23 de febre­ro de 2022.

En mi ante­rior entra­da en este Dia­rio comen­ta­ba algu­nas cosas de la 36ª gala de los pre­mios Goya. Acla­ro aho­ra que lo hice cuan­do aún no había vis­to las prin­ci­pa­les pelí­cu­las nomi­na­das. Y es que no ten­go tiem­po para todo: leer la pren­sa, avan­zar en la lec­tu­ra de varios libros (Teren­ce Fisher, de Joa­quín Vallet, en Cáte­dra; Sobre el olvi­da­do siglo XX, de Tony Judt, en Tau­rus; El cono­ci­mien­to inú­til, de Jean-Fra­­nçois Rével, en Pági­na Indó­mi­ta…), apla­car el brío de mi jugue­tón perri­to (Tino es su nom­bre), escri­bir artícu­los, ver los tele­dia­rios, via­jar en Metro –ida y vuel­ta– para ver expo­si­cio­nes en Valen­cia y reu­nir­me con mis ami­gos, inten­tar com­pren­der el actual melo­dra­ma en la dere­cha espa­ño­la, dis­cu­tir con mi pare­ja, repro­du­cir par­ti­das de aje­drez magis­tral, dor­mir al menos sie­te horas al día, comer, cenar, res­pon­der a las lla­ma­das tele­fó­ni­cas, con­tro­lar mi correo elec­tró­ni­co… Mien­tras escri­bo esta parra­fa­da me pre­gun­to asom­bra­do: ¿cómo es posi­ble que yo haya podi­do hacer tan­tas cosas en unos días –febre­ro de 2022– que tenían solo 24 horas de dura­ción?

Los días de febre­ro han ido pasan­do y antes de fina­li­zar el mes por fin pude ver El buen patrón (Fer­nan­do León de Ara­noa), Madres para­le­las (Pedro Almo­dó­var) y Mai­xa­bel (Iciar Bollaín). Copio, un poco al azar, comen­ta­rios leí­dos en Inter­net sobre estas pelí­cu­las, con una apos­ti­lla mía en cada uno de esos apun­tes crí­ti­cos.

El cama­leó­ni­co Javier Bar­dem es el empre­sa­rio de Balan­zas Blan­co.

Sobre El buen patrón: “Fer­nan­do León de Ara­noa repre­sen­ta­ba muy bien ese nece­sa­rio con­tra­pun­to urbano a ese cine espa­ñol ence­rra­do en mani­queís­mos de Gue­rra Civil, hecho por cineas­tas aco­mo­da­dos y un pro­gre­sis­mo al que le fal­ta­ba salir a la calle y res­pi­rar el ambien­te del bar de caña y boca­ta, con la mayo­ría de las víc­ti­mas del neo­li­be­ra­lis­mo que ya se aba­lan­za­ba en ple­nos años 90” (mi apos­ti­lla: El buen patrón es mali­cio­sa y divier­te, pero en este caso tuve una difi­cul­tad de cone­xión no pre­ci­sa­men­te peque­ña: nun­ca me han gus­ta­do los acto­res cama­leó­ni­cos y Javier Bar­dem lo es en gra­do extre­mo; lo que voy a decir muchos lo verán como una con­clu­sión atra­bi­lia­ria, pero ese ima­gi­na­rio repro­che no me fre­na: dis­fru­to mucho más con Julia Caba Alba y Ame­lia de la Torre en Plá­ci­do o con Mano­lo Morán y José Isbert en Bien­ve­ni­do Mis­ter Marshall que con el inso­por­ta­ble Mar­lon Bran­do en El Padrino).

Sobre Madres para­le­las: “La lec­tu­ra de la mater­ni­dad es tópi­ca; la idea de ‘la fuer­za de la san­gre’ dema­sia­do ele­men­tal; la noción de la pro­pie­dad por cau­sa de los genes, reac­cio­na­ria; la rela­ción lés­bi­ca, for­za­da y a des­pro­pó­si­to; el cono­ci­mien­to de la crian­za, nulo. Antes de poner­se a escri­bir un guion hay que hacer un tra­ba­jo de inves­ti­ga­ción que, en esta pelí­cu­la, no está hecho.” (apos­ti­lla: soy un fan de Almo­dó­var des­de pri­me­ra hora, inclu­so me han acu­sa­do de defen­der su cine por per­te­ne­cer a la ‘mafia rosa’; pero no me lo creo cuan­do se pone direc­ta­men­te polí­ti­co; Madres para­le­las me ha pare­ci­do una pelí­cu­la fal­sa, cuyos dos temas prin­ci­pa­les –la memo­ria his­tó­ri­ca y la mater­ni­dad– no casan nada bien en un guion-sán­d­­wich poco ins­pi­ra­do; lo mejor de la pelí­cu­la, Pené­lo­pe Cruz).

