El Gobierno ha publi­ca­do una guía de bue­nas prác­ti­cas en cen­tros de tra­ba­jo para pre­ve­nir los con­ta­gios del COVID-19 coin­ci­dien­do con la rein­cor­po­ra­ción a sus cen­tros de tra­ba­jo, el lunes y mar­tes, de todos aque­llos tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras de acti­vi­da­des no esen­cia­les que no pue­dan tele­tra­ba­jar.

La guía reco­ge las medi­das más esen­cia­les de higie­ne y dis­tan­cia inter­per­so­nal para apli­car antes, duran­te y des­pués de la asis­ten­cia al tra­ba­jo.

Como pri­me­ra medi­da, si se pre­sen­ta­ra sin­to­ma­to­lo­gía o se hubie­ra teni­do con­tac­to estre­cho con per­so­nas afec­ta­das por el virus, la reco­men­da­ción es que no se acu­da al cen­tro de tra­ba­jo has­ta con­fir­mar que no hay ries­go para uno mis­mo o los demás. Para ello, se debe con­tac­tar con el telé­fono COVID de cada comu­ni­dad autó­no­ma y con­sul­tar el decá­lo­go de actua­ción en caso de sín­to­mas dis­po­ni­ble en este enla­ce.

Tam­po­co deben hacer­lo las per­so­nas más vul­ne­ra­bles por edad, por estar emba­ra­za­das o pade­cer afec­cio­nes médi­cas que, en caso nece­sa­rio, pue­den con­tac­tar con su médi­co para que acre­di­te su nece­si­dad de ais­la­mien­to y que, si así fue­ra, se con­si­de­ra­rá a efec­tos labo­ra­les una situa­ción asi­mi­la­da a acci­den­te de tra­ba­jo para la pres­ta­ción eco­nó­mi­ca de inca­pa­ci­dad tem­po­ral.

Desplazamientos al trabajo

La guía de bue­nas prác­ti­cas reco­mien­da favo­re­cer el des­pla­za­mien­to al tra­ba­jo por medios que no supon­gan la agru­pa­ción con más per­so­nas, garan­ti­zan­do la impor­tan­te dis­tan­cia inter­per­so­nal de 2 metros.

En caso de ele­gir un turis­mo o un VTC, se deben extre­mar las medi­das de lim­pie­za del mis­mo y evi­tar que via­je más de una per­so­na por cada fila de asien­tos, man­te­nien­do la mayor dis­tan­cia posi­ble entre los ocu­pan­tes. En los via­jes en auto­bús, metro o tren, se reco­mien­da guar­dar la dis­tan­cia inter­per­so­nal con otros via­je­ros y, en el caso del trans­por­te públi­co, la guía reco­mien­da usar una mas­ca­ri­lla higié­ni­ca, no médi­ca.

En el centro de trabajo

En lo rela­ti­vo al pro­pio cen­tro de tra­ba­jo, las tareas, las entra­das y las sali­das deben pla­ni­fi­car­se para que los tra­ba­ja­do­res y las tra­ba­ja­do­ras pue­dan man­te­ner la dis­tan­cia inter­per­so­nal reco­men­da­da, de apro­xi­ma­da­men­te 2 metros.
Igual­men­te, hay que ase­gu­rar que la dis­tan­cia inter­per­so­nal en las zonas comu­nes y deben evi­tar­se aglo­me­ra­cio­nes de per­so­nal en estos pun­tos. La rein­cor­po­ra­ción a la nor­ma­li­dad de aque­llas acti­vi­da­des que com­por­ten ries­go de aglo­me­ra­ción debe pro­du­cir­se en últi­mo lugar.
Cuan­do se tra­te de empre­sas o esta­ble­ci­mien­tos abier­tos al públi­co, debe­rán imple­men­tar­se medi­das para mini­mi­zar el con­tac­to entre per­so­nas tra­ba­ja­do­ras y el públi­co, enun­cián­do­se en la guía las siguien­tes reco­men­da­cio­nes:

  • El afo­ro máxi­mo debe­rá per­mi­tir cum­plir con el requi­si­to de dis­tan­cia inter­per­so­nal.
  • Cuan­do sea posi­ble, se habi­li­ta­rán meca­nis­mos de con­trol de acce­so en las entra­das.
  • Todo el públi­co, inclui­do el que espe­ra, debe guar­dar la dis­tan­cia inter­per­so­nal.
  • La empre­sa debe­rá faci­li­tar equi­pos de pro­tec­ción indi­vi­dual cuan­do los ries­gos no pue­dan evi­tar­se o no pue­dan limi­tar­se sufi­cien­te­men­te por medios téc­ni­cos de pro­tec­ción colec­ti­va o median­te medi­das o pro­ce­di­mien­tos de orga­ni­za­ción del tra­ba­jo.
  • Los equi­pos de pro­tec­ción indi­vi­dual serán ade­cua­dos a las acti­vi­da­des y tra­ba­jos a desa­rro­llar.

