El director, productor y guionista murió el pasado jueves 30 de junio en Tarragona

La Con­se­lle­ría de Edu­ca­ción Cul­tu­ra y Depor­te, a tra­vés del Ins­ti­tut Valen­cià de Cul­tu­ra, le ha dedi­ca­do un home­na­je al cineas­ta valen­ciano Car­los Pas­tor, que murió el pasa­do jue­ves 30 de junio en Tarra­go­na. El direc­tor gene­ral del IVC, Abel Gua­ri­nos, ha seña­la­do que se ha reco­no­ci­do «la lar­ga y valio­sa tra­yec­to­ria pro­fe­sio­nal de Car­los Pas­tor en la indus­tria audio­vi­sual valen­cia­na y su papel deci­si­vo en el ini­ciá­ti­co cine valen­ciano de los años ochen­ta y noven­ta. Tenien­do en cuen­ta que nadie mue­re mien­tras haya quien lo recuer­de y lo quie­ra, Car­los Pas­tor vivi­rá en muchas gene­ra­cio­nes de valen­cia­nos, bien por­que le han cono­ci­do en vida o bien por­que apre­cia­mos y valo­ra­mos sus tra­ba­jos audio­vi­sua­les».

«Tam­bién que­re­mos reco­no­cer su extra­or­di­na­ria cali­dad huma­na y su gran gene­ro­si­dad con todos los que tuvie­ron el pla­cer de vivir y tra­ba­jar a su lado. Car­los Pas­tor era una per­so­na muy apre­cia­da por todo el audio­vi­sual valen­ciano y, por ello, hemos que­ri­do recor­dar su lega­do artís­ti­co y su vida en este acto con su fami­lia y sus ami­gos», ha agre­ga­do Gua­ri­nos.

Car­les Pas­tor.

El acto de home­na­je ha con­ta­do con las actua­cio­nes musi­ca­les de Cal­di­to y del due­to con­for­ma­do por la can­tan­te Móni­ca Ibá­ñez y el gui­ta­rris­ta Miguel Anda, y con una amplia  repre­sen­ta­ción del sec­tor audio­vi­sual valen­ciano y de la fami­lia de Car­los Pas­tor: su pare­ja, Mòni­ca Caru­lla; su hijo, Car­les, y sus her­ma­nos Con­cha, Luis, Miguel, Pedro, Jai­me, María del Mar y Rocío, entre los fami­lia­res más pró­xi­mos.

Una vida dedicada al cine

Direc­tor, pro­duc­tor y guio­nis­ta, Car­los Pas­tor Moreno fue una figu­ra cla­ve del cine valen­ciano de los años ochen­ta y noven­ta. Desa­rro­lló su carre­ra a lo lar­go de cua­tro déca­das en dife­ren­tes ámbi­tos del audio­vi­sual valen­ciano.

Pas­tor ini­ció su tra­yec­to­ria como direc­tor en los años ochen­ta, con cor­to­me­tra­jes como Mako­ki (1982) y La este­la dora­da (1989). En 1996 debu­ta en el lar­go­me­tra­je con la come­dia Una pira­ña en el bidet, que obtu­vo el pre­mio a la mejor pelí­cu­la en la Mos­tra de Valèn­cia de 1996 y el Pre­mi Tirant a la mejor pelí­cu­la valen­cia­na en la pri­me­ra edi­ción de estos pre­mios.

Pos­te­rior­men­te rodó A ras de sue­lo (2005), un dra­ma por el que la actriz Rosa­na Pas­tor ganó el pre­mio a la mejor actriz en la Mos­tra de Valèn­cia. Su ter­ce­ra pelí­cu­la, Bes­te­zue­las fue un thri­ller con ecos de cine quin­qui y toques de humor que se pre­sen­tó en los fes­ti­va­les de Bogo­tá y El Cai­ro y que se alzó con el pre­mio del públi­co en la sec­ción Pano­ra­ma de la Mos­tra de Valèn­cia de 2010.

En 2013 reali­zó En el umbral de la con­cien­cia, un docu­men­tal sobre un equi­po de roda­je en bus­ca de los secre­tos de los cha­ma­nes perua­nos. El año siguien­te diri­gió el medio­me­tra­je Al vapor, sobre la per­for­man­ce de Eva­rist Nava­rro en el IVAM, comi­sa­ria­da por Juan Lagar­de­ra. En la actua­li­dad pre­pa­ra­ba un nue­vo lar­go­me­tra­je, titu­la­do Des­tí per­dut, basa­do en un guion escri­to en cola­bo­ra­ción con Michel Gaz­tam­bi­de y Joan Álva­rez.

En para­le­lo a su tra­yec­to­ria estric­ta­men­te cine­ma­to­grá­fi­ca, el ver­sá­til cineas­ta desa­rro­lló  otros pro­yec­tos como Camps de madui­xes (2005), Lati­dos (2006) y Comi­da para gatos (2008), tam­bién pre­mia­da en la Mos­tra de Valèn­cia. Ade­más, pro­du­jo y diri­gió dife­ren­tes pro­gra­mas y series de tele­vi­sión, nume­ro­sos anun­cios publi­ci­ta­rios y fil­ma­cio­nes de mon­ta­jes tea­tra­les de La Fura dels Baus, Come­diants y Els Joglars.

Car­los Pas­tor reco­ge una «pal­me­ra» de la Mos­tra en 2010 por su pelí­cu­la «Bes­te­zue­las», pre­mio del públi­co. Foto: Gar­cía Pove­da

Car­los Pas­tor es uno de los prin­ci­pa­les repre­sen­tan­tes de una gene­ra­ción que luchó por poner en pies un cine valen­ciano que se enfren­tó a unas infra­es­truc­tu­ras indus­tria­les frá­gi­les y una difí­cil pro­yec­ción exte­rior, pero con­si­guió con­so­li­dar­se pro­fe­sio­nal­men­te com­bi­nan­do el tra­ba­jo tele­vi­si­vo con el cine­ma­to­grá­fi­co.

Más allá de su apor­ta­ción fun­da­men­tal a la his­to­ria del cine valen­ciano, Car­los Pas­tor fue una per­so­na encan­ta­do­ra y de una gran gene­ro­si­dad. Era muy apre­cia­do por todos los que tuvie­ron el pla­cer de vivir y tra­ba­jar a su lado. Siem­pre ama­ble, seduc­tor y vita­lis­ta, no per­dió nun­ca la son­ri­sa. «Car­los Pas­tor fue un acti­vis­ta de la vida»,  se des­ta­ca en una infor­ma­ti­va emi­ti­da por el IVC.

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