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José María Laga­rón es inves­ti­ga­dor de CSIC y líder del gru­po de inves­ti­ga­do­res que ha desa­rro­lla­do jun­to a Bio­ini­cia el fil­tro de nano­fi­bras PROVEIL en Pater­na. Un fil­tro viri­ci­da que está revo­lu­cio­nan­do el sec­tor y que ya usa inclu­so el Gobierno de Espa­ña y varias admins­tra­cio­nes públi­cas en sus mas­ca­ri­llas. Laga­rón nos expli­ca en esta entre­vis­ta, que publi­ca­re­mos en dos par­tes, los usos más correc­tos de las mas­ca­ri­llas y los que no lo son. Así como la reac­ción de los inves­ti­ga­do­res y empren­de­do­res valen­cia­nos ante esta pan­de­mia, logran­do así estar a la van­guar­dia en la fabri­ca­ción de mas­ca­ri­llas, fil­tros y otros ele­men­tos de pro­tec­ció­na ante el covid-19, que pue­den ayu­dar a sal­var muchas vidas y a lograr que poda­mos recu­pe­rar las nues­tras, en la medi­da de lo posi­ble.

 

El inves­ti­ga­dor del Csic José María Laga­rón.

Usted es líder de Gru­po y Fun­da­dor del gru­po Nue­vos Mate­ria­les y Nano­tec­no­lo­gía en el Ins­ti­tu­to de Agro­quí­mi­ca y Tec­no­lo­gía de los Ali­men­tos (IATA). ¿Cómo se expli­ca eso al común de los mor­ta­les?

Diri­jo un gru­po de inves­ti­ga­ción en el desa­rro­llo de tec­no­lo­gías que hacen uso de bio­po­lí­me­ros o plás­ti­cos sos­te­ni­bles. Inves­ti­ga­mos sobre la apli­ca­ción de dife­ren­tes estra­te­gias de nano­tec­no­lo­gía para resol­ver pro­ble­mas que afec­tan a la pobla­ción. Empe­za­mos tra­ba­jan­do en la reso­lu­ción de con­ta­mi­na­ción por plás­ti­cos y lue­go nos movi­mos más hacia el sec­tor bio. Far­ma­cia, bio­me­di­ci­na, cos­mé­ti­ca, ali­men­ta­ción fun­cio­nal, super­ali­men­tos.. Migra­mos des­de el enva­se al ali­men­to y de ahí a otras apli­ca­cio­nes del sec­tor. Y últi­ma­men­te hacia los equi­pos de pro­tec­ción EPI ante el Covid-19.

Una de sus últi­mas migra­cio­nes ha sido hacia las mas­ca­ri­llas. Entre ellas, la últi­ma nove­dad son las mas­ca­ri­llas PROVEIL con fil­tro viri­ci­da ¿qué son y en qué se dife­ren­cian del res­to?

Al prin­ci­pio de la pan­de­mia nos dimos cuen­ta de que había un pro­ble­ma de sumi­nis­tro. Mi her­ma­na y su mari­do, que diri­ge un cen­tro de salud, enfer­ma­ron jun­to a otros com­pa­ñe­ros y no enten­dían qué pasa­ba, tam­po­co tenían sufi­cien­tes medios de pro­tec­ción. Al ini­cio no había una com­pren­sión muy cla­ra por par­te de los orga­nis­mos sani­ta­rios de cuá­les eran los meca­nis­mos de trans­mi­sión del virus. Pero ya se empe­za­ba a hablar de que se pro­pa­ga­ba median­te aero­so­les, con par­tí­cu­las muy finas que se podían que­dar en el aire.

Pre­sen­ta­mos un pro­yec­to a varias con­vo­ca­to­rias de finan­cia­ción públi­ca para desa­rro­llar en dos o tres meses un mate­rial alter­na­ti­vo de fil­tros. Estos se habían des­lo­ca­li­za­do a Asia y Chi­na, vien­do que era un mate­rial estra­té­gi­co, limi­tó su expor­ta­ción, lo que gene­ró gran des­abas­te­ci­mien­to. Ante esto, nos plan­tea­mos crear uno aquí, alter­na­ti­vo que rom­pie­ra esa cade­na de sumi­nis­tro des­de Asia. Pero por enton­ces no pen­sa­mos que, ade­más, podía pre­sen­tar impor­tan­tes mejo­ras.

