21 días, esto es lo que ha dura­do final­men­te el con­fi­na­mien­to de Beni­gà­nim, el pri­me­ro de una loca­li­dad valen­cia­na des­pués de levan­tar­se el esta­do de alar­ma. Beni­gà­nim, un pue­blo de ape­nas 5.899 habi­tan­tes, situa­do en la comar­ca más al sur de la pro­vin­cia de Valen­cia, la Vall d’Al­bai­da, ha vivi­do en sus car­nes las con­se­cuen­cias de dar un gran paso atrás y regre­sar, prác­ti­ca­men­te, a uno de los momen­tos más duros de esta pan­de­mia que fue el con­fi­na­mien­to estric­to de la pobla­ción.

Beni­gà­nim ha desin­fec­ta­do varias veces sus calles duran­te estos días de con­fi­na­mien­to.

Pero, en este caso, los lími­tes de la “liber­tad” no han esta­do en las ven­ta­nas y bal­co­nes de cada per­so­na o fami­lia y en sus arcoi­ris col­ga­dos de ellos, sino en las calles y pla­zas de una loca­li­dad que veía como, de repen­te, vol­vían a estar ale­ja­dos de los seres que­ri­dos que resi­die­ran en otros luga­res, por muy cer­ca que estos estu­vie­ran.

En una zona como la Vall d’Al­bai­da, con muchos peque­ños pue­blos cer­ca­nos y muy inter­co­nec­ta­dos por lazos fami­lia­res, labo­ra­les y de amis­ta­des, vivir un con­fi­na­mien­to peri­me­tral tie­ne todo tipo de con­se­cuen­cias, más aún una vez que ya debe­ría de haber empe­za­do el cur­so esco­lar y que la gran par­te de las per­so­nas vol­vían de sus tra­ba­jos tras las vaca­cio­nes de verano.

Una “vuelta al cole” tardía en Benigànim

En Beni­gà­nim, esta vuel­ta al cole”, pre­vis­ta para el 7 de sep­tiem­bre, tuvo que espe­rar y se pro­du­jo este 22 de sep­tiem­bre. Fue enton­ces, por fin, el momen­to de ver a los niños y niñas corre­tear hacia el cole, com­par­tir jue­gos y apren­di­za­jes. Será, tam­bién, cuan­do sus veci­nos y veci­nas pue­dan, de nue­vo, lle­var a cabo algo tan colo­quial y común como es ir a visi­tar a fami­liar, ami­go o cono­ci­do que viva en Qua­tre­ton­da, Llutxent, La Pobla del Duc, Bellús…

Calles vacías en Beni­gà­nim duran­te el con­fi­na­mien­to decre­ta­do este mes de sep­tiem­bre.

La mayo­ría de sus veci­nos y veci­nas asu­mie­ron des­de el ini­cio que este era un momen­to para ser res­pon­sa­bles y dar ejem­plo, tras un verano en el que, como en tan­tos otros luga­res, todo hay que decir­lo, la rela­ja­ción se esta­ble­ció en cier­tos entor­nos, sobre todo fami­lia­res y socia­les, con las con­se­cuen­cias ya cono­ci­das.

Momentos para la preocupación y también para el humor

No han fal­ta­do los momen­tos de preo­cu­pa­ción y has­ta de deses­pe­ra­ción, segu­ro que sí, pero tam­bién ha habi­do tiem­po para una cura que va más allá de cual­quier tra­ta­mien­to médi­co, como es el humor. De este modo, se difun­die­ron entre las redes socia­les, den­tro y fue­ra de la loca­li­dad, pues estas no entien­den de con­fi­na­mien­tos, men­sa­jes que alu­dían a la serie La cúpu­la o tam­bién a las paro­dias que de esta se han hecho en Los Sim­psons. Inclu­so la popu­lar serie The wal­king dead ha sido pro­ta­go­nis­ta en este con­fi­na­mien­to con diver­sos “memes” rela­cio­na­dos con Beni­gà­nim en los que apa­re­cían los cono­ci­dos per­so­na­jes de la serie y los zom­bis. Como se sue­le decir, “el humor” es una gran medi­ci­na y en este caso no ha sido una excep­ción.