Cuan­do el espa­cio de tra­ba­jo no per­mi­ta man­te­ner la dis­tan­cia inter­per­so­nal en los tur­nos ordi­na­rios, los hora­rios de tra­ba­jo se pro­cu­ra­rán esca­lo­nar en la medi­da de lo posi­ble, lo que tam­bién evi­ta­rá aglo­me­ra­cio­nes en el trans­por­te, y se reco­mien­da faci­li­tar el tele­tra­ba­jo y las reunio­nes por video­con­fe­ren­cia. De esta for­ma, se deben evi­tar des­pla­za­mien­tos de tra­ba­jo que no sean esen­cia­les y que pue­dan sol­ven­tar­se median­te lla­ma­da o video­con­fe­ren­cia
Res­pec­to al uso de mas­ca­ri­llas en los cen­tro de tra­ba­jo, la guía seña­la que no es impres­cin­di­ble usar mas­ca­ri­lla duran­te la jor­na­da labo­ral si el tipo de tra­ba­jo no lo requie­re y si se man­tie­ne la dis­tan­cia inter­per­so­nal.

Medidas organizativas

El per­so­nal debe­rá estar infor­ma­do de las reco­men­da­cio­nes sani­ta­rias que deben seguir de for­ma indi­vi­dual y esta­rá pro­vis­to de los pro­duc­tos de higie­ne nece­sa­rios ‑jabón, solu­ción hidro­al­cohó­li­ca y pañue­los dese­­cha­­bles- para poder seguir las reco­men­da­cio­nes indi­vi­dua­les.
A dia­rio se deben aco­me­ter tareas de higie­ni­za­ción refor­za­da con pro­duc­tos auto­ri­za­dos por el Minis­te­rio de Sani­dad para desin­fec­tar que se pue­den con­sul­tar en este enla­ce.

Asi­mis­mo, la guía seña­la que es nece­sa­rio con­tar con apro­vi­sio­na­mien­to sufi­cien­te de mate­rial de pro­tec­ción, espe­cial­men­te guan­tes y mas­ca­ri­llas, y que se debe­rán adop­tar medi­das espe­cí­fi­cas para mini­mi­zar el ries­go de trans­mi­sión a tra­ba­ja­do­res espe­cial­men­te sen­si­bles o vul­ne­ra­bles, como las per­so­nas mayo­res de 65 años, emba­ra­za­das y per­so­nas que padez­can enfer­me­da­des car­dio­vas­cu­la­res, dia­be­tes, enfer­me­da­des pul­mo­na­res cró­ni­cas, cán­cer e inmu­no­de­pre­sión.

Las empre­sas debe­rán faci­li­tar, a tra­vés de los ser­vi­cios de pre­ven­ción de ries­gos labo­ra­les, el tele­tra­ba­jo o unas con­di­cio­nes de tra­ba­jo de bajo ries­go.

De no ser posi­ble, los emplea­dos en estas cir­cuns­tan­cias podrán soli­ci­tar una valo­ra­ción de su facul­ta­ti­vo de aten­ción pri­ma­ria.

En el ámbi­to de segu­ri­dad labo­ral, se acon­se­ja rea­li­zar un plan de con­tin­gen­cia iden­ti­fi­can­do el ries­go de expo­si­ción al virus de las dife­ren­tes acti­vi­da­des y adop­tan­do medi­das de pro­tec­ción en cada caso, así como pro­to­co­los para la pro­tec­ción de la plan­ti­lla y de los emplea­dos o emplea­das que mani­fies­ten sín­to­mas.

Recomendaciones a los trabajadores

La guía reco­mien­da a los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras, ade­más de man­te­ner la dis­tan­cia inter­per­so­nal de 2 metros, evi­tan­do por tan­to salu­dos cer­ca­nos, que evi­ten, en la medi­da de lo posi­ble, el uso com­par­ti­do de equi­pos. En caso de que sea nece­sa­rio com­par­tir­los, se deben aumen­tar las medi­das de pre­cau­ción, desin­fec­tán­do­lo antes de usar­los si es posi­ble. Si no lo es, hay que lavar­se las manos inme­dia­ta­men­te tras su uso en el modo reco­men­da­do que se pue­de con­sul­tar aquí.