 

“Al ini­cio no había una com­pren­sión muy cla­ra por par­te de los orga­nis­mos sani­ta­rios de cuá­les eran los meca­nis­mos de trans­mi­sión del virus. Pero ya se empe­za­ba a hablar de que se pro­pa­ga­ba median­te aero­so­les”.

 

La cen­tral de Bio­ini­cia en Pater­na.

¿Cómo cuá­les?

Nos plan­tea­mos tres obje­ti­vos a cor­to pla­zo. Uno era la sus­ti­tu­ción del mate­rial de los fil­tros. Otro, que las mas­ca­ri­llas pudie­sen ser bio­de­gra­da­bles, pues ya anti­ci­pá­ba­mos un pro­ble­ma medioam­bien­tal adi­cio­nal a los plás­ti­cos. Por últi­mo, que­ría­mos que estos fil­tros tuvie­sen capa­ci­dad no solo de parar al virus, sino de inac­ti­var­lo, y de ahí el fil­tro viri­ci­da.

Al mes y medio de la inves­ti­ga­ción en Bio­ini­cia desa­rro­lla­mos la tec­no­lo­gía, la paten­ta­mos y nos pusi­mos a reca­bar fon­dos y a mon­tar una plan­ta espe­cí­fi­ca Ad hoc, en Pater­na. Para­li­za­mos otras acti­vi­da­des para refo­ca­li­zar­lo todo en ese fil­tro.

Las ven­ta­jas son muchas. Las nano­fi­bras son mate­ria­les mil veces más finos que el gro­sor de un cabe­llo humano. Por tan­to, crean una red muy tupi­da don­de la poro­si­dad es míni­ma. Lle­ga­mos a un tama­ño tan peque­ño del poro como el virus. Por tan­to, se estre­lla ante ella y no logra pasar. Por otra par­te, en los mate­ria­les tra­di­cio­na­les, ade­más de su poro­si­dad más ele­va­da, atraen a los aero­so­les por fuer­zas elec­tro­es­tá­ti­cas. Cuan­do estas se empie­zan a usar, la sali­va, la hume­dad… hacen que esas car­gas de disi­pen y pier­den su efec­ti­vi­dad. Por eso bus­ca­mos una fil­tra­ción inde­pen­dien­te a esos fenó­me­nos y lo logra­mos con la mecá­ni­ca.

 

“Al mes y medio de la inves­ti­ga­ción en Bio­ini­cia desa­rro­lla­mos la tec­no­lo­gía, la paten­ta­mos y nos pusi­mos a reca­bar fon­dos y a mon­tar una plan­ta espe­cí­fi­ca Ad hoc, en Pater­na”.

¿En qué se dife­ren­cia con­cre­ta­men­te de otro fil­tro tra­di­cio­nal?

Al estar hecho de nano­fi­bra redu­ci­mos en más de 50 veces el espe­sor del fil­tro. La malla es muy homo­gé­nea. Com­pa­ra­do con mate­rial tra­di­cio­nal, que es más caver­no­so, con varia­bi­li­da­des, con este se res­pi­ra mejor. Se disi­pa el Co2, el calor y la hume­dad de mane­ra más efi­cien­te. Su con­for­ta­bi­li­dad es mucho mayor y al poner­lo en la mas­ca­ri­lla se nota inme­dia­ta­men­te. Lle­van una EPI y res­pi­ran como con una qui­rúr­gi­ca.

¿Cómo logra­ron comer­cia­li­zar­la?

Cuan­do tra­ta­mos de ofre­cer­las al mer­ca­do, vimos que no íba­mos a poder hacer­lo de for­ma inme­dia­ta por­que todas las par­tes invo­lu­cra­das iban a tope. Fal­ta­ban sumi­nis­tros… bus­ca­mos un gru­po de empre­sas empren­de­do­ras, muchas no se dedi­ca­ban a fabri­car mas­ca­ri­llas, pero vie­ron la posi­bi­li­dad de adqui­rir maqui­na­ria. Por ejem­plo, una de ellas hacía gafas de sol. Aho­ra ya es un fil­tro y unas mas­ca­ri­llas muy deman­da­das y las ven­de­mos a tra­vés de dis­tri­bu­ción direc­ta y median­te comer­cio elec­tró­ni­co.

