El epidemiólogo Michael T. Osterholm (Iowa, 1953), uno de los mayores expertos mundiales en la materia y que en la actualidad trabaja en la Universidad de Minnesota, estudió en 2003 primer brote de Sars en Canadá, importado desde China. Ya entonces, hace 17 años, advirtió “Lo que ha sucedido podría volver a ocurrir si uno de esos virus presentes en muerciélagos infectara a un ser humano, muy probablemente mediante otro animal infectado. No podemos dar por muerto el virus SARS ni por un instante”. Unas advertencias que se están cumpliendo y que lo han llevado a reeditar el libro, publicado en 2017 junto al autor estadounidense Mark Olshaker, que colabora frecuentemente con el FBI, ‘La amenaza más letal’, publicado en España por Planeta y que es número 1 en ventas en EEUU. En él explican cómo los gérmenes se iban a convertir en el mayor enemigo para la defensa nacional de los países.
Osterholm, en una entrevista publicada en El Confidencial, analiza la situación actual del Covid-19 en el mundo y en España y muestra su preocupación por el inicio del curso escolar. Sobre este respecto indica que “estamos lidiando con los mismos problemas en los Estados Unidos. Creemos que si hay más de 25 casos nuevos diarios por cada 100.000 habitantes, no hay forma de abrir escuelas de manera segura. Por otro lado, si hay cinco o menos casos en una región por cada 100.000 habitantes, si los números han estado disminuyendo durante dos semanas y si hay capacidad hospitalaria adicional disponible, puede ser razonable abrir escuelas. No obstante, todavía habrá cierta propagación y enormes desafíos en términos de distanciamiento físico, comidas, etc.
“Aunque no sabemos cuán infecciosos son los niños,existe el riesgo de que puedan llevar el virus a casa y transmitirlo a los adultos.”
“Si hay más de 25 casos nuevos diarios por cada 100.000 habitantes, no hay forma de abrir escuelas de manera segura”, recalca. Y agrega: “Y aunque no sabemos cuán infecciosos son los niños, existe el riesgo de que puedan llevar el virus a casa y transmitirlo a los adultos. Desafortunadamente, en la actualidad, no existe una solución perfecta para este desafío y la única protección es el aislamiento, que, como hemos dicho, trae sus propios problemas. Todo esto pone de relieve cómo una pandemia afecta a todos los aspectos de la vida moderna y por qué debemos hacer todo lo posible para mitigar los futuros brotes.”
Cabe recordar que en España, a falta de poco más de 15 días para que se inicie el curso escolar, la apuesta sigue siendo, mayoritariamente, por el regreso a las clases presenciales, tal y como se pretende llevar a cabo en la Comunidad Valenciana, aunque hay regiones como la catalana que ya están revistando sus protocolos en este sentido.

Augura un posible confinamiento en España, al menos en ciertas regiones
Preguntado por la situación en España, argumenta que “por lo que sabemos, España tomó medidas firmes y responsables para tratar de frenar la propagación del virus. Pero ahora, como muchos otros países, tiene dificultades para mantenerlo contenido. Probablemente será necesario examinar región por región y confinar nuevamente. Somos conscientes del dolor económico y social que esto causará, pero el costo de no hacer nada probablemente sería mucho mayor”.
“Probablemente será necesario examinar región por regióny confinar nuevamente. Somos conscientes del dolor económico y social que esto causará, pero el costo de no hacer nada probablemente sería mucho mayor.”
Confinamientos sí, pero con inteligencia
Una de las medidas más drásticas adoptadas durante la actual pandemia en muchos lugares del mundo ha sido el confinamiento de la población. Hablar de él, de nuevo, hace saltar todas las alarmas, pero para Michael T. Osterholm “se ha demostrado que los confinamientos estrictos reducen la transmisión de virus. Por supuesto, esto no se puede hacer indefinidamente, por lo que debe hacerse de manera “inteligente”, es decir, adaptar las acciones a las condiciones de cada país o región geográfica. El problema que tuvimos en los Estados Unidos, por ejemplo, es que no mantuvimos las restricciones el tiempo suficiente. La gente vio algunos progresos y concluyó que la amenaza había terminado aunque los expertos sabíamos que no era cierto.”
Él recalca que “otra medida que podría haber sido útil hubiera sido que los gobiernos y los científicos hubieran tomado en serio la epidemia inicial de coronavirus, SARS, y que hubieran comenzado a tratar de desarrollar plataformar de vacunas y contramedidas médicas. Si eso hubiera sucedido, no estaríamos tan lejos ahora de conseguir una vacuna y podríamos haber evitado esta horrible cantidad de casos y muertes.”

La inmunidad llegará cuando más de la mitad de la población haya sido infectada
Preguntado por si el virus se ve afectado por las altas temperaturas, como se indicó hace unos meses, se muestra tajante: “A diferencia de la gripe, en la que se basaron esas estimaciones, el covid-19 no parece verse afectado por el clima cálido o la geografía. Este virus es más como un incendio forestal que seguirá ardiendomientras tenga combustible. En este caso, los seres humanos son ese combustible que necesita para mantener la llama. Lo único que lo detendrá es la inmunidad colectiva, transmitida cuando el 50–70% de la población haya sido infectada o cuando hay una vacuna efectiva y ampliamente disponible.”
“Tenemos que planificar y prepararnos para una pandemia aún mayor, o el mundo entero sufrirá por nuestra inacción.”
Finalmente, lanza otra advertencia: “Que todo el mundo está en esto junto, que debemos ser responsables los unos de los otros, y que tenemos que planificar y prepararnos para una pandemia aún mayor, o el mundo entero sufrirá por nuestra inacción.
Hemos reproducido parte de esta entrevista por su interés para la población, pero pueden consultar la entrevista completa publicada en El Confidencial en este link.
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