La guía reco­mien­da no tocar­se los ojos, la nariz y la boca, así como el lava­do fre­cuen­te de manos con agua y jabón, al menos duran­te 40 segun­dos, o con una solu­ción hidro­al­cohó­li­ca. Es espe­cial­men­te impor­tan­te lavar­se des­pués de toser o estor­nu­dar o tras tocar super­fi­cies poten­cial­men­te con­ta­mi­na­das.

En caso de toser o estor­nu­dar, se recuer­da la reco­men­da­ción de cubrir la nariz y la boca con la par­te inter­na del codo o un pañue­lo dese­cha­ble, tirán­do­lo a con­ti­nua­ción a un cubo de basu­ra que cuen­te con cie­rre.

Medidas de higiene en el centro de trabajo

La guía acon­se­ja la ven­ti­la­ción perió­di­ca en las ins­ta­la­cio­nes al menos de for­ma dia­ria y por espa­cio de cin­co minu­tos.
Para ayu­dar a la bue­na reno­va­ción del aire y hacer­lo de mane­ra habi­tual, es reco­men­da­ble refor­zar la lim­pie­za de los fil­tros de aire y aumen­tar el nivel de ven­ti­la­ción de los sis­te­mas de cli­ma­ti­za­ción.

Es con­ve­nien­te refor­zar las tareas de lim­pie­za en todas las estan­cias, con espe­cial inci­den­cia en super­fi­cies, espe­cial­men­te aque­llas que se tocan con más fre­cuen­cia como ven­ta­nas o pomos de puer­tas, así como todos los apa­ra­tos de uso habi­tual por los emplea­dos, des­de man­dos de maqui­na­ria a mesas y orde­na­do­res. En cada cam­bio de turno es nece­sa­rio lim­piar el área de tra­ba­jo usa­da por un emplea­do.

El per­so­nal de lim­pie­za asig­na­do a estas tareas debe tener una correc­ta pro­tec­ción, rea­li­zan­do todas las tareas con mas­ca­ri­lla y guan­tes de un solo uso, ade­más de dis­po­ner de los deter­gen­tes habi­tua­les, pues son sufi­cien­tes, aun­que tam­bién se pue­den con­tem­plar la incor­po­ra­ción de lejía u otros pro­duc­tos desin­fec­tan­tes a las ruti­nas de lim­pie­za, siem­pre en con­di­cio­nes de segu­ri­dad.

Igual­men­te, una vez fina­li­za­da la lim­pie­za, y tras des­po­jar­se de guan­tes y mas­ca­ri­lla, es nece­sa­rio que el per­so­nal de lim­pie­za reali­ce una com­ple­ta higie­ne de manos, con agua y jabón, al menos 40–60 segun­dos.

Los uni­for­mes de tra­ba­jo o simi­la­res, serán embol­sa­dos y cerra­dos, y se tras­la­da­rán has­ta el pun­to don­de se haga su lava­do habi­tual, reco­men­dán­do­se un lava­do con un ciclo com­ple­to a una tem­pe­ra­tu­ra de entre 60 y 90 gra­dos.

Gestión de los residuos en los centros de trabajo

La ges­tión de los resi­duos ordi­na­rios con­ti­nua­rá rea­li­zán­do­se del modo habi­tual, res­pe­tan­do los pro­to­co­los de sepa­ra­ción de resi­duos.
Se reco­mien­da que los pañue­los dese­cha­bles que el per­so­nal emplee para el seca­do de manos o para el cum­pli­mien­to de la ―eti­que­ta res­pi­ra­to­ria‖ sean dese­cha­dos en pape­le­ras o con­te­ne­do­res pro­te­gi­dos con tapa y, a ser posi­ble, accio­na­dos por pedal.
Todo mate­rial de higie­ne per­so­nal ‑mas­ca­ri­llas, guan­tes de látex, etc. ‑debe depo­si­tar­se en la frac­ción ―res­to‖ (agru­pa­ción de resi­duos de ori­gen domés­ti­co que se obtie­ne una vez efec­tua­das las reco­gi­das sepa­ra­das).

En caso de que un tra­ba­ja­dor pre­sen­te sín­to­mas mien­tras se encuen­tre en su pues­to de tra­ba­jo, será pre­ci­so ais­lar el con­te­ne­dor don­de haya depo­si­ta­do pañue­los u otros pro­duc­tos usa­dos. Esa bol­sa de basu­ra debe­rá ser extraí­da y colo­ca­da en una segun­da bol­sa de basu­ra, con cie­rre, para su depó­si­to en la frac­ción res­to.

Después de ir al trabajo

Al regre­sar del cen­tro de tra­ba­jo a sus domi­ci­lios, los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras debe­rán cui­dar las dis­tan­cias y las medi­das de higie­ne en el hogar, máxi­me si con­vi­ven con per­so­nas de gru­pos de ries­go.

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