La gale­ría valen­cia­na Shi­ras aco­ge­rá una nue­va expo­si­ción, cuya inau­gu­ra­ción se cele­bra­rá el 16 de enero a las 19:00 horas. “Noc­turno” es un pro­yec­to iné­di­to del renom­bra­do artis­ta Miquel Nava­rro (Mis­la­ta, 1945) que ocu­pa­rá la Sala Prin­ci­pal de la gale­ría don­de los visi­tan­tes podrán dis­fru­tar de este nue­vo tra­ba­jo. La expo­si­ción con­ta­rá con nue­ve obras en for­ma­to papel, así como tres relie­ves de cerá­mi­ca y alu­mi­nio pin­ta­do y tam­bién con escul­tu­ras iné­di­tas.

Miquel Nava­rro es un artis­ta valen­ciano de reco­no­ci­da tra­yec­to­ria inter­na­cio­nal, cuyas obras están pre­sen­tes en museos como el Cen­tre Geor­ge Pom­pi­dou de París, el MOMA de Nue­va York o el museo Gug­genheim, entre otros. En 1986, el artis­ta fue galar­do­na­do con el Pre­mio Nacio­nal de Artes Plás­ti­cas y reci­bió el Pre­mio Nacio­nal de la Aso­cia­ción de Crí­ti­cos de Arte ARCO 95. Su lar­ga y exten­di­da tra­yec­to­ria hace de este gran artis­ta una figu­ra cla­ve en el pano­ra­ma artís­ti­co actual.

Reco­no­ci­do como uno de los gran­des refe­ren­tes del arte con­tem­po­rá­neo espa­ñol, es un crea­dor mul­ti­dis­ci­pli­nar cuyas obras tras­cien­den las cate­go­rías tra­di­cio­na­les. Tras su úl­ti­ma expo­si­ción Metró­po­lis lunar en el museo Goya de Zara­go­za (2024), ate­rri­za en la Sala Prin­ci­pal de Shi­ras con esta nue­va expo­si­ción con la que bus­ca “fusio­nar tra­di­ción y moder­ni­dad, inte­gran­do refe­ren­cias a civi­li­za­cio­nes anti­guas con una mira­da con­tem­po­rá­nea que trans­for­ma pai­sa­jes urba­nos en cuer­pos sim­bó­li­cos, car­ga­dos de movi­mien­to y vida”, tal y como lo defi­nió José Luis Rodri­go Escrig, direc­tor gene­ral de la Fun­da­ción Iber­ca­ja.

“Noc­turno” se pre­sen­ta como una explo­ra­ción pro­fun­da del con­tras­te y la con­ti­nui­dad entre las ciu­da­des y el cam­po, una temá­ti­ca recu­rren­te en la tra­yec­to­ria del artis­ta. A tra­vés de dife­ren­tes téc­ni­cas y sopor­tes, Miquel Nava­rro refle­ja có­mo estas dos reali­da­des coexis­ten, inter­ac­túan y se entre­la­zan con el fac­tor humano como eje cen­tral.