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El bailarín y coreógrafo granadino participa en el ciclo Moviments Urbans con una reflexión artística sobre identidad y diversidad en la que reivindica las vanguardias en la posguerra española.

Cam­po cerra­do es el pri­mer títu­lo del Labe­rin­to mági­co, el ciclo de nove­las que Max Aub con­ci­bió para dar cuen­ta de la Gue­rra Civil y de sus trá­gi­cas y trau­má­ti­cas con­se­cuen­cias para millo­nes de espa­ño­les. Y es tam­bién el nom­bre que eli­gió el bai­la­rín y coreó­gra­fo Daniel Doña, gana­dor de dos Pre­mios Max de las Artes Escé­ni­cas, para su últi­mo espec­tácu­lo coreo­grá­fi­co.

 

El bai­la­rín y coreó­gra­fo Daniel Doña duran­te los ensa­yos de “Cam­po Cerra­do”.

Estre­na­do en 2020 en el Fes­ti­val Inter­na­cio­nal de Músi­ca y Dan­za de Gra­na­da, se ha pro­gra­ma­do en el mar­co del ciclo Movi­ments Urbans, del fes­ti­val Dan­sa Valèn­cia 2021. La actua­ción de DDC­dan­za — Daniel Doña será el domin­go 11 de abril, a las 13 horas, en el Museo de Bellas Artes de Valen­cia. Al fren­te de su pro­pia com­pa­ñía, el artis­ta gra­na­dino esta­rá acom­pa­ña­do en esce­na por los tam­bién bai­la­ri­nes Cris­tian Mar­tin y Miran­da Alfon­so, bajo la direc­ción escé­ni­ca de Jor­di Vila­se­ca.

Cam­po cerra­do es una refle­xión coreo­grá­fi­ca sobre dos con­cep­tos sobre los que ha veni­do giran­do la crea­ción artís­ti­ca de Daniel Doña: iden­ti­dad y diver­si­dad. En esta oca­sión, ade­más, se tren­zan con ideas como resis­ten­cia, repre­sión, exi­lio, que mar­can un tiem­po de la his­to­ria de Espa­ña a la que ha que­ri­do echar la vis­ta: la pos­gue­rra, los años 40 y 50, en los que ha ahon­da­do en bus­ca de hue­llas cul­tu­ra­les y artís­ti­cas.

 

Una de las esce­nas de “Cam­po Cerra­do”.

Cam­po cerra­do quie­re ser, pues, una mane­ra alter­na­ti­va de leer la His­to­ria, de rei­vin­di­car a una gene­ra­ción de crea­do­ras y crea­do­res que, a gol­pe de genia­li­dad y talen­to, superan­do el mie­do y la cen­su­ra, fue­ron capa­ces de desa­rro­llar diver­sos y enri­que­ce­do­res dis­cur­sos artís­ti­cos con los que tras­cen­die­ron una épo­ca que muchos con­si­de­ran yer­ma, poco fér­til en las artes. Pero en ese tiem­po oscu­ro y sór­di­do del Fran­quis­mo, se pro­du­jo una recu­pe­ra­ción y una dig­ni­fi­ca­ción de lo popu­lar, de las estruc­tu­ras tra­di­cio­na­les, que actua­ron como señas de iden­ti­dad y que con­tri­bu­ye­ron a la cons­truc­ción de la moder­ni­dad y la van­guar­dia.

 

“Campo cerrado” en palabras de Daniel Doña

 

El bai­la­rín y coreó­gra­fo Daniel Doña.

