Se trata de una iniciativa novedosa y pionera en el Estado español que beneficiará al 30% de la población de las comarcas del interior de la Comunitat Valenciana.
Hace unos meses, Valencia City adelantaba que varias localidades, entre ellas Barxeta o Llanera de Ranes, se habían quedado sin ningún cajero automático después de que la única entidad que mantenía uno en ellos, Cajamar, decidiera retirarlo y sustituirlo por un servicio de oficina móvil a través de un autobús que llega ciertos días de la semana.
Varios vecinos y vecinas se concentraron, manteniendo la distancia de seguridad, para protestar por esta situación que consideraban “indigna” y que atentaba contra sus derechos, especialmente para aquellas personas mayores que tienen mayor dificultad de movimiento.
Alcaldes de la zona, como el de Barxeta, indicaron a Valencia City que iban a tratar de buscar una solución, llegando a un acuerdo con alguna entidad bancaria para que estas localidades tuvieran, al menos, un cajero permanente. Pues cabe matizar que esta tendencia a reducir sucursales y cajeros no es nueva, ni tampoco parece que vaya a frenarse a corto y medio plazo, sino más bien todo lo contrario. Pues así se teme que sucederá, por ejemplo, tras la fusión de CaixaBank con Bankia.
La Generalitat instalará 135 cajeros en zonas despobladas

Ahora es la Generalitat valenciana quien asevera que instalará 135 cajeros automáticos en zonas despobladas de la Comunitat Valenciana y para ello realizará una inversión de 8 millones de euros, tal y como ha anunciado la directora general de la Agenda Valenciana Antidespoblament, Jeannette Segarra.
Se trata de una de las principales apuestas de la Generalitat y representa una iniciativa “novedosa y pionera en el Estado español”, según ha señalado Segarra, quien ha destacado que el camino para ponerla en marcha ha sido “complicado y largo”.

Está previsto que el primer cajero se instale en Vallibona antes de que finalice este verano, tal y como ha declarado la directora de la Agenda Valenciana Antidespoblament.
El objetivo es instalar entre este año y 2025 los cajeros en aquellos lugares del interior donde se cerraron las oficinas bancarias, lo que supone “un paso muy grande para las personas que viven en estas comarcas del interior de la Comunitat Valenciana, puesto que el 30% de su población es mayor de 65″, ha asegurado la directora general.

Segarra ha afirmado que el cierre de las oficinas bancarias ha supuesto para estas personas “una merma brutal de su calidad de vida” por el hecho de tener que desplazarse para realizar “trámites tan sencillos como pagar un recibo o sacar dinero”.
La entidad bancaria que ha resultado adjudicataria para poner en marcha este proyecto de la Generalitat sería Caixabank.
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