Mirar hacia delante y servir de ejemplo

Más allá de bus­car cul­pa­bles o res­pon­sa­bles, es momen­to de ver hacia delan­te y lograr que el ejem­plo de Beni­gà­nim sir­va para evi­tar rela­ja­mien­tos o para pen­sar que esto del virus ya empie­za a ser algo del pasa­do. Nada más lejos de la reali­dad, los casos siguen en aumen­to en el mun­do y tam­bién lle­van una ten­den­cia al alza en Espa­ña des­de hace meses, tan­to en nue­vos con­ta­gios como en cifras de falle­ci­dos al día y a la sema­na. Por tan­to, Beni­gà­nim ha de con­ver­tir­se aho­ra en una lla­ma­da de aten­ción, en un pun­to rojo de alar­ma, simi­lar al que esta­mos vien­do des­de ayer mis­mo en diver­sas zonas y loca­li­da­des de Madrid que tam­bién han vuel­to al con­fi­na­mien­to.

Beni­gà­nim podrá vol­ver a la “nue­va nor­ma­li­dad” el 22 de sep­tiem­bre.

La Con­se­lle­ria de Sani­dad Uni­ver­sal y Salud Públi­ca levan­tó este vier­nes, día 18 de sep­tiem­bre, las medi­das excep­cio­na­les de lucha con­tra la pan­de­mia adop­ta­das el pasa­do 1 de sep­tiem­bre para el muni­ci­pio valen­ciano de Beni­gà­nim por quin­ce días y que lue­go fue­ron amplia­das por otros sie­te días más. Este levan­ta­mien­to fue el este mar­tes, 22 de sep­tiem­bre, a par­tir de las 00.00 horas y se pro­du­ce gra­cias a la bue­na evo­lu­ción de los datos epi­de­mio­ló­gi­cos.

Ana Barceló destaca la “colaboración de la población de Benigànim”

La con­se­lle­ra, Ana Bar­ce­ló, seña­ló que “ha sido muy impor­tan­te la cola­bo­ra­ción de toda la pobla­ción de Beni­gà­nim para evi­tar la pro­pa­ga­ción del virus y pro­te­ger así la salud de todos los veci­nos y veci­nas. Por lo tan­to, segui­mos ape­lan­do a esa res­pon­sa­bi­li­dad y cola­bo­ra­ción para evi­tar otro repun­te en el diag­nós­ti­co de casos”. Una res­pon­sa­bi­li­dad que las auto­ri­da­des de Beni­gà­nim, como su vice­al­cal­de, Cris­tó­bal Bar­ce­ló, pedían a sus ciu­da­da­nos ya des­de el pri­mer día de este con­fi­na­mien­to y que pare­ce que se han cum­pli­do.

La con­se­lle­ra de Sani­dad, Ana Bar­ce­ló. Foto: GVA

Un confinamiento con momentos de polémica

Este con­fi­na­mien­to de Beni­gà­nim tam­po­co ha esta­do excen­to de polé­mi­ca. La jus­ti­cia tuvo que inter­ve­nir ante un recur­so plan­tea­do ante el mis­mo y hubo que rec­ti­fi­car las medi­das de con­fi­na­mien­to, per­mi­tien­do, por ejem­plo, el acce­so a los luga­res de cul­to. Ade­más, los veci­nos y veci­nas de Beni­gà­nim pro­tes­ta­ron al encon­trar­se, sin pre­vio, avi­so gran par­te de las carre­te­ras de entra­da y sali­da a la loca­li­dad cor­ta­das.

Una de las carre­te­ras de acce­so y sali­da a Beni­gà­nim cor­ta­das.

Estas medi­das tem­po­ra­les en esta loca­li­dad de la Vall d’Al­bai­da con­tem­pla­ban el con­fi­na­mien­to peri­me­tral de la pobla­ción, que per­mi­tía, no obs­tan­te, la cir­cu­la­ción de per­so­nas resi­den­tes den­tro del muni­ci­pio; esta­ble­cían has­ta un máxi­mo de 10 per­so­nas en reunio­nes de carác­ter social o fami­liar, y los actos de cul­to debían rea­li­zar­se con afo­ro máxi­mo de has­ta un ter­cio de la capa­ci­dad de dichos luga­res, siem­pre res­pe­tan­do las nor­mas de segu­ri­dad de uso de la mas­ca­ri­lla y dis­tan­cia­mien­to social.

De momen­to, en Beni­gà­nim pare­ce que han pasa­do ya este nue­vo con­fi­na­mien­to, pero nada hace pen­sar que no se pue­da vol­ver a él en el futu­ro en esta u en otras loca­li­da­des, tal y como ya está pasan­do en Madrid. De la res­pon­sa­bi­li­dad de cada uno de noso­tros depen­de­rá, en gran par­te, que no demos nue­vos pasos atrás y que apren­da­mos a con­vi­vir con este virus de la for­ma más nor­ma­li­za­da posi­ble.

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