En Cam­po cerra­do hemos que­ri­do apro­ve­char todas las con­no­ta­cio­nes que trae con­si­go el títu­lo. Cam­po habla de la rein­ven­ción de lo rural y lo popu­lar, con sus tra­di­cio­nes musi­ca­les, esti­lís­ti­cas y dan­cís­ti­cas. Cerra­do nos retro­trae a un país que pre­ten­de abas­te­cer­se exclu­si­va­men­te de sus pro­pios recur­sos artís­ti­cos, vivien­do a espal­das de las van­guar­dias inter­na­cio­na­les. Pero tam­bién des­cu­bri­mos que hay muchas grie­tas den­tro de esa cerra­zón. Y de ahí que explo­re­mos hacia el pasa­do, hacia el futu­ro y hacia el exte­rior, en los que encon­tra­mos más cone­xio­nes con la van­guar­dia artís­ti­ca de las que sos­pe­chá­ba­mos”, comen­ta el coreó­gra­fo Daniel Doña sobre su últi­ma crea­ción. 

Doña no ha per­di­do de vis­ta tam­po­co a los exi­lia­dos, artí­fi­ces tam­bién de este impul­so cul­tu­ral. “A pesar de la derro­ta, de la repre­sión, ellos nos dibu­jan una suer­te de pai­sa­jes, de labe­rin­to, en el que se entre­mez­clan reali­da­des y fic­cio­nes, his­to­rias vivi­das, oídas o ima­gi­na­das, a las que hemos dado for­ma a tra­vés del movi­mien­to y la intui­ción de nues­tros cuer­pos”.

 

Brillante exponente de la danza española actual

Con el paso de los años, Daniel Doña se ha con­so­li­da­do como uno de los más bri­llan­tes expo­nen­tes de la dan­za espa­ño­la actual, capaz de aunar en sus tra­ba­jos la esen­cia artís­ti­ca de diver­sos len­gua­jes y de mover­se con abso­lu­ta natu­ra­li­dad entre una dan­za espa­ño­la reno­va­do­ra, el fla­men­co y la expre­sión más con­tem­po­rá­nea, esqui­van­do cual­quier lími­te dis­ci­pli­na­rio, cual­quier cor­sé esti­lís­ti­co.

 

Pre­mio El Ojo Crí­ti­co de Dan­za 2016, Pre­mio HEBE de Honor 2016 y Pre­mio MAX de las Artes Escé­ni­cas en 2009 por De Cabe­za y en 2019 por Psi­que, entre otros muchos galar­do­nes que jalo­nan su tra­yec­to­ria, se ha con­ver­ti­do en uno de los refe­ren­tes más reno­va­do­res de la esce­na nacio­nal e inter­na­cio­nal, con espec­tácu­los que com­bi­nan la tra­di­ción con las nue­vas ten­den­cias de la dan­za espa­ño­la y el fla­men­co.

El crea­dor gra­na­dino ha bebi­do de dis­tin­tas fuen­tes y ha for­ja­do, a par­tir de esa mul­ti­pli­ci­dad de influen­cias, una per­so­na­li­dad artís­ti­ca expre­sa­da a tra­vés de la cla­ri­dad en el movi­mien­to, una téc­ni­ca segu­ra, la sobrie­dad, la musi­ca­li­dad, la cali­dad y las bue­nas ideas resuel­tas con sobra­da sol­ven­cia.

 

Sobre Daniel Doña (Granada, 1977)

Naci­do en Gra­na­da en 1977, Daniel Doña es pun­ta de lan­za de una gene­ra­ción de bai­la­ri­nes y bai­lao­res que tra­ta de encon­trar su pro­pia voz coreo­grá­fi­ca e inter­pre­ta­ti­va a par­tir del fla­men­co, la dan­za espa­ño­la y el apren­di­za­je de otras dis­ci­pli­nas artís­ti­cas. Es titu­la­do por el Con­ser­va­to­rio Supe­rior de Dan­za de Madrid en la espe­cia­li­dad de coreo­gra­fía y téc­ni­cas de inter­pre­ta­ción de la dan­za espa­ño­la. Ha for­ma­do par­te del Ballet Nacio­nal de Espa­ña y des­ta­ca­do como bai­la­rín solis­ta de las com­pa­ñías más rele­van­tes del país: Anto­nio Már­quez, Rafae­la Carras­co, Tere­sa Nie­to en Com­pa­ñía y Rojas y Rodrí­guez, entre otras.

 

 

 

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