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La vicedecana de Cultura de la Universitat de València UV-EG, Ester Alba, reflexiona en esta entrevista sobre sus nuevas responsabilidades al frente del departamento de cultura. Ella agradece la labor de las mujeres que abrieron el camino y mira hacia el futuro con optimismo y con la confianza puesta en las nuevas generaciones.

 

Ester Alba en la biblio­te­ca his­tó­ri­ca de la Uni­ver­si­tat de Valen­cia, situa­da en La Nau.

Fue nom­bra­da vice­rrec­to­ra de Cul­tu­ra y Depor­te de la UV en diciem­bre de 2020, en ple­na pan­de­mia y con la uni­ver­si­dad toda­vía adap­tán­do­se a los nue­vos tiem­pos. ¿Cómo fue­ron esos pri­me­ros momen­tos?

Fue­ron com­pli­ca­dos, pero con mucha ilu­sión. Venía de un perio­do de ges­tión muy dife­ren­te como deca­na de una facul­tad tan emble­má­ti­ca como la Facul­tad de Geo­gra­fía e His­to­ria y allí la ges­tión per­mi­tió gene­rar un gru­po de tra­ba­jo exce­len­te y muy acti­vo. Ese fue mi ver­da­de­ro apren­di­za­je en la ges­tión uni­ver­si­ta­ria y en el ámbi­to humano, pues me per­mi­tió apren­der la impor­tan­cia del tra­ba­jo en equi­po y la nece­si­dad de la estre­cha cola­bo­ra­ción en la ges­ta­ción e impul­so de los pro­yec­tos. Sin­ce­ra­men­te, la docen­cia on-line se hizo muy dura, espe­cial­men­te en las cla­ses de más­ter.

Los estu­dian­tes tam­bién lo habrán pasa­do mal…

La pan­de­mia los había sepa­ra­do de las aulas y la vida social uni­ver­si­ta­ria, tan impor­tan­te, era inexis­ten­te. Era inten­tar vol­ver a conec­tar a los estu­dian­tes con la vida uni­ver­si­ta­ria y con­se­guir que ellos y ellas fue­sen pro­ta­go­nis­tas de esa acción cul­tu­ral. Así, es como empe­cé a pen­sar en los nue­vos pro­yec­tos, a tra­vés de la idea de acti­var­nos cul­tu­ral­men­te.

 

“Fal­ta incluir el patri­mo­nio cul­tu­ral en los libros de tex­to, que for­me par­te de los currícu­los esco­la­res”.

Es la pri­me­ra mujer en ocu­par este vice­rrec­to­ra­do en la Uni­ver­si­tat de Valèn­cia. ¿Supo­ne esto una pre­sión extra o ya vamos asu­mien­do que las muje­res pue­den y deben estar en cual­quier alto car­go tam­bién?

Con el car­go espe­cí­fi­co de vice­rrec­to­ra de Cul­tu­ra y Depor­te, efec­ti­va­men­te soy la pri­me­ra mujer en ocu­par el car­go, pero es nece­sa­rio reco­no­cer que la pri­me­ra mujer que ges­tio­nó las acti­vi­da­des cul­tu­ra­les en la Uni­ver­si­tat de Valèn­cia fue Isa­bel Morant, pro­fe­so­ra cate­drá­ti­ca de His­to­ria Moder­na y toda una ins­ti­tu­ción en los estu­dios del femi­nis­mo y la mujer a nivel inter­na­cio­nal. Para mí mirar­me en el espe­jo de las muje­res que nos han ante­ce­di­do es muy impor­tan­te, ellas abrie­ron camino y lo hicie­ron con muchas difi­cul­ta­des.

 

Es exper­ta en estu­dios museo­ló­gi­cos, indus­trias cul­tu­ra­les, está vin­cu­la­da a pro­yec­tos como la Ruta de la Seda y codi­ri­ge dos más­te­res en la Uni­ver­si­dad, entre otras face­tas, pero ¿qué es lo que más le resul­ta gra­ti­fi­can­te de todo ello?

Sin duda, la docen­cia. La inves­ti­ga­ción me gus­ta mucho y tener cua­tro sexe­nios de inves­ti­ga­ción reco­no­ci­dos no ha sido tarea fácil. Pero, aun­que la inves­ti­ga­ción da muchas satis­fac­cio­nes la car­ga buro­crá­ti­ca que con­lle­van los pro­yec­tos a veces se hace casi insos­te­ni­ble. Aun­que con­fie­so que nada com­pa­ra­ble a lo que se sien­te dan­do cla­se y a la inter­ac­tua­ción con los estu­dian­tes. Hay días en los que estoy real­men­te can­sa­da, pero es entrar en el aula y sal­go como si hubie­se reju­ve­ne­ci­do unos años.

 

“La pan­de­mia sepa­ró a los estu­dian­tes de las aulas y había que vol­ver a conec­tar con ellos”

¿Somos los valen­cia­nos sufi­cien­te­men­te cons­cien­tes de la impor­tan­cia de nues­tro patri­mo­nio cul­tu­ral?

Ahí me tocas en una espi­ni­ta cla­va­da en el cora­zón. Creo que no lo sufi­cien­te. Fal­ta tra­ba­jar la edu­ca­ción patri­mo­nial. Nece­si­ta­mos más proac­ti­vi­dad y menos reac­ti­vi­dad ante situa­cio­nes extre­mas de degra­da­ción del patri­mo­nio, actua­cio­nes como con­se­cuen­cia de la movi­li­za­ción social o, a veces, de la inac­ción.

 

Ester Alba duran­te la pre­sen­ta­ción de la pro­gra­ma­cón de la orques­ta filar­mó­ni­ca de la UV.

¿Qué pode­mos hacer para poten­ciar­lo, sobre todo entre las nue­vas gene­ra­cio­nes?

Edu­ca­ción. Es esen­cial. Fal­ta incluir el patri­mo­nio cul­tu­ral en los libros de tex­to, que for­me par­te de los currícu­los esco­la­res. Solo se valo­ra aque­llo que se cono­ce y nues­tra deu­da, en ese aspec­to, con las jóve­nes gene­ra­cio­nes es enor­me.

¿Qué le gus­ta­ría que se recor­da­ra del paso de Ester Alba como vice­rrec­to­ra de Cul­tu­ra de la UV-EG?

Me gus­ta­ría que se me recor­da­se como una per­so­na sen­ci­lla, tra­ba­ja­do­ra y preo­cu­pa­da por esta­ble­cer redes y siner­gias con otras ins­ti­tu­cio­nes cul­tu­ra­les valen­cia­nas. Pero, sobre todo, más que a la per­so­na, que poco impor­ta, si el equi­po de cul­tu­ra de la Uni­ver­si­tat de Valèn­cia. Todas y todos debe­mos lograr que estu­dian­tes no solo pasen por la uni­ver­si­dad, sino que la vivan, la dis­fru­ten, se enri­quez­can cul­tu­ral­men­te.

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