[vc_row full_width_row=“true”][vc_column][vc_column_text]Ocupar el ban­qui­llo del Valen­cia CF se ha con­ver­ti­do, en las últi­mas tem­po­ra­das, en algo casi tan efí­me­ro como la vida de una mos­ca común. Los alti­ba­jos del pri­mer equi­po, uni­dos a los líos ins­ti­tu­cio­na­les de sus diri­gen­tes y a las repe­ti­das pro­tes­tas de una afi­ción en la que ya se ha ins­tau­ra­do, a fue­go, la con­sig­na “Lim go home”, oca­sio­nan que diri­gir a este equi­po sea un “MARRÓN” con todas sus letras y que pocos o, mejor dicho, casi nadie, estén dis­pues­tos a asu­mir­lo o a aguan­tar­lo dema­sia­do en el tiem­po. Cuan­do no es, direc­ta­men­te, la direc­ti­va quien se can­sa del téc­ni­co de turno o le hace la vida impo­si­ble para que aca­be hacien­do las male­tas rum­bo a otros mares con aguas sino más cal­ma­das, al menos sí más lim­pias.

 

El pre­si­den­te del Valen­cia CF Anil Murthy ha dado la bien­ve­ni­da a José Bor­da­lás. Foto: valenciacf.com / Láza­ro de la Peña.

En esta oca­sión, el “soco­rri­do” Voro, que, una vez más, y tras la mar­cha de Javi Gra­cia, aca­bó la tem­po­ra­da “jugan­do de titu­lar” como si de un por­te­ro suplen­te se tra­ta­ra, ha sido sus­ti­tui­do por un entre­na­dor valen­ciano, con­cre­ta­men­te de Ali­can­te, como es José Bor­da­lás, en un afán, tal vez, de dar una ima­gen más cer­ca­na a una afi­ción que, se sabe bien, hace dema­sia­do tiem­po que está des­co­nec­ta­da de su equi­po.

Y esto no es solo, aun­que tam­bién, por­que no hayan podi­do acu­dir, has­ta casi la últi­ma jor­na­da de liga, a ese “vell Mes­ta­lla” que, diez años des­pués, con­ti­núa espe­ran­do, como todos los afi­cio­na­dos blan­qui­ne­gros, que el due­ño, Peter Lim y su entra­ma­do empre­sa­rial, enca­be­za­do por Meri­ton, cum­plan con sus pro­me­sas y aca­ben, de una vez, el Nou Mes­ta­lla.

 

Voro ha acu­di­do esta tem­po­ra­da, una vez más, al “res­ca­te” del Valen­cia para ser entre­na­dor a final de tem­po­ra­da.

Pero, mien­tras tan­to, un valen­ciano como Bor­da­lás ten­drá la com­pli­ca­da misión no solo de reto­mar el pro­yec­to depor­ti­vo del Valen­cia, tra­tar de vol­ver a Euro­pa o, sim­ple­men­te, de no bajar a Segun­da Divi­sión, sino, y lo que pare­ce más difí­cil, ten­drá la tarea, la obli­ga­ción, el reto, de reen­gan­char a los afi­cio­na­dos, que, aun­que, ya se sabe, muchas veces nave­gan al son de los resul­ta­dos, ya están dema­sia­do can­sa­dos, dema­sia­do enfa­da­dos, dema­sia­do des­ilu­sio­na­dos, para que unas cuan­tas vic­to­rias, algu­nos goles, un par de ficha­jes de relum­brón, les devuel­van la son­ri­sa, la ilu­sión, la espe­ran­za y la fe en su equi­po y en su club.

 

Los entrenadores valencianos, un clásico en momentos de “socorro” del valencianismo

Por cier­to, y para los aman­tes de las esta­dís­ti­cas, este es el octa­vo entre­na­dor valen­ciano que ocu­pa el ban­qu­llo del Valen­cia CF. Aun­que casi todos ellos fue­ron usa­dos, de emer­gen­cia, en situa­cio­nes pun­tua­les como cuan­do en 2007, y tras la des­ti­tu­ción de Qui­que Sán­chez Flo­res, el club ​nom­bró téc­ni­co del pri­mer equi­po con carác­ter pro­vi­sio­nal a Óscar Fer­nán­dez, que entre­na­ba al filial.

 

El entre­na­dor de Xàti­va José Manuel Rie­lo.

Uno de los más recu­rren­tes, en los años 90, fue Jose Manuel Rie­lo. El téc­ni­co de Xàti­va lle­gó a ocu­par el ban­qui­llo valen­cia­nis­ta en tres oca­sio­nes, para sus­ti­tuir, tam­bién de emer­gen­cia, y en este orden, a Héc­tor Núñez, en 1994, Car­los Alber­to Parrei­ra, en 1995, y Jor­ge Val­dano, en 1997.

Antes de él, esta soco­rri­da labor de “entre­nar al pri­mer equi­po” mien­tras se bus­ca a la per­so­na “ade­cua­da” había recaí­do en Fran­cis­co Real, quien, en 1993, sus­ti­tuía al holan­dés Guss Hid­ding. Y, cin­co años antes, otro valen­ciano como Rober­to Gil hacía lo pro­pio tras la mar­cha del míti­co Alfre­do Di Sté­fano.

 

Eduar­do Cubells jugó en el Valen­cia CF y lue­go fue el entre­na­dor valen­ciano que más tiem­po ha esta­do en el ban­qui­llo blan­qui­ne­gro, de 1943 a 1946.

A ini­cios de los años 80, en 1982, era el téc­ni­co de Oli­va Mano­lo Mes­tre el que hacía de entre­na­dor tras la sali­da de Pasie­gui­to. Mucho más atrás hay que remon­tar­se para encon­trar otro entre­na­dor valen­ciano en el ban­qui­llo blan­qui­ne­gro. Fue en en 1943, en ple­na post­gue­rra, cuan­do Eduar­do Cubells se sen­ta­ba en un pues­to en el que esta­ría has­ta 1946, la épo­ca más lar­ga en que un entre­na­dor valen­ciano ha esta­do al fren­te de este equi­po.

Un Cubells que reco­gía el tes­ti­go de otro téc­ni­co de la terre­ta como era Leo­pol­do Cos­ta “Rino” que estu­vo en la cam­pa­ña 1942–43 y que fue el pri­mer valen­ciano en ocu­pó este pri­vi­le­gia­do pues­to que aho­ra asu­me José Bor­da­lás, vere­mos por cuán­to tiem­po…

 

 

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