Almu­de­na Mar­tí estre­nan­do el Con­ten­dor

Has­ta el 27 de mayo, el recien­te­men­te inau­gu­ra­do espa­cio de moda El Mun­do al Revés será el pun­to de encuen­tro de las valen­cia­nas más soli­da­rias que al cam­biar el arma­rio lle­ven todas esas pie­zas que están en fan­tás­ti­cas con­di­cio­nes,  pero que no uti­li­zan, para poder ven­der­las en un futu­ro Ras­tri­llo Soli­da­rio a favor de Peque­ño Deseo.

Rega­la moda, rega­la ilu­sio­nes” es el lema de esta cam­pa­ña soli­da­ria que sigue la este­la de la ori­gi­nal, crea­da hace un par de años por dos pri­mas ado­les­cen­tes, Euge­nia y Pau­la, que tuvie­ron la idea de reco­ger ropa de todas sus ami­gas y las suya por­que ade­más de com­par­tir­la entre ellas podían sacar dine­ro para una bue­na cau­sa. Así mon­ta­ron un ras­tri­llo soli­da­rio y con­si­guie­ron reco­ger 1.300 euros para la fun­da­ción Peque­ño Deseo. Las pren­das cos­ta­ban de 1 a 15 euros.

En esta oca­sión no serán Pau­la y Euge­nia las que vayan a las casas de sus ami­gas a reco­ger la ropa, sino que Tiziano Fan­tin y Auro­ra Ber­de­jo con todo su equi­po, ceden la zona chill out de su espa­cio de moda y tra­ba­ja­rán y ase­so­ra­rán para que el pró­xi­mo ras­tri­llo ade­más de soli­da­rio, esté­ti­co, prác­ti­co y lleno de calor y color.

El Mun­do Al Revés cede su recién inau­gu­ra­do espa­cio de 150 metros en Con­de Sal­va­tie­rra, 21 (jun­to Mer­ca­do de Colón), carac­te­ri­za­do por ese esti­lo hip­pie chic tan emble­má­ti­co de esta mar­ca valen­cia­na que trae ropa de muchos paí­ses a Valen­cia des­de hace ya 20 años. El Mun­do al Revés es ese lugar en el que se va no solo a dis­fru­tar de la moda, sino tam­bién de un ambien­te dis­ten­di­do y ama­ble con un inte­rio­ris­mo natu­ral lleno de made­ras, telas de colo­res, luz y plan­tas y una zona chill de relax para dis­fru­tar de las com­pras de for­ma per­so­na­li­za­da y rela­ja­da.  Bol­sos, bis­tue­ría, pañue­los, cin­tu­ro­nes, cal­za­do y pie­zas de ropa espe­cia­les para la noche o el día a día, pero siem­pre, para sen­tir­se cómo­da y una mis­ma.

La Fun­da­ción Peque­ño Deseo tra­ba­ja des­de hace casi 20 años para hacer reali­dad los deseos de niños con enfer­me­da­des cró­ni­cas o de mal pro­nós­ti­co con el fin de apo­yar­les aní­mi­ca­men­te y hacer más lle­va­de­ra su enfer­me­dad. Está demos­tra­do cien­tí­fi­ca­men­te que el cum­pli­mien­to de un deseo gene­ra en el niño emo­cio­nes posi­ti­vas que tie­nen un efec­to enor­me en su bien­es­tar.

Almu­de­na Mar­tí estre­nan­do el Con­ten­dor

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