 

Ximo Puig, José María Laga­rón y Pedro Duque en Bio­ini­cia.

Los resul­ta­dos han sido muy bue­nos. Tan­to es así que hace unos días visi­tó su fábri­ca el minis­tro de Cien­cia, Pedro Duque, que es, ade­más, el úni­co espa­ñol que ha via­ja­do al espa­cio. ¿Qué les comen­tó sobre las inves­ti­ga­cio­nes que lle­van a cabo y sobre estos fil­tros?

Pedro Duque ya nos visi­tó en las ins­ta­la­cio­nes del IATA, cuan­do fina­li­za­mos el desa­rro­llo de las mas­ca­ri­llas, se que­dó muy gra­ta­men­te sor­pren­di­do. No es habi­tual que los gru­pos de inves­ti­ga­ción nos pon­ga­mos ese ace­le­rón, que está más aso­cia­do a la indus­tria. Le sor­pren­dió mucho que en tiem­po récord de tres meses, hubié­ra­mos logra­do una mas­ca­ri­lla con un fil­tro total­men­te nue­vo.

Des­de enton­ces ha ido siguien­do todo el pro­yec­to. Esca­la­do pro­duc­ción, se intere­só y dijo que esas mas­ca­ri­llas con estas ven­ta­jas, que habían pro­ba­do las que­rían incor­po­rar al gobierno. Le hici­mos una pro­pues­tas para crear una edi­ción espe­cial para el Gobierno de Espa­ña que les hemos hecho a medi­da para dis­tri­buir en minis­te­rios, emba­ja­das, Casa Real… el otro día cul­mi­nó este pro­ce­so con su nue­va visi­tas. Le pre­sen­ta­mos las mas­ca­ri­llas bio­de­gra­da­bles, viri­ci­das y le con­ta­mos que esta­mos apun­to de sacar las tras­lu­ci­das, para faci­li­tar la comu­ni­ca­ción labial en per­so­nas con dis­ca­pa­ci­dad audi­ti­va que son de las que más han sufri­do por el tema de la inco­mu­ni­ca­ción.

 

“Al minis­tro de Cien­cia, Pedro Duque, le sor­pren­dió mucho que en tiem­po récord de tres meses, hubié­ra­mos logra­do una mas­ca­ri­lla con un fil­tro total­men­te nue­vo”.

 

Las maca­ri­llas bio­de­gra­da­bles de Pro­veil

Des­pués de un año de pan­de­mia. ¿La ciu­da­da­nía ya dis­tin­gue correc­ta­men­te las dife­ren­tes  mas­ca­ri­llas y cómo debe usar­las?

Me temo que toda­vía no. Las mas­ca­ri­llas EPI son las ade­cua­das para pro­te­ger­nos con­tra el virus. Exis­ten de tres tipos, ffp2, ffp3 y las Covid19. Esta últi­ma se ha desa­rro­lla­do, espe­cí­fi­ca­men­te, para pro­te­ger fren­te a la Covid-19.

Para mi las ffp3 no son las ade­cua­das para la pobla­ción, qui­tan­do situa­cio­nes de pro­fe­sio­na­les con ambien­tes muy toxi­fi­ca­dos y pro­duc­tos quí­mi­cos o car­gas vira­les muy fuer­tes, por­que la res­pi­ra­bi­li­dad con ellas es com­ple­ja y difí­cil.

Las ffp2 y Covid-19 son más idó­neas para gen­te que ten­ga nece­si­dad de pro­te­ger­se. Se fijan bien a la cara, pro­te­gen ante aero­so­les finos. Son las EPI que se tes­tan con­tra aero­so­les. Se hacen espe­cial­men­te nece­sa­rias en zonas don­de la disi­pa­ción de aero­so­les no está cla­ra. En inte­rio­res, zonas de reu­nión, luga­res don­de se con­cen­tra la gen­te.

En cam­bio, en el exte­rior, sobre todo en luga­res don­de se pue­da man­te­ner bien la dis­tan­cia de segu­ri­dad de dos metros, las qui­rúr­gi­cas o higié­ni­cas son más cómo­das.