Pené­lo­pe Cruz con una cami­se­ta polí­ti­ca mien­tras hace una tor­ti­lla de pata­tas.

Sobre Mai­xa­bel: “Sería muy bueno que mucha gen­te vie­se esta pelí­cu­la, den­tro y fue­ra de Eus­ka­di, y no solo por­que es nece­sa­rio refle­xio­nar sobre un pasa­do inme­dia­to cuyas heri­das aún están por cica­tri­zar. Se tocan temas mucho más gene­ra­les, como la des­hu­ma­ni­za­ción del otro y la fal­ta de empa­tía, la fal­ta de res­pon­sa­bi­li­dad hacia la comu­ni­dad, la pola­ri­za­ción polí­ti­ca, el sec­ta­ris­mo, que debe­rían for­mar par­te del deba­te públi­co.” Mi apos­ti­lla: Mai­xa­bel si es una pelí­cu­la com­pro­me­ti­da, valien­te y nece­sa­ria. Varias de las con­ver­sa­cio­nes entre una emo­cio­nan­te Blan­ca Por­ti­llo y los ase­si­nos de su mari­do ya for­man par­te de lo mejor de la his­to­ria del cine espa­ñol; Iciar Bollaín es una gran cineas­ta, lo tuve cla­ro des­de que vi Te doy mis ojos (2003, con inter­pre­ta­cio­nes estre­me­ce­do­ras de Laia Marull y Luis Tosar).

Iciar Bollaín diri­ge a Blan­ca Por­ti­llo en Mai­xa­bel.

DESDE EL SILLÓN DE MI CASA… EN MISLATA (antes DIARIO UN CINÉFILO)

«Que la vida iba en serio / uno lo empie­za a com­pren­der más tar­de”
Jai­me Gil de Bied­ma

DESDE EL SILLÓN DE MI CASA es una sec­ción dedi­ca­da al mun­do de las Series de TV, a todos sus aspec­tos ciné­fi­los pero tam­bién a sus deri­va­cio­nes socio­ló­gi­cas y rela­ti­vas a la vida coti­dia­na de las per­so­nas. La cons­truc­ción de roles, las rela­cio­nes fami­lia­res, la actua­li­dad, la come­dia y el dra­ma, la épi­ca his­tó­ri­ca, dra­go­nes y maz­mo­rras… Todo cabe en el mun­do de las series, y cual­quier pers­pec­ti­va del mun­do pue­de ser vis­ta des­de la ópti­ca de un ciné­fi­lo, de un serió­fi­lo inte­li­gen­te y pers­pi­caz. La sec­ción está per­so­na­li­za­da en Rafa Marí, uno de los últi­mos gran­des ciné­fi­los espa­ño­les. La perio­di­ci­dad es alea­to­ria, y la lon­gi­tud de cada entra­da, tam­bién. Pue­de ser tan­to muy cor­ta: un afo­ris­mo, como un exten­so mini­en­sa­yo, o entre­vis­ta, o diá­lo­go inte­rior.

Pese a ser un perio­dis­ta tar­dío, Rafa Marí (Valen­cia, 1945) ha teni­do tiem­po para tra­ba­jar en muchos medios de comu­ni­ca­ción: Car­te­le­ra Turia, Cal Dir, Valen­cia Sema­nal, car­te­le­ra Qué y Don­de, Noti­cias al día, Papers de la Con­se­lle­ria de Cul­tu­ra, Leva­n­­te-EMV, El Hype… Siem­pre en las pági­nas de cul­tu­ra. En 1984 fichó por Las Pro­vin­cias, dia­rio don­de actual­men­te es colum­nis­ta y crí­ti­co de arte.

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