello, la exper­ta inci­de en la impor­tan­cia de obte­ner infor­ma­ción veraz pro­ce­den­te de cana­les sani­ta­rios acre­di­ta­dos que con­tra­rres­ten los pen­sa­mien­tos y las corrien­tes ideo­ló­gi­cas, en algu­nos casos, no sus­ten­ta­das en la cien­cia. “El mie­do a las vacu­nas en gene­ral y a la del Covid, en par­ti­cu­lar,  se sue­le pro­du­cir por fal­ta de infor­ma­ción, por infor­ma­ción no veraz (fake news), o por for­mar par­te de una con­cep­ción ideo­ló­gi­ca vital, que con­du­ce al ses­go de la infor­ma­ción o la nega­ción de las evi­den­cias cien­tí­fi­cas en rela­ción a la uti­li­dad de las vacu­nas, inves­ti­ga­cio­nes y ensa­yos para obte­ner­las, arries­gan­do su pro­pia salud y la de los demás al con­si­de­rar que las vacu­nas solo tie­nen efec­tos adver­sos sobre el orga­nis­mo. Todo ello, es fru­to de diver­sas varia­bles como la inca­pa­ci­dad para aten­der la infor­ma­ción en su con­jun­to (bene­fi­cios vs. efec­tos nega­ti­vos de cual­quier vacu­na o fár­ma­co), creen­cias sus­ten­ta­das por el gru­po fami­liar o social, etc”.  

El mie­do es irra­cio­nal, “como psi­có­lo­gos, debe­mos cana­li­zar estos esta­dos de ansie­dad para que las per­so­nas apren­dan a ges­tio­nar la incer­ti­dum­bre y gene­rar esta­dos emo­cio­na­les posi­ti­vos”.

Con­sue­lo Tomás. Psi­có­lo­ga

Gene­ral­men­te las per­so­nas con mie­do a las vacu­nas debi­do a los efec­tos adver­sos, sue­len ser per­so­nas muy per­fec­cio­nis­tas, con altos nive­les de exi­gen­cia que sien­ten des­aso­sie­go ante lo des­co­no­ci­do jun­to con una nece­si­dad extre­ma de tener­lo todo bajo con­trol y con un pen­sa­mien­to dico­tó­mi­co y en otros casos, muy influen­cia­bles por otras per­so­nas o medios.

Batis­te Mar­tí fue el pri­mer vacu­na­do de Covid-19 en la Comu­ni­dad Valen­cia­na.

El mie­do es irra­cio­nal, “como psi­có­lo­gos, debe­mos cana­li­zar estos esta­dos de ansie­dad para que las per­so­nas apren­dan a ges­tio­nar la incer­ti­dum­bre y gene­rar esta­dos emo­cio­na­les posi­ti­vos. Sólo así, la per­so­na será capaz de pro­ce­sar la infor­ma­ción de una mane­ra ade­cua­da”.

Para Tomás, el pacien­te debe tomar en con­si­de­ra­ción varios aspec­tos en rela­ción a la vacu­na del Covid-19: la gran inver­sión eco­nó­mi­ca y per­so­nal que se está rea­li­zan­do, que todos los fár­ma­cos tie­nen efec­tos secun­da­rios pero que hay que valo­rar el cos­­te-bene­­fi­­cio y apun­ta una máxi­ma y es que “no debe­mos de con­fun­dir lo excep­cio­nal con lo habi­tual. Cual­quier efec­to ais­la­do o raro, no tie­ne que menos­ca­bar los posi­bles efec­tos bene­fi­cio­sos más fre­cuen­tes o habi­tua­les, y todo ello debe estar debi­da­men­te docu­men­ta­do y some­ti­do a unas nor­mas estric­tas de inves­ti­ga­ción y rigor meto­do­ló­gi­co”.

Entre­vis­ta a Con­sue­lo Tomás en You­tu­be sobre la vacu­na y sus efec­tos psi­co­ló­gi­cos en este enla­ce:

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