[vc_row full_width_row=“true”][vc_column][vc_column_text]Gabinete de dibu­jos inau­gu­ra de la expo­si­ción de Ernes­to Case­ro “Las plan­tas per­di­das”, con la que con­clu­ye lo que podría con­si­de­rar­se una “tri­lo­gía clo­ro­fí­li­ca”, com­pues­ta por las tres expo­si­cio­nes indi­vi­dua­les que han inau­gu­ra­do, tras la colec­ti­va Mal­va y asfó­de­lo, el espa­cio del Gabi­ne­te de dibu­jos en Lite­ra­to Azo­rín, 33.

 

Inter­ven­ción en Mal­va y asfó­de­lo. 2020.

La pri­me­ra fue Res­pi­ra­ción Botá­ni­ca de Nie­ves Torral­ba, un depu­ra­ción for­mal extre­ma de las for­mas vege­ta­les eje­cu­ta­da con movi­mien­tos con­tro­la­dos y coor­di­na­dos con la pro­pia res­pi­ra­ción de la artis­ta, casi coreo­grá­fi­ca­men­te.

Le siguió la mues­tra No soy yo quien dibu­ja, en la que Feli­pe Orte­ga Rega­la­do com­bi­na­ba y recom­bi­na­ba frag­men­tos vege­ta­les e inde­ter­mi­na­da­men­te orgá­ni­cos dan­do como resul­ta­do cien dibu­jos sor­pren­den­tes ela­bo­ra­dos como quien repi­te un man­tra tibe­tano.

 

Recuerdo de la flora considerada desaparecida

 

Aho­ra, por últi­mo, Las plan­tas per­di­das de Ernes­to Case­ro nos recuer­dan, con super­po­si­cio­nes de flo­ra con­si­de­ra­da des­apa­re­ci­da, que está en mar­cha la lla­ma­da Sex­ta Extin­ción Masi­va, una de las fata­les con­se­cuen­cias del Antro­po­ceno. El artis­ta nos obli­ga a reco­no­cer, como un Mea máxi­ma cul­pa natu­ra­lis­ta, que la huma­ni­dad es la cau­sa, por haber pro­vo­ca­do pér­di­da de hábi­tats median­te su com­pul­si­va construcción/destrucción y su agi­ta­do cóc­tel de espe­cies forá­neas repar­ti­das por todo el mun­do.

Tres plan­tea­mien­tos, a modo de ale­ga­to, bien dis­tin­tos sobre un mis­mo tema, en los que el mun­do vege­tal apa­re­ce como fuen­te de ins­pi­ra­ción, moti­vo de refle­xión, repo­si­to­rio de imá­ge­nes frag­men­ta­das, ayu­da espi­ri­tual y tema de denun­cia y razón para el acti­vis­mo; una pro­tes­ta expre­sa­da por algu­nas voces ais­la­das ya a media­dos del siglo XX, como la de Rachel Car­son, y que está lle­gan­do a ser atro­na­do­ra en este XXI.

 

Evolución del trabajo de Ernesto Casero

 

Ernes­to Case­ro (Valen­cia, 1977) es licen­cia­do en Bellas Artes por la Uni­ver­si­dad Poli­téc­ni­ca de Valen­cia. Su tra­ba­jo ha ido evo­lu­cio­nan­do des­de la abs­trac­ción pic­tó­ri­ca, enten­di­da como inves­ti­ga­ción en torno a la per­cep­ción visual y la sin­ta­xis de la ima­gen, has­ta una relec­tu­ra per­so­nal de la his­to­ria de la bio­lo­gía y los dis­cur­sos ideo­ló­gi­cos de la cien­cia, des­de el dibu­jo y otros sopor­tes, como el vídeo o la escul­tu­ra.

Ha rea­li­za­do estan­cias de pro­duc­ción artís­ti­ca en Méxi­co y Argen­ti­na, así como en el Cole­gio de Espa­ña en París, la Casa de Veláz­quez, la Fun­da­ción Bil­bao Arte o La Tér­mi­ca Crea­do­res en Mála­ga. Ha expues­to en ferias inter­na­cio­na­les como Dra­wing now! Paris, Paris Art, Pin­ta Lon­don o Just Mad. Su tra­ba­jo se encuen­tra en colec­cio­nes como la Colec­ción DKV, la Colec­ción de l’A­ca­de­mie de Fran­ce, la Colec­ción de la Gene­ra­li­tat Valen­cia­na y la Aca­de­mia de Bellas Artes de San Car­los. Actual­men­te vive y tra­ba­ja en Valen­cia.

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