 

Un joven con una mas­ca­ri­lla ffp2.

¿Entre las higié­ni­cas cuá­les con­si­de­ra ade­cua­das?

Es cier­to que las mas­ca­ri­llas higié­ni­cas se han con­ver­ti­do en un cajón de sas­tre. Hay algu­nas fan­tás­ti­cas, con un dise­ño muy bueno que se ajus­tan a la cara y con fil­tros pare­ci­dos a las EPI, pero muchas no están regu­la­das, depen­de mucho de lo que cada empre­sa con­si­de­re ade­cua­do. Hay otras que, sen­ci­lla­men­te, son como una red de tenis, no pro­te­gen de nada, solo ser­vi­rían antes gotas o bac­te­rias, pero con­tra aero­so­les nece­si­tas una fil­tra­ción más efi­cien­te.

 

Dos niños con mas­ca­ri­llas qui­rú­gi­cas.

¿Cómo actúa su fil­tro viri­ci­da?

Logra que el virus se inac­ti­ve en un 97% en dos horas. Ade­más, se auto­es­te­ri­li­za solo. Hay que tener en cuen­ta que con otro tipo de mas­ca­ri­llas el virus pue­de pegar­se en ellas, lue­go, al res­pi­rar o vol­ver­las a usar, pue­de pasar a noso­tros. Pero aquí no solo se para sino que se inac­ti­va. Nues­tras mas­ca­ri­llas se pue­den pul­ve­ri­zar con alcohol y dejar­las secar una hora al aire.

 

Una de las mas­ca­ri­llas de Pro­veil con fil­tro viri­ci­da.

¿Cómo las pode­mos guar­dar y con­ser­var para otro uso?

Hay que ais­lar­las de la hume­dad, pues las bac­te­rias cre­cen en ella. Se han hecho prue­bas de reco­ger mas­ca­ri­llas de per­so­nas, gene­rar un cul­ti­vo y se ha vis­to cómo pro­li­fe­ra­ban las bac­te­rias a una velo­ci­dad increí­ble. Hay que guar­dar­las en un lugar seco y pro­te­gi­do.

¿Cuán­to tiem­po las pode­mos usar

Para curar­se en salud, con­vie­ne usar las qui­rúr­gi­cas cua­tro horas y las EPI, ocho.

 

Deta­lle de las mas­ca­ri­llas Pro­veil con fil­tro viri­ci­da.

¿Y si no se usan duran­te tan­tas horas segui­das? Por ejem­plo, estoy en casa y voy al super­mer­ca­do solo una hora y vuel­vo a casa…

Lan­za­ron un pro­gra­ma minis­te­rial con solu­cio­nes case­ras para las mas­ca­ri­llas. Hay varias pro­pues­tas, una de ellas es lle­var a cabo un tra­ta­mien­to con calor. Es decir, poner­las al horno a 80 gra­dos duran­te una hora. El pro­ble­ma es que no pue­de ser ni más ni menos tem­pe­ra­tu­ra, y los hor­nos case­ros no sue­len ser tan pre­ci­sos.

Mi reco­men­da­ción es dejar­las ocho días en un sitio seco. Por­que si la reuti­li­zo al siguien­te día el virus que esta­ba en el aero­sol y se paró podría estar en la mas­ca­ri­lla aún y lo podría­mos res­pi­rar. Por tan­to, habría que tener una mas­ca­ri­lla para cada día, para este tipo de usos espo­rá­di­cos, y dejar en “bar­be­cho” cada una ocho días tras cada uso. Sé que es un poco farra­go­so.

¿No hay otras opcio­nes?

Con nues­tras mas­ca­ri­llas, esto no sería nece­sa­rio. Se pue­den pul­ve­ri­zar con un spray hidro­al­cohó­li­co por den­tro y por fue­ra, dejar­la secar una hora, y ya se podría reuti­li­zar, siem­pre sin supe­rar las horas tota­les reco­men­da­das.

 

Deta­lle de la fabri­ca­ción de las mas­ca­ri­llas de Pro­veil.

Al ini­cio de la pan­de­mia muchas per­so­nas se lan­za­ron a auto­fa­bri­car mas­ca­ri­llas, con la mejor volun­tad, ante el des­abas­te­ci­mien­to gene­ral. ¿Qué le diría a las per­so­nas que usan mas­ca­ri­llas de tela, inclu­so auto­fa­bri­ca­das?

Por favor. Que no las use en ámbi­tos cerra­dos o sitios cerra­dos y que man­ten­gan la dis­tan­cia. Ante una per­so­na a dos metros en un espa­cio exte­rior podría pro­te­ger­la, pero solo ante gotí­cu­las grue­sas. La auto­fa­bri­ca­ción de mas­ca­ri­llas fue un ges­to muy loa­ble en su momen­to. El des­abas­te­ci­mien­to fue tan bru­tal que cual­quier cosa valía. De hecho, se apro­bó la ley de higié­ni­cas para eso. Aho­ra mis­mo, ha sali­do otra ley para evi­tar que la gen­te use esta mas­ca­ri­lla en situa­cio­nes poten­cial­men­te con­ta­gio­sas. Al menos, debe­rían incor­po­rar­les algún fil­tro. Hay que lle­var­la bien ajus­ta­da, que cubra bien todo el área de la boca y la nariz.

 

“La auto­fa­bri­ca­ción de mas­ca­ri­llas fue un ges­to muy loa­ble en su momen­to. El des­abas­te­ci­mien­to fue tan bru­tal que cual­quier cosa valía”.

¿Qué otros pro­ble­mas pue­de gene­rar una mas­ca­ri­lla inade­cua­da o un uso inco­rrec­to de ellas?

Hay un cen­tro del Csic en Bar­ce­lo­na que se dedi­ca a inves­ti­gar la cali­dad de los mate­ria­les de las mas­ca­ri­llas. Ha des­cu­bier­to que muchas usan matei­ra­les con nive­les con­ta­mi­nan­tes muy altos. Esto pro­vo­ca que estés res­pi­ran­do par­tí­cu­las que pue­den ser noci­vas, pue­den aumen­tar las aler­gias, pro­ble­mas res­pi­ra­to­rios… duran­te mucho tiem­po no se hicie­ron los con­tro­les ade­cua­dos y lle­gó a entrar casi todo. Fue terri­ble por­que mucha gen­te ha esta­do usan­do pro­duc­tos muy malos.

¿Cuál es su uso más abe­rran­te de una mas­ca­ri­lla que ha cono­ci­do?

He vis­to de todo. Mas­ca­ri­llas por deba­jo de la nariz, en bar­bi­lla, que se le están bajan­do con­ti­nua­men­te o ajus­tán­do­se­la con la mano… ese tipo de usos inco­rrec­tos es como no lle­var nada. Al final, te tie­nes que acos­tum­brar a res­pi­rar a tra­vés de ella, lue­go. Sobre todo, lo que más rabia me ha dado, es ver a orga­nis­mos ofi­cia­les entre­gan­do pro­duc­tos que no cum­pli­rían ni con la pro­tec­ción de una qui­rúr­gi­ca. Ha habi­do mucho pira­teo, timos, pre­cios abu­si­vos. La des­lo­ca­li­za­ción fue un desas­tre. No con­tar en Espa­ña con una indus­tria sóli­da, cer­ti­fi­ca­da y pre­pa­ra­da ha sido de lo peor de la cri­sis.

 

“La des­lo­ca­li­za­ción fue un desas­tre. No con­tar en Espa­ña con una indus­tria sóli­da, cer­ti­fi­ca­da y pre­pa­ra­da ha sido de lo peor de la cri­sis”.

¿Se poten­cia­rá aho­ra esa fabri­ca­ción nacio­nal?

Espe­ro que sí. La Gene­ra­li­tat Valen­cia­na, en sus lici­ta­cio­nes, ha ten­di­do a pro­mo­ver que fue­sen mas­ca­ri­llas de fabri­ca­ción nacio­nal. El pro­ce­so ante­rior fue nefas­to y espe­ro que no se vuel­va a repe­tir y que en el futu­ro esta­mos más pre­pa­ra­dos. Hay que pro­te­ger a la indus­tria por­que aun­que no pode­mos com­pe­tir en pre­cios, sí pode­mos com­pe­tir en inno­va­ción y en segu­ri­dad.

En unos días publi­ca­re­mos la segun­da par­te de esta entre­vis­ta a José María Laga­rón